¿Hasta que la muerte nos separe? ¿Seguimos pensando en el matrimonio como una institución exitosa y el divorcio como el fracaso no solo de una pareja sino de una forma de vida? ¿Qué ocurre cuando se incumple el tabú de ser padres sin casarse, de abrir la pareja a más personas, de pensar a corto plazo y felicidad eterna?