En una noche de tormenta, Pepa, una joven analfabeta aprendiz de partera es traicionada por Carlos, su amo y amante, al arrebatarle el hijo de ambos para entregárselo a su esposa que acaba de parir un hijo muerto. Expulsada del pueblo, apaleada y medio muerta, se arma de coraje y promete no olvidar nunca a esa criatura que parió entre castaños. Los años han pasado y, en 1902, Pepa se ha convertido en una matrona curtida por el tiempo que desempeña su labor itinerante hasta que llega a Puente Viejo, una pequeña localidad rural, a caballo entre la tradición y la modernidad, donde del movimiento obrero sólo llegan algunos susurros. Quiere el destino que allí se cruce con Tristán, militar retirado que vuelve a casa tras años de batalla para reencontrarse con su embarazada e inestable esposa Angustias, quien tuvo un hijo poco después de que él se fuera a la guerra. A pesar de esto, entre Pepa y él nacerá un amor poderoso a la par que imposible, pues su destino está condenado por un pasado que les une y que se remonta a aquellos hechos que torcieron la vida de Pepa. Turbios secretos que sacarán a la luz la posibilidad de recuperar a su hijo perdido.
Tristán, que se ha colado en el cuarto de Pepa, se desmaya tras jurarle amor. Con la ayuda de Emilia, Pepa consigue sacar de allí a Tristán que, muy débil, consigue llegar a la Casona. En la Casona, Francisca organiza la celebración con motivo de la llegada de su hijo pero Tristán, enfermo, no parece estar para muchas celebraciones, sin embargo Don Julián, el médico del pueblo, le quita importancia a su estado. A Pepa los síntomas de Tristán no le cuadran con la enfermedad que diagnostica el médico… y, efectivamente, Tristán se pone muy enfermo. Pepa le examina, sabe que el mal del jóven es grave y cómo ponerle cura y le promete a Martín, el hijo de Tristán con el que ha hecho buenas migas, que curará a su papá. Pero cuando va a administrarle su medicina, su mujer, Angustias, la descubre. Mientras, Doña Francisca ha ordenado a Mauricio, su lacayo más fiel, bajarle los humos a Juan Castañeda, quién anteriormente se rebeló en el campo. Para ello le ordena hacer y deshacer, a su antojo, un camino de Puente Viejo. Pero Juan se planta, no piensa obedecer órdenes sin sentido.
Alertada por el escándalo que monta Angustias, Francisca echa a Pepa de su casa al descubrir que medicaba a Tristán y la amenaza: si le pasa algo a su hijo, ella lo pagará muy caro. Pero Pepa, a escondidas, le pide a Soledad que siga dándole a Tristán la medicación que le salvará la vida y la muchacha así lo hace. Mientras, Francisca advierte a Rosario que como Juan siga negándose a hacer lo que se le manda, toda la familia sufrirá las consecuencias de su desobediencia. A Juan, por su familia, no le queda más remedio que transigir: acatará las órdenes. Tristán aún está muy débil pero habla por fin, y lo hace para preguntar por Pepa, su mujer, Angustias, se muestra dolida porque el primer pensamiento de su marido es para Pepa y no para ella. Felices por la curación de Tristán, Francisca sigue adelante con los preparativos de la fiesta. Ordena a Mauricio comprar unos odres de vino, pero, muy violentamente, Raimundo Ulloa se niega a venderle nada a los Montenegro. Francisca al enterarse se enfurece ¿Qué es lo que tienen en contra estas dos familias? Sintiéndose un poco mejor,Tristán consigue por fin hablar con Pepa y ahora le debe la vida, el joven aprovecha la oportunidad para reiterarle su amor. Por su parte, Soledad va a ayudar a Juan con el trabajo impuesto por Raimundo. Tristán los ve y se pregunta, ¿Están enamorados? Pepa descubre algo que hace que su vida se tambalee: Martín, tiene tres lunares en la espalda.
Pepa decide finalmente no huir con Martín, no es el momento ni la forma adecuada de arreglar las cosas. Le entra miedo y vuelve a la Casona, a devolver al niño, al que todos están buscando. Lejos de parecer sospechosa, todos reciben a Pepa como la salvadora, y en especial Angustias, que cambia su actitud hacia ella y se siente agradecida. Pepa, sin embargo, no tiene ganas de agradecimientos y se muestra desolada por su situación, atrapada como está ahora entre un plan imposible por recuperar a su hijo y en un amor que crece sin medida hacia Tristán. Por otro lado, los Castañeda no pasan momentos mejores, el padre necesita una medicina urgentemente, que sólo puede conseguirse con dinero. Un dinero que no tienen y que Soledad intentará conseguir a como dé lugar. Raimundo se queda sin riego en sus tierras y asocia esta “inesperada sequía” a un plan urdido por doña Francisca, su enemiga. Y no le faltará razón.
Tras un episodio con fuego, Angustias se muestra fuera de sí, absorta, lo que preocupa a su marido, Tristán, y desespera a su suegra, Francisca, que urde un plan para incapacitarla en sus deberes como madre. No se fía de ella y pide a Pepa que sea su sombra. Tristán intenta acercarse a Pepa pero ella no quiere saber nada, no quiere hacer caso a su corazón, es demasiado arriesgado. Raimundo descubre los planes de Francisca de dejar secos sus campos y organiza una Junta de Regueros para exigir derechos. Sin embargo, su discurso no es suficiente, Francisca tiene demasiado poder y los campesinos no lo secundan. Por otro lado, en la casa de comidas ha aparecido un hombre, el señor Antúnez, con una oferta interesante: quiere comprar la taberna a Raimundo aunque este se niega. Antúnez pide a Pedro, el alcalde, que interceda a cambio de una suma importante de dinero. En la casa Castañeda, José se siente con fuerzas gracias a la ayuda de Tristán, pero Juan no ve con buenos ojos que su familia tenga que recibir favores de los Montenegro y lo pagará con Soledad.
Tras haber pasado la noche asistiendo juntos a un parto, Tristán acompaña a Pepa al pueblo, aunque ella se mantiene firme, su corazón grita con fuerza el nombre de su amado. El Señor Antúnez sigue empeñado en comprar la taberna y el alcalde se hace el cuento de la lechera en la cabeza, esperando que Raimundo entre en razón. Sin embargo Raimundo tiene otras cosas en las qué pensar: sus campos. Por los Castañeda se entera de que Francisca ha desviado el curso del río y estos roban dinamita para acabar de una vez por todas con el problema. Piensan hacer volar la presa. Pero Raimundo, hombre racional, no consiente tal disparate y logra pararlos a tiempo. Angustias, por su parte, sigue mostrando un miedo irracional hacia el fuego y Tristán y Pepa son testigos de ello. La joven partera sigue indagando en el pasado de la mujer que ahora, a ojos de todos, es la madre de Martín y descubre la versión que tiene Tristán del incendio en la casa de Carlos Castro.
Pepa escucha escondida las palabras de amor que Tristán le dedica a su esposa Angustias y cambia su actitud con él. Vuelve a centrarse en su único objetivo: su hijo Martín y descubrir la verdad. Mauricio descubre huellas en la presa y Francisca interpreta que Raimundo ha estado allí, sin saber que fue precisamente él el que detuvo lo que podía ser una tragedia, una explosión en toda regla. Emilia, la hija del tabernero, indaga por su cuenta y descubre que el alcalde quiere sacar tajada y está intentado convencer a Raimundo, su padre, para que venda al señor Antúnez la casa de comidas. Raimundo está hundido, hasta que una tromba de agua riega sus tierras. La lluvia le ha dado un soplo de esperanza. Rosario se preocupa por la relación de Soledad y Juan, y Tristán muestra su disconformidad ante tal asunto. Los dos jóvenes ven sólo una salida, escaparse juntos de Puente Viejo.
Pepa presiona a Angustias, en su delirio, para sacarle información de la noche del incendio… hasta que no puede más. Es demasiado para ella y Tristán así lo entiende, recriminando a Pepa su severa actitud y su escaso tacto. Francisca no desiste en su empeño de incapacitar e internar a su nuera y vuelve a hablar con el médico, Don Julián, para que esté dé su aprobación. Tristán se niega y discute con Pepa, que parece opinar como Francisca, aunque en realidad está manipulada por ella. Tristán descubre a su hermana Soledad intentando huir para encontrarse con Juan, pero su hermano la convence para quedarse. Juan, por su parte, intenta entrar en la Casona en busca de Soledad y es descubierto por Mauricio, es entonces cuando Tristán interviene y cubre las intenciones reales de Juan ante su madre. Por otro lado, Raimundo se está pensando vender la taberna aunque Pedro vea cada vez más lejos que el trato con el señor Antúnez se realice y él cobre su parte. Angustias descubre los planes de Francisca de internarla en un sanatorio y se dispone a cometer una locura sin precedentes.
Tristán, con la ayuda de Pepa, consigue salvar a Angustias in extremis de una muerte segura. El joven tiene que asumir que ha llegado el momento de tomar medidas y acepta ingresar a Angustias en un sanatorio recomendado por Don Julián. Mediante un engaño, Tristán se la lleva al sanatorio y Angustias se hunde al entender el verdadero fin del viaje. De vuelta a la Casona, Tristán, superado por la situación, no conecta con Martín. Rosario tiene que hacerse cargo de él y Pepa sufre por ver sufrir al pequeño, que ahora ha quedado en manos de su abuela. Mientras, Juan no atiende a razones, la separación de Soledad lo está volviendo loco y la joven sigue enfrentada a su hermano por Juan. Tristán se siente completamente solo pero no da su brazo a torcer: Juan y Soledad no deben estar juntos. Raimundo va a pedir un préstamo para construir la posada. Pedro se entera y se lo cuenta a Francisca. Tristán encuentra la carta que provocó la crisis de Angustias, Tristán culpa a su madre del desastre pero ella dice que es cosa de la partera y Tristán la cree y echa a Pepa de la casa.
Pepa elude como puede las preguntas del médico con respecto a su interés por Angustias. La joven partera le coge el maletín para robarle el papel con membrete y le pide a Emilia que le falsifique una carta para entrar en el manicomio donde está internada Angustias. Entretanto, Francisca le pide a Don Julián que incapacite a su nuera, pero el médico le planta cara. El forastero mal encarado del que tenían miedo los Castañeda, Adolfo Gaitán, hace a Juan una propuesta fantástica: una beca para irse a Paris. Juan entusiasmado se lo cuenta a Soledad, quién se alegra por él: ¡Acepta! le dice. Los Castañeda se alegran por el futuro de Juan. Pepa ve a su hijo jugando alegremente. Pero Tristán no quiere que ella se acerque al pequeño. Por otra parte, Raimundo ha empezado con las obras dando por hecho que le darán el crédito. Pedro intenta parar las obras por falta de permiso, pero Emilia le demuestra que legalmente, no puede negárselo. Pepa se cuela en la habitación de Angustias. Intenta hablar con ella pero sólo consigue ponerla más nerviosa. Una enfermera entra cuando Pepa todavía está dentro de la habitación.
Pepa ha conseguido huir del psiquiátrico con el informe médico sobre Angustias, pero don Julián ha descubierto la suplantación de Pepa. La joven partera confiesa su analfabetismo y pide a Emilia que le lea el informe de Angustias: descubren que Martín no puede ser hijo de la mujer de Tristán. Pepa y Tristán siguen jugando al gato y al ratón, siguen enfadados pero no pueden evitar sentirse atraídos el uno por el otro. Rosario está muy alegre y le cuenta a Tristán la oferta que ha recibido Juan: se acabaron los problemas para la familia. Entretanto Soledad desahoga con Pepa su pena por la marcha de Juan. La partera les sirve a los enamorados como casamentera, propicia la despedida romántica de Juan y Soledad. Tristán y su hermana Soledad se reconcilian, de hecho, el joven defiende a Soledad ante Francisca y mantiene un duro enfrentamiento con su madre. Entretanto Raimundo comprueba que Francisca ha hecho sustituir al director de la sucursal bancaria y no le concederán el crédito. Entonces, decide pedir un crédito al prestamista...
Raimundo se ha citado con el usurero y el trato resulta muy complicado. Emilia se preocupa por la tardanza de su padre... sin saber que Raimundo ha sufrido un asalto que le deja medio moribundo. Juan decide dejar marchar la opción de la beca por estar con Soledad. Cuando vuelve a La Casona, Francisca le ve merodeando por ahí y ordena a Mauricio que espíe al muchacho. Pepa va a contarle a Tristán que Martín no es hijo de su esposa cuando se entera de que él está en el hospital. No puede decírselo en ese momento pero don Julián descubre que Pepa se infiltró en el sanatorio, le quita el informe médico de Angustias y le comunica que va a denunciarla cuando lee la verdad sobre Angustias, entonces decide pedir excusas en La Casona. Don Julián discute con Francisca, dice tener la llave para destruir a la familia, por los favores que le hizo en el pasado. En ese momento al médico le da un infarto y Francisca le aleja las medicinas para que calle para siempre, y con ello callará también el secreto de Pepa.
Don Julián, el médico, agoniza mientras Francisca asiste impasible a su muerte. Cuando el hombre fallece, Francisca avisa a los demás, aliviada porque ese gran secreto que hubiera podido destrozar a su familia, también muere con el médico. Pepa, está impaciente, con miedo por si el médico la hubiera delatado, hasta que se entera de su muerte inesperada. Acude cautelosa a la Casona y comprueba que el médico no la delató antes de morir, pero necesita encontrar el maletín y los documentos que Don Julián tenía en su poder antes de que caigan en las manos equivocadas. Emilia, por su parte, sigue agobiada porque Raimundo está desaparecido y las horas pasan sin que se tengan noticias suyas. Raimundo, malherido, aparecerá en la casa de comidas, víctima de una paliza misteriosa. Tristán requiere los servicios de Juan para que le ayude a excavar cerca del nacimiento del río, el joven necesita encontrar minerales para fortalecer las tierras. Pero Juan, por motivos personales y secretos, no accede a ayudarle, para sorpresa de todos. En el pueblo se ha organizado un concurso de caliche, un juego popular de la época, y Pedro no descansa para que su hijo, Hipólito, iguale sus marcas de la juventud. Pero Hipólito no parece estar por la labor y sólo accede a apuntarse con la condición de organizar una verbena en el pueblo, en la que podrá acercarse un poco más a su amada Emilia. Angustias, que sigue en el sanatorio, intenta alejarse de su compañera Felisa, que parece instigarla para que desobedezca las órdenes del médico. AUDIENCIAS
Tristán sorprende a Pepa rebuscando en la biblioteca de la Casona y ella intenta justificarse. Necesita como sea encontrar los documentos que corroboran que Martín no es hijo de Angustias, pero su búsqueda es en vano y además sus amigos la necesitan con urgencia. Emilia corre a buscarla para que cure las heridas de Raimundo, que descansa malherido por la paliza que le han dado, pero que no quiere dar ninguna explicación. No hay médico en el pueblo y Francisca no mueve un dedo para traer uno nuevo. No sólo eso, su indiferencia hacia los demás se reitera en cada movimiento y envía a sus jornaleros a un viaje peligroso, a atravesar un barranco imposible. Lo que era de esperar sucede y se produce un accidente de dramáticas consecuencias. Juan, por su parte, sigue buscando a Soledad y al ver que no puede acceder a ella, le da una carta a Tristán, que la recibe cómplice de la relación entre ambos. Juan y Soledad esconden un secreto inconfesable, motivo por el cual Juan no quiere remover las tierras que Tristán desea trabajar. Tristán está asustado y preocupado por los acontecimientos que ocurren en su casa y poco a poco descubre la verdadera cara de su madre, Francisca Montenegro. La verbena se tambalea al igual que el corazón de Hipólito, que se desespera viendo como su amada Emilia no le corresponde.
Los heridos del accidente del barranco llegan a la casa de comidas, que se erige como un improvisado campamento de curas. Pepa no da abasto con el trabajo y exige a Francisca que mueva sus hilos para traer cuanto antes un médico a Puente Viejo. En concreto, un herido llama su atención, Leandro, y Pepa se propone sanarle como sea, aunque esté muy grave. Tristán acude a ayudar a Pepa desde el primer momento, aunque Francisca no apruebe que su familia se mezcle de esa manera con el pueblo. Angustias, por su parte, ajena a todo, entabla amistad con su compañera Felisa, que ha dejado de parecerle un incordio cuando esta le anima y le promete que le ayudará a salir del sanatorio. Raimundo se encara con Francisca por permitir que los obreros cruzaran el barranco y la hace responsable de lo que ha pasado. Raimundo sigue sufriendo las consecuencias de la paliza ya que en ella le robaron el dinero que pidió al prestamista y no quiere contar nada a nadie, ni siquiera a su hija Emilia. Juan tiene que urdir un plan para que Tristán se olvide de remover las tierras que guardan un oscuro secreto de pasado, pero para ello tiene que confesarle a sus hermanos la verdad y ellos lo ayudarán. Por otra parte, la verbena del puebloparece que no va a celebrarse y todo porque don Anselmo y don Pedro no se ponen de acuerdo en sus negociaciones, están como perro y gato.
Tristán tiene que ir a visitar a Angustias, prometiendo a Pepa que podrá ir a ver a Martín muy pronto. Pepa se queda con Leandro, esperanzada y luchadora. Recibe la ayuda de Soledad que, sorprendentemente, Francisca deja libre para que vaya a ayudar a Pepa. Mientras tanto, Francisca registra el cuarto de su hija y descubre el dibujo que Juan le había hecho medio desnuda. Su rostro se enciende y sus ojos se llenan de odio y rabia: a Soledad le espera una buena cuando vuelva de su estancia en el pueblo. El médico de Angustias le cuenta a Tristán que, para su sorpresa, su mujer está mejorando y pronto saldrá de aquí. Él se marcha pero Angustias sabe que, gracias a los planes intrigantes de su amiga Felisa, pronto saldrá del sanatorio. Juan logra poner un parche en su lucha por despistar a Tristán para excavar las tierras misteriosas, aunque sabe que su secreto arde en su interior. Emilia se enfada con su padre por vender su alma al diablo, a un prestamista como Pardo. Es una mala persona y Emilia lo comprueba cuando lo visita y Pardo le hace proposiciones deshonestas. Si no tenía bastante, Emilia recibe una petición de matrimonio de Hipólito. Aunque Pepa espera como agua de mayo ver a Martín y que Tristán regrese del sanatorio, una mala noticia la aflije profundamente: Leandro no verá amanecer.
Pepa recibe el consuelo de Tristán y se prepara para acudir a la Casona, ilusionada por ver a Martín, como Tristán le había prometido. Pasará la tarde con él y eso le hará olvidarse del mal trago que ha pasado con la muerte de Leandro. Emilia no sabe qué responder al prestamista y se siente desesperada tras sus proposiciones porque sabe que su padre necesita urgentemente saldar esa deuda. Lo que sí tiene claro es que no va a casarse con Hipólito y habla con él claramente, hundiendo las esperanzas del chico. Francisca castiga físicamente a su hija Soledad tras confesarle su amor incondicional por Juan y Mariana comprueba sus heridas, ayudando a curárselas, horrorizada por la situación. Pero Soledad no se doblega y no piensa dejar de amar a Juan, así que su madre la encierra en su habitación hasta próximo aviso, ocultando la verdad a sus allegados. La fiesta del pueblo se celebrará y Pedro se muestra conforme y satisfecho, ignorando que no es mérito suyo, sino un acuerdo al que han llegado su mujer y don Anselmo a sus espaldas. Angustias, mejorada en tiempo récord, vuelve a la Casona y sorprende a todos con su aparente normalidad.
Soledad sigue encerrada tras el castigo físico que le practicó su madre y no deja que nadie la vea, ni siquiera Tristán. Además la amenaza de Francisca es clara, si Juan se vuelve a acercar a Soledad expulsará a toda la familia de sus tierras. La única que descubrirá las heridas de la chica será Pepa quién presionará a Francisca hasta que consiga curarlas. Emilia sigue muy preocupada con las deudas de su padre pero no puede aceptar el trato que le propone Pardo. La única salida que se le ocurre es que vuelva Sebastián a casa, aunque antes de que esto suceda llegará un hombre desconocido preguntando por Raimundo. Tristán ha contratado a una familia de jornaleros para que ayuden a los Castañeda con la tarea de excavar la zona que a Juan tanto miedo le da, y se aproximan peligrosamente... Tristán vuelve a confesarle su amor a Pepa, pero sabe que, de momento, sólo son palabras lo que puede ofrecer, y las palabras... se las lleva el viento.
El hombre desconocido que preguntaba por Raimundo es en realidad un amigo de la juventud, pero ¿qué trae consigo? De momento no duda en espantar a Pardo que viene a cobrar su deuda...pistola en mano. Angustias ya ve clara la complicidad entre la partera y su marido y cree que la joven no es trigo limpio. Cuando le cuenta al cura sus impresiones, éste coincide con ella y deciden investigar. Pepa avisa a Tristán del maltrato que está sufriendo su hermana a manos de su madre y le cuenta de la paliza que ha recibido con el cinturón. Tristán promete hacerle frente. Los Castañeda se rezagan al término de la jornada para poder excavara a su aire, esta vez sí, dan en el blanco y encuentran lo que buscaban...
Juan está empeñado en ver a Soledad, y sus hermanos, que saben lo que hay en juego, prefieren tumbarle por la fuerza a que se salga con la suya. Rosario les ha pedido que no se separen de él, pero también se lo pide a Soledad, no pueden seguir estando juntos, hay mucha gente que sufriría las consecuencias. Melquíades sigue en casa de los Ulloa y está empeñado en que su amigo eche un trago con él. Raimundo confiesa que una vez fue alcohólico y que su mujer le ayudó a salir del infierno, no puede volver a caer. Melquíades confiesa que está siendo perseguido por anarquista. Los Castañeda han trasladado el cadáver a otro punto, pero estos movimientos no pasan desapercibidos para la familia de los jornaleros que avisan a Tristán de que ha habido movimiento. Mientras tanto, Don Anselmo se ha propuesto desenmascarar a Pepa a como dé lugar y está haciendo preguntas por el pueblo...
Tras la disputa de Melquíades y Don Anselmo en la taberna, Raimundo convence al cura de que no denuncie a su amigo. Éste le confiesa que el verdadero motivo de su visita es su muerte cercana. Está enfermo. Esta vez sí consigue hacerle brindar con vino, y algo más que brindar... Son las fiestas del pueblo y habrá baile. Angustias regala a Pepa un vestido con toda la intención de humillarla, pero obtiene justo el efecto contrario al que esperaba, pues cuando Tristán la ve no puede evitar prendarse del todo. Le promete que le hará un regalo especial... las esperanzas en Pepa renacen. Soledad escribe una carta a Juan, en la que le asegura que no quiere seguir con su relación. El chico se quiere morir. Las excavaciones en el campo empiezan a dar sus frutos, la familia de jornaleros entregan a Tristán algo que han encontrado en las excavaciones... el viejo anillo de su padre.
Pepa se siente totalmente humillada después de que, en el baile, Angustias se apropiara del regalo que estaba esperando de Tristán. Abre los ojos, en realidad Angustias es su mujer y está en el derecho de pensar que los regalos de Tristán serán para ella y no para la partera. Pepa muy dolida y escarmentada decide cortar cualquier tipo de contacto con el joven. Sebastián vuelve por sorpresa a Puente Viejo y encuentra a su padre, Raimundo, con la resaca de la recaída del día anterior. El tabernero se refugia avergonzado. Además descubrimos que Melquíades tiene tratos con Francisca... parece ser que su único cometido en Puente Viejo era hacer recaer a Raimundo en la bebida. Tristán anillo en mano investiga a su madre, quiere saber la verdad acerca de la muerte de su padre. Pero en Francisca no encuentra las respuestas que espera, todo lo contrario que en su hermana Soledad. En la plaza del pueblo se desata una riña y Pepa tiene que atender al director de la banda. Cuando se manche de sangre de pronto Don Anselmo recordará a Pepa...Balmes, la sierva en casa de Carlos Castro que fue acusada de robar bebés.
Soledad sigue encerrada tras el castigo físico que le practicó su madre y no deja que nadie la vea, ni siquiera Tristán. Además la amenaza de Francisca es clara, si Juan se vuelve a acercar a Soledad expulsará a toda la familia de sus tierras. La única que descubrirá las heridas de la chica será Pepa quién presionará a Francisca hasta que consiga curarlas. Emilia sigue muy preocupada con las deudas de su padre pero no puede aceptar el trato que le propone Pardo. La única salida que se le ocurre es que vuelva Sebastián a casa, aunque antes de que esto suceda llegará un hombre desconocido preguntando por Raimundo. Tristán ha contratado a una familia de jornaleros para que ayuden a los Castañeda con la tarea de excavar la zona que a Juan tanto miedo le da, y se aproximan peligrosamente... Tristán vuelve a confesarle su amor a Pepa, pero sabe que, de momento, sólo son palabras lo que puede ofrecer, y las palabras... se las lleva el viento.
La prima Mercedes aparece en La Casona para pasar una temporada pues está de paso. Pronto parece intimar con Soledad, quien está pasando una mala temporada desde que rompiera su relación con Juan, pero a Francisca parece que esta cercanía con la prima deslenguada no lo hace mucha gracia. Francisca enferma y necesita la atención de Pepa, la única en el pueblo con ciertos conocimientos médicos. La partera, consciente de que sólo si Francisca enferma traerán un médico, empeora la enfermedad de la mujer para que Pedro ponga todo su empeño en traer un nuevo galeno al pueblo. Sebastián quiere liberar a su padre de la deuda que le ahoga, pero Raimundo no quiere cargar a su hijo con ese peso y prefiere vender sus tierras antes que permitir que todo el capital que tanto le ha costado ganar a su hijo vaya a las arcas del usurero de Pardo. Tristán le pide al alcalde el certificado de defunción de su padre con la esperanza de que aclare en algo las irregularidades que rodean su muerte, pero el papel dice lo que ya se sabía, Salvador Castro murió ahogado. Tristán querrá hablar con Pepa después del mal rato que le hizo pasar Angustias apropiándose del regalo que tenía para ella, pero Pepa sigue en su postura, el soldado debe centrarse en su mujer y olvidarse de ella.
Don Anselmo ha descubierto la verdad sobre Pepa y está dispuesto a contarlo en La Casona. La chica se adelanta y le detalla toda su vida bajo secreto de confesión, con lo que el cura ya no tiene tanta libertad para contar de qué conoce a la partera. Llega al pueblo el nuevo médico, joven y guapo, su primera paciente será Francisca que sigue enferma desde que Pepa empeorara a propósito su enfermedad. Cuando el médico descubra la mala labor de la partera no tendrá reparo en hablar mal de ella y Pepa se encarará, pues si ella ha tratado mal a Francisca ha sido sólo por la necesidad de que viniera un médico al pueblo lo antes posible. Tristán sigue preguntando acerca de la muerte de su padre, esta vez habla con Rosario. Ella lleva en la familia toda la vida, ambos saben que algo turbia ronda la figura del padre de Tristán, ella sabe que tenía enemigos muy cerca, en su propia familia, no era un buen hombre. Juan no aguanta estar lejos de Soledad y se adentrará en La Casona cuando todos duerman.
Francisca ve salir por la mañana a Juan de la habitación de Soledad, monta en cólera y pedirá a Mauricio que le dé una paliza que no olvide nunca... pero a Mauricio se le irá de las manos y en el pueblo comienza a correr la voz de que Juan Castañeda ha muerto. Pepa sigue discutiendo con el médico, aunque es consciente de que necesita su ayuda para conseguir el informe de Angustias que tenía Don Julián... aunque pensándolo mejor, puede entrar directamente en la consulta y robarlo. Alberto la encontrará rebuscando en sus papeles. Y Don Anselmo todavía no ha dado aviso en La Casona de la verdadera identidad de Pepa. ¿Estará funcionando la táctica del secreto de confesión? Sebastián pagará la deuda que su padre contrajo con Pardo, libres de lastres, podrán mirar al futuro. Parece que Sebastián se quedará una temporada. Pero Francisca enviará un regalo a Raimundo, una caja de su mejor brandy ahora que ha vuelto a beber. Angustias se encara con Tristán, piensa que la está esquivando y le recuerda que es su marido y que tiene unas obligaciones con ella.
Tristán le enseña a su madre el anillo que encontró en el campo, era de su padre. Francisca se niega a hablar de su difunto marido y le pide que deje de desenterrar el pasado. Tristán sigue sin respuestas acerca de la extraña muerte de su padre. Juan está muy grave y es atendido por Alberto quien no puede asegurar su supervivencia si mueven al chico de la cama, pero Francisca no atiende a razones y no se apiada de la familia, les expulsa de sus tierras. Tristán querrá interceder por ellos y se encarará con Mauricio por ser la mano ejecutora y con su madre por haber ordenado semejante dislate. Raimundo lejos de recaer en la bebida regala las botellas de brandy entre los labriegos de Francisca. Al día siguiente no irá nadie a los campos, parece que la estrategia de humillación para Raimundo ha fallado... Angustias furiosa, discute con Pepa por Martín y algo se tuerce en el embarazo, se lleva las manos al vientre, puede perder el niño... Pepa ayudará al médico a atender a sus pacientes que dudan de su profesionalidad, por su juventud. En cambio la partera ya hace tiempo que se ganó su confianza.
Tristán se opone a la decisión de su madre de expulsar a los Castañeda de las tierras, sin embargo la familia acaba marchando en perjuicio de la salud de Juan que pende de un hilo. Doña Francisca obligará a su hija a presenciar el espectáculo, menos mal que tiene a Mercedes para consolarla...o eso parece, pues la chica no es quien dice ser, sino una actriz contratada por Francisca... Tristán se encarará con Pepa por la discusión que ha llevado a Angustias al borde del aborto. Pepa le acabará escupiendo la verdad, Martín no es hijo suyo. Tristán contrata a los Alvarado para que excaven la finca en busca de los posibles restos mortales de su padre, está convencido de que la tierra esconde algún secreto y está empeñado en sacarlo a la luz. Francisca querrá comprar la deuda de los Ulloa, pero para cuando se cita con el usurero Sebastián ya ha pagado; al menos no le deberán nada a Francisca Montenegro.
Tristán le pide pruebas a Pepa de lo que dice, aquello de que Martín no es su hijo, y como ella carece de ellas le dice que no cree nada de sus embustes. Luego tratará de interrogar a su esposa respecto al parto de Martín pero ella le dará largas. Escribirá a un hombre misterioso... Sebastián quiere construir la fonda por fases, cree que así podrán ir amortizando lo poco que vayan construyendo para ampliar sus ingresos e ir avanzando poco a poco. La oportunidad les llega cuando los constructores del Camino Real utilicen la taberna para hacer sus comidas. Una cuadrilla irá todos los días a comer a la taberna Ulloa. Pepa y Alberto buscarán el informe de Angustias en la consulta que fue de Don Julián; ahí está la clave de los embustes de Angustias y es lo que la partera necesita para que Tristán termine de confiar en ella. Francisca pone un ojo sobre Sebastián, le interesan los movimientos del joven ingeniero, no quiere que dé un paso sin que ella lo sepa. Mandará a Pedro a que vigile sus movimientos y el alcalde correrá presto a cumplir sus designios. Soledad está rota de dolor, no puede imaginar su vida sin Juan, prefiere cualquier alternativa. Desesperada, le pide ayuda a Pepa para huir de la Casona.
Soledad quiere fingir una enfermedad para salir hospitalizada de la Casona. Pepa al principio se niega, pero acabará ayudando a la chica. Cuando se tome el brebaje que la partera ha preparado ya no habrá vuelta atrás. Alberto ha encontrado el informe de Angustias y se lo entrega a Pepa. Pero el doctor Mendibil ya le ha comunicado a Tristán la verdad, Angustias es madre primeriza, con lo que Martín no puede ser hijo suyo. Angustias se altera tanto al ver al Doctor Mendibil, el médico que tan bien conoce del psiquiátrico, que huye llevándose a Martín con ella. Paseando llegan hasta el Salto del Ángel, un barranco al que se acercan peligrosamente, parece que van a saltar.
Tristán y Pepa llegan justo al borde del barranco y evitan la tragedia. Angustias, que en un principio parece no ver otra salida, prefiere estar libre para siempre que encerrada de nuevo. Pepa se disculpa y Tristán le asegura que jamás dejará que la separen de su lado... entonces Angustias termina por ceder y soltar al pobre Martín. Alberto descubrirá que Pepa no sabe leer. Ha llegado una normativa por la cual las comadronas deben tener un título oficial para ejercer, esto complicará mucho las cosas a la partera pues, aunque sobrada de conocimientos, es complicado que pueda plasmarlos en papel. Soledad va a ser trasladada a un hospital después de injerir el brebaje, pero Francisca descubrirá que es todo una treta para huir y cancelará el traslado. Pepa se preocupa por lo que le pueda suceder a Soledad porque sabe que lo que ha ingerido es mortal. Soledad se bebe todo el contenido del brebaje al saber que cancelan su traslado. Los Ulloa han triunfado en su primer día dando de comer a los de la obra. Pueden empezar con su propio negocio de ampliar la fonda. Francisca empieza a tantear a Sebastián, Raimundo testigo de este acercamiento, trata de alejarla de su hijo.
Tristán se enfrenta a su madre cuando conoce su decisión de cancelar el traslado de su hermana Soledad al hospital. Le amenaza con que si la joven no empieza a mostrar mejoría él mismo ordenará el viaje al hospital. El cura le dice a Pepa que no se ha olvidado del asunto de su confesión cuando va a La Casona a dar la extremaunción a Soledad. Francisca se niega a que el cura dé la extremaunción a su hija, no admite que esté a punto de morir. Un mendigo que aparece por el pueblo comienza a hacer chantaje a Don Anselmo, éste paga el silencio del hombre que deja entrever un pasado siniestro del cura cuando habla con Emilia. ¿Qué esconderá Don Anselmo? Pepa, sin embargo, está muy preocupada por el estado de salud de Soledad y, como es lógico, se siente muy responsable. Alberto se desespera porque no sabe lo que tiene la chica, Pepa confiesa que ha sido ella. El médico manda a galope a Tristán cuando descubre cuál puede ser la cura de la chica...pero no queda casi tiempo. Pepa cree que no le dará tiempo a Tristán, y decide ir por una ruta alternativa. Tristán irá a buscar a Pepa cuando estalle la tormenta y vea que la partera no ha vuelto y él sí con las medicinas. Pepa está escondida en un chozo, empapada y congelada... Tristán la abraza para que entre en calor, se acercan tanto...
Pepa y Tristán han pasado la noche juntos por primera vez, ambos admiten que es la mejor noche que han pasado en su vida, tanta espera ha merecido la pena y el amor se siente en el aire. Pepa cree que no deben volver a caer en la tentación, pero Tristán no ha estado más contento en toda su vida y no le va a dejar escapar. Alberto pide calma a Raimundo cuando lo ve trabajando en sus tierras, está preocupado por su salud. Esos mareos no son cualquier cosa y le insiste en que se deje cuidar. Raimundo no es alguien fácil de convencer y no dejará en su empeño por ganar la feria agrícola. Francisca sigue interesada en el joven ingeniero y propiciará un acercamiento amable. Definitivamente al chico le parece que son inciertas las malas palabras que todas las lenguas del pueblo le dedican a la terrateniente. Alberto informa a Pepa que según el nuevo reglamento del ministerio no puede seguir ejerciendo de partera, necesita sacarse el título. Tristán confirmará lo que temía desde hacía tiempo, que su padre está enterrado en pleno monte y no murió ahogado como todos decían. ¿Qué hará al respecto? El cura no está dispuesto a seguir callando, dirá a todos que Pepa es una impostora. El tiempo se precipita sobre la mujer, una vez que la información salga a la luz quedará expuesta a la voluntad de los Montenegro... está muy cerca de perder a Martín. Soledad ha pasado una buena noche, parece que se recupera tras tomar la medicina. El peligro pasa, la chica vivirá lo suficiente para recibir una noticia mortal, Los Castañeda están de vuelta, Tristán les ha mandado llamar, pero no vuelven todos, Juan murió por el camino, no pudo soportar los golpes y la dureza del trayecto.
Rosario y Mariana vuelven a trabajar en La Casona a las órdenes de Francisca como siempre han hecho, pero ahora hay algo que lo cambia todo, Juan está muerto y no hay nada que pueda hacer olvidar esa desgracia. Francisca da el pésame a la madre, es una lástima, pero llevaba tiempo buscando ese fin. Pepa se encuentra totalmente acorralada por Don Anselmo que amenaza con sacar a la luz su confesión. Pero Pepa encuentra cómo callarle, la clave puede estar en un mendigo que consigue hacerle chantaje al cura, ¿qué esconde? Y puede haber una utilidad en Hipólito, sus padres creen que tiene madera de fotógrafo. El interés de Francisca hacia Sebastián se mantiene. A través de Tristán invitará al chico a casa a cenar para tantear su vía de negocio, la conservera con la que tanto ha soñado podría tomar forma. Cuando Raimundo se entere de este trato se sentirá totalmente estafado por su hijo. Mientras Pepa y Tristán siguen en su mejor momento, mantienen su idilio. Tristán querrá enseñar a Pepa a leer, también les servirá como coartada para pasar más tiempo juntos. Y por el camino se despejará una incógnita... Soledad admitirá que fue ella la que mató a su padre.
Alberto anima a Pepa a estudiar para comadrona. Luego trata de hacer ver a Tristán que la relación que tiene con Pepa a su mujer le está haciendo bastante mal y le propone alejarla de La Casona y evitarle a su mujer el mal trago de lidiar con ella. Tristán se opone, cree que su mujer no puede estar en mejores manos que con Pepa. Mercedes trata de consolar a Soledad por la muerte de Juan, pero la chica no cree que pueda recuperarse de este mazazo. Emilia y Sebastián deciden ocultar a Raimundo la visita de éste a La Casona. No quieren que su padre sepa de sus tratos con Francisca porque se lo tomará como una traición, pero el chico no ve otra salida para su negocio que seguir indagando en los intereses de la terrateniente. Don Anselmo amenaza a Pepa con contarle esa misma tarde a Francisca lo que le confesó. El mendigo le cuenta a Pepa la verdad sobre el cura, traicionó a unos huelguistas a los que después fusilaron. Pepa le revela al cura el conocimiento de sus pecados justo antes de que éste hable con Francisca... si él cuenta su historia ella hará otro tanto con la del cura. Tristán y Soledad van al monte a buscar los restos de su padre, Salvador Castro...
Don Anselmo tiene que disimular en La Casona cuando descubre la información que Pepa tiene sobre él, pues aunque están frente a Francisca, si él descubre a la partera como Pepa Balmes ella hará lo propio con su pasado. El sacerdote decide callar, no obstante se niega a hacer las paces con Pepa y promete no dejarlo así como así. Soledad decide ponerse en guerra abierta con su madre, ya no será la chiquilla que calla y obedece... con odio, la maldice. Serán la una para la otra un foco de odio y resentimiento. Emilia cree que Alberto siente algo por Pepa por cómo habla de ella, por cómo pregunta por ella. Tantea el terreno, ¿qué hay detrás de las formas del doctor?, ¿cordialidad o amor?. Entretanto, Tristán enseña a leer a Pepa y acaban cariñosos otra vez, siguen con su idilio. Francisca ofrece a Sebastián el antiguo caserón de su familia para que monte ahí su conservera, la casa que fuera de Raimundo. El chico no ve la afrenta que supone para él y decide adoptar una actitud más romántica, hará de lo que fue de su familia el seno de su sueño. Angustias se cuela en la habitación de Tristán e insiste hasta que éste le acepte en su cama... ¿intuirá algo?
Mercedes empieza a hablar a Soledad de un buen amigo suyo, un buen partido con el que, parece, la quiere emparejar. Va a pasar unos días por La Casona y podría ser un foco de diversión para su alma en pena. Soledad no quiere saber nada del mundo y aunque la familia entera le recibe con halagos Soledad insiste en sus desplantes. Mercedes cree que la mejor opción para cambiar la actitud de Soledad es que odie a Francisca para que no se dé cuenta de que cae en las redes del Marqués. Sebastián enseña contento el caserón a Emilia, ella le hace ver que no hay por qué alegrarse, al fin y al cabo eso tendría que ser suyo. Raimundo se entera de que su hijo Sebastián está visitando a Francisca. Tristán le prepara una sorpresa a Pepa porque no pueden verse tanto como quisieran. El joven espera a la partera que falta a la cita porque Alberto tiene una urgencia y la necesita. Cuando ha pasado ya demasiado tiempo Tristán ve al médico despedirse de Pepa y besarla en la mejilla... es entonces cuando los celos se apoderan de Tristán.
Tristán está celoso, por primera vez ve que hay otros hombres en el mundo. Pepa le hace ver que entre el médico y ella no hay nada, pero sobre todo, le hace ver que es él el que tiene un compromiso, está casado. ¿Cómo cree que le sienta a ella tener a Angustias siempre rondándole? El Marqués hace como que se encuentra con Soledad, le propone dar un paseo. Francisca negocia con éste el matrimonio con su hija de espaldas a la chica. Mercedes le hace ver a la chica que el Marqués puede ser una vía de escape para ella. Raimundo y Sebastián tienen una fuerte discusión por Francisca. Cuando el joven va a disculparse ve a Raimundo trabajando en la posada... habían quedado que los esfuerzos de la familia irían para poner en marcha la conservera y eso rompe lo pactado. Vuelven a distanciarse. Pepa le cuenta a Emilia que Tristán está celoso y ésta le da la razón, le hace ver que ella está jugando un poquito con el médico. Angustias ya no sabe que hacer, entonces llama a Felisa, quiere que la mujer le ayude a deshacerse de Pepa.
Angustias presenta a Felisa como una amiga de la infancia que ha venido a atenderla en el parto y, ante la insistencia de que se la trate como tal, Francisca se verá obligada a darle cobijo en La Casona. Mientras Sebastián va a aceptar asociarse con Francisca para sacar adelante la conservera, no ve otra manera... aunque Emilia le previene de que eso romperá la relación con su padre. Ante la dificultad de seducir a Soledad, Mercedes aconseja al Marqués agilizar la propuesta de matrimonio que le haga. El Marqués le habla con claridad, busca una esposa como ella... y ante un contrato transparente como este caben muchas respuestas. Alberto le pide ayuda a Emilia para que interceda en su amor hacia Pepa, y este no es precisamente el plan que la chica tenía en la cabeza. Empieza a correr el rumor de la existencia de un chupasangre por el pueblo, un monstruo que mata a placer. Parece sólo un fábula pero ya hay una víctima... ¡El chupasangre ha matado!
Angustias quiere que le hagan un reconocimiento pre-parto, Alberto no suele atender a parturientas, eso es cosa de parteras, y acaban llamando a Pepa. Cree que el parto no se producirá en al menos un mes. Angustias sabe que eso es imposible y empieza a recrear el momento en el que Tristán y ella lo concibieron. Pepa tiene que callar ante esta vergüenza. La respuesta a la petición de matrimonio del Marqués a Soledad está en el aire. Cuando opte por rechazarla éste le pedirá que recapacite; es una decisión demasiado seria para tomarla a la ligera. Sebastián va a negarse a aliarse con Francisca por respeto a su padre pero se encuentra con el contrato firmado por parte de ella. Está tan al alcance de la mano...decide firmar en el último momento. Raimundo rompe con su hijo cuando le cuenta la asociación que ha hecho con Francisca. Mientras tanto Puente Viejo no consigue librarse del Chupasangre y la alarma crece y crece entre los vecinos. Angustias odia a Pepa, no puede vivir cerca de ella, sabe que le quitará a su marido y a toda su familia si se lo propone. Las dos amigas no traman nada bueno... le pide a Felisa que acabe con su vida, y lo hará. Felisa se irá con la partera al pueblo. Se hace con un leño y está a punto de abrirle la cabeza...
Felisa acompaña a Pepa con funestas intenciones cuando aparece Alberto como por arte de magia, que, sin saberlo, le salva la vida. Raimundo pone a Don Anselmo a reflexionar sobre Pepa, después de que ella le sacara la cara, es hora de que cambie de opinión. El cura reflexiona acerca de la chica y entierra el hacha de guerra, por fin hacen las paces. Ramiro y Alfonso hablan horrores del Chupasangre para que la batida que le dé caza se cancele. Los pueblerinos se van rajando uno tras otro hasta que sólo los hermanos se prestan para darle caza. Si lo matan, serán el orgullo de Puente Viejo. El marqués sigue insistiendo para que Soledad le dé el sí quiero, no la presiona, se muestra excesivamente comprensivo y encantador... así la balanza va inclinándose positivamente hacia él. Entretanto él no pierde el tiempo y se acuesta con Mercedes. Hay un problema con los riegos para poner en marcha la conservera, necesitan la licencia de Raimundo. Francisca le devuelve a Sebastián el dinero que previamente le robó a Raimundo cuando hizo el trato con el usurero para que cuando éste lo reciba monte en cólera; según la previsión de Francisca. Sebastián dudará de las razones de su padre... y mientras tanto empieza a caer en la red tan bien tejida por la terrateniente. Pepa y Tristán se hacen arrumacos sin ser conscientes de que Felisa les espía. La mujer decide poner en conocimiento de Francisca los escarceos amorosos de los amantes.
Francisca habla con Tristán de los amoríos que se trae con Pepa... aprueba su relación extramarital. Sin embargo Francisca aprovecha la ocasión para poner a la partera en su lugar; le hace ver a Pepa que está al tanto de las relaciones con su hijo y le felicita por la buena labor aunque le aconseja que no se haga ilusiones. Pepa y Tristán discutirán por esto, pues ella verá que Francisca tiene bastante razón, sólo es una segundona. Ramiro y Alfonso salen en busca del chupasangre solos cuando el resto del pueblo no se atreve. Volverán llenos de sangre hablando de la mala bestia que es. Parece que no es una fábula, la bestia existe de verdad. En cuanto a la propuesta de matrimonio, Soledad da el sí quiero pero pone una serie de condiciones de excesiva libertad para que le resulten inaceptables al Marqués y librarse así de la propuesta de compromiso cuando éste se eche para atrás, pero éste acepta igualmente. Soledad estará prometida en matrimonio a partir de ahora. Raimundo consigue darle la vuelta al agravio cometido por Francisca y acepta que el riego pase por su finca aportando las 3000 pesetas como porcentaje de accionariado. Con esto no sólo conseguirá enervar a Francisca que verá cómo sus planes no resultan como espera, sino que podrá proteger a su hijo de los tejemanejes de Francisca. Felisa le cuenta a Angustias el romance que tienen la partera y su marido. También le cuenta cómo Francisca lo aprueba. Todos lo saben y se ríen de ella... Felisa promete que al día siguiente acabará con su vida. Angustias no podrá aguantar la exaltación de lo que planea y confiesa al cura sus intenciones de matar a Pepa.
Don Anselmo le hace prometer a Angustias que no matará a Pepa. La mujer promete que al menos no será "ella" la que lo haga, evadiendo así la prohibición del cura... Pepa sigue en peligro. Ajena a los peligros que le acechan, Pepa progresa con su lectura, Alberto es testigo de ello, enamorado, casi se le declara, pero será el carácter de Pepa el que le mantenga a raya por el momento. El Marqués le comunica a Francisca que se llevará a Soledad a América nada más casarse. Y con Mercedes... a ella le cuenta los verdaderos planes que tiene para Soledad, venderla a un prostíbulo al otro lado del océano. Se descubre cuál es el secreto que se esconde detrás de la figura del Chupasangre... ¡Juan no está muerto! Sebastián descubre un manojo de cartas... son las viejas cartas de amor entre Francisca y su padre. Por fin podremos saber la verdad de qué hay detrás de tanto odio. Felisa cumple con su palabra y prepara su crimen en la ermita, con un hilo y un cuchillo quiere hacer creer a Pepa que Martín está en peligro... Cuando empiece a ejecutarlo será Angustias el objetivo de la trampa. Cae al suelo, una mancha de sangre se extiende bajo su sien...
Pepa cura las heridas de Angustias mientras ella le acusa de haber provocado el accidente. Pepa le recuerda que no fue ella la que estaba pidiendo ayuda, ella atendia a la llamada de Felisa. Mientras ésta presiona a Martín para que mienta acerca de lo que pasó en la ermita. Pepa insiste en que los golpes en tan avanzado estado de gestación son peligrosos, efectivamente, Angustias rompe aguas antes de tiempo. El Marqués reclama a Francisca la mitad de la dote correspondiente a Soledad antes de oficializar la boda. Mariana informa a Juan sobre Soledad, le dice todo lo que está sufriendo por creerle muerto y le presiona para que le diga la verdad. Hipólito le confiesa a su padre que está haciendo fotos picantes. Él le apoya incondicionalmente al ver los voluptuosos resultados. Mientras Raimundo ha ganado la feria agrícola, un pequeño triunfo sobre Francisca, por una vez el esfuerzo da sus frutos. La felicidad de uno contrasta con la ira de otra, parece que se avecina una venganza.
Angustias echa del parto a Pepa, no la quiere cerca, lo que necesita es un médico de verdad y no una partera del tres al cuarto. Ofendida, Pepa abandona la sala, pero más ofendida está por el comportamiento de Tristán, quien no ha sabido poner coto a su mujer. Pero el médico, Alberto, pide que Pepa esté presente en el parto, están surgiendo complicaciones con las que él no puede lidiar. El Marqués sigue manipulando a Soledad haciéndole creer que su marcha es una liberación. Mercedes descubre que el Marqués se quiere vengar porque su hermana se suicidó cuando Salvador Castro se casó con Francisca... aunque promete no decir nada si es bien recompensada. Emilia descubre las cartas que Sebastián encontró en la conservera... unas misivas que delatan el amor que se profesaban Raimundo y Francisca. Ahora todos los Ulloa están al tanto de lo que pudo ser y no fue. Y El bebé nace por fin... pero no reacciona.
El bebé reacciona, aunque está muy débil. Por momentos no respira. Parece que el niño tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir. Tendrán que estar muy atentos a su evolución, en la casa reina el silencio. Dentro del ambiente delicado que se vive en la casa, Alberto ve cómo Pepa y Tristán se besan cuando ésta trata de consolarle por la pena que le causa el estado de su hijo descubriendo contra quién se mide en su lucha por la partera. Hipólito tiene muchos remordimientos por sacar fotos a mujeres desnudas... Pedro parece que no tantos, además empiezan a verse los resultados, suficientes para pagar ese desliz moral. Raimundo quiere hacer una fiesta por el premio agrícola y lo anuncia en frente de su hijo para que éste se dé por aludido y vaya. Sebastián quiere ir pero cuando Francisca se entere decidirá inaugurar ese mismo día la conservera. Raimundo se habrá llevado el premio, pero ella se llevará a su hijo. Soledad y el Marqués firman su acuerdo matrimonial. Él la convence de que tienen que celebrarlo y emborracha a la chica. Beoda, le desnuda y la mete en la cama, él hace lo propio. Y aunque el estado de salud de la nueva madre es débil, Felisa y Angustias siguen ideando la manera de acabar con la partera. El plan no se les ha ido de la cabeza, es más, Angustias quiere que desaparezca para siempre cueste lo que cueste.
En el reencuentro de Soledad y Juan ella le oculta lo que ha pasado con el Marqués. Sí le habla de su compromiso y le dice que lo romperá para poder estar juntos. Cuando le pida al Marqués terminar con lo planes de boda éste le pedirá tiempo haciéndose el afectado. Alberto reitera su amor a Pepa... Tristán es testigo del momento. Ahora los dos saben en qué campo juega cada uno, y parece que les ha tocado ser rivales. Una mujer despampanante viene a buscar a Hipólito para que le haga unas fotos... y sorprendentemente quiere algo más. Tristán decide que sea Pepa la que cuide del niño por su delicado estado de salud. Angustias y él discuten agriamente, ella le acusa de querer quitarle al niño, pero él cree que nadie cuidará mejor del pequeño que Pepa, por los conocimientos que tiene de los niños. Pepa se esmera, pero deja al bebé un momento solo y entra Felisa en la habitación. Cuando Pepa vuelve el niño está muerto y tiene un cojín encima de su cara... Tristán entra y se la encuentra asiendo el cojín encima de la cara del pequeño. No respira. Raimundo tiene la casa de comidas vacía a pesar de estar de celebración; Francisca ha conseguido que todos vayan a su fiesta. Decide acudir a la inauguración de la conservera para estar junto a su hijo.
En el reencuentro de Soledad y Juan ella le oculta lo que ha pasado con el Marqués. Sí le habla de su compromiso y le dice que lo romperá para poder estar juntos. Cuando le pida al Marqués terminar con lo planes de boda éste le pedirá tiempo haciéndose el afectado. Alberto reitera su amor a Pepa... Tristán es testigo del momento. Ahora los dos saben en qué campo juega cada uno, y parece que les ha tocado ser rivales. Una mujer despampanante viene a buscar a Hipólito para que le haga unas fotos... y sorprendentemente quiere algo más. Tristán decide que sea Pepa la que cuide del niño por su delicado estado de salud. Angustias y él discuten agriamente, ella le acusa de querer quitarle al niño, pero él cree que nadie cuidará mejor del pequeño que Pepa, por los conocimientos que tiene de los niños. Pepa se esmera, pero deja al bebé un momento solo y entra Felisa en la habitación. Cuando Pepa vuelve el niño está muerto y tiene un cojín encima de su cara... Tristán entra y se la encuentra asiendo el cojín encima de la cara del pequeño. No respira. Raimundo tiene la casa de comidas vacía a pesar de estar de celebración; Francisca ha conseguido que todos vayan a su fiesta. Decide acudir a la inauguración de la conservera para estar junto a su hijo.
Raimundo recupera las cartas que se escribió con Francisca, ahora sabe que sus propios hijos han tenido la llave del pasado, pero cuando Sebastián le pide explicaciones sobre por qué el odio que ellos tienen que adoptar como suyo nació de un amor, él se niega a explicárselo. Pepa no puede reanimar al bebé... Angustias le acusa de haberle robado al niño el poco tiempo que vivió. Tristán decide alejar a Martín de tanto dolor, se lo va a llevar unos días a casa de unos familiares. Tristán duda de la inocencia de Pepa en la muerte de su hijo, ella dolida, rompe con él. El Marqués pide a Mercedes que vigile de cerca de Soledad y finge estar muy abatido por la petición de esta de cancelar el compromiso. Soledad le cuenta que Juan está vivo y ese es el motivo por el que no puede casarse con él, pues el hombre al que ama vive aún. El Marqués moverá ficha...
Mercedes, que ahora le debe fidelidad absoluta al Marqués, sonsaca a Soledad dónde se esconde Juan. El Marqués acepta romper su compromiso con una condición, antes se citará con Juan para cederle la mano de su prometida, pero Soledad no lo verá tan claro. Los obreros de la conservera se quejan ante Raimundo de lo cruel que está siendo Sebastián... el padre enferma al oír esas acusaciones, se marea. Puede que la debilidad se deba sólo al disgusto, pero Alberto cree que Raimundo tiene problemas cerebrales. El funerario quiere que los Mirañar lleven un paquetito a Madrid. Un paquete que puede comprometerles pero al mismo tiempo hacerles de oro. Hipólito no las tiene todas consigo, si Dolores se entera se va a armar la de San Quintín. Angustias despierta de su letargo, fue sedada por el Doctor al pensar que no sería capaz de sobrellevar la muerte de su hijo, pero muy al contrario, despierta muy tranquila. Parece no recordar nada de lo sucedido. Alberto quiere alertar a Pepa de los resultados de la autopsia, no dicen nada bueno y las evidencias pueden ser malinterpretadas... Pedro detiene a Pepa por el asesinato del bebé.
Tristán no hace nada por evitar la detención de Pepa, se la llevan sin que éste actúe, demasiado parecido el momento con el que vivió con Carlos años atrás... pero Alberto dice creer en la inocencia de la partera cuando va a verle al calabozo. Tristán le dice a su madre que no cree que Pepa haya podido matar al bebé...pero eso empieza a ser secundario porque Felisa le ha dicho a Angustias que Pepa ha matado a su hijo y ha desaparecido. Ha ido a ver a Pepa al calabozo al enterarse del destino de su hijo. La culpa de todo, le maldice y amenaza. En plena discusión Pepa se defiende, no es ella la que ha quitado a alguien algo que no es suyo, ¡Martín es su hijo! Alberto cree que Raimundo puede tener un edema cerebral. Sebastián quiere que se haga las pruebas. Mercedes hace que Juan y el Marqués se vean contra la negativa de Soledad de dejar que se vean. Mariana le cuenta a su madre la relación íntima entre el Marqués y Soledad; y éste, a su vez, se lo contará a su vez a Juan. Todo se ha destapado, ¿cambiará en Juan la visión de Soledad al saber que se acostó con el Marqués?
Angustias jura a Pepa que no saldrá viva de la cárcel, y no es la única que quiere a la partera muerta, Francisca mueve hilos para acelerar el ajusticiamiento de la chica, a quien cree responsable de la muerte de su nieto. Pero Pepa tiene otros aliado, por un lado ha convencido a Don Anselmo de que hay algo turbio en Felisa y el cura va a investigarla. Por otro Sebastián quiere buscarle un buen abogado a la amiga de su hermana, pero Francisca le prohíbe que ayude a Pepa. Mientras, Juan desespera por lo que ha oído de Soledad y el Marqués y Mariana le confirma que ella les vio juntos y desnudos. Cuando la chica se entera de lo que su amor sabe tratará de dar con él, pero no le encuentra por ninguna parte... cree que ha perdido a Juan para siempre. Y lo peor, ahora que todo está revuelto El Marqués confiesa que no le tocó un pelo a Soledad. ¿Así pues todo ha sido en balde?
A Angustias le da una crisis y tienen que sedarla. Francisca quiere convencer a Tristán que no hay vuelta atrás con la locura de su mujer y le siguiere que la ingrese de por vida. Tristán irá a ver a Pepa, su ruptura es definitiva, ella no puede superar que no haya confiado en ella. Tristán le da la noticia de la muerte de su hermanito a Martín y cree que el niño puede saber algo. Don Anselmo ha averiguado el pasado de Felisa, mató a sus hijos, y comprende que Martín puede estar en peligro. Martín cuenta a su padre que vio a Felisa asfixiar el bebe mientras ella le escucha escondida. Raimundo no querrá aceptar el tratamiento que le propone el Alberto, el médico, al saber que lo va a pagar su hijo. Raimundo le devuelve las cartas a Francisca. Soledad les pide a Mariana y a Rosario que organicen un encuentro con Juan, ellas le proponen que acepte las consecuencias de haberse acostado con el Marqués y olvide al chico, pero ella insiste en que no se moverá del cobertizo hasta que Juan aparezca, aunque se muera de frío o de hambre por esperarle. Juan aparece y tras confirmar que le fue infiel, la repudia, no quiere saber más de ella. El marqués, sabiendo que ha marcado un tanto rompiendo la joven pareja, le pide a Francisca que pongan fecha al enlace cuanto antes. Hipólito entrega a sus padres las fotos antes de salir para Madrid como presente para el rey en su coronación.
Tristán pregunta a su hijo qué vio exactamente. El niño relata que vio a Felisa ahogando al bebé con una almohada, ella escucha esto desde donde no se le ve y estará escondida durante todo el episodio a la espera de encontrar a Martín solo para poder matarlo. Don Anselmo descubre de mano del Doctor Mendibil que Felisa es peligrosa, se escapó del sanatorio y podría volver a matar. La familia preocupada por Martín que ha estado todo el día sin vigilancia. Felisa está a punto de dar con él. Juan prepara todo para marcharse de Puente Viejo, va a dejar a Soledad tirada y ella desconsolada se niega a casarse con el Marqués. Francisca cree que puede haber algo que no sabe de las intenciones del Marqués puesto que se empeña en acelerar el compromiso aunque Soledad dé muestras de irracional pena. La fecha de la boda se fija para la semana siguiente. Los Mirañar han sido acusados en Madrid de haber intentado perpetrar un regicidio y la prensa los tacha de traidores. Hipólito sufre al pensar que por su culpa sus padres puedan acabar fusilados. Por el camino todos los del pueblo le van timando en el colmado.
Tristán, don Anselmo, el Doctor Mendíbil y Francisca se encuentran a Felisa a punto de entrar en la habitación donde está Martín y la reducen para llevársela al sanatorio. Ella dice que hizo todo porque Angustias le pidió que hiciera lo que fuera para acabar con la partera. Tristán le pide explicaciones a Angustias que se siente realmente hundida por todo lo que ha acontecido. Francisca quiere que el doctor interne a Angustias definitivamente, lo hará cuando esté más repuesta del parto. Sebastián quiere contratar más personal para sacar el primer pedido adelante, Francisca le propone en cambio que los trabajadores hagan más horas extra, pero lo que en realidad planea es provocar un accidente con la maquinaria que incrimine a Sebastián. El marqués increpa a Soledad y le dice que se casará con él le guste o no y le deja ver que hay otros objetivos de fondo. Por fin empieza a mostrar su verdadera cara al público. Por su parte Juan decide que no se irá del pueblo. Tristán obliga a su madre a retirar los cargos contra Pepa mientras ella sigue encerrada entablando amistad con Flora, su colega carcelaria. Pero quien va a recogerla es Alberto, no Tristán, que ve cómo se abrazan desde lejos.
Tristán va a buscar a Pepa y le pide que vuelva con él, que ahora lo tienen todo de cara para vivir juntos. Ella corta con él, su amor no es posible, ha dudado demasiado de su inocencia. Angustias pide amor a Tristán y éste no le engaña, ya no le ama. Angustias se desespera aunque intenta afrontarlo. Se la van a llevar al sanatorio, antes de que esto suceda va a la habitación de Pepa para matarla. El marqués amenaza a Francisca, si Soledad no se casa con él se llevará la mitad de la hacienda igualmente y se ocupará de pasear por le fango el apellido Montenegro. Francisca totalmente indignada por la amenaza tiene que conseguir, como sea, que Soledad acceda a casarse y le pide ayuda a Tristán para que convenza a su hermana. Juan da la cara y se presenta en el pueblo. De la conservera llega la noticia de que un accidente ha mutilado a un empleado mientras hacía horas extra. Raimundo se ha hecho las pruebas porque su enfermedad empeora sin remedio, pero no consigue reconciliarse con Sebastián. La relación entre padre e hijo es cada vez más tensa.
Angustias en vez de matar a Pepa, se clava un puñal mortal en el pecho para que su muerte caiga sobre la conciencia de la partera. Alberto no le da ninguna esperanza de vida. Don Anselmo le da la extremaunción y ella pide poder despedirse de su hijo a solas. Se niega a ver a Tristán, pero éste incumple y Angustias muere maldiciéndole por su destino. Tristán totalmente acongojado por la muerte de su mujer que carga a sus espaldas se encuentra con Pepa. La conversación deriva a lo que será de Martín, Tristán cree que Soledad se llevó el secreto a la tumba, pero Pepa le dice que ella es la madre de Martín. Francisca había prometido a Tristán que le daría una disculpa a Pepa, pero sólo la cita para culparla de las desgracias de la casa. La partera, que ya no trabaja en la casa hace lo propio con Francisca y le tacha de víbora. Han firmado la guerra. Raimundo culpa a Sebastián de lo ocurrido en la fábrica y aconseja al chico herido a que le demande. Juan se ha puesto a la cabeza de la revolución, está convencido a acabar con las injusticias del pueblo y, por su parte, Francisca quiere terminar con él de una vez por todas con la ayuda del Marqués.
Tristán pregunta a Pepa por la identidad del padre de Martín pero ella se niega a dársela, es su hermano y eso terminaría por volverle loco. Tristán acude a Emilia para que verifique lo que Pepa le ha dicho y la amiga le dice que cree plenamente en las palabras de la partera. Tristán cae en que ya ha puesto demasiadas veces en duda el testimonio de Pepa y quiere hablar con ella. Pepa se presenta en la casona, Martín no quiere verla, Angustias le dijo antes de morir que su hermano y ella morían por su culpa, el niño cree que Pepa es mala. Francisca promete a Sebastián ayuda incondicional con lo que puedan ser las consecuencias de la denuncia del trabajador accidentado, un apoyo que no ha encontrado en nadie más...poco a poco Francisca va ganando terreno en el corazón del joven. Mariana ha oído la sentencia de muerte sobre su hermano de boca del Marqués y Francisca. Le pide a Soledad que se case con el Marqués para salvar la vida de Juan. Soledad acepta el compromiso con la condición de que no haya represalias contra el amor de su vida. Alberto tiene los resultados de las pruebas de Raimundo, son determinantes, se muere, pero Raimundo quiere llevar su enfermedad en silencio. Pedro da la versión oficial de su detención, Dolores se cayó encima del monarca en el desfile. Lo que no cuenta es que las fotos picantes que llevaba fue lo que hizo que salieran de la cárcel y que han tenido muy buena acogida en la corte.
Pepa quiere explicarle la verdad a Martín pero el niño huye de ella, sólo cree a su madre, que ha muerto. Tristán va a llevar el cuerpo de Angustias a Asturias y el niño le pide ir con él; le dejará en casa de sus primos. Pepa creerá que Tristán quiere alejar al niño de ella. Soledad está derrotada por el sacrificio sexual que ha hecho para evitar que maten a Juan, aunque sabe que no había otra salida. Mariana se entera de cómo Soledad ha sacado a Juan del problema y no puede estar más agradecida. Raimundo se empeña en ocultar su verdadero y delicado estado de salud a sus hijos, pero en cambio sí se lo cuenta a don Anselmo, el cura. La alcaldía de Pedro peligra por culpa de las acusaciones de revolucionario que salieron en el periódico, se ha enterado el Gobernador y quiere destituirle. Juan sigue con su actividad subversiva llamando a los obreros a la huelga. Sebastián se ha instalado en la conservera, Francisca le ofrece su apoyo incondicional al saber que han interpuesto una demanda contra él. Alberto anima a la partera a que se presente al examen de comadrona para el que se ha estado preparando... y le pide a Pepa que se case con él.
Pepa rechaza la proposición de matrimonio que le ha hecho Alberto. Además, Pepa no es capaz de decírselo a Emilia al mismo tiempo que trata de no darle esperanzas con Alberto, conciente de lo enamorada que está la chica del médico. Emilia insiste y le invita a ir a un baile en la puebla y el médico le para los pies. Alberto descubre que Pepa es la auténtica madre de Martín. Alberto le propone que se case con él para tener opciones a recuperar a Martín, ella se niega y Emilia se entera. Emilia trata de convencer a Sebastián de que se reconcilie con su padre. Raimundo le da a Hipólito una pista de cómo frenar al Gobernador para que no destituya a su padre... es sabido que el Gobernador es un pieza al que le gustaría tener las fotos en su poder. Francisca escucha a Mercedes hablar con el Marqués, sabe que hay algo que le oculta y le tiende una encerrona, o le cuenta qué planea el marqués o Mauricio abusará violentamente de ella. Ella escupe todo lo que sabe. Francisca comunica a Sebastián la buena noticia de que ha conseguido que quiten la denuncia contra él. Resulta que Mauricio ha apaleado a la familia del tullido para conseguirlo. Juan descubre lo que ha tenido que hacer Soledad para salvarle de la muerte.
Emilia le reprocha a Pepa no haberle contado la propuesta de matrimonio que le ha hecho Alberto. El médico le da un obsequio a Emilia por el desagravio, y ella ve en este gesto un punto de esperanza, pero Pepa le pide que se serene y que se muestre un poco dura, que resulta atractivo para un hombre. Francisca y el Marqués discuten abiertamente, ahora ella ya conoce sus intenciones para con su hija y que no piensa renunciar a su dote. Ella pedirá la ayuda de Mauricio para deshacerse del Marqués, tiene un plan. Mauricio le cuenta a Juan lo que pretende hacer el Marqués con Soledad, el chico irá a ajustar cuentas con el Marqués que le propondrá un duelo a pistolas. Tristán busca información sobre Pepa, encuentra a una monja, antigua sierva de la casa de Carlos Castro, y le cuenta el pasado de Pepa y sobre el incendio. Se entera de que todo lo que la chica le ha dicho es cierto, que Martín es en verdad su hijo, que nunca ha mentido. Tristan sale corriendo en busca de Pepa. Detrás de las sombras un hombre con quemaduras pregunta a la monja porque lo ha hecho.... ¿Quién es ese hombre? Los obreros se han puesto en huelga y la conservera no podrá terminar a tiempo con el plazo de Levante. Sebastián reprocha a su padre que esté de parte de los obreros, porque si el pedido no prospera se hundirá la conservera y su sueño. Entretanto, Pepa sigue pendiente de encontrar a Martín, y se entera de dónde está el niño...
El Marqués y Juan concretan los términos del duelo, Juan lleva todas las de perder. Raimundo cree que Francisca está detrás de la idea del duelo, y así es, ella quiere que mueran los dos. Para lograrlo coloca Mauricio y otro hombre detrás de los duelitas para matarlos en caso de que fallen. Ezequiel, el familiar de Tristán, no deja que Pepa vea a Martín. La partera empieza a pensar que no volverá a ver a su hijo. Raimundo pide que desconvoquen la huelga, Sebastián sigue pensando que su padre hace las cosas por otros motivos, no ve más que despecho amoroso en sus actuaciones. Dolores necesita de la atención de la partera, hay algo que sólo puede hablar con ella y además sufre un desmayo. Alberto insiste a Pepa que se case con él como estrategia para recuperar a Martín. El médico le confirma que ha aceptado un puesto en Madrid que le dará renombre y ella ha aprobado el examen de comadrona; cree que con el tiempo esa es la clave para recuperar al pequeño. Pepa empieza a dudar, no sabe qué hacer. Tristán sale corriendo hacia Puente Viejo para ver a Pepa. Por el camino para a recoger a Martín... pero el niño ha desaparecido.
Tristán deduce dónde está Martín y va a por él. Lo encuentra sin problemas, se ha escondido de Pepa, a quien no quiere ver. Tristán se encarga de tranquilizarlo y le prepara para la conversación que quiere que tenga con la partera, su auténtica madre. El Marqués quiere tender una trampa a Juan y darle una pistola con balas de fogueo, pero Rosario se entera del plan a tiempo y pueden dar el cambiazo. En el momento del duelo el Marqués queda en evidencia y Juan le perdona la vida haciendo que le devuelvan a Francisca la mitad de su hacienda, por el pago del título nobiliario que va a quedar en nada, pues la boda de Soledad y éste se cancela. Por su parte Alfonso y Ramiro encontrarán a Mauricio y al compinche detrás de los arbustos dando al traste con el plan de matar a los dos duelistas. Pedro ha conservado su posición gracias a las fotos de Hipólito, y ahora que ya no hay nada que lo ate a la fotografía, el chico decide vender todo el material, buscará otra profesión. Dolores está embarazada. Juan rompe definitivamente con Soledad, nunca serán ni de la misma clase ni podrán tener la misma vida. Ahora, dice él, están en paz, no se deben nada. Francisca se entera por Don Anselmo que Raimundo está a punto de morir. Francisca hace traer a Raimundo, esclarecen su pasado, los reproches sinceros acaban en verdaderas declaraciones de amor y de pronto Raimundo sufre un ataque... parece que muere. Pepa tiene que decidirse porque Alberto se marcha pronto y le pide consejo a Don Anselmo. Finalmente acepta y tendrán que decírselo juntos a Emilia...cuando lo hagan la chica se llevará el disgusto de su vida. Por su parte, Tristán llega tarde y se entera de que Pepa y Alberto están prometidos. Emilia con toda la rabia de sentirse traicionada escribe toda la verdad sobre Pepa en una carta a Francisca.
Emilia llega a la Casona para dejar la carta que cuenta la verdad sobre Pepa, pero termina por retractarse en el último minuto. Se olvidará la carta en la casa de los Montenegro cuando descubre que Raimundo está agonizando. Sebastián por su parte dará muestras de indiferencia ante el estado crítico de su padre. Pepa y Tristán rompen definitivamente tras el compromiso de la partera con Alberto, el médico. Juan se centra en su liderazgo social mientras Soledad se desespera pidiendo audiencia con el chico a través de su hermana Mariana que no le deja opción. Y en casa de los Mirañar, Dolores por fin le cuenta a Pedro que está embarazada. La carta de Emilia llega a manos de Francisca, una misiva que cuenta toda la verdad sobre el pasado de Pepa.
Soledad intenta acercarse a Juan, pero no consigue ni hablar con él directamente. Sus hermanos pondrán la distancia que Juan necesita, consideran que ha sufrido suficiente. Por su parte, Emilia pide ayuda a Pedro para vender la casa de comidas y poder pagar la operación de su padre. El alcalde es consciente de la desesperada posición de la chica y buscará un buen comprador. Es vender o la vida de Raimundo. Por último, Pepa rabia por el blindaje de la casona impuesto por Tristán, que sólo quiere alejar a la partera de Martín. Ella se acerca igualmente y es apresada dentro de la casona por Mauricio. Se da la voz de alarma, ya no es bienvenida.
Pepa cree que Tristán le dará su merecido a Mauricio, pero en su lugar la echa de ahí como a un perro. Francisca quiere que Tristán denuncie a Pepa por haber intentado entrar en casa, pero en vez de denunciarla la amenaza para que no vuelva a intentar ponerse en contacto con Martín. Emilia intenta que Raimundo firme la venta de la casa de comidas pero éste se niega, no puede ver la herencia de su hija y el trabajo de toda una vida echado por tierra por una situación que tiene una difícil solución... porque aunque se operara no tendría muchas posibilidades de sobrevivir. Sin embargo, Pepa organiza la ayuda económica a Emilia para que pueda operar a su padre. Todas las mujeres del pueblo colaboran con dinero para pagar la operación de Raimundo. Soledad se humilla ante los Castañeda rogando por el amor de Juan. El joven se la lleva al chozo donde antaño se encontraba a escondidas con la muchacha, donde termina con ella definitivamente. Pepa le cuenta a Alberto lo sucedido con Tristán y el médico quiere ajustar cuentas con él por tratar así a su prometida.
Francisca se entera de que la vida de Raimundo corre serio peligro, lo que hace que deje la carta de nuevo, sin leer. Alberto consigue que la operación de Raimundo salga casi gratuita... Francisca parece tener algo que ver. Pepa interrumpe la discusión entre Alberto y Tristán antes de que vaya a más. Luego ella le echa en cara a su prometido que haya discutido con Tristán, pues ella sabe defenderse sola. Emilia y Sebastián discuten agriamente al ver que el joven no reacciona ante la inminente muerte de su padre. Francisca le ofrecerá a Sebastián vivir en la Casona ya que parece que sus cuitas van para largo. Soledad no se da por vencida con el desamor de Juan, le pide a Mariana que le dé una caja con sus cosas, es la única esperanza que le queda para ablandar su corazón, no se puede huir así del pasado. A pesar de todos los conflictos la amistad sale a la luz y Emilia y Pepa por fin hacen las paces.
Francisca pagará la operación de Raimundo sin que nadie lo sepa. Hipólito quiere escribir un artículo sobre Raimundo en su periódico, y va preguntando a la gente del pueblo, por lo que parece, Francisca tendrá un papel protagonista en el artículo. Emilia se da cuenta de que perdió la carta en la Casona al tiempo que Tristán la descubre. Cuando entra en la casa la carta está en poder de Tristán. Tienen otra fuerte discusión que termina casi en pasión. Están a punto de besarse. Soledad descubre que Juan la ha rechazado definitivamente a través de Mariana...el joven ha decidido marcharse del pueblo. Soledad sufre por la ruptura con su amor mientras Francisca se regocija. La chica, harta de la situación con su madre y desesperada por haber perdido lo que más quería en la vida, decide marcharse de casa.
Tristán y Pepa se besan por fin, sacando a la luz sus verdaderos sentimientos. Más tarde se reencontrarán para amarse, pero alguien entra en la estancia para pillarles... Francisca. Raimundo ha sido trasladado correctamente a la clínica, pero los nervios ante la operación crecen, no es seguro que salga bien y a la vez es la última oportunidad que tiene Raimundo de vivir. Soledad pasa la primera noche en el chozo, con mucho frío. La diferencia de comodidad con la Casona es obvia, pero además, no parece un sitio muy seguro en el que recogerse. Francisca paga la operación de Raimundo. Pide noticias a Alberto sobre su resultado pero el galeno no tiene una contestación fiable, las primeras horas posteriores a la operación son cruciales. Juan prepara su marcha y no permite que Mariana le cuente nada de Soledad, ni siquiera le permite hablarle de su paradero. Juan se irá sin saber del sacrificio de Soledad.
Tristán le pide a Pepa que termine su relación con Alberto de inmediato. Le pide que rompa su compromiso a pesar de sus dudas. Soledad está dispuesta a trabajar en el campo con tal de no regresar a la Casona. Lo hace bajo las órdenes de Mauricio, disfraza de campesina, pero empieza con mal pie. Se da cuenta de que está cayendo enferma. Ramiro y Alfonso convencen a Hipólito para que aumente la difusión de la publicación que ha hecho sobre Raimundo pero que pone a Francisca en muy mal lugar. Pedro lee el artículo cuando ya está publicado, cree que es el final para él, podría traerle muchos problemas con la cacique... Pepa se confiesa ante Don Anselmo y el cura le insta a elegir entre Alberto y Tristán. Sebastián destapa sus verdaderos sentimientos hacia su padre creyéndolo inconsciente. Por fin admite lo mucho que le echa de menos, y reconoce que quisiera poder arreglarse con él... ¿Le habrá oído?
Pepa no se atreve a dejar a Alberto que está haciendo todo lo posible por que ella esté bien. La partera le pide a Tristán una prueba de amor, y él se ofrece a darle lo que pida. Alberto trae una noticia estupenda para Emilia, la vida de Raimundo no corre peligro. Mariana le cuenta a Juan el estado en el que está viviendo Soledad. El chico parece no querer atender a nada que tenga que ver con ella y da por hecho que la decisión de la chica no tiene nada que ver con él. Martín y Pepa se reconcilian, el niño se viene abajo y le dice lo mucho que en realidad le quiere. Sebastián recibe la repentina visita de Virtudes, el gran amor que le rompió el corazón. Pedro encuentra todos los ejemplares de su periódico, menos uno... que está en manos de Francisca.
Tristán le promete a Pepa que el día de la boda aparecerá durante la ceremonia para llevársela del altar. Juan no puede dejar de pensar en Soledad pero está decidido a marcharse. Mientras, Soledad está muy enferma pero se lo oculta a Mariana. Pero la joven lo sabe y le pide a Pepa que vaya a visitar a Soledad porque su salud está muy mal... Sebastián le pide a su hermana que acoja a Virtudes, ella accede diciendo que puede con todo, aunque en realidad todas las responsabilidades que la muchacha está asumiendo van a terminar pasándole factura. Llegará el día en que quiebre. Pepa va a visitar a Juan, le dice que Soledad va a morir si sigue en ese estado. El chico no termina de creérselo y la partera le abre los ojos... o eso parece. Emilia se prueba el vestido de novia que Alberto le ha regalado a Pepa... Alberto la encuentra de esta guisa, con un vestido que no le pertenece y jugando a ser su mujer. El bochorno no puede ser mayor para Emilia que no puede ni soñar con ser feliz.
Alberto le pide perdón a Emilia por haberle hecho daño pero le dice que no le quiere. Emilia harta le contesta que Pepa a él tampoco. Pepa confiesa a Don Anselmo que algo va a ocurrir en la boda. El cura intentará sonsacarle sin mucho éxito y le invitará a que reflexione antes de que no pueda echar marcha atrás. Soledad ha empeorado, escupe sangre y no puede mantenerse en pie. Los Castañeda va a buscar a Soledad, pero sólo encuentran un rastro de sangre. Hipólito ha rechazado la oferta de Francisca de comprar toda la publicidad del periódico. Francisca monta en cólera, nadie le dice que no a nada, y menos el hijo enclenque del alcalde. Hipólito se mantiene firme en su decisión, no así en sus rodillas... Mientras Sebastián confiesa a Virtudes que nunca consiguió olvidarla, su padre, Raimundo se quita las vendas que le cubren la cabeza... y descubre que ¡¡¡Está ciego!!! Tristán sube a su caballo, se dispone a interrumpir la boda de Pepa. Es entonces cuando cae del caballo y una siniestra figura le sale al paso. La ceremonia va a empezar y Pepa mira nerviosa la puerta por la que Tristán no aparece. Don Anselmo hace la pregunta fatídica, ¿quieres a Alberto Guerra como legítimo esposo, para amarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad, todos los días de tu vida? .... pero Pepa no responde.
Pepa da el sí quiero a Alberto al perder toda esperanza de que Tristán se presente en la Iglesia, pero la celebración se verá empañada por varias urgencias médicas. En primer lugar Soledad se encuentra oculta en casa de los Castañeda pues Juan ha ido a buscarla al saber de su delicadísimo estado de salud. Tiene una neumonía que podría ser mortal. Rosario la esconderá el tiempo que sea necesario, sin límites mientras Juan y Soledad retoman el contacto. Raimundo se ha quedado ciego y aunque tratan de convencerle de que probablemente sean secuelas de la operación, él sabe que puede ser permanente. Emilia quiere compartir el peso de ese dolor con Sebastián y aunque el padre se opone a que se entere, ella acaba por decírselo a su hermano, quien no sabrá cómo actuar; si presentarse junto a su padre o seguir su voluntad y mantener las distancias. Mientras, Tristán sigue semi inconsciente mientras el hombre misterioso le cuida con mimo. Francisca es ajena a la situación de su hijo y decide centrar su atención sobre la desaparición de Soledad. Decide actuar, la quiere de vuelta y ordena a Mauricio la batida hasta encontrarla. Cuando cae la noche el recién estrenado matrimonio se esconde en el interior de la habitación de Pepa. La situación de la pareja contrasta con el bullicio que se vive fuera y varios borrachillo cantan canciones picantes que nada tienen que ver con la casta celebración que se vive en la habitación. Aún así Pepa cree que ha llegado la hora de consumar su matrimonio y comienza a desvestirse con cara de circunstancias ante el médico que la mira con deseo.
Alberto se percata del sacrificio que está suponiendo para Pepa la idea de acostarse con él y la frena, no quiere forzarle a nada. Francisca se entera de la ceguera de Raimundo y se le ve muy afectada. Mientras Mauricio entra en casa de los Castañeda buscando a Soledad. La chica justo ha logrado esconderse, pero está claro que la familia peligra con ella dentro. Alfonso y Ramiro presionan a su hermano para que tome una decisión porque no pueden exponerse así. Juan admite que quiere a Soledad, pero eso no lo es todo...todavía. Juan le insta a Soledad a seguir su camino cuando se vea con fuerzas, la chica está destrozada. Alberto y Tristán se ven las caras y mantienen una dura aunque soterrada batalla dialéctica. Tristán deja claro que el único motivo por el que no está con Pepa es que cayó del caballo, Alberto le deja claro que es él quien ha ganado y que seguirán juntos......hasta que la muerte les separe. En el colmado se presenta una famosa cupletista que deja entrever que ha tenido un encuentro con el señor Mirañar. Dolores cree que su marido le es infiel. Virtudes intentará apoyar a Sebastián en este momento que está siendo tan duro para él, debatiéndose entre presentarse o no ante su padre, pero todas las conversaciones dejan entrever un sentimiento muy profundo entre ellos, intenso, hasta que sus labios se encuentran...
A Pepa algo se le remueve por dentro cuando Alberto le dice que ha ido a atender a Tristán, éste le presiona para que sea sincera y le cuente su hay algo que debiera saber, ella le dice que ahora que son marido y mujer, no habrá nada que se interponga entre ellos. Ya se nota un cambio en la pareja, Alberto le pide a Pepa que no salga sola, empieza a controlar sus entradas y salidas... Raimundo le pide a su hija que deje de mentirle y que no se meta en la discusión con su hijo, pues ella se inventa visitas de Sebastián a su padre; le dice que mientras duerme o sin que lo sepa se acerca hasta la casa de comidas para preguntar por su estado en la esperanza de que él se ablande y entierre el hacha de guerra. Raimundo está cada vez más hundido. Francisca se llega hasta allí y Raimundo la echa con gritos, no quiere atender sus condolencias, no permite que se ría de su desvalía. Francisca muy impactada llora. La situación entre Virtudes y Sebastián no es clara. Por un lado ella sigue siendo fiel a lo que siente por su difunto marido, mientras, no puede evitar notar una persistencia de sus sentimientos por Sebastián. Él también se debate entre dar rienda suelta a su corazón o mantenerlo. Tristán le pide a Emilia que le entregue una nota a Pepa, cuando lo haga, la partera la romperá en mil pedazos. No quiere excusas, y ahora es la mujer de Alberto, condición que piensa respetar por encima de su corazón. Pepa anda por el bosque, alguien le vigila...se acerca. La supuesta infidelidad de Pedro se esclarece cuando la cupletista no reconoce a él sino a Hipólito.
Quien vigila a Pepa es Tristán, le asalta para darle explicaciones, ella no quiere oírlas, son vanas después de tantos compromisos rotos. Tristán esperará como alma en pena y alcoholizado en la casa de comidas. Emilia llega a la habitación en la que su padre se desgañita de odio hacia Francisca, le pedirá que se vaya. Su padre le cuenta la historia de amor que hubo entre él y Francisca cuando fueron jóvenes. Francisca tiene su propia versión, se la cuenta cuando Emilia se persona en la casona a pedirle que no vuelva a importunar a su padre. Ella quema las cartas en señal de que lo que hubo pertenece al pasado; vuelve a adoptar su duro semblante. Sebastián y Virtudes quedan en que irán con cuidado para ver cómo retomar su relación. Soledad se instala de nuevo en el chozo.... pero Juan irá a rescatarla y le dirá que le ama. Pepa no se acostumbra a estar casada con Alberto, pero le promete que como él está haciendo un esfuerzo por complacerla, ella aprenderá a amarle. La partera es conciente que Alberto ha rechazado un puesto en Madrid para optar a un hospital militar y poder acceder a favores de altos mandos para hacer posible la recuperación de Martín. En la calle la pareja su cruza con Tristán y Martín... el niño tira de la mano de su padre para encontrarse con Pepa. Los dos se funden en un fuerte abrazo.
Juan y Soledad despiertan después de haber pasado la noche juntos, se prometen que nunca se volverán a separar. Sebastián decide visitar a su padre, éste le rechaza con dureza le acusa de ser un siervo de Francisca, ahora que incluso vive en su casa. Él accede a salir de casa de su padre diciéndole que cuando quiera estará ahí para escucharle. Virtudes le prestará su apoyo, pronto se acercan y dan rienda suelta a sus sentimientos, no pueden obviar su amor. Se besan apasionadamente, Emilia es testigo. Los Castañeda engañan a Don Anselmo para que les siga al bosque bajo el engaño de que tiene que dar la extremaunción a un hombre que ha volcado con la calesa. El cura se encontrará con Soledad y Juan dispuestos para casarse. Francisca sigue sin tener noticias de Soledad y se desespera. Amenaza a Rosario, se vengará si descubre quién la está ayudando. Bernabé, el marido de la cupletista que anda tirándole los trastos a Hipólito por creerle dueño de una importante publicación, aparece en el colmado dispuesto a poner orden en tanta lujuria, amenaza a la familia con un pistolón. En la plaza se desata un fuerte jaleo, han detenido al hombre misterioso. Tristán lo reconoce...es su hermano Carlos.
Tristán acoge a su hermano y pide discreción al alcalde respecto a su identidad, en parte, para evitar que Pepa reciba el mazazo de saber que el padre de Martín está vivo y tan cerca. Pero pronto se enterará de que la Casona tiene una visita misteriosa y querrá saber a qué se debe tanto secretismo. Ella no será la única que tiene algo en contra de esta novedad, Francisca exigirá a Tristán que eche de la casa a Carlos por rencillas del pasado. Alberto quiere consumar el matrimonio con Pepa, pero ella continúa rechazándole. Él le advierte que tendrá paciencia... hasta que se le acabe. Alberto empieza a dar las primeras muestras de su cambio de actitud con Pepa. Don Anselmo trata de animar a un Raimundo hundido para que se esfuerce en aceptar su condición de invidente. Francisca presiona a Don Anselmo para que le diga dónde está su hija; quiere noticias suyas, y si nadie se las presta, no tendrá inconveniente en mandar a Mauricio a investigar. Sebastián y Virtudes abren sus corazones, hay una puerta abierta al pasado y ahora quizás sea el momento de retomar la relación que una vez tuvieron. La atracción es inevitable y se rendirán a su amor.
Tristán no accede a las exigencias de su madre respecto a echar a su hermano de sus vidas, Carlos se quedará en la Casona, tiene una deuda con el pasado y le acogerá de la misma manera que él fue acogido en su casa cuando no tenía a dónde ir. Sebastián descubre que Virtudes se comporta de forma extraña y comprueba que la joven le miente cuando trata de sonsacarle. Rosario se entera de que el visitante de la Casona es Carlos Castro, se queda tremendamente impactada. Pepa felicita a Soledad por su boda y constatan lo diferentes que son sus situaciones al tiempo que hablan del hombre misterioso de la Casona. Cada vez está más cerca el momento en que Pepa descubra el horror de saber que Carlos está vivo. Mientras él habla de su pasado; no tiene memoria y los recuerdos que tiene apenas alcanzan al momento de despertar. Parece no recordar el monstruo que es... Raimundo tiene un momento de bajón y se lo hace pagar a Emilia, ella que está cargando con todo el peso de la invidencia de su padre. Raimundo enseguida se arrepiente y reflexiona, tiene que poner de su parte para no convertir la vida de su hija en un infierno.
Francisca necesita ser atendida y Pepa se enfrenta a Tristán, que no la quiere cerca pero tiene que aceptar que sea ella quien atienda a su madre. Francisca se desahoga con Pepa, le cuenta todo lo que le pesa, motivo de todos sus males, la marcha de su hija entre ellos. Además, Pepa descubre por Martín que el desconocido es un familiar, empieza a mosquearle tanto misterio. Pepa se encuentra frente a frente con Carlos Castro. No puede creer que el monstruo al que daba por muerto esté ahí al pie de las escaleras. Por su parte, Sebastián confiesa a Virtudes que sabe que le está engañando, pero quiere saber por qué. Ella le confiesa que los asesinos de su marido podrían ir por ella. Por último, Raimundo avanza en su rehabilitación, se esfuerza por salir del bache y le promete a Emilia que no será una carga para ella.
Pepa se lleva un susto de muerte. Tristán la calma y trata de que no reaccione violentamente. Éste le explica a la partera lo que le ha pasado a su hermano, que no tiene memoria, que es inofensivo, pero Pepa no puede evitar temer por su hijo ahora que su padre ha vuelto. Y no se fía de lo que Carlos dice, Pepa quiere saber si se puede dictaminar que su amnesia es fingida, se lo pregunta a Alberto. Además, el médico conoce a Carlos, y con ciertos celos le deja claro que Pepa es su mujer. Mientras que el hermano de Tristán se acerca a Martín, que se lleva un susto de muerte. Soledad está contenta porque va a conseguir un buen dinero con sus bordados. Mientras que Raimundo sale de casa por primera vez desde que quedara ciego. Se emociona al recibir el cariño de todo con quien se cruza. Virtudes está a punto de marcharse, no quiere que Sebastián pase miedo por las represalias que puedan tomar los asesinos de su marido, pero él lo evita y anuncia a Emilia que están comprometidos.
Carlos le pregunta a Tristán por el incendio, quiere saber cosas de su pasado, cosas que Pepa le ha echado en cara, asume que tiene un pasado muy turbio y Tristán está en una tesitura muy difícil, si le cuenta toda la verdad significará reconocer ante él que Martín no es su hijo. Sebastián anuncia su compromiso con Virtudes públicamente, Francisca responde invitando a Virtudes a la Casona. Alberto responde a Pepa bruscamente por celos, ya no sólo hacia Tristán sino también hacia Carlos. El cura le pide que le entienda pero Alberto ha tomado una decisión... se marcharán a Madrid. Francisca compra unos paños bordados. Al verlos reconoce que la labor está hecha por su hija Soledad. Francisca Montenegro entiende que su hija está con los Castañeda.
Alberto ha tomado la decisión de irse a Madrid con Pepa y ella se molesta por no haber sido consultada. Él le hace ver que la decisión es para mejorar su posición a la hora de reclamar a Martín. Mientras le insiste en que necesita consumar el matrimonio con ella. Gerardo le explica a Sebastián su pericia de cómo sigue vivo y le pide que le ponga en contacto con Virtudes. Sebastián no se atreve a contarle a Virtudes la noticia temiendo que le abandone. Pedro hace saber a Sebastián que existe un grupo especial de la Guardia Civil encargado de dar caza a los sindicalistas, Sebastián ve en esto la posibilidad de librarse de Gerardo. Francisca se presenta en casa de los Castañeda. Soledad le echa de allí, a partir de ahora no serán nada la una para la otra. Pero Francisca está empeñada en que vuelva a casa y presiona a Tristán . El joven no sabía que su hermana se había casado y le duele la falta de confianza. La madre pedirá a Pedro, el alcalde, que haga lo posible por conseguir la invalidez matrimonial de su hija con Juan. Raimundo sigue con su recuperación andando por la casa con el bastón. A Emilia parece que le empiezan a faltar las fuerzas. En la Casona aparece un viejo amigo de Tristán, un compañero del ejército, Maximiliano Prieto. Aunque al principio celebren su reencuentro como los mejores amigos, Maximiliano no tardará en dejar entrever sus verdaderas intenciones llamando a Tristán asesino. ¿Qué hizo Tristán en el ejército que le pueda comprometer hasta el punto de llevarle ante el paredón?
Maximiliano resulta ser un chantajista que sólo busca desplumar a Tristán a cambio de su silencio. Le pide una cantidad que Tristán no puede reunir y le da un día de plazo para pensarlo. Sebastián no puede denunciar a Gerardo al darse cuenta de lo injusto del proceso, sin juicio ni presunción de inocencia sería firmar la muerte de Gerardo; se echa para atrás. A cambio sí propondrá a Virtudes marcharse de allí y empezar una vida nueva lejos de todo, ella le pedirá calma. Francisca se propone condenar a todos los que ofrezcan ayuda a Juan y Soledad, con ello pone en una difícil situación a los Castañeda que pasarán por serios apuros económicos. Dolores se niega a comprarle los pañuelos, Juan pierde su empleo en la herrería... Al menos Don Anselmo está de su lado. Alfonso está asustado por la precariedad con la que viven y se enfada con Juan por ser una carga para todos. Alberto sigue cortando la libertad de Pepa que tiene que mentirle para poder acudir a una cita con Tristán. Quiere enseñarle las buenas migas que han hecho Martín y Carlos. Ella no quiere que su hijo y Carlos estén juntos y amenaza a Tristán con quitarle al niño si no impide el acercamiento. Alberto se entera del encuentro y lo tomará como una gran traición. Su rabia desmedida provocará que un paciente abandone la consulta con un diagnóstico errado, porque Alberto no dejar a su mujer abrir la boca en su consulta. Emilia sufre un desvanecimiento en la casa de comidas, parece que su cuerpo no aguanta el ritmo que le están imponiendo; necesita reposo.
Virtudes se niega a marcharse de Puente Viejo, cree que Sebastián no puede abandonar así a su hermana y su padre. Cuando por fin se produzca el encuentro de Virtudes con su marido, el amor que se profesan dejará claras las nulas esperanzas de Sebastián. Está claro a quién quiere Virtudes. Ramiro empieza a ayudar en la casa de comidas para echar una mano con la salud de Emilia. Raimundo sigue con su recuperación y prueba nuevas habilidades cada vez que su hija sale de la taberna. Cuando su hija se entere se emocionará sobremanera. Juan y Soledad siguen pasando penurias porque no son capaces de encontrar ni un solo trabajo en toda la comarca. Éste está desesperado que cuando le ofrecen un trabajo muy turbio que se ve tentado a aceptar. Tristán sigue siendo presionado por Maximiliano, en caso de que le pase algo a él una declaración llegará a las manos adecuadas en dos días. Tristán necesita un dinero que ni él ni su madre tienen... sí la conservera que ha cobrado uno de los encargos, ¡por fin tienen las primeras ganancias! Francisca la toma con Mariana y está a punto de darle una bofetada cuando Rosario se interpone. Le pide a la chica que les deje solas a Francisca y a ella, parece que algo del pasado podría salir a la luz, algo capaz de contener a Francisca, ¿qué pasó antaño para hacer retroceder a la terrateniente? Alberto empieza a beber hundido por su situación con Pepa. Se confesará ante Emilia que verá lo hundido que está el galeno por no saber enamorar a la partera y hablará con ella para que le ponga las cosas más fáciles, sin conocer la nueva cara del médico. Derrotado y borracho, Alberto terminará por obligar a Pepa a acostarse con él.
Pepa no puede sentirse más desgraciada después de la violencia con la que Alberto le ha tratado. Cuando el don Anselmo se entere no dudará en amenazar a Alberto con que irá al infierno, no puede estar más de acuerdo con la chica, ha sido violada sin piedad. Ella le amenaza, si lo vuelve a hacer, le matará. Raimundo quiere retomar el proyecto de construcción de la posada, parece que empieza a salir del pozo. Mientras, Virtudes vuelve a despedirse de Sebastián, al día siguiente se marchará con Gerardo. Sebastián no parece sorprendido, pero sí hundido. No ayuda ser testigo del desprecio de Raimundo hacia él, y es que cuando va a la casa de comidas es testigo, sin que su padre lo sepa, de un discurso de desheredo. Raimundo quiere dejar todo a su hija, es ella la que está día tras día sacando el negocio adelante. Pedro ha conseguido la nulidad matrimonial de Soledad y Juan como Francisca le pidió. Francisca intenta llevarse a Soledad por la fuerza acompañada de dos Guadias Civiles, pero Tristán se interpone y da su bendición al joven matrimonio impidiendo que Francisca se salga con la suya y permitiendo que el matrimonio siga adelante. Tristán roba el dinero que Sebastián acaba de ingresar en la conservera. Cuando vaya a pagar a Maximiliano la rabia hará que se enzarcen en una pelea a vida o muerte... sobre todo cuando éste saque una pistola y dispare.
Pepa cura las heridas de la mano de Tristán, está claro que siguen amándose, pero Pepa acepta el destino con Alberto, se marcharán a Madrid y comienza a despedirse del pueblo. Además, Francisca y Tristán se enfrentan por Soledad. Su hijo se lo advierte, debe dejar a Soledad vivir tranquila con su amor, ya no hacen afecto sus amenazas. Mientras Tristán quiere que Carlos visite al psiquitara Mendibil, pero a Carlos no le hace ninguna gracia ser tratado por un experto de la mente. Tristán también confiesa a su madre ser el autor del robo del dinero de la conservera, le explica que ha tenido que pagar a Maximiliano por un chantaje que le podía llevar al paredón... pero por la noche el ejército viene a llevar preso a Tristán por el asesinato de tres altos cargos del ejército español... Por su parte, Raimundo pone en marcha la nueva fase de la posada, su hija le advierte que no aceptará bajo ningún concepto la parte de la herencia correspondiente a Sebastián, que se haga a la idea. Llegan noticias de Virtudes, quiere verse con Sebastián. El chico está emocionado con la idea de que haya cambiado de opinión, pero la realidad será bien distinta, pues el matrimonio le pide cobijo. Por el camino están ajusticiando a los anarquistas y no tienen a dónde ir. Si no encuentran dónde esconderse acabarán con la vida de ambos. Tomás le ofrece a Juan un trabajo muy peligroso; tiene que transportar una mercancía inestable y sólo cobrará cuando todo haya terminado.
Pepa se acaba de enterar de la detención de Tristán cuando está a punto de salir con Alberto hacia Madrid definitivamente. Primero irá a preguntar a Soledad, pero al no saber ésta nada se acercará a la Casona. La partera se niega a marchar a Madrid con Alberto al ver que su hijo ahora se quedaría solo con Carlos, le pide que rechace el trabajo o que se vaya solo, pero que no cuente con ella. Sebastián accede a encubrir a Virtudes y Gerardo sabiendo que si no les acoge él les darán caza y podrían matarla. Francisca contratará a Gerardo como jardinero de su finca pensando que es hermano de Virtudes en vez de su prometido. Francisca quiere que el hermano de don Anselmo defienda a su hijo en el juicio militar. La señora Montenegro va a casa de los Castañeda para comunicarle a su hija que a partir de ahora la considera muerta y que ya no les molestará más. Soledad va a ver a Tristán a la cárcel, le hace prometer que cuidará de Martín mientras él no esté. Raimundo comenta que al día siguiente esperan la última remesa de materiales sin saber que uno de los esbirros de Mauricio les está oyendo, así terminará la posada de una vez por todas. Además, Juan sigue sin confesar el trabajo que ha aceptado. Por último, Hipólito se marcha a hacer el servicio militar.
Pepa quita a Alberto toda esperanza de que se marchen juntos a Madrid e insiste en que ella no se moverá de Puente Viejo. Además, Gerardo ya tiene el primer roce con Mauricio, y es que éste no se arredra ni ante el bruto del capataz. Por su parte, don Anselmo dice a Francisca que Maximiliano ha sido el que ha denunciado a Tristán. Carlos ve al cura en casa y lo reconoce como un viejo conocido. Cuando se encuentre con Pepa otra vez, confesará que su amnesia era fingida. Soledad cumplirá con la promesa que le hizo a su hermano e irá a la Casona para estar con Martín. Tendrá con Pepa una charla amistosa en la que le hará ver que ama irremediablemente a su hermano por muy casada que esté. Emilia y Raimundo reciben la noticia de que unos asaltadores han despeñado por un barranco los materiales que necesitan para terminar la posada. Juan se inventa un trabajo para un ricachón pintando retratos para tranquilizar a Soledad, que no entiende a qué viene ese silencio acerca del trabajo que ha encontrado y que no admite la falta de sinceridad de su marido. Por último, Pedro se quiere dejar bigote para ganar autoridad. Dolores no estará tan de acuerdo con la iniciativa cuando vea que lo que le sale a su marido no llega ni a pelusilla.
Sebastián va a la cárcel a visitar a Tristán, quien le cuenta toda la verdad de lo que sucedió en Cuba. Mató a esos capitanes, sí, pero a cambio salvó a todo un pueblo inocente de una sangría injusta. Francisca le dice a Mauricio que dé con el paradero del infeliz que ha denunciado a su hijo y acabe con su vida. Por su parte, don Anselmo cae en la cuenta de que Tristán le reconoció cuando le vio sin haber coincido con él después de su pérdida de memoria, lo que hace que la versión de Pepa tenga un aliado, de momento... Alberto le habla a Pepa del contacto en el Hospital Militar con un alto cargo del ejército, ella le pide que le mande una carta intercediendo por Tristán... Alberto acepta. Lo que hace es escribir una carta pidiendo un juicio justo para el hijo de Francisca Montenegro diciendo de él que es la maldad y la locura personificada, empeorando si cabe su situación. Carlos admite que ha venido para vengarse de ella por haber quemado viva a su familia y jura que la matará. Mientras que Juan abre una caja de las que tiene que transportar en el carro... tiene que llevar nitroglicerina. El chico se despide de Soledad consciente del peligro que va a correr. Emilia quiere ir a la Casona a poner los puntos sobre las íes a Francisca, pero entre los Castañeda y Raimundo le frenan; necesitan pruebas de su autoría. Finalmente cuando los Castañeda y Raimundo vuelvan del barranco con las manos vacías, la chica se plantará en la Casona para ajustarle las cuentas a Francisca. Pero los hermanos planean algo contra la Montenegro, llevan antorchas y han reunido al pueblo entero... Los Mirañar reciben la primera carta de Hipólito. Sus palabras no coinciden con la realidad de lo que está viviendo.
Alberto le echa en cara a su mujer haberla ayudado con lo de la carta de Tristán, ella no aguanta la situación y le propone que se separen, cree que fue un error total lo del matrimonio. Alberto le pide tiempo para pensarlo. Más tarde le dirá que no acepta la separación y Pepa tendrá que aceptarlo. Francisca encuentra a Soledad en la cocina de la Casona y ella le dice que ha ido en busca de noticias de Tristán en vez de admitir que ha ido a ver a Martín. La madre insiste en que la chica no es bien recibida en casa y le echa sin contarle nada de lo que le sucede a su hermano. Cuando Mauricio le cuente que fue él el que despeñó los materiales, ésta se enfadará con él. La señora Montenegro irá a ver a su hijo a contarle cómo le han condenado a muerte. Francisca se rompe, llora por una vez desolada. Ramiro y Alfonso han reunido a todo el pueblo para ayudar a Raimundo. Han rescatado todo el material del fondo del barranco. Raimundo y Emilia se emocionan por tanto cariño recibido. Pepa quiere demostrar que Carlos miente y Emilia le pide que tenga cuidado. Cuando llegue a la Casona verá cómo Carlos está atemorizando a Martín y le defenderá como una fiera. Francisca lo verá todo desde la ventana y le concederá permiso a Pepa para que visite al niño cuando quiera consciente del bien que le hace tenerle cerca. Rosario intuye que su hijo se ha metido en un trabajo más peligroso de lo que les quiere hacer creer, pero le deja hacer igualmente. Se despiden entrañablemente. Soledad tranquiliza a los hermanos Castañeda que están preocupados por lo misterioso que está Juan con el asunto de su nuevo y secreto trabajo. Nadie sabe que en realidad se está jugando el tipo transportando nitroglicerina. Soledad sigue frustrada por no tener un oficio que dé ingresos a la casa y don Anselmo se presta a ayudarle; ella pondrá en orden los documentos de la Iglesia. Emilia advierte a Virtudes que si hace daño a su hermano se las tendrá que ve
Después de que Carlos confesara que su amnesia era un engaño, Pepa y él vuelven a encontrarse. Pepa acompañada de Alberto no duda en increpar a Carlos que se hace el inocente haciendo creer al médico que a la partera le ha dado algún tipo de locura. Y cuando Pepa le cuente el encuentro que tuvieron el día anterior, Alberto dará más importancia a que se vieran solos que a que él le amenazara de muerte. Hipólito vuelve del ejército licenciado, le han declarado incapaz, y con bigote. Ha traído un regalo pero duda si dárselo a Emilia o a Mariana. Virtudes sigue complaciendo a Sebastián pero Mauricio capta un gesto excesivamente cariñoso de ésta hacia Gerardo que puede destapar su engaño. Sebastián pide a Emilia que deje de hostigar a Virtudes y que no opine más acerca de su “prometida”, Emilia le deja claro que sabe que su estado de infelicidad se debe a ella, le deja reflexionando. Raimundo ofrece una fiesta de celebración por el término de las obras de la posada. Todos están felices menos Emilia, que admite ser profundamente infeliz. Juan avanza por el camino, con el carro lleno de heno y un sol de justicia. Le cuesta llevar el carro estable por las piedras a lo largo del camino. Una calesa veloz se acerca, le sale al paso. Va a ser imposible evitar la colisión... Don Anselmo informa a Soledad de que van a ejecutar a Tristán. Francisca también está desolada por la inminente condena a su hijo, desarmada, pide auxilio espiritual al cura. Don Anselmo se personará en la cárcel... pero con él irá Pepa.
Juan escapa al ver que ha podido herir a un noble. Cuando llega a casa le resta importancia al percance, consciente de que ha faltado muy poco para un final bastante más trágico. Mientras se descubre que la persona que iba en el carruaje no es otra que la duquesa de Caldas y que, con una pierna rota, tendrá que parar en la Casona un tiempo. Sebastián, engañado por las atenciones de Virtudes, le propone que se lo digan cuanto antes a Gerardo... Sigue pensando que la tiene para él, aunque nada más lejos de la realidad. Pepa y Tristán se abrazan desde el otro lado de la verja mientras Alberto no sabe la causa de la ausencia de su mujer y empiezan a invadirle los celos. Sin embargo y a pesar de la alegría de reencontrarse, el final de Tristán está cerca: Don Anselmo no tiene buenas noticias y sólo propone pedir clemencia al Rey para evitar el ajusticiamiento del militar. Dolores se extraña de las explicaciones que ha dado Hipólito para volver y empieza a creer que ha podido desertar extendiendo sus temores a Pedro. Emilia propone hacer una fiesta de inauguración de la posada arrepentida por las dolorosas verdades que le ha confesado a su padre.
Pepa se queda con la mosca después de que Alberto hable de perderlo todo otra vez, ¿a qué se refiere? Emilia consigue el historial profesional de Alberto y lo estudia con Pepa, hay algo que no les cuadra... ¿cómo es que con semejante brillantez ha terminado en el Pueblo?, ¿y qué ha hecho este último año? Pepa encuentra en el consultorio un cajón cerrado con llave, se dispone a abrirlo. Dentro hay una foto de una mujer... Pepa visita a Tristán dispuesta a conocer toda la verdad acerca de la denuncia que hay contra él. Parece ser que mató a dos compañeros para evitar la muerte de un pueblo entero desprotegido. La búsqueda de Prieto continúa. Carlos parece querer ayudar pero Francisca no se lo permite y se lo quita de encima. Francisca desesperada, pide a Eloísa que interceda por su hijo. Ella acepta, hará lo que esté en su mano. Soledad confiesa a Pepa y secreto que Juan aún no sabe... ¿qué podrá ser? Durante la inauguración de la posada un milagro sacude Puente Viejo... ¡Raimundo puede ver! No sólo reconoce al cura, puede distinguir los objetos, ve luces y sombras... ¿estará recuperando la vista?
Alberto se sincera con Pepa y le cuenta cómo perdió a su mujer... la persona de la foto. Mientras, Juan promete a Tomás que no denunciará a su jefe a pesar de sus amenazas de muerte, a cambio, transportará el doble de nitroglicerina. Y Soledad confiesa a Juan su secreto... ¡Está embarazada! Ahora sí, más que nunca, necesitan ese dinero y Juan querrá completar cuanto antes el encargo de transporte de la nitroglicerina. Por su parte, Emilia recibe una propuesta del cocinero que ha estado alojado en la Casa de Comidas: quiere ofrecerle trabajo en su restaurante de Madrid. A su vez, Emilia le cuenta la debilidad de Prieto por las mujeres a Pepa y esta no duda en acudir al prostíbulo vestida como tal para sacarle una confesión que salve a Tristán. Entre tanto, Los Mirañar reciben la verdadera razón de la expulsión de Hipólito: lo han echado por débil mental. Virtudes empieza a temer por lo que Gerardo pueda hacerle a Sebastián, convencido este de que el Ulloa va a delatarles, prefiere antes acabar con su vida que asumir una complicación. Sebastián empieza a ver el peligro al que se enfrenta.
Eloísa ha recibido una respuesta negativa y no se explica cómo su contacto ha fallado, algo más tiene que haber detrás... Silverio ratifica su oferta, quiere llevarse a Emilia a Madrid a trabajar con él. Raimundo animará a su hija para que acepte esta oportunidad, una cosa así no pasa todos los días en Puente Viejo. Juan y Soledad no pueden ser más felices con el bebé en camino, aunque ahora Juan tendrá que esforzarse por sacar más dinero y a la vez Soledad no se encuentra del todo bien. Los hermanos Castañeda pinchan a Mariana para que les confiese que le gusta Hipólito. A la vez presionarán al muchacho para que les prometa que va en serio con su hermana, pero misteriosamente Hipólito no puede comprometerse en estos momentos. ¿Qué esconde? Prieto da su versión acerca de los hechos que se le imputan a Tristán dejando al militar en muy mal lugar... es muy posible que si admiten como válida su versión Tristán no pueda salir de esta. Y así es, las mentiras de Prieto dan sus frutos; Tristán morirá fusilado al amanecer. Cuando Pepa se entere todavía habrá una posibilidad... Emilia sabe dónde encontrar a Prieto; conociendo su afición por los prostíbulos, Pepa acudirá como tal en busca de la salvación de su amor. Y quien busca...
Prieto se niega a salvar a Tristán, para él ninguna mujer vale tanto. Cerca, Carlos Castro observa sus movimientos. Soledad tiene un embarazo complicado, después de la revisión médica y del susto pasado se le comunica que debe guardar reposo absoluto. Por su parte, Eloísa ha empeorado, deberá quedarse en La Casona más tiempo del previsto. Mientras, Alberto descubre que Raimundo miente y que sigue ciego. Lo hace por su hija, para que pueda marcharse de allí sin verse atada más de la cuenta. Tristán cumple su última voluntad, despedirse de su hijo y de la mujer que ama. Y Francisca recibe la visita de Raimundo que viene a darle el pésame de todo corazón por el destino que le aguarda de Tristán. Entre tanto, Juan avanza con la nitroglicerina en esa noche aciaga para todos cuando una explosión ilumina el entorno... el carro ha explotado. El día amanece en vela para todos... pero una silueta cuelga de un árbol. Es Prieto. Se ha ahorcado. Una nota en el bolsillo exculpa a Tristán que se dirige irremediablemente a su destino.
Alberto es requerido para certificar la muerte de Tristán. Mientras, Pepa llora desconsolada y jura amor eterno al joven fallecido. Muy malherido por la explosión, Juan consigue volver a su casa. Ahora tendrá que guardar reposo absoluto con el miedo a que la justicia caiga sobre él. Los hermanos investigan si hay pruebas que vinculen la explosión con su hermano pero, de momento, lo único que les llama la atención es la desaparición de Alvarado, quien le puso al frente del contrabando. Entre tanto, el Capitán Cortés pregunta por Hipólito levantando la sospecha de que haya cometido alguna tropelía en el ejército. Por fin, la explicación de la marcha de Hipólito del ejército: la hija del Capitán está profundamente enamorada del muchacho. Don Anselmo acompaña a Francisca a por el cadáver de su hijo... Pero, ¡Tristán no ha sido ajusticiado! La nota de confesión de Prieto llegó justo a tiempo. Por su parte, Emilia ha decidido aceptar la oferta del cocinero. Se irá a vivir a Madrid. Alberto cree que si Emilia supiera el verdadero estado de su padre, no se iría, no podría dejarlo solo. Pepa está totalmente desconsolada cuando ve a Tristán yendo hacia ella. El encuentro no puede ser más apasionado; la esperanza renace.
Alberto es testigo del apasionado beso que Tristán y Pepa se dedican. El médico quiere denunciar el asesinato de Prieto con la intención de que todos los ojos se centren en la posible culpabilidad de Tristán. Si no ha sido ahorcado, está claro quién sacaría beneficio de la repentina muerte del militar. Mientras, un investigador militar llega a La Casona para llevar el caso del asesinato de Prieto. Por su parte, Francisca jura a Tristán que ella no está detrás de esta muerte pero el joven no sabe si creerla. Hipólito explica a sus padres que el Capitán Cortés le expulsó del ejército para que no viera a su hija Angelina. Por su parte, Emilia organiza la casa de comidas para cuando ella no esté, y a su padre, Raimundo, se le parte el alma. También encargará los nuevos rótulos a Soledad que acepta el encargo, al ser algo que puede hacer postrada. Y, entre tanto, Eloísa pregunta por Soledad a Francisca, ésta le contesta que está muerta.
El Comandante Sanz ha venido a investigar la muerte de Prieto y se propone llegar hasta el final para hacer justicia, caiga quien caiga. Tristán y Pepa están preocupados por los problemas que la investigación pueda traerles, mientras Alberto sigue intentando poner las cosas contra Tristán mediante el informe de la autopsia de Prieto; quiere acabar con él a toda costa. Sebastián no puede más con la presión que están ejerciendo Virtudes y Gerardo sobre él y termina confesando todo a Emilia. Seguirá el consejo de su hermana, no se fiará ya más de Virtudes, puede que sea el principio del fin de este chantaje que ya dura mucho tiempo Mientras tanto, Carlos mantiene su amenaza de muerte hacia Pepa. Los Mirañar presionan a Hipólito para que corte con Angelines. Eloísa seguirá recabando información sobre Soledad y presionará a Mariana para que le cuente cosas. Su madre le previene para que tenga la boca cerrada.
Alberto amenaza a Pepa con contar la verdad acerca de Martín si ella insiste en no comportarse como una esposa fiel. Pepa confiesa al Comandante la relación que mantiene con Tristán, que afecta directamente a Alberto. Empieza a pensar que Alberto actúa contra el militar movido por los celos. Tristán habla con naturalidad acerca de su hermana con Eloísa, así ella descubre que en realidad Soledad no ha muerto y que detrás de semejante negación de la madre tiene que haber una historia apasionante. Mariana le cuenta a Eloísa la verdadera historia de amor de Juan y Soledad, Eloísa se recreará con tanto romanticismo. Sebastián da trabajo a Soledad al ver el resultado de los carteles de la posada. Juan no podrá evitar un latigazo de envidia. Los Castañeda buscan una sustituta que cubra la ausencia de Emilia en la Casa de comidas, pero Raimundo no acepta a ninguna. Nadie le llega a la altura. Sebastián empieza a preocuparse por la relación de Gerardo con los anarquistas. Decide seguirle y descubre que el propio Gerardo es el líder del grupo. Carlos ve los lunares que tiene Martín, los mismos que tenía su hijo... ahora sabe quién es en realidad el niño, su hijo.
Pepa está asustada porque cree que Carlos la sigue, y no le falta razón. Empieza a ser como una sombra detrás de la joven. Los Castañeda se enteran a través de Hipólito de que nadie sospecha que Juan está detrás de la explosión del carro con nitroglicerina. Sebastián da un ultimátum a Virtudes, ya no puede protegerles más, tienen 24 horas para marcharse de Puente Viejo. El Comandante vuelve ahora preguntando por Carlos Castro, parece ser que lo vieron merodeando a Prieto. Tristán se da cuenta de que Pepa estaba en lo cierto y que Carlos fingía su amnesia al comparar datos con el cura y con Rosario... puede que Martín corra un serio peligro. Pepa busca al niño, pero todo ha sido un montaje de Carlos para atraerla a una muerte segura en sus manos... Eloísa se acerca hasta la casa donde viven Soledad y Juan, quiere conocer a los protagonistas de su fantasía romántica. Cuando vea a Juan lo reconocerá como el causante de su accidente.
Tristán llega justo a tiempo de salvar a Pepa de las manos de Carlos, pero éste consigue huir. El joven le hace prometer a Pepa que no denunciará a su hermano mientras cura sus heridas. Pepa y Tristan deciden ocultar lo ocurrido de cara a la investigación policial. Pero Francisca se enterará del ataque de Carlos hacia Pepa y no tendrá reparos en hacer llamar al Comandante Sanz. Juan se teme represalias de Eloísa por saber que es por su culpa por quien tiene la pierna rota, pero a ésta parece caerle bien. Entretanto Soledad desconfía de ella, por creer que pueda ser una amiga de su madre. Sin embargo Eloisa le propone posar para unos retratos mientras dure su estancia en Puente Viejo. Emilia descubre que Raimundo está fingiendo... sigue sin ver nada y Alberto acusa a Pepa de haber estado flirteando de nuevo con Tristán. Angelines informa a los Mirañar y al Capitán Cortés de que está embarazada, así no tendrán otra opción que aceptar su relación con Hipólito. La tensión entre Sebastián y Gerardo es cada día más evidente y está a punto de estallar.
Pepa confiesa a Alberto que las marcas que tiene en el cuello se las hizo Carlos cuando le atacó. Sin embargo, cuando el comandante le pregunta lo sucedido, Pepa no le contará toda la verdad. Tristán propone a Pepa marcharse de Puente Viejo. Cuando esta se lo cuenta a su amiga Emilia, Carlos la descubrirá y se colará en su habitación con una cuerda enroscada en las manos. Por su parte, Soledad está preocupada por el trabajo que le ha ofrecido la Duquesa a Juan, pero él se mantiene firme y acepta el empleo. Juan se presentará en La Casona para llevar a cabo su trabajo, pero cuando Francisca le ve se lo tomará como una ofensa personal y ordenará a Mauricio tomar medidas contra el muchacho. Entretanto, Emilia, dolida por la mentira de su padre, decide no aceptar el trabajo de Madrid y quedarse en Puente Viejo. Los Mirañar reciben felices la noticia de la boda de su hijo con Angelines, sobre todo cuando el Capitán comienza a alardear de todos los contactos que pueden situar a Hipólito en un lugar envidiable. Sebastián recibe y guarda el dinero de los pagos de los clientes y cuando informa a Francisca de los beneficios que van a repartirse, ella sentirá cómo el dinero corre en manos del Ulloa y se encenderá de rabia. Pero ella no será la única que quiera apoderarse del dinero; Gerardo intenta abrir la caja fuerte.
El Comandante llevaba tiempo esperando el ataque, con lo que consigue dar con Carlos y detenerle antes de que este pueda hacer nada. Tristán irá a verlo a prisión, confesará su crimen y dirá que lo hizo todo por él, para evitar que muriera fusilado. Por su parte, Doña Eloísa da la cara por Juan y consigue que el chico sea admitido en La Casona. Francisca no puede ocultar la rabia de verse supeditada a las demandas de la duquesa y lo pagará con Mariana y Rosario. Juan pronto cae en el juego de Eloísa, una mujer de mundo que le impresiona desde el primer momento. Mientras, Don Anselmo le aconseja a Emilia que siga con sus planes y salga a Madrid en busca de una vida llena de oportunidades. La chica decidirá hacer caso a los consejos del cura y se irá de Puente Viejo. Pepa aceptará la propuesta de Tristán: se irá de allí con él y el niño. Se acabó su matrimonio y seguir fingiendo. Tristán comunica a su madre su intención de empezar una nueva vida con Pepa. Sin embargo, Francisca intenta hacerle chantaje: si se va se morirá de pena. Al no conseguir nada, la joven acudirá a Alberto para contarle las infidelidades de su mujer y conseguir impedir la marcha de la pareja. Alberto se enfrentará a Pepa y ella le explicará que los dos serán más felices lejos. Pero él no lo tiene tan claro e intentará suicidarse... Y, entre tanto, Virtudes le dice adiós a Sebastián pero en la despedida la chica se hace con la combinación de la caja fuerte. Sebastián descubre con horror que han robado el dinero, una fortuna.
Juan empieza a obsesionarse con Doña Eloísa y no puede evitar sentirse culpable, tanto es así, que no puede hablar con normalidad a Soledad. Por su parte, Sebastián informa del robo de la conservera: la caja ha sido forzada. Cree saber quién pudo robar el dinero y pide 24 horas de margen para solucionarlo. Francisca acepta encantada al saber que lo único que está haciendo el chico es enfangarse. El intento de suicidio de Alberto retrasa los planes de Pepa, quien no se atreve a dejarlo en ese estado. Quizás ese era precisamente el plan del médico. Mientras, Hipólito se entera de la marcha de Emilia y pedirá a los chicos que despisten a Angelina para poder ir a despedirse de ella. Todo el pueblo la despide. Carlos pacta con el Comandante que sólo confesará si lleva a Pepa a su celda... Y, entre tanto, Francisca trata de poner coto a las excentricidades de la duquesa cuando descubre que Soledad está embarazada. Francisca se queda de piedra.
Pepa decide no marcharse con Tristán de momento, no puede dejar a Alberto en estas condiciones. Pepa visita a Carlos en la cárcel tal y como pedía como condición para confesar sus crímenes, pero éste se empeña en amenazar a la partera... El terror aumentará cuando el Comandante Sanz les comunique que Carlos Castro ha escapado. Raimundo se entera del problema en el que anda metido su hijo con los anarquistas, al tiempo que Sebastián confía toda la verdad a los hermanos Castañeda por si algo le ocurriera. Sebastián irá tras los anarquistas, aunque el grupo armado no permitirá el acercamiento. Francisca querrá ver a su hija cuando descubra su embarazo, le pedirá ayuda a Rosario para acercarse a ella. Pero cuando la madre ofrezca ayuda a su hija, ésta se empeñará en rechazarla. No perdonará jamás el daño que le ha causado. Juan empieza a estar obsesionado con Eloísa, Soledad le nota distante. Y por fin el chico acaba cayendo en los brazos de la experimentada Duquesa. Entretanto Emilia regresa, no quiere marcharse de Puente Viejo, la joven está segura de que su lugar está ahí, junto a su familia.
Eloísa paga a Juan por los servicios prestados tras el escarceo amoroso, el chico no se puede sentir peor... Pepa insiste en su idea de marcharse con Tristán cuando Alberto se recupere y éste se muestra comprensivo. Alberto mejora físicamente... aunque parece mentalmente más perjudicado que nunca, prepara un zulo y habla con su difunta mujer Adela, ¿qué trama? Soledad le dice a Juan que hay una casa que podrían alquilar para empezar su vida en familia. Los problemas se suceden para Sebastián que no ha conseguido recuperar el dinero de la conservera y ve cómo Francisca duda de él.
Francisca empieza su jugada al ver que Sebastián no trae noticias del dinero robado. Denuncia el robo a la Guardia Civil y Sebastián se da cuenta de que está perdido: al haber dado la cara por los posibles ladrones se ha puesto como principal culpable. Martín parece haber desaparecido. Tristán y Francisca se preocupan al pensar que Carlos pueda estar detrás del asunto. Por este motivo, deciden mejorar la seguridad de la Casona para evitar que pueda entrar. El niño aparece, pero la tensión generada demuestra el miedo que tiene la familia a lo que Carlos pueda estar tramando. Mientras, Alberto empieza a rondar las calles de Puente Viejo como o un marido abandonado por Pepa, va haciéndose la víctima allá por donde pasa. Desesperado, invita a Pepa a tomar algo mientras hablan de su marcha y ella acepta. En la cita, Pepa empieza a sentirse mal y cae en un profundo sueño... Alberto la ha drogado y se la lleva al sótano que preparaba para encerrarla en vida.
Alberto confiesa sus intenciones: no dejará a Pepa salir del sótano hasta que le quiera. Por su parte, Tristán quiere ver a Pepa antes de marcharse con Martín pero Alberto no le deja pasar. Los vecinos son testigos de la tensa situación entre los dos hombres por Pepa. Mientras, Pepa aguarda amordazada sin atender las peticiones de amor de Alberto. Este excusa en la posada la ausencia de su mujer diciendo que ha tenido que marcharse a Madrid. Lo mismo le dirá a Tristán cuando vaya a ver por segunda vez que ha sido de Pepa y, aunque no le cree, no puede hacer nada. Pepa trata de hacer ruido para que desde arriba Tristán se percate de su encierro, pero lo único que consigue es que a su vuelta Alberto se ponga violento... Entre tanto, Sebastián quiere hablar con Francisca pero ésta no le recibe. Cuando lo haga será sólo para pedirle que deje la conservera. Juan quiere zafarse de Eloísa, pero ésta le corta el paso y se lo lleva al campo, ya no quiere que se vean en la Casona, quiere que sea al aire libre. Y Juan vuelve a caer en sus redes. La culpabilidad que siente es abrumadora. Gerardo ha ido a vengarse de Sebastián al enterarse de la denuncia interpuesta y sólo la milagrosa aparición de los Castañeda consigue salvarle.
Alberto ata a Pepa a una columna para que no escape y se marcha a la casa de los Ulloa para leerles el supuesto telegrama que ha mandado Pepa desde Madrid y así mantener su coartada. Cada vez se hace más difícil que la encuentren. Tristán acude a Emilia para preguntar por Pepa pero ella le confirma lo que Alberto le ha dicho, que está en Madrid. Sin embargo, Tristán sigue desconfiando; está convencido de que algo malo sucede. Pero se le ocurre una idea: quiere que el comandante Sanz busque a Pepa en Madrid aprovechando que tiene que dar noticias sobre la desaparición de Carlos. Por su parte, Soledad no consigue involucrar a Juan en los planes del alquiler. Rosario empieza a estar preocupada por la apatía de su hijo. Los hermanos empiezan a notar que algo raro une a la Duquesa con Juan. Mientras, Virtudes intenta volver a camelar a Sebastián para que no tome represalias contra Gerardo. Por fin parece que el chico se ha plantado y rechaza su amor. Pepa está atada a la viga en el sótano cuando de pronto descubre que alguien ha entrado...
Flora entra en el Sótano donde está encerrada Pepa para darle ánimo. Sin embargo Pepa duda de que Flora sea real, ya que ha sido demasiado difícil para ella asumir su propia realidad. Pepa intenta convencer a Alberto de que ha conseguido quererle, pero en cuanto tiene ocasión intenta escapar y este se da cuenta de que su docilidad es fingida. A partir de ahora todo irá a peor para Pepa. ¡Alberto encuentra la pistola que Tristán le dio a Pepa! Por su lado, Tristán le pide a Emilia que le consiga la dirección de Pepa en Madrid. La chica se cuela en el consultorio para coger el telegrama donde aparecé la dirección. Mientras tanto, Juan y Soledad están en plena mudanza, pero él no va a ayudar, porque tiene que trabajar. Doña Eloísa propone a Juan marcharse con ella a Madrid. Por otra parte, Sebastián firma un reconocimiento de deuda hacia Francisca... ahora sí que está como responsable único del robo.
Emilia y Sebastián escuchan un disparo en la habitación de Pepa. Alberto está herido de bala en la pierna mientras Tristán asegura ser inocente. El médico se saca la bala mientras convence a los Ulloa de la culpabilidad del militar argumentando que ardió de rabia cuando supo que Pepa no iba a irse con él. Todo esto sucede mientras la partera sigue encerrada. Cuando Alberto le cuente sus planes, que la justicia se encargará de Tristán... y que desea que muera poco a poco, dulce, conservando esa belleza que tiene... Por otra parte, Soledad regala a Juan un caballete, pero éste, agobiado por la culpa, no se lo agradece. Esta llora, sabe que algo anda mal. Los hermanos Castañeda intentan hacer recapacitar a Juan, pero éste admite estar valorando marcharse a Madrid con la duquesa. Por último, Francisca expulsa a Sebastián de la Casona. Sebastián pedirá cobijo a Don Anselmo ahora que no tiene dónde estar.
Alberto provoca un escape de gas para matar a Pepa lentamente. Sin embargo, esta consigue retrasar su muerte tapando el escape con un trapo, todo con ayuda de Flora. Mientras, los Castañeda no piensan apoyar a Juan si deja plantada a Soledad. Rosario se desahoga con Francisca y le pone al tanto de lo que sucede entre Eloísa y Juan. Pronto Francisca empezará a vigilarles, no tardará en descubrir que lo que Rosario decía era cierto: Juan está siendo infiel a Soledad con la Duquesa. Por su parte, Sebastián vuelve a confiar en Virtudes, dejaría todo por estar con ella. Raimundo ofrece su casa a Sebastián y padre e hijo se reconcilian. Y, entre tanto, el Comandante Sanz viene con malas noticias: Pepa no está en Madrid. Saltan todas las alarmas, ¿dónde estará? Tristán le pide a Emilia que interrogue a Alberto y van en su busca. Al ver la situación de Pepa, la primera reacción de la partera es ir a por Alberto...
Pepa no se toma la justicia por su mano, pero deja muy claro a su marido que ya no tiene ninguna potestad sobre ella. Jamás volverá a tocarla. No obstante el médico pronto empeora por la herida que se ha producido cuando ésta se infecta. El comandante Sanz no trae buenas noticias a Tristán, el asunto del disparo a Alberto puede salirle caro después de tanto incidente extraño a su alrededor. Pepa, al fin liberada, acude donde Tristán y éste le comunica que dejó a Martín en el internado. Pepa le pide, como favor personal, a Emilia que no testifique contra Tristán, pero no sabe que hacer, debe atender a la verdad de lo que vio. Un anarquista reconoce al cura: por su culpa murieron varios hermanos de la causa en Asturias. Se cuece una venganza... Juan promete que dejará a la Duquesa tras una charla con su hermano Alfonso, va a tener un hijo, ¿qué hay más importante que eso? Además, Raimundo confiesa a sus hijos que ve, ahora de verdad.
Francisca invita a Soledad a ir a la Casona para suavizar tensiones entre ellas. Después de consultarlo con el cura, que no cree que detrás del ofrecimiento de Francisca haya maldad, y cuando le pregunte a Juan su opinión éste no le dedicará ni medio segundo de pensamiento. Las cosas están realmente mal para este joven matrimonio. Pepa trata de pactar con Alberto, ella no dirá que le encerró en el zulo si él confiesa que se disparó a sí mismo. Pepa le practicará una operación sin anestesia en la que siga los dictados del médico. Pero Alberto falta a su promesa, y aunque Pepa le ha salvado la vida, sigue empeñado en llevar a Tristán al calabozo. El pueblo quiere tomarse la justicia por su mano e irán a atacar en Tristán en defensa del médico, convaleciente tras la operación. Tristán va a pagar por todo el daño que ha hecho su madre en una revuelta de clase. Por su parte, Emilia sigue recibiendo regalos de su admirador secreto, parece que la táctica de Alfonso está dando sus frutos, la chica está muy emocionada, sin embargo nunca se atreve a admitir la autoría de los presentes.
Juan se despide de la Duquesa, esta será la última vez que se acuesten. Mientras, Soledad ha aceptado la invitación de su madre y se dirige a La Casona acompañada por Don Anselmo. Francisca les guía hasta la habitación en la que yacen Juan y la Duquesa... El pueblo exige la presencia de Tristán a las puertas de La Casona. Mientras Pepa trata de dar con el comandante Sanz para poder que evite el linchamiento. La partera obliga a Alberto a cumplir su parte del trato, ella le ha curado la pierna es hora de que él diga la verdad. Además, Tristán pone a Emilia y a Raimundo al corriente de los apuros en los que está metido Sebastián. Ramiro adivina que Alfonso es el enamorado de Emilia y le presiona para que le diga la verdad, pero éste no se atreve, tiene miedo al rechazo. El peligro se cierne sobre Don Anselmo vigilado por los anarquistas ensayan su asesinato.
Alberto reconoce la verdad de lo sucedido ante los habitantes de Puente Viejo retirando inmediatamente la denuncia contra Tristán. Ahora que Tristán está libre y Alberto ya ha admitido lo ocurrido, es hora de que Pepa y Tristán den la cara ellos, esta vez, como pareja. Él le tiende la mano, están a punto de cruzar el umbral de la puerta y salir a la luz... Soledad escapa de la habitación después de haber descubierto a Juan con la Duquesa en la cama. Juan quiere ir por ella, rechaza a la Duquesa y ella se queda sola por mucho que quiera llevarse al chico a Madrid. Después de pasar la noche al raso, Juan vuelve a pedir perdón a Soledad y ella consiente hablar... Doña Eloísa se marcha de Puente Viejo mientras que Francisca da un ultimátum a Sebastián y le sugiere que salde la deuda que ha contraído con sus acciones.
Pepa y Tristán pasean del brazo haciendo así pública su relación. Alberto se disculpa con Pepa sabiendo que no puede conseguir nada de ella ya, una cosa sí puede ofrecerle, su libertad; aún son marido y mujer. Alberto se irá de Puente Viejo y comunica a los alcaldes su marcha. Por su parte, Soledad promete a Juan que jamás le perdonará. La infidelidad de él ha roto su matrimonio. La joven está desolada y no hay nadie que pueda ayudarle, ni su hermano que ha venido a tenderle cuantas manos hagan falta. Mariana informará a Francisca de la evolución de Soledad. Eloísa intenta, una última vez, que Juan se marche con ella, infructuosamente, Juan se quedará junto a su esposa hasta que ella decida darle una oportunidad a ese amor que nunca se ha acabado. La duquesa se marcha sola y destrozada. Mientras, Sebastián le pide a Virtudes que corte de una vez con Gerardo y se vaya con él y su dinero. Ella lo hace, ama a Gerardo, sólo que le ha estado engañando y le pide que abra los ojos. Sebastián comprende la estafa en la que se ha visto envuelto. Por último, Francisca quiere vengarse de los alborotadores que fueron a su casa a amenazarles, pero esta vez el alcalde no podrá satisfacer sus deseos.
Eloísa se marcha, pero en el último momento, Francisca y ella se retan, esta vez pondrá a la Duquesa en su sitio. La dueña de La Casona le pide a Soledad que vuelva a casa. Por su parte, Pepa y Tristán hacen planes de futuro sin saber que Carlos les observa... Además, Tristán recibe la información que pidió sobre Alberto... se confirma que es un asesino. Además, Virtudes informa a Gerardo que Sebastián ya sabe la verdad, tienen que huir inmediatamente. No es la intención sin dar a Puente Viejo un recuerdo de su paso por ahí... segando la vida de Don Anselmo. Francisca quiere vengarse de Venancio, el jornalero que apedreó su casa. Mauricio mandará al resto de jornaleros a que le den ellos mismos la lección.
Tristán lleva a Pepa a La Casona a pesar de las continuos desplantes de su madre; tiene algo muy importante que pedirle a Pepa... ¿Quieres casarte conmigo? Además, Tristán le cuenta a la partera cómo Alberto mató a su mujer practicándole un aborto no deseado y cómo ha estado trabajando sin licencia médica pues se la retiraron en el crimen. Pepa le va a pedir que se vaya del pueblo y deje su vida para siempre. Pepa le amenaza con contar a todos la verdad si no se va al día siguiente. Soledad vuelve a casa. Tristán quiere vengar el daño que le Juan le ha hecho a su hermana. De momento será Don Anselmo el que ponga los puntos sobre la íes a Juan y le enseñará el camino a seguir para conseguir el perdón de Soledad. Pero ella está segura de que tal camino no existe y repudia a Juan. Para ella, él está muerto. Tristán pide explicaciones a su madre por la paliza que recibió Venancio mientras que ella le evade la respuesta. Raimundo sabe que Alfonso es el enamorado misterioso de Emilia y le urge a que dé la cara de una vez. Y está a punto de hacerlo cuando Ramiro llega angustiado porque Sebastián ha desaparecido: habían quedado para ir juntos a donde los anarquistas para que les devolvieran el dinero pero ha preferido ir solo... y no se sabe nada de él.
Pepa acepta casarse con Tristán. Francisca no bendice la unión, pero sí expresa su desprecio por la partera. Piden a don Anselmo que empiece a mover la anulación de su matrimonio con Alberto. Soledad le pide a Rosario que no interceda por Juan en su casa y cuando ésta igualmente lo hace le pone en su lugar, ella es la señorita y Rosario sólo es la criada. No volverá a hablarle de Juan. Hipólito tiene que despachar como alcalde ahora que su padre está enfermo y lo hace francamente bien... Los anarquistas parecen haberse marchado pero Los Castañeda de pronto creen ver a Virtudes siguiendo a don Anselmo. El cura efectivamente va hacia el puente donde le espera la muerte. Pepa y Tristán hacen planes de futuro ahora que parece todo les empieza a ir bien, pero no cuentan con que Carlos espera en la biblioteca...
Tristán cae inconsciente al enfrentarse con Carlos. Pero su objetivo no es Tristán sino Pepa... comienza sus artimañas para atraerle hacia él; quiere matarla... Pepa teme que algo le pueda haber pasado a Tristán por no haber aparecido cuando habían quedado, más cuando su madre le pregunte por el paradero del soldado... ¿dónde está Tristán? Pepa recibe una prenda de Tristán que le da un niño, le pide que se citen en otro lado. Pepa llega hasta el lugar, ve un cuerpo tendido, sólo es un señuelo, Carlos la tiene acorralada. Aunque grite nadie podrá oírla... Por otra parte, los vecinos quieren propiciar un cambio de alcalde; quieren que Hipólito herede el cargo de su padre. Francisca ya está al tanto de las demandas populares. Además, Rosario llega justo a tiempo para evitar que Juan se ahorque. Este le promete a don Anselmo que no volverá a hacerlo, tiene que superar lo de Soledad.
Carlos ha vuelto para matar a Pepa, la lleva por el bosque con la manos atadas. Pepa mira con horror que la intención de Carlos es quemarla viva. Alberto intenta avisar a Tristán y sale corriendo en busca de Pepa consciente del peligro que puede estar corriendo mientras el militar se recupera. El médico llega justo a tiempo para evitar que Pepa muera quemada, pero a cambio recibe una herida mortal que lo dejará moribundo. Tristán llega a tiempo para salvar a Pepa. Carlos se clava el cuchillo en el estómago, parece que todo ha acabado.. en el feliz reencuentro Carlos desaparece; no estaba tan mal como parecía. A Sebastián se le parte el alma de ver el futuro tan negro que le espera a Virtudes y la deja escapar. Así Sebastián parece aún más cómplice de los anarquistas. Efectivamente, tras las redadas propiciadas por Pedro, es detenido. Por otra parte, Pedro no puede evitar ver a su hijo como un rival... Hipólito insiste que nunca fue su intención quitarle el bastón de mando, pero en la familia Mirañar se avecina tormenta. Soledad se entera del intento de suicidio de Juan al oír a Rosario y Mariana hablar al respecto.
Pepa no cree poder hacer nada por Alberto aunque sigue con vida en el consultorio. La partera le opera, pero no consigue cerrar la herida que hace que poco a poco su marido vaya perdiendo la vida... Don Anselmo le da la extremaunción. Alberto implora el perdón de Pepa y se desvanece en sus brazos... ¿ha muerto? Mientras, Tristán y el comandante Sanz siguen el rastro de Carlos, creen que no tardarán en encontrarlo... pero no tendrán tanta suerte. El rastro se pierde en el río y lo dan por muerto. Por otro lado, Emilia desesperada por la detención de su hermano lo paga con su admirador secreto... Alfonso es testigo del momento, sus esperanzas se diluyen. Raimundo y ella van a visitar a Sebastián a la cárcel... la cosa pinta muy mal para él. Raimundo presiona a Pedro para que le aclare de qué acusan a Sebastián: ve la mano de Francisca detrás. Irá en su busca a exigirle que lo liberen. Soledad se cita con Juan para hablar con él después de enterarse de su intento de suicidio... lejos de ablandarse, a la chica le parece una prueba más de su egoísmo.
Alberto ha muerto. Celebrarán su funeral con cierto cariño, al menos en el último momento intentó redimirse. Ahora Pepa ya es del todo libre para marchar con Tristán. Francisca amenaza a Tristán con desheredarle si sigue adelante con los planes de matrimonio con la partera. Pedro apenas le dirige la palabra a Hipólito, ve en él no sólo la competencia sino la traición. Pedro echa a su hijo de casa. Juan quiere pensar que puede recuperar a Soledad, le da una nota a su hermana para que interceda por él. Soledad no abre la carta, no le quiere dar ni media oportunidad. Tristán quiere ayudar a Sebastián, pero todas las pruebas están en su contra... no está en su mano. Sebastián cree saber dónde pueden estar los explosivos, manda a los Castañeda al lugar para que se deshagan de ellos. Gerardo y Virtudes se encontrarán a los Castañeda a punto de hacer volar los explosivos y él querrá impedirlo a toda costa. Los explosivos se detonan con la pareja demasiado cerca matándoles en el instante.
Soledad decide hacer su paso por la Casona permanente, se quedará junto a su madre. Francisca es feliz ante esta noticia. Juan quiere hablar con Soledad, quiere hacerle volver a su lado... en el fragor de la discusión, la joven Montenegro rueda escaleras abajo, el golpe es brutal... A Tristán no le importa el dinero de su herencia, le vale con tener el mayor amor del mundo; seguirá adelante con sus planes con Pepa. Van a marcharse juntos, y no hay nadie que pueda interponerse. Mientras, Sebastián recibe una paliza en la cárcel, pero nada comparado con el dolor que siente al saber de la muerte de Virtudes. Pero ella no está tan lejos como ellos creen, sigue viva. Por su parte, Raimundo descubre gracias a Pedro que Francisca anda detrás de los problemas de su hijo y que todo reside en una cuestión económica, quiere la parte de la conservera del Ulloa. Pepa y Tristán se marchan de Puente Viejo y llegan al internado en el que pretenden recoger a Martín, pero el niño no está: Carlos se lo ha llevado.
El director les cuenta a Pepa y a Tristán cómo Carlos se llevó a Martín porque tenía una carta con el membrete de la familia y porque el niño le reconoció como su tío. Pepa recoge las cosas de Martín y decide salir ella misma en su busca. Pepa está a punto de caer por un precipicio cuando Tristán la socorre y le promete que nunca cejarán en la búsqueda del niño. Sebastián está recibiendo constantes palizas y está a apunto de confesar su culpabilidad para evitar seguir sufriéndolas. Francisca confiesa a Don Anselmo que quiere las acciones de Sebastián para apropiarse de la conservera al 100%, de esta manera retirará los cargos contra el chico. Raimundo, al conocer la injusticia que se está cometiendo con su hijo, decide tomarse la justicia por su mano. Virtudes se cuela en la Casona mientras Raimundo se persona con la intención de matar a Francisca si no libera a su hijo. Raimundo no cuenta con que Virtudes ha entrado con la misma intención y apunta a Francisca culpándola de la muerte de Gerardo. Francisca anuncia a Pedro su relevo definitivo como alcalde a favor de su hijo Hipólito.
Pepa y Tristán deciden volver a Puente Viejo para seguir desde allí los progresos de la búsqueda de Martín al tiempo que les prohíbe dar publicidad del caso para evitar que se extienda una alarma social. Francisca comunica a Hipólito que él será el siguiente alcalde y, como primera tarea, ordena liberar a Sebastián. Él le pide que firme una notificación para ser legítimamente apoderado de su palabra. Francisca ve que no será tan fácil de torear como su padre... La señora Montenegro ha conseguido sacar a Sebastián de la cárcel al tiempo que tilda de héroe a Raimundo por haberle salvado la vida. Él, sin embargo, sabe que esto supone la ruptura definitiva con su hijo que no admitirá que haya matado al amor de su vida por haber salvado al suyo. Francisca, asimismo, exculpa a Raimundo a quien se considera que mató a la chica en defensa propia. Mientras, Hipólito encuentra a Pedro hundido en el colmado, se le ablanda el corazón y decide montar un meeting a favor de su padre. Puente Viejo aclama a su alcalde de siempre.
Francisca echa a Pepa de la Casona cuando ésta iba a reconocer a Soledad. Mientras, la joven Montenegro no para de criticar a Juan, que empieza a empeorar... Por su lado, Tristán sale a buscar a Pepa contradiciendo a Francisca quien no quiere ver a la partera por su casa. Don Anselmo quiere hablar con Juan para reprenderle por su actitud, pero éste no se deja aconsejar, y le echa de malas maneras. Francisca empieza a tener dudas del papel de Pepa en su relación con Carlos y Martín y pregunta abiertamente, Tristán se muestra esquivo. Así, Francisca irá a ver a Pepa para preguntárselo ella misma, pero Pepa no soltará prenda a sabiendas de que si se descubre que no existe relación sanguínea con Francisca, ésta dejará de apoyar la búsqueda. Emilia, desesperada por la actitud de su padre rechaza sin saberlo a Alfonso al no aparecer su galán misterioso por ninguna parte. Sebastián vuelve al pueblo y ve que su padre no está para recibirle; efectivamente está encerrado y hundido por los remordimientos de haber matado a Virtudes. Por su parte, Raimundo va a contar a su hijo el verdadero final de Virtudes. Sanz da buenas noticias de la búsqueda de Martín. Como no ha aparecido muerto, su experiencia le dicta que no será ese el destino que Carlos quiere para el chico. Pregunta por los motivos por los que haya podido raptarlo, pero Pepa y Tristán callan el verdadero parentesco de Pepa y Carlos con Martín.
El comandante Sanz vuelve sin noticias de Martín, pero se pregunta por qué Pepa tiene tanto interés como si fuera su madre. Tristán dice que es sólo una amiga de la familia, lo que sienta fatal a la madre del niño. Mariana le cuenta a su madre cómo Soledad culpa a Juan de lo ocurrido y estás temen que si el niño muere la culpas caigan sobre el chico. Don Anselmo consigue hacer ver a Juan que todo lo pasó es consecuencia de sus actos y le pide que se responsabilice como alguien maduro. Pepa ha reconocido a Soledad que mantiene al niño con vida por los pelos. Su situación es muy delicada. De pronto unos dolores enormes atenazan a Soledad que empieza a sangrar... Sebastián quiere perdonar a su padre por la muerte de Virtudes aunque pronto ve que lo rechaza. Raimundo le aclara a Francisca que aunque le haya salvado al vida, no olvida que son enemigos, aunque admite que por todo lo que siente hacia ella habría sido del todo imposible que hubiera disparado. Ramiro aconseja a Alfonso que se sincere con Emilia acerca de los verdaderos sentimientos que le embargan hacia ella, pero este no hace más que recibir señales de que no es buena idea, ya que para ella sólo es como un hermano.
Pepa no consigue evitar que Soledad pierda al niño. Ante esta situación, Mariana acude a Juan para informarle de la perdida pero Mauricio llega antes mandado por Soledad. Este, le dice a Juan que con la muerte del niño Soledad no quiere saber nada más de la relación, por lo que Juan se marcha derrotado. Soledad sólo encuentra consuelo en brazos de su madre. Mientras, Alfonso sale de la casa de comidas hundido al ver que no tiene posibilidad alguna con Emilia. Por su parte, Sebastián admite que no cree que pueda perdonar jamás a su padre porque cree que eligió por su bien propio en vez de por el de su hijo. Entre tanto, los Mirañar se dan un capricho con el dinero que han conseguido de la venta de las tierras. Hipólito le compra unos zapatos a Mariana para que bailen juntos. Y, Pepa tiene una pesadilla en la que Martín está herido y empieza a pensar que es una premonición cuando el Comandante Sanz llega con malas noticias acerca de Carlos y el pequeño.
El comandante Sanz informa a Tristán de que se ha visto a Carlos y Martín en una diligencia yendo hacia el norte, dan por hecho que están volviendo a Asturias. Alfonso necesita olvidarse de Emilia y se va de juerga al pueblo de al lado. Cuando vuelve lo hace mejorado, pues se ha encontrado con su amigo de la infancia Severiano. Juan toma la determinación de olvidarse de Soledad y retomar las riendas de su vida. Mientras Mariana y Rosario en la Casona perciben cómo Soledad les rehuye y ven cómo está cambiando la chica, cada vez más apegada a su madre. Soledad está mejor físicamente y admite que no puede tratar con nadie que le recuerde a Juan. Pedro regala cosas caras a Dolores con la esperanza de que se olvide de comprar el coche. Mauricio informa a Francisca los desmanes de Pedro con el dinero y ella quiere saber de dónde lo ha sacado. Mauricio informa a Pepa de que al consultorio ha llegado un niño herido; Pepa cree que puede ser Martín.
Soledad sigue endureciendo su carácter, ahora ya ni se inmuta cuando ve a Mauricio maltratar a los jornaleros, más bien lo entiende. Juan admite que ha tocado fondo frente a Don Anselmo que le propone que arregle el retablo de la Iglesia para despejarle un poco la mente. Tristán llega a Asturias y se encuentra con un viejo amigo, Figueroa, a quien le cuenta la desgracia de Martín y Carlos. Parece que Figueroa sabe algo de interés, sale corriendo para comprobarlo... efectivamente, Carlos está en Asturias. El niño del consultorio es el hijo de Segunda, no Martín... Pepa pierde los nervios, está desquiciada sin noticias de su hijo. Francisca interroga a Pedro acerca de la procedencia del dinero contándole la venta ventajosa de las tierras. Francisca querrá saber más acerca del comprador para ver qué interés hay detrás. Los Ulloa necesitan reparar el tejado. Severiano llega de Villalpanda buscando trabajo. Ramiro presenta a Severiano a Emilia y Raimundo; él será el que arregle el tejado. La belleza del chico hace estragos en el pueblo, mientras Emilia trata de protegerle de la voracidad de la alcaldesa consorte. Pedro se rinde ante la presión de Dolores, comprarán el coche si es lo que ella quiere.
Tristán se propone dar caza a Carlos con la ayuda de Figueroa. Sin embargo, no será Carlos el que aparezca sino las hermanas de Elvira las que reclamen la herencia. Las esperanzas de encontrar a Martín se desvanecen poco a poco. Entra tanto, los Mirañar vuelven sin coche, ya lo habían vendido. Dolores está muy disgustada, Hipólito intentará animarla con una de sus ideas: comprará 3 bicicletas para que puedan desplazarse sobre ruedas. Por su parte, Emilia idea un plan para que su padre y su hermano se vean obligados a dialogar con ayuda de Severiano, que parece empezar a mostrar un interés especial por Emilia. Mientras, Pepa le informa a Soledad de que ya está totalmente recuperada, pero la chica parece empeñada en cerrarse a la vida, si se hace dura ya no podrán dañarla. Francisca intenta sonsacar a Raimundo si le han ofrecido comprar sus tierras, pero este no se fía mucho: sigue considerando a Francisca su mayor enemigo, aunque algo ha cambiado en ella. La doctora ha llegado, es una mujer, y tendrá el primer encontronazo con Pepa cuando cura a Emilia un corte que se ha hecho.
Raimundo y Sebastián se ven obligados a hablar cuando descubren que Emilia les ha encerrado, por lo que hacen las paces y se comprometen a olvidar todo el pasado. Mientras, Tristán decide volver a casa con Pepa al no encontrar ninguna pista sobre Martín. Sin embargo, el comandante le cuenta a Pepa que Tristán ha estado a punto de capturar a Carlos sin saber que en realidad todo ha sido una falsa alarma y está camino de casa. Severiano intenta cortejar a Emilia, que parece dejarse llevar con cierto placer. Por su parte, Alfonso se da cuenta de lo mucho que ha perdido el tiempo y del peligro que supone Severiano: le puede quitar a su Emilia. Entre tanto, Pedro no sólo no da la bienvenida a la doctora sino que la rebaja por ser mujer. Pero Gregoria le canta las cuarenta, ella es más médico que cualquiera. A su vez, Pepa querrá limar asperezas con la doctora, pero ella le echa del consultorio. Francisca admite a Don Anselmo que ella quisiera bajar la tensión con Raimundo y acabar con la enemistad que les separa. Aprovecha para ponerle al corriente de la venta de tierras que ha hecho Pedro y le pregunta si conoce movimientos parecidos. Y, cuando nadie lo espera, llega a la Casona un pastor que dice tener noticias de Carlos y Martín...
Francisca ordena que atiendan al pastor y hace llamar a Pepa quien le hace unas preguntas que ponen de manifiesto que el pastor sólo ha venido a por la recompensa y no da noticias ciertas. Juan está convencido de que Soledad le ha citado y recupera la alegría pensando que le ha perdonado. Todo es una estratagema para que Francisca sea testigo de lo mucho que ha cambiado, cuando Juan llega sufre la más grande de las humillaciones. Alfonso intentará que Severiano desista en cortejar a Emilia, pero él parece atraído de veras por la chica y viceversa. Parece que no hay nada que hacer. Pronto se encontrarán un momento a solas y se darán el primer beso... Alfonso, testigo, se hundirá al verlo. Mientras Gregoria, la médico, sigue discutiendo con Pepa aunque la partera trata de mantener un trato cordial con ella. El pueblo entero se cuestiona que una mujer pueda ser médico. Los hombres del pueblo están indignados. Con quien sí parece llevarse bien es con Francisca, forjadas las dos en el mismo carácter. Además da su primer signo de profesionalidad con un acertadísimo diagnóstico acerca de las dolencias de Francisca. Tristán quiere volver a poner a Sebastián al frente de la conservera ahora que no hay cargos contra él. Pepa ve a Tristán llegar... pero sin noticias. Pepa se desespera, no cree que vayan a encontrar nunca a Martín. Llega una carta para ella. Es Carlos, pide su vida a cambio de la del niño.
Alfonso pena por Emilia pues el romance de la joven con Severiano pasa por su momento más dulce, todo son buenas palabras y carantoñas, y se respira amor en la Casa de Comidas. Por el contrario, Juan encaja estoicamente que su relación con Soledad ha llegado a su fin. Por su parte, Francisca trata de sonsacar información a Pedro acerca de su venta, le resulta inquietante el interés que pueda tener nadie en las tierras yermas del alcalde. Mientras, Tristán cede parte de sus labores a Soledad, pero ella no está conforme con la parte que le toca. Por otro lado, Sebastián se volverá a poner al frente de la conservera, lugar que nunca debió dejar. Y, entre tanto, Pepa decide acceder a las demandas que Carlos le ha hecho por carta y mantiene una conversación con Tristán que suena a despedida. A regañadientes Pepa acepta que Raimundo la acompañe de incógnito en su cita con Carlos. Pero cuando llega al lugar Pepa no verá a nadie, aparentemente, pero unos ojos la vigilan.
Alfonso sufre al ver cómo Emilia le utiliza como su confidente de su relación con Severiano. Pepa sigue esperando a que Carlos aparezca pero Raimundo terminará tomando la decisión de llevarla de nuevo a Puente Viejo. Allí Raimundo admitirá que pidió ayuda a los Castañeda para que estuvieran ojo avizor... quizás es por eso que Carlos no se ha presentado, ¿les habrá visto? Los jornaleros perciben que es ahora Soledad quien manda en la finca. Esto afecta mucho a Mauricio que ve cómo su posición se echa por tierra. Tristán se impone a su madre y pone a Sebastián de nuevo al frente de la conservera. Gregoria, la médico, admite ante Emilia que su enemistad con Pepa es un tema de piel. Pepa confiesa a Tristán el tema de su cita con Carlos y éste pide la carta... Tristán descubre algo en ella...
La cita de Carlos no era para esa semana sino para la anterior. Pepa llegaba una semana tarde. Pepa tendrá que pedir perdón a Raimundo por haberle acusado de espantar a Carlos. Soledad enerva a Mauricio con su interés y sus ganas de aprender el funcionamiento de la finca. Mientras ella ve cómo va mejorando, ni se acuerda ya de Juan. Francisca sigue desconfiando de la venta que hizo Pedro. Y con razón, porque algo esconde el alcalde. Severiano ha decidido incluir a Emilia en sus sueños, quiere proponerle marcharse a América con ella. Pepa y Gregoria tienen un enfrentamiento por una paciente. ¿A quién elegirá la paciente?, ¿a la Pepa de siempre o a la doctora? Un coronel del ejército llega buscando a Tristán... el comandante Sanz ha desaparecido mientras seguía la pista de Carlos Castro...
Soledad impone su criterio al de Mauricio en temas de la finca, sigue el hundimiento del capataz. Juan tiene una pelea con Severiano y llegan a las manos. Rosario intercede por el amigo de su hijo; Juan no tiene derecho a pegar a nadie, y menos a un invitado de su hermano mayor. Alfonso en cambio quiere prevenir a Emilia de Severiano, pero ella está lanzadísima y muy enamorada. Raimundo ofrece a Pepa su apoyo cuando sabe que Martín es su hijo. No puede más que comprenderle y tratar de animarle por todo lo que ha tenido que penar. Francisca está encantada con el trato de la doctora, decide presentárselo a su hijo, a ver si con fortuna consigue sacar a Pepa de su corazón. Sanz puede haber caído en manos de Carlos, lo que significa que Martín está cada vez más lejos de ser encontrado. Han localizado el carro en el que huía Carlos...
El carro aparece despeñado al fondo de un barranco. Tristán le dice a Pepa que hay noticias de Martín, y ella decide marcharse con él. Cuando llegan al lugar tendrán que identificar los cadáveres. Mientras, Severiano le pide permiso a Raimundo para cortejar a Emilia. Alfonso por fin dice en alto lo que tanto tiempo lleva temiendo: Severiano partirá irremediablemente el corazón de Emilia. Por su parte, Raimundo ve a alguien que le trae recuerdos del pasado, recuerdos de terror. Tristán le hace ver a su hermana que ha cometido un gran error con el cálculo del riego. Sin embargo, su madre se muestra bastante comprensiva; se ha propuesto ganarse la confianza de su hija y lo está consiguiendo. Francisca presenta a Gregoria y Tristán, pero éste no hace mucho caso aduciendo que tiene prisa. Parece que Tristán agrada a la doctora más que el resto de los mortales. Y, entre tanto, Hipólito empieza a pensarse en serio la idea de ser tenista a tenor del talento que tiene para el deporte.
El cuerpo encontrado en el carro no es el de Martín pero podría ser el de Carlos. La preocupación por el niño aumenta... ¿Dónde está Martín? Francisca culpa a Pepa de la desaparición del niño, pues cree que Carlos la odiaba a ella y no a Tristán. Mientras, Gregoria salva la vida de Antonia, la mujer que se ha puesto de parto, practicándole una cesárea. Por su parte, Juan sigue abandonado a la vida disoluta y, tras una noche de farra, decide no ir a trabajar. Y, entre tanto, Emilia y Tristán notan algo raro en la actitud de Raimundo: ¿Qué le pasa a su padre? Además, Emilia tiene otras cosas en qué pensar, como en su nuevo novio, al que busca trabajo para que no se vaya de Puente Viejo.
La doctora Casas acusa a Pepa de ser la culpable de lo que le ha pasado a Antonia, la mujer a la que tuvo que practicar la cesárea de urgencia. Pepa admite que razón no le falta para culparle. Alfonso no puede evitar sentir unos celos enormes de Severiano, y una rabia que contiene y contiene pero que no tardará en asomar. Mauricio sigue investigando la venta de tierras mientras Francisca sigue con la mosca detrás de la oreja, sabe que hay algo que se le escapa pero aún no sabe el qué. ¿Qué persigue tan obstinado y derrochador comprador? Raimundo sigue con su tremenda inquietud mientras se debate si confesarse con su hijo o no... Pepa le hace un examen a Soledad después de su aborto, y es posible que no pueda volver a engendrar. Soledad lo acepta con estoicismo. Pradillo llega para comentar el resultado de la autopsia del cuerpo hallado en el carro... ¿Pertence a Carlos Castro?
Pradillo les confirma que el cadáver corresponde a Carlos Castro, pero no hay noticias del niño. ¿Qué puede haberle pasado? Soledad despide al jornalero que osó reírse de ella por mucho que este le ruega piedad. Severiano ha desaparecido de Puente Viejo y Emilia espera su regreso. ¿Dónde se ha metido el joven? Pepa sufre una nueva derrota ante Gregoria cuando Soledad le pide que sea ella quien se ocupe de su salud de ahora en adelante. Más tarde se demostrará que tenía razón y que estaba en lo cierto cuando decía que no podía volver a concebir. Pero las intenciones de Francisca van más allá; quiere culpar de esa incapacidad a Pepa... ¿Lo permitirá la médico? Juan vende sus útiles de pintura para poder seguir con su ritmo habitual de fiesta. Sus hermanos se encaran con él, pero una vez más poco pueden hacer ante el descontrolado Juan. Pradillo llega con malas noticias para nuestra pareja. Encontrado el cuerpo de Carlos, se suspende la búsqueda de Martín.
Tristán promete a Pepa que, por mucho que hayan suspendido la búsqueda de Martín, ellos no van a parar hasta que lo encuentren. Los problemas se multiplican para la partera que ve cómo Gregoria llega a amenazarla si no vuelve al nivel de calidad que antes ejercía en su trabajo... pero Pepa tiene la cabeza en otras cosas. Por su parte, Raimundo sigue actuando extrañamente. Emilia se pregunta qué esconde su padre mientras ella espera a que regrese Severiano quien ha vuelto a salir de fiesta, y esta vez ha perdido todo su dinero en lupanar de La Puebla. Emilia está harta de preocuparse por él... y le pide explicaciones. Mientras, Francisca exige al Alcalde que le cuente la verdad acerca de las ventas de las tierras. ¿Quién quiere hacerse con semejantes terrenos y para qué? Ramiro consuela a Soledad sin ser consciente de que Juan está fuera malinterpretando el gesto de apoyo de su hermano. Y, entre tanto, Tristán sigue un rastro de sangre, creen que puede ser de Martín.
Decide entonces buscar un acercamiento con el pueblo para ver si así con la proximidad consigue alguna confidencia... pero el primero al que se acercará será Raimundo, y como siempre ocurre, saltan chispas. Y las noticias que llegan no son buenas, pues las tierras compradas ya igualan la productividad de la de los Montenegro; suponen una gran amenaza. Severiano no se marchará hasta que Emilia le perdone, y si quiere la verdad se la dirá: sólo fue al burdel para acompañar a los Castañeda. A Alfonso se lo llevan los demonios. Pepa en cambio le hace ver a Emilia que la supuesta verdad anda un poco coja. ¡Ándate con cuidado, Emilia! Juan, muy borracho, increpa a Soledad por seducir a su hermano. La chica, dolida, promete vengarse... y Soledad no es la que era. Raimundo por fin consigue hablar con esa presencia que le inquietaba. Se llama Eulalio y ha venido a recuperar lo que le pertenece después de tantos años. Pepa es consciente de que el pueblo está perdiendo la confianza en ella y se lamenta. Pero sigue centrando su atención en la desaparición de Martín, y llegan noticias desalentadoras: Mauricio llega con la ropa de Martín ensangrentada.
Pepa y Tristán deciden dirigir su búsqueda al lugar donde han encontrado la chaquetilla. Sin embargo, encuentran sólo unos huesos y tienen que volver por miedo a que oscurezca demasiado. Si Martín vive, encontrarle es cada vez más difícil. Por su parte, Gregoria cree que si la sangre es del niño es improbable que sobreviva, es demasiada sangre. A pesar de todo, Pepa cree que todavía hay esperanza. Mientras, Soledad se propone atraer a Ramiro después del episodio de celos de Juan. Lo hace con la excusa de que necesita sus consejos y el chico no se da cuenta de que sólo es una estratagema. El enfrentamiento entre hermanos no tardará en surgir. Severiano sigue haciendo de las suyas, esta vez falta a un trabajo que le ha conseguido Emilia, pero ella no pone ningún límite a sus desmanes mientras le haga mimos. Por el contrario, Emilia mostrará resquemor hacia Alfonso por cómo se ha portado con Severiano últimamente. Raimundo le pide a Eulalio un poco de discreción y le cita para otro momento en otro lugar. ¿Qué esconde Raimundo? Al parecer, quiere recuperar a un ser muy querido: Emilia. Y, entre tanto, Francisca ordena a Mauricio extender el rumor de que el comprador misterioso es mala persona.
Pepa reacciona mal cuando Tristán le pide que asuma la muerte de su hijo y le culpa a él de no haberle protegido correctamente. Pero la noticia cae como un jarro de agua fría en toda la Casona y Francisca se muestra inconsolable. Cuando más tarde ella pida perdón a Tristán por las acusaciones, él le avisará de que algo se está rompiendo entre ellos. Juan pide más dinero al alcalde para construir la maqueta de la estatua sin saber éste que sólo quiere el dinero para bebérselo. Mientras Severiano ni tiene trabajo ni pide dinero, ¿cómo sobrevive? Alfonso tiene un mal presentimiento. Raimundo quiere ganar tiempo para ser él el que le cuente a Emilia que no es su padre. Mauricio ve con horror cómo Soledad ha fichado a Ramiro a sus espaldas y comprobar que ahora él está por encima del capataz. Aparece un joven apuesto que parece tener interés en Pepa... ¿Quién es este desconocido? No es otro que el comprador misterioso, Olmo Mesía.
Raimundo empieza a tener problemas para mantener a Emilia lejos de esa verdad que tanto puede distanciarlos. Y Sebastián empieza a estar con la mosca detrás de la oreja. Pepa no se ve con ánimos para atender a sus pacientes, y se las envía a la doctora. Por su parte, Tristán trata por todos los medios de hacerla reaccionar, incluso le pide ayuda a Don Anselmo, pero de momento sin muchos resultados; está sumida en la tristeza. Y va a peor, ahora no quiere ni ver a Tristán. No puede soportar que le diga que Martín está muerto. Soledad tiene un gesto de cariño con Ramiro en público y este empieza a dudar de las intenciones de Soledad. Mientras, Alfonso se entera de que Emilia mantiene a Severiano y arde de rabia. Y, entre tanto, Olmo se presenta como el comprador misterioso, quiere hacer frente a los rumores que se han empezado a extender de que no es de fiar. Olmo querrá hablar con Francisca y ésta se da cuenta de que conoce a Pepa... ¿qué papel juega la partera en todo esto?
Los Castañeda se pelean por Soledad; Juan piensa que Ramiro la está cortejando y este confiesa a Juan que la única meta de Soledad cuando le propuso ser su mano derecha era herirle. Ramiro dimite y Soledad traga quina. Francisca interroga a Pepa, ¿de qué conoce a Olmo Mesía? A la Montenegro todo le suena a mentira. Mientras, Raimundo y Eulalio discuten hasta casi llegar a las manos y es Sebastián el que tiene que separarlos; ahora sí o sí su padre le debe una explicación. No será éste quien se la dé sino Eulalio cuando Sebastián vaya en su busca, ¿por qué persigue a su padre? Por su parte, Gregoria intenta que Pepa reaccione y le pide ayuda con una embarazada. Lo hace porque Tristán se lo ha pedido. Las duras palabras de Gregoria hacen reaccionar a Pepa pero, cuando Tristán le ofrezca láudano para sanar la mente, ella se lo tomará muy mal, volviendo a discutir, una vez más... No pinta bien las cosas en la pareja. Y, entre tanto, Olmo viene a cenar, llaman a la puerta, Francisca se sorprende. ¿No es quien esperaba?
Pedro acude a la cena y excusa la ausencia de Olmo quien no pudo asistir. Francisca, por su parte, se toma muy mal su ausencia e inventa un plan para hacer ver a su hija que tiene posibilidades con Olmo. Mientras, Eulalio le cuenta a Sebastián que Emilia no es su hermana porque Raimundo le robó el bebé. Pero la joven también será víctima de otra mentira, la de Severiano. Su desconocimiento hace que le defienda frente Alfonso quien sólo pretende hacerla reaccionar. Sebastián, a su vez, habla con su padre: tiene que decirle a Emilia lo que ambos saben. Entre tanto, Rosario trata de hablar con Soledad para dejarle claro que no debe entrometerse otra vez en la relación con sus hijos. Sólo es una sirvienta, no es quien para decirle cómo tiene que actuar. Pepa se rinde y está dispuesta a despedir a Martín... Sin embargo, cuando llega el momento, no es capaz de hacerlo. El enorme dolor de perder a su hijo se apodera de ella y no lo soporta. En un ataque de locura acaba gritando delante de todo Puente Viejo que Martín es su hijo.
Pepa confiesa ser la madre de Martín en el funeral que se ha preparado para el niño, delante de todos. Y será Tristán el que dé las explicaciones y afirme que en realidad Martín es hijo de Carlos y Pepa. Francisca no podrá sino maldecir el día que cuidó del que pensaba su nieto. Ante este episodio, Pepa buscará estar sola. Lo que hará que Tristán cada vez se sienta más lejano a ella. Y nada ayudará menos a Pepa que ser objeto de las habladurías de todo Puente Viejo. La joven huye de todo eso con la esperanza de que su hijo siga vivo... Vuelve a la Quebrada de los Lobos, y Tristán no podrá esperar a que vuelva: sabe que el terreno es demasiado peligroso. Por su parte, Sebastián descubre con horror el pasado de su padre y de Emilia, quien creía era su hermana. Emilia recibe una nota pidiendo que se citen lejos del pueblo, no es otro que Eulalio que quiere contarle por fin su verdadera procedencia Severiano presume de estar sacando los cuartos a Emilia, lo que hace que Alfonso se muera de rabia. Y como si fuera poco, Severiano será descubierto manoseando a otra. Y, entre tanto, Soledad sigue adelante con los planes que le propuso su madre de ganarse la admiración de Olmo Mesía.
Tristán sale en busca de Pepa ante la oposición de Francisca. Cuando llega se encuentra a Pepa tirada al lado de un acantilado, casi inconsciente. Desesperado la lleva a la Casona para que la doctora Casas pueda reconocerla. Mientras, Gregoria le suministra unas gotas que le ayudaran a reposar mentalmente, pero cualquier exceso puede resultar fatal para la paciente. Francisca se aprovecha de la advertencia de la doctora y empieza a sobrepasarse con la dosis, le echa mucho más del límite marcado en el agua de la partera. Por su parte, Pedro organiza un referéndum para ver si el pueblo apoya su idea de renovar la plaza, y de paso así poner una estatua suya. La respuesta de la mayoría fue negativa lo que frustra el gran sueño de Pedro de ser retratado en piedra. Entre tanto, Dolores se sincera y le cuenta a Ramiro la infidelidad de Severiano con Emilia. Y, para sorpresa de todos, Juan ha sido detenido por pelearse en la Puebla, por lo que estará encerrado un tiempo.
El plan de Francisca de suministrar una sobredosis en los medicamentos a Pepa parece funcionar, ya que la joven despierta en medio de una fuerte alucinación en la que cree oír a Martín. Francisca seguirá con la maniobra una y otra vez hasta que la mente de Pepa se enturbie del todo. Mientras, Rosario pide ayuda a Francisca para sacar a Juan del calabozo en el que sigue encerrado, pero Soledad prohíbe a su madre hacer nada en beneficio de Juan, ya que según ella le viene bien estar una temporada encerrado. Sin embargo, cuando menos se lo esperan, Juan aparece en casa. Le han liberado, alguien ha pagado la fianza. Por su parte, Alfonso convence a Hipólito para que le diga a Emilia que Severiano se ve con otra. El chico se lo dirá por su bien, rompiendo la felicidad de la chica en mil pedazos. Pero a Severiano no le costará mucho trabajo apañárselas para que le perdone. Y, entre tanto, los Montenegro reciben a Olmo Mesía. En plena visita Pepa baja en camisón en estado alucinatorio.
Olmo decide retirarse pensando que quizás en ese momento está de más. Mientras Soledad está desaparecida. Pepa cree que hay algo en esa casa que le hace enfermar y quiere irse de allí ahora que se siente con fuerza, pero Francisca la ve y se lo impide, no al menos sin avisar a su hijo. En realidad Francisca no quiere que se vaya porque su plan de envenenarle con la medicina está saliendo a la perfección, Pepa parece una loca; Gregoria piensa que podría atentar contra su vida en cualquier momento con tal de aplacar el dolor. Francisca mientras tanto pide a Tristán que interne a Pepa en un manicomio al tiempo que ésta le pide a Emilia que la saque de allí, hay algo en esa casa que le impide sanar... Severiano y Juan vienen de estar de fiesta, ahora son los mejores amigos. Mientras Alfonso trata de hacer ver a Emilia el mal que puede hacerle una persona como Severiano, pero como viene siendo habitual, Emilia defiende su amor a capa y espada; estos dos amigos vuelven a discutir. Mientras Severiano enseña a Juan a jugar a las cartas, lo que le faltaba...
Emilia se ha llevado a Pepa de La Casona, puede que tenga razón y en su habitación va a estar igual de bien atendida. Pepa cree que hay algo malo en la medicina que le daba la Doctora, y cuando se lo diga a Tristán éste defenderá la profesionalidad de la médico. Se quieren, pero cada vez son más conscientes de lo mucho que distan de parecerse. Pepa insiste en que necesita tiempo para asimilar su nueva vida, tiempo sola. En la plaza del pueblo una mujer de aspecto estrafalario comienza a hablarle de Martín... Mientras, Raimundo ayuda a Pepa a apaciguar su mente hablándole de la muerte de su mujer. Algo en las palabras de él ayudan a Pepa a empezar a enfrentar la posibilidad de haber perdido para siempre a Martín. Severiano jura amor a Emilia, empieza a presionarle para demostrárselo en todos los sentidos, pero la chica quiere esperar a estar casados para consumar su amor. Severiano le promete que no le importa, que nunca ha querido a nadie como a ella. Sebastián se ha enterado de dónde se hospeda Eulalio, quiere convencerle para que abandone la idea de hablar con Emilia para siempre, pero no le encuentra. Emilia atiende a Eulalio en la taberna, parece que le ha contado algo acerca de un pasado turbio en el que se descarta la relación familiar de Raimundo con la chica: Emilia pide explicaciones. Soledad planea una cita “casual” con Olmo, a quien la belleza y carácter de la chica atraen desde el primer momento. Soledad ha sabido jugar sus armas de belleza desde el primer instante. Juan roba el dinero que su madre ahorra para las emergencias para apostarlas a las cartas alentado por Severiano.
Matilde comienza a hablar a Pepa de Martín, pero ella no le da crédito. Cree que no es más que una broma de mal gusto. Sin embargo, hay algo que hace que no pueda olvidar la conversación con Matilde, se agarra a un clavo ardiendo. Y lo peor es que empieza a sentirse sola, más cuando descubra las buenas migas que Tristán empieza a hacer con Gregoria. Juan empieza con buen pie en sus timbas ganando con su recién descubierta nueva habilidad. Ramiro le pide que recapacite, pero Juan no está para sermones. Hipólito prepara un arca que le salve de las inundaciones devastadoras que ha predicho habrá muy pronto. Raimundo confirma a Emilia que lo que Eulalio dice es cierto, ella no es hija de quien creía. Ella necesitará tiempo para pensar; está muy confundida. Y en la confusión, encuentra en brazos de Severiano el cariño que necesita... se acuestan por primera vez. Soledad recibe un ramo de flores de parte de Olmo. Ella tiene una misión, y la cumple a la perfección... sigue acercándose a Olmo. Matilde conoce a más gente en el pueblo... tiene una reunión con Francisca. Hablan de Pepa, no se le puede escapar.
Francisa ha contratado a Matilde para volver loca a Pepa, quiere acabar con ella sea como sea. Mientras, Matilde inicia su plan contra Pepa dando pistas de Martín que en principio sólo ella puede saber. Por su parte, Emilia le cuenta a Pepa que se ha acostado con Severiano, pero ninguna parece estar muy ilusionada. Alfonso se enterará de esto por boca de su hermano, que salió de fiesta con Severiano. Eulalio consigue emocionar a Emilia con detalles de su familia. Mientras, Raimundo teme que pueda perderla. Soledad vuelve a citarse con Olmo y Francisca cree que tiene que mantenerlo en secreto. Pepa y Gregoria empiezan una discusión en la que Tristán se ve obligado a intervenir para frenar el enfrentamiento. Sebastián aconseja a Tristán que proponga a Pepa matrimonio, demostrándole de todo lo que la quiere. Y, entre tanto, Pepa buscará a Matilde y hará lo que ella le pida si le ayuda a encontrara Martín...
Pepa se encuentra tirada en el suelo de su habitación afectada por unas drogas que ha ingerido. Cuando se recupere discutirá con Tristán: ¿por qué se empeña en dañarse? Además ya no tiene pacientes, todos prefieren claramente a Gregoria. Y ya no quiere seguir ejerciendo, Pepa se plantea irse de Puente Viejo. Severiano es atendido por los golpes que le ha dado Alfonso al tiempo que pone al corriente de lo sucedido a Emilia. Ella no puede entender por qué su mejor amigo insiste en ser tan hostil con Severiano. Este prohíbe a Emilia que vuelva a hablar con Alfonso, claro, pero lo que no quiere en realidad es que se entere de que se ha estado acostando con prostitutas. Anselmo reprende a Hipólito por ir por ahí amedrentando a la gente con sus historias apocalípticas. Emilia toma una decisión, no se irá a ninguna parte, su familia son los Ulloa. Raimundo respira por fin. A Juan se le quedan pequeñas las partidas del pueblo, contactan con Pardo el prestamista. Sebastián por fin se da cuenta de la jugada de Olmo... les están rodeando. Ha comprado todas las tierras de alrededor. Son una isla. Mauricio se suma al mazazo: deja a los Montenegro para marcharse con Olmo.
Pepa quiere convencer a Matilde para que la ayude a buscar a Martín. Sebastián comprueba que la fruta de Olmo se pudre en los árboles sólo por no vendérsela a ellos. Pepa miente por primera vez a Emilia negándole que tenga trato alguno con Matilde.
Matilde huye del lugar aterrada prolongando su pantomima y dejando a Pepa asustadísima. Emilia trata de hacerle comprender a Pepa lo absurdo de estar detrás de la pista de Matilde, pero ella no atiende a Razones. Rosario pone a Tristán al corriente de sus preocupaciones... Pepa no anda en nada bueno. Pero Tristán empieza a temer que Pepa nunca supere lo de Martín. Hipólito sigue con su promesa de hacerse cura si no acierta en la predicción del fin del mundo, y en cumplimiento de su promesa empieza a vestir sotana. Tristán intenta convencer a su hermana de que deje de ver a Olmo, pero Francisca se opone; es necesario este acercamiento para tener al enemigo vigilado. Entretanto la joven Soledad pide a su madre total independencia con el trabajo de su hermano, no quiere compartirlo con él. Pepa acaba encontrando a Matilde que sigue su plan para que la partera pierda el juicio, para ello le confiesa que Martín está sufriendo mucho.
Matilde sigue avanzando en su plan para volver loca a Pepa, ahora le dice que sólo le ayudará a encontrar a Martín si le da una cantidad importante de dinero, que Pepa no tiene. Olmo utiliza a Pepa para correr el rumor de que él paga mejor a los jornaleros, de esta manera los Montenegro verán cómo los trabajadores que han tenido toda la vida se van a trabajar a las órdenes de otro patrón. Tristán verá esto como una especie de traición y tratará de hacérselo entender a su novia... pero no va a conseguir más que incrementar la distancia entre ellos. Y Olmo sigue interesado en Soledad, pero la chica sabe lo que se hace... Mauricio entrará a trabajar para los Mesía y conocerá a Águeda, verdadero poder de la casa, es ella la que manda a Olmo sus tareas. Juan y Severiano se preparan para la gran partida. Se pretenden comportar como caballeros, se compran trajes, afilan sus maneras... Olmo ofrece un trabajo a Sebastián para que trabaje con él y deje de lado a los Montenegro, pero Sebastián no se vende al mejor postor... de momento. En una última disputa Pepa pierde definitivamente los papeles rompiendo con Tristán. Adiós, Tristán.
Tristán empieza a asimilar que quizás no pueda estar con Pepa, ella ha cambiado demasiado. Pepa por su parte lo tiene claro, ya no hay nada que les une, y no está ni para escuchar los consejos de su amiga. Mientras, Don Anselmo envía a Hipólito a catar vinos para la misa con la intención de que éste se emborrache y caiga en el pecado de la lujuria. Emilia por su parte está a la defensiva, algo le pasa con Severiano. Y sale en busca de Alfonso para desahogarse, pero éste aprovecha el momento para contarle la verdad acerca de su novio. Pero Emilia se enfada y cree que éste quiere ensuciar su amor. Matilde empieza a temer por la situación de Pepa, cada vez más acude a ella, en verdad la están volviendo loca. Francisca presiona a Matilde para que acabe con la partera, pero la mujer tiene sus reservas, no quiere llegar tan lejos, ya que estas cosas tienen consecuencias... Y, entre tanto, Sebastián trata con su padre la oferta hecha por Olmo... no puede evitar dudas, es demasiado buena para dejarla de lado, además los Montenegro tienen más preocupaciones que la conservera, no le dan la prioridad que él espera. Soledad y Olmo reconocen sentirse atraídos el uno por el otro a pesar de que no deberían. Finalmente, Pepa está a punto de conseguir el dinero que Matilde le ha pedido cuando Tristán le pilla con las manos en la masa...
Pepa no es capaz de dar explicaciones convincentes rompiendo definitivamente con Tristán. Gregoria le anima, es mejor así, su salud mental no era buena. Pepa sigue adelante con el plan y le pide el dinero a Emilia con otro pretexto. Ella, como buena amiga que es se lo da sin saber que es para dárselo a su vez a Matilde. Cuando descubra la mentira decidirá no darle el dinero. Matilde se marchará dejando a Pepa desolada. Empieza la partida importante para Juan, empieza ganando, como siempre. Sebastián rechaza la propuesta de Olmo, vale más la amistad que lo une con Tristán. Emilia discute con Severiano porque sigue en contacto con Pardo a pesar de lo que les hizo a ellos. Alfonso le contará a Raimundo la verdad sobre Severiano... éste querrá cargárselo. Soledad se encuentra con Juan cuando pasea con Olmo... la cabeza le da mil vueltas y Olmo nota que hay algo rara. Cuando Soledad le cuente la verdadera relación que mantienen, es su marido, Olmo se mostrará repentinamente esquivo. Pepa conseguirá robarle a Matilde el saquito con setas alucinógenas antes de que ésta se marche...
Matilde viene a reportar a Francisca que todo va según lo planeado con Pepa, le ha robado la bolsita con los hongos... pero Mariana ve algo... Juan lo ha perdido todo y Severiano no aparece por ningún lado, parece que le ha dejado solo ante el peligro. Emilia recibe una carta de despedida de Severiano, culpa a Raimundo y Alfonso de su marcha, dice que les tenía miedo porque sabía que querían darle una paliza. Menudo farsante. Soledad está preocupada por la estampida de Olmo, quizás sienta más de lo que pensaba por él. Francisca enfrenta a Olmo, ¿qué planea? Olmo se niega a darle explicaciones. En los negocios como en la guerra. Pepa va en busca de Tristán, pero al verlo con la doctora decide parar su plan de reconciliación. Está sola en esto y en todo... mira la bolsa con las setas. Las ingiere... mira al horizonte desde un acantilado... desde el fondo, lejos, su hijo le llama... Pepa se lanza...
Pepa despierta y se encuentra con Flora, sigue viva, ¿qué ha pasado? Emilia va a buscar a Tristán, nerviosa por el paradero desconocido de su amiga, cree que puede haberle pasado algo consciente del trato que se traía entre manos con Matilde. Pero Pepa volverá a casa después de reponerse vagamente de su estado alterado. Cuando Tristán se presente en su casa para ver su estado, Pepa se negará a darle explicaciones: ya no están juntos y no le debe nada. En cambio, a quien sí busca es a Matilde, quiere ajustar cuentas con ella. Pero será Mariana la que llegue a casa de Pepa para contarle un secreto... Mientras, algo inquieta a Gregoria cuando Tristán le cuenta cómo Pepa tiene celos por la amistad que mantienen. Claramente la médico siente algo más allá de la amistad por el militar. Por su parte, Emilia está enfadada con Alfonso y Raimundo a quienes considera responsables de la huida de su novio Severiano. Olmo aparece en la Casona después de que Soledad le confesara que está casada. Ahora es ella la que se niega a recibirlo, prefiere que espere con la intención de avivar sus deseos hacia ella. Olmo abre su corazón a Soledad que cada vez le tiene más atado. Por otro lado, Sebastián se niega a cerrar la conservera, no quiere echar por tierra sus sueños. Y, a pesar de quedarse sin trabajadores, él seguirá adelante. Entre tanto, Juan confiesa a Ramiro que tiene problemas con Pardo, espera inútilmente a que llegue Severiano para echarle una mano, pero eso no ocurrirá. Y los Mirañar siguen con sus planes de ejercer la gubernatura de las Chafarinas. Pedro quiere que Hipólito se vaya con ellos, pero este se niega a abandonar el pueblo.
Mariana le cuenta a Pepa que vio a Francisca hablando con Matilde, pero le pide que no le diga nada a nadie. Pepa entiende que todo fue un engaño desde el principio. Flora le dirá que lleve a Matilde donde ella, juntas averiguarán si es cierto que todo era un engaño. Matilde llegará hasta el chozo con Pepa donde admitirá haber estado trabajando bajo las órdenes de Francisca; tiene una carta de su puño y letra ordenándole el encargo. Pero Matilde aparece muerta al lado de la habitación de Pepa... ¿qué ha pasado? Mientras Pepa tratará de recuperar la fortaleza de la que siempre ha hecho gala y así se lo hará saber a Tristán y a Gregoria Emilia sigue enfadada con su padre por haber espantado a Severiano. Alfonso irá en busca de Severiano a Villalpanda con la intención de descubrir qué se trae entre manos y demostrar a Soledad lo engañada que le tiene. Francisca cree que Olmo pronto estará comiendo de la mano de Soledad, pero la chica tiene sus reservas acerca de lo que está haciendo: es muy duro que te partan el corazón. Pedro propone a Tristán que se convierta en el nuevo alcalde ahora que él va a marchar a las Chafarinas. Éste no presta atención al ofrecimiento... tiene otras cosas que hacer que ocuparse de la alcaldía... Luego se lo propondrá a Raimundo corriendo la misma suerte. El mesonero le aconsejará que busque a alguien tan palurdo y manipulable como él, algo que Francisca valorará enormemente. Al alcalde le parecerá una idea estupenda. Juan no sale de casa por miedo a que Pardo dé con él mientras su familia cree que puede ser que tema a Severiano. Sebastián quiere mantener la conservera abierta mientras Francisca insiste en cerrarla.
Pepa asiste al levantamiento del cadáver de Matilde, se siente acusada por todos, pero Raimundo insiste en que descubrieron juntos el cuerpo. Efectivamente, la autopsia desvela que la muerte se produjo por culpa de una ingesta excesiva de las setas alucinógenas. Pepa cree que Francisca está detrás de todo esto. A pesar de los consejos de Flora, Pepa quiere desenmascarar a Francisca. Y lo hará, irá a su casa a escupirle que sabe de su mezquindad, sabe que ella contrató a Matilde para acabar con ella y que más tarde la mató. Olmo le cuenta a Águeda que el problema que tiene con Soledad es que se ha enamorado de ella. Águeda prohíbe esa unión, no cree que pueda ser trigo limpio la chica. Olmo obedecerá los mandatos de Águeda cancelando su primera cita con Soledad, pero no tardará en romper las reglas, parece que está realmente enamorado. Sebastián sigue enfrentado a Francisca que insiste en cerrar la conservera, pero por el momento cuenta con el apoyo de Tristán. Juan sigue escondido en casa, a la espera de que aparezca Pardo. Vuelve a discutir con Ramiro, el muchacho está cada vez más lejos de su familia. Por su parte Alfonso ha conseguido un testigo en Villalpanda capaz de asegurar haber visto a Severiano con una mujer. Querrán hacer venir a este hombre para que Emilia abra los ojos de una vez.
Francisca no niega las acusaciones que vierte Pepa sobre ella, pero la echa de casa igualmente. Pepa le asegura que no sólo no va a acabar con ella sino que llegará el día en que la vea casada con su hijo. Cuando le cuente a Tristán las amenazas entre las que se encuentra la futura boda con él, éste no podrá si no sonreír. Pedro se medica más de la cuenta para poder crecer, eso y se cuelga boca abajo hasta que le da un lumbago. Por fin convencen a Hipólito para que se vaya con ellos a las Chafarinas, pondrán a la venta el Colmado. El testigo que iba a contarle a Emilia que su novio iba por ahí besándose con una chica la reconoce como la chica a la que besaba Severiano. Emilia cree cada vez más que Severiano no es infiel... los intentos de Raimundo y Alfonso por abrirle los ojos a Emilia no han servido de nada. Olmo necesita ver a Soledad, se darán el primer beso. Francisca le dice a su hija que tendrá que llegar hasta el final con Olmo para volverle loco, lo que incluye ofrecer su cuerpo. Soledad no tendrá reparos, sabe perfectamente lo que tiene que hacer. Pardo consigue dar con Juan, quiere el primer pago y le amenaza con que le pase algo a su familia como no cumpla. Flora le hace ver a Pepa que aunque desenmascare a Francisca, por la que tiene que dar pasos es por ella misma, tiene que intentar ser feliz de nuevo. Y Pepa lo hará, empezando por asumir la muerte de Martín. Pepa se encuentra con Tristán, aunque hay tensión sexual, ninguno de los dos se atreve a dar el primer paso. Pepa se propone dar el cambiazo y lo hace, todos saben que conseguirá recuperar su relación con Tristán, ella no lo tiene tan claro... Una puerta chirría... Francisca estaba esperando a alguien que por fin llega por unos pasadizos secretos... es Mauricio.
Mauricio trabaja para Francisca como topo en casa de Olmo, es así como esta descubre que en realidad él atiende órdenes de Águeda, quien ostenta el poder y el dinero... ¿Quién es esta tal Águeda? Francisca pide a su hija que averigüe quién es Águeda, ella acepta llegar hasta donde sea para conseguir la información. Más sorprendente es descubrir que esta mujer tiene un interés especial por Pepa. Olmo provoca un encuentro con Pepa para que Águeda pueda examinarla de cerca, sí, sin duda, ella es la chica a la que estaba buscando. Hipólito asegura a sus padres que alguien está interesado en comprar el Colmado, pero de momento se reserva la identidad. Llegará una carta del gobernador... Mariana está preocupada por Juan, quiere que Ramiro le ayude en lo que sea lo que le ocurra, pero éste no está seguro de querer hacerlo. Y tampoco será Severiano el que vaya a ayudarle, pues cuando aparezca confesará que no tiene intención de meterse en líos, sólo quiere desplumar a Emilia para poder irse a América con el pasaje que ella compre. Entretanto Emilia le confiesa a Pepa que está planeando marcharse a América con Severiano, se irán tan pronto como tenga el dinero. Pepa confiesa a Flora que algo se ha roto con Tristán, no sabe si van a ser capaces de recuperar este amor... Flora sigue animándole, tiene que recuperar a su amor. Sebastián y Tristán discuten por la conservera pues éste parece obsesionado en salvarla aunque sea a costa de las vidas de los trabajadores. Tristán por su parte no lo consentirá, es hora de cerrar. La disputa con su amigo entristece mucho a Tristán que encuentra consuelo en Gregoria... ella se declarará a Tristán y malinterpretará la pasividad de éste con asentimiento y le besará justo cuando Pepa había resuelto ir en su busca para solucionar su situación. Mientras Soledad se prepara para una velada íntima con Olmo, ¿será capaz de entregarse sólo para seguir los designios de su madre?
Después del beso de Gregoria a Tristán él rectificará asegurándole que no hay nada entre ellos. Mientras, Pepa se resigna a aceptar que su relación con Tristán se ha acabado. Será Flora que le anime a que luche por el amor de su vida. Pepa se compromete a cambiar y Flora se despide de ella, ya no la necesita. Soledad no puede entregarse a Olmo como quería. Mientras ella ve la espantada de Olmo con preocupación, su madre lo ve como una buena señal sin saber que su hija se ha negado a ir más allá. Alfonso no quiere contarle a Emilia que en realidad ella no se encuentra en los planes de Severiano para viajar a América, mientras la chica pide dinero a su padre para poder marcharse con su novio. Sebastián se ve obligado a parar la conservera, lo que le lleva a enfrentarse con Tristán, no es lo que él quería. Juan se presenta ante Pardo en lo que parece un acto suicida... pero tiene una propuesta...
Pepa visita a Gregoria y le dice que quiere volver al trabajo. Gregoria no encaja bien estas noticias y no quiere traspasarle sus pacientes ya que no cree que esté capacitada para ejercer. Al no conseguir el beneplácito de Gregoria, la partera decide pedir ayuda a Emilia para elaborar juntas una lista de preñadas. Su idea es correr la voz de que la Pepa de siempre ha vuelto. Olmo acusa a Soledad de haberle intentado engañar y le dice que no quiere volver a verle. Por fin, Soledad confiesa a su madre que lo ha estropeado todo con Olmo y ésta monta en cólera. Alfonso consigue, por fin, desenmascarar a Severiano frente a Emilia, y aunque el golpe duela, Emilia conoce ahora las verdades intenciones del Guapo. Tristán desconfía de la milagrosa y rápida recuperación de Pepa. Gregoria y Pepa se enzarzarán en una discusión en la que Tristán acabará envuelto, ¿a quién dará la razón?
Tristán se pondrá de parte de Pepa en un enfrentamiento con Gregoria que no tiene nada de profesional y sí mucho de sentimental, lo que ayuda a que las aguas empiecen a tranquilizarse entre ellos dos. Francisca se presta a ayudar a Gregoria para que seduzca a su hijo. Mientras tanto Pepa le pide a Tristán que le ayude a despedir a Martín, en lo que es un momento de acercamiento entre ellos dos. Pardo busca a Juan, es hora de que pague su primera parte de la deuda, tiene un trabajo para él. Pedro se despide de sus amigos de Puente Viejo ahora que parte definitivamente a las Chafarinas. Emotiva despedida en la casa de comidas. Emilia rompe con Severiano y Raimundo lo echa a patadas de casa, no quiere volver a verlo. Tristán discute con Sebastián porque este no ha seguido sus directrices en la conservera. Agueda pide a Olmo que le acompañe a Puente Viejo, ya no teme que la vean por ahí y además quiere encontrarse con Pepa... ¿qué interés tiene la mujer en Pepa?
Francisca quiere que Pepa trabaje para que provoque un error fatal que le hagan recaer en su depresión, y si no lo provocará ella, no tiene problema en forzarlo... así, Gregoria empezará a pasarle pacientes para llevar a cabo el plan. Mientras Pepa y Tristán llevan flores a Martín. Han superado su muerte. Soledad sigue sin noticias de Olmo, esta vez sí, parece, le ha perdido del todo. Cuando la joven escuche a Francisca hablando con Mauricio se dará cuenta hasta qué extremo es capaz de llegar su madre para conseguir información y verá lo manipulada que ha estado. ¿Abrirá finalmente los ojos Soledad? Hipólito se queda solo al frente del colmado ahora que sus padres se marchan. Emilia pasa sus primeros días de desamor y cae enferma de dolor, aunque pide disculpas a todos por no haber confiado en lo que decían de Severiano y quiere superarlo. Agueda se acerca por sorpresa a La Casona y se presenta ante Francisca; ¿No ardía en deseos de conocerme? Aquí me tiene.
Francisca y Agueda tienen su primer encuentro, una merienda acompañada de ingenioso cinismo. Agueda además tendrá la oportunidad de escrutar a Soledad... ¿qué intenciones tiene esta chica para con Olmo? Olmo querrá que su madre acelere los planes de destrucción de los Montenegro, él se encargará de Soledad. Juan ha tenido que hacer algo tan horrible que tiene que vomitar, claramente si pensaba que Pardo iba utilizarle como cerebro operativo, estaba muy equivocado. Gregoria le pasa a Pepa su primera paciente. Es una mujer con un embarazo complicado; Gregoria cumple así su primera parte del plan. Severiano vuelve a Puente Viejo, quiere hablar con Emilia... Emilia aconseja a Tristán que no se haga de rogar mucho con Pepa o la perderá, todos conocemos ya a esta chica y no le falta impulsividad. Y Tristán se toma en serio el consejo... empieza de nuevo este juego de coqueteo y seducción. Sebastián decide dejar la conservera, no puede seguir aguantando los vaivenes de los Montenegro. Agueda y Pepa vuelven a encontrarse... Pepa cree que es una casualidad pero la señora le saca de su error. Vengo a por ti, Pepa.
Águeda le cuenta a Pepa parte de su interés hacia ella sin desvelarle toda la verdad. Mientras tanto Tristán se entera de que Sebastián ha dimitido de la conservera. Ramiro se incorpora a filas con premura en una triste despedida del querido hermano Castañeda. Juan sigue con su trabajo cuando le dan aviso de que no aparezca por ahí al día siguiente pues están planeando cargarse a Pardo. Mariana le aconseja que hable con su conciencia, a ver si es capaz de vivir sabiendo que han matado a un hombre por su culpa. Emilia rechaza públicamente a Severiano frente a todos los que de verdad le quieren. Pepa ve cosas raras en el embarazo de esta mujer y lo comenta con la doctora, pero ésta no tiene ningún interés en ayudarla. Sin embargo, Gregoria pronto da muestras del cargo de conciencia horrible que está sobrellevando rompiendo su juramenta ante la medicina. No lo puede permitir, decide dejar Puente Viejo.
Gregoria quiere quitarse de en medio mientras su plan progresa frente a la opinión de Francisca. La médico deja a Pepa sin acceso al consultorio y sí, se marcha. Entretanto la partera está muy preocupada por la evolución de los síntomas de Gloria. Los Mesía consiguen comprar la finca tras la que andaban, el Jaral. De paso despiden a Mauricio, lo saben todo sobre él. Soledad ha recibido unos documentos y Olmo le asegura que son verídicos, le ofrece la tutela de las tierras de los Montenegro en caso de que los Mesía lleguen a comprárselas. Tristán quiere hacer las paces con Sebastián pero no llegan a buen puerto, uno quiere arreglar su amistad y el otro el estado de la conservera. Emilia sigue refugiándose en la amistad con Alfonso; Mariana, la hermana del joven, le aconseja que se sincere con ella y le diga que la ama. Juan avisa a Pardo del peligro que corre, no puede con su conciencia consiguiendo así salvarle la vida. Promete compensárselo ampliamente.
Mauricio ha sido descubierto en su doble misión en casa de los Mesía. Cada vez le quedan menos espías a Francisca y el rival es peligroso. Águeda ofrece a Pepa abrir su consultorio dentro del Jaral. La propuesta pilla desprevenida a Pepa que no entiende a qué viene semejante ofrecimiento. Olmo demuestra a Soledad que su trato con ella está lejos de ser parte de una estrategia empresarial y ella lo comprueba al ver la autenticidad de los documentos que le ofreciera el día anterior. Olmo es transparente, y sus movimientos hacia Soledad también lo son… o eso cree ella. Severiano continúa rondando el pueblo en busca de viudas que extorsionar mientras Alfonso trata de rehacer el corazón roto de Emilia. Pepa le aconseja que no se separe de ella, y él, fiel en su amor y amistad hacia ella, estará para todo lo que requiera. Tristán no deja de defender a Gregoria ante las quejas de Pepa por haber dejado el pueblo sin material médico en su ausencia. Pepa empieza a sentir unos celos irreprimibles. Cada vez se forja con más fuerza la idea de abrir su propio consultorio y no tener que depender de los caprichos de la médico. Gloria aparece buscando a Pepa en un estado muy grave, el parto empieza torcido… Olmo explica a Águeda cómo los documentos que ha entregado a Soledad son falsos… ha caído en la trampa. Ahora que Soledad si fía de él, será el caballo de Troya de los Mesía en La Casona; la situación se ha invertido en favor de los del Jaral.
El parto de Gloria ha empezado mal, el niño viene de nalgas y Pepa necesita ayuda. El bebé nace a pesar de las complicaciones, es una niña. Pero pronto saldrá a la luz la información que Gregoria ha escondido y Gloria perderá el conocimiento. Mientras en el pueblo se empieza a comentar que quizás Pepa no estuviera aún preparada para afrontar un parto. Si algo le pasara a Gloria, su negligencia se expandiría con rapidez. Francisca disfruta del momento. Pepa entrará en el consultorio por la fuerza, si la hemorragia de Gloria no se detiene, morirá. El embozado que rondaba la casa Castañeda resulta ser Paquito, hijo del portugués, le han metido en la cárcel y no tiene a dónde ir. Pide cobijo. Siendo ahijado de la familia, Paquito entrará temporalmente a vivir con la familia de Rosario. Sebastián discute con su padre al descubrir que ha intentado interceder ante Tristán a sus espaldas. Sebastián está muy ofuscado, parece no entender que lo que ha cerrado la fábrica es la imposibilidad de conseguir productos, ahora son todos de Olmo Mesía. Los Mirañar han vuelto de las Chafarinas. ¿Quién quiere ser gobernador de las Chafarinas pudiendo ser alcalde de Puente Viejo? Severiano descubre tras una noche de juerga que la viuda con la que se encama está muerta. Con el susto y las prisas, de paso, se lleva los ahorros de la mujer. Severiano liará a Juan en una buena juerga… pero por el camino se encontrará con Soledad; las buenas maneras no predominan entre ellos.
Francisca no consigue destruir la medicina que ha de salvar a Gloria porque Águeda la sorprende. Entre ellas hay acusaciones veladas, pero Pepa no está para charlas, agradece su ayuda pero las aleja del lugar. Gloria ha salido ya del peligro. Ahora es el momento de valorar, ¿por qué Águeda se empeña en ayudar tanto a Pepa?, ¿Realmente serían buenas las intenciones de Francisca al acudir al consultorio? Águeda por su parte está cada vez más contenta con Pepa. Sin embargo algo tiene en contra de su relación con Tristán, cree que no debe reanudarse por nada del mundo. Quizás haya llegado el momento… ¿De qué? Los Mirañar pasan por apuros. No sólo la broma de las Chafarinas les ha salido cara, sino que además han perdido el colmado… ¿Qué harán ahora? Alfonso comenta con su hermana que está seguro de que algo le ocurre a Emilia que Raimundo no le ha querido confesar. Algo que va más allá de la simple ruptura con Severiano. Por otro lado, parece que Juan no ha aparecido a dormir y están preocupados. Gregoria llega y encara a Pepa al ver que ha forzado el consultorio. No puede fingir ante las acusaciones de Pepa, sabía que el embarazo era delicado y que la paciente tenía problemas de coagulación y aun así no se lo dijo. Pepa ha quedado como una heroína salvando a la mujer y tiene el respaldo del pueblo. La jugada le ha salido torcida a la médico, aunque en el fondo, el desenlace le alivia.
Águeda cuenta parte de su verdadera historia a Pepa, de cómo se quedó embarazada de ella y tuvo que dársela a la partera que le atendió, a riesgo de que su padre pudiera cometer alguna tropelía contra ella. De pronto Pepa ha ganado una madre… y un hermano, pues Olmo será el primero que le dé la bienvenida a la familia. Emilia anuncia su marcha de Puente Viejo por unos días y Alfonso se escama ante las justificaciones que ofrece… cree que en realidad se va en busca de Severiano. Gregoria acusa a Pepa de robarle pacientes, cuando Pepa demuestre que eso no es así, la médico tratará de desacreditarle esgrimiendo que la habitación en la que pasa consulta no está a la altura de los estándares médicos. Esto supone un golpe para Pepa pues lo que dice Gregoria es cierto: no cumple los requisitos impuestos por Sanidad. Olmo está tramando una trampa para Soledad, y Águeda que no se fía de él, ordena a un sirviente que lo tenga vigilado. Juan se deshace del cadáver de la viuda sin entender qué ha podido pasar. Buscará a Severiano, pero sin ningún éxito, el chico a puesto pies en polvorosa. Pedro irá en busca de Juan, parece que no va a poder escurrir el bulto esta vez: Pedro viene a pedir cuentas acerca del cadáver.
Olmo enseña a Soledad los caballos y alienta sus ganas de montar al más peligroso. Pedro viene buscando a Severiano; Juan cree que se ha librado por esta vez. La sorpresa vendrá cuando se vea cómo Severiano no ha huido, todo lo contrario, ha dado cuentas de dónde se hallaba la noche en que la viuda murió; las cosas se ponen feas para Juan. Sebastián pide a Tristán y a Francisca que mire los documentos que ha preparado; cree que la conservera aún tiene posibilidades. Tristán rechaza las “gestiones en la sombra” de Sebastián y discuten agriamente. Alfonso, preocupado por la extrañeza con la que Emilia se maneja estos días, pone a Raimundo sobre aviso: cree que su hija está tramando algo. Raimundo es muy claro al respecto, Emilia tiene todo su respeto y no hay que precipitarse en el juicio. Esperarán pacientes a que llegue la diligencia. Y volverá, y se descubrirá por qué estaba tan misteriosa: Emilia está embarazada. Pepa y Águeda empiezan a recuperar el tiempo perdido. Pepa le cuenta a su madre cómo fue su infancia junto a la Balmes. Más tarde Águeda verá a Tristán y a Gregoria hablando en la plaza del pueblo, no le gusta nada la actitud de los dos y pondrá sobre aviso a Pepa… Hay algo que tiene que contarle.
Águeda miente a Pepa sobre el encuentro de Tristán y Gregoria, dice que les vio besarse. Tristán le asegura que eso es falso. ¿Por qué entonces le ha mentido Águeda? Sebastián manipula a Mariana para acceder a la póliza de seguros de incendio de la conservera. ¿Qué trama Sebastián? Olmo manipulará la cincha del caballo en el que quiere subir Soledad. Si monta con la cincha rota es muy posible que ocurra una tragedia. Águeda ha conseguido para Pepa todo el material que necesitaba para su consulta. Ahora ya no hay nada sobre lo que Gregoria pueda tener queja. Es imposible que así le pueda cerrar el consultorio a la partera. Pero Águeda quiere ir más lejos, le propone a Pepa marcharse con ella a Madrid, a estudiar medicina y recuperar el tiempo perdido. ¿Qué le ata a Puente Viejo? Emilia va a confesar a su padre la verdad, que está embarazada, pero él ya lo intuía, sólo que no quería entrometerse. Raimundo se mostrará encantado con la perspectiva de ser abuelo. Francisca parece empeorar por momentos en su estado de salud, y a pesar de las presiones de Gregoria para que se trate, la mujer se niega. Tampoco escuchará a su hijo cuando le pida que cuide su salud. Juan no suelta prenda y espera que nadie encuentre el cadáver, sabe que si esto ocurre todo estará perdido para él. Pedro llega con muy malas noticias para Juan… han encontrado el cadáver.
La oferta de Águeda es muy tentadora, pero Pepa no las tiene todas consigo, su independencia es algo que le ha llevado mucho tiempo y no va a perderla así como así. Juan cuenta la verdad de lo sucedido con la viuda, pero su historia es muy difícil de creer, y todas las pruebas apuntan a lo contrario. Y aunque se demuestra que murió de forma natural, aún falta por descubrir qué ocurrió con el robo del dinero. Por primera vez en mucho tiempo Soledad rompe una lanza a favor de Juan, podrá ser muchas cosas, pero no un asesino. Pepa le cuenta a Tristán que está pensando en marcharse a Madrid a estudiar y Tristán admite que sí es una buena oportunidad. Pepa se siente profundamente decepcionada por su respuesta y empieza a pensar que nada la retiene ya en Puente Viejo, no tiene a Martín y tampoco a Tristán. Emilia quiere ocultar su noticia sobre el embarazo el máximo tiempo posible, teme las dificultades que puedan sobrevenirle. Sebastián lleva a la conservera unos galones de queroseno. Entretanto, Águeda le propone a Francisca comprarle la Casona, no importa el precio. Eso solventaría sus problemas económicos.
Francisca promete que pensará en la tentadora propuesta de Águeda de comprarle la finca mientras esta prohíbe a Olmo atentar contra los Montenegro sin su consentimiento, a resultas del plan fallido de Olmo de estrellar a Soledad con el caballo desbocado. Tristán in extremis evita que Sebastián queme la conservera, aunque vuelven a discutir. Sebastián cree que eso salvaría los apuros económicos de la empresa que ha contratado un seguro generoso. El caso de Juan se sale de la competencia de Pedro quien tendrá que dar parte a la Puebla. Rosario propone a su hijo que se aleja de Puente Viejo, al tiempo que Soledad admite tener sentimientos encontrados por su marido. Juan está dispuesto a ir a la cárcel aunque mantiene su inocencia. Severiano aparecerá, está arrepentido de haberle pasado el marrón a Juan, pero es todo cuestión de supervivencia, dice. Tristán quiere saber qué relación tienen Pepa y Águeda, pero no consigue sonsacárselo. Será Águeda quien por fin se destape ante Francisca, ella es la madre de Pepa, y quiere la Casona para su hija. Francisca responde con cólera, jamás su casa será para una vulgar y analfabeta partera. Alfonso por fin confiesa su amor a Emilia. Antes de que pueda proponerle matrimonio, ella le confiesa que está embarazada de Severiano.. Tristán le pide a Pepa, de nuevo, que se case con él.
Pepa recibe la petición sorpresa, y sigue teniendo dudas, son muchas las veces que se han torcido las cosas. Pero no puede evitar sentir que Tristán es el amor de su vida, lo besa. Francisca echa a Águeda de su casa, pero ella le previene, va a tener que irse acostumbrando a ver a Pepa enriquecida. Emilia agradece a Alfonso su lealtad a los Ulloa pero le pide que nunca más le hable de amor.Los Castañeda visitan a Juan en la cárcel. Las cosas pintan mal para el joven que no puede decir que el dinero que le encontraron se lo había dado Pardo. Raimundo se entera de que Sebastián ha intentado quemar la conservera, el joven se confesará desesperado. A falta de una respuesta de Pepa, Tristán reitera su petición, ¿quieres casarte conmigo? Lo harán público, ante Francisca repetirán su intención de casarse. Soledad acude a la cita con Olmo, después de lo ocurrido ya no se fía de él. De pronto la muchacha saca una pistola y se la apoya en la sien, Olmo palidece, ¿Qué haces, Soledad?
Pepa recibe la petición sorpresa, y sigue teniendo dudas, son muchas las veces que se han torcido las cosas. Pero no puede evitar sentir que Tristán es el amor de su vida, lo besa. Por su parte, Francisca da la enhorabuena por su noticia de boda a la pareja, esto les causa extrañeza. La señora Montenegro presiona a Gregoria para que actúe de una vez ante Tristán y admite que jamás aceptaría a Pepa. Esto es algo personal. Por su parte, Águeda organiza una reunión “familiar” con Olmo y Pepa, pero la cosa se tuerce… cuando les informa de su inminente matrimonio con Tristán. Olmo abre su corazón a Soledad y le suplica que lo perdone. Soledad sólo le perdona la vida… Sebastián se entera de que su hermana está embarazada. Reacciona tan bien como su padre. Soledad vista a Juan en la cárcel con la intención de enterarse qué le puede suceder. Para empezar parece que le ha tocado un hueso duro de roer. Martín está vivo y están a punto de venderlo…
Francisca intenta que Gregoria secunde su plan para terminar con Pepa; alimenta los celos de Gregoria para preparar el final de la partera. Mientras que Pepa y Tristán preparan los documentos para casarse con la ayuda de don Anselmo. Águeda intenta desanimar a Pepa intentando convencerla de que le cortará sus alas. Pepa comprueba que Águeda tenía parte de razón en sus futuribles sobre Tristán, quiere aplazar los planes de marchar a Madrid. Emilia, en lugar de agradecer que Alfonso sacase la cara por ella, parece querer alejarlo. La joven le confiesa a Pepa que aleja a Alfonso porque siente algo por él. Don Anselmo da a Soledad la clave para liberar a Juan y ella parece dispuesta a hacerlo… hablará con el Juez. Pero Francisca impide que Soledad negocie con el juez corrupto y termina con el plan de su hija. Gregoria y Mauricio se cuelan en el Jaral buscando a Pepa… El plan ideado por Gregoria no funciona y Mauricio se dispone a acabar con Pepa por las bravas.
Francisca enfurece al enterarse de que Gregoria se negó a ejecutar el plan contra Pepa. Pero ella se mantiene firme, no piensa convertirse en asesina y menos aún, en chivo expiatorio de Francisca. Se ha extraviado el expediente de la boda de Tristán y Pepa. No se explican cómo se han podido perder. Águeda se encargó de llevarlos a su destino. Pepa pregunta por los papeles. Águeda no entiende cómo pudieron traspapelarse. Mientras don Anselmo está convencido de que Águeda, deliberadamente, no entregó el expediente de la boda. Olmo recibe una carta… se le oscurece el semblante. ¿Qué dice la carta? Olmo quiere “contratar” a Pardo para que haga desaparecer a Juan. Soledad les asegura a los Castañeda que está intentando ayudar a Juan, mientras Francisca presiona a su hija para que no haga nada por ayudar al muchacho. Tristán es llamado a filas como reservista. Están convencidos de que su madre es la responsable que ha actuado para evitar la boda de éste con Pepa. No hay duda, a la boda le salen trabas por todas partes.
Tristán cree que su madre es responsable de su llamada a filas pero Francisca jura no saber nada. Más tarde confirmará que es Águeda quien ha movido los hilos para que lo llamen a filas. Rosario alienta el optimismo de Juan al contarle que Soledad está intentando sacarlo de la cárcel. Pero es Pardo quien va a conseguir que Juan salga de la cárcel, pero no parece que en este caso eso sea bueno… está aliado con Olmo, y éste quiere su muerte. Alfonso le declara su amor incondicional, a Emilia y a su futuro hijo y le pide que se case con él. Entretanto, Sebastián quiere comprar la conservera, aunque Tristán no está dispuesto a vender. Una “monja” paga a los buhoneros por llevarse a Martín. El niño está sumamente impresionado, pero no tiene alternativa y se va con ella. ¿Quién es esta mujer que se ha llevado a Martín? Pepa quiere hablar con Águeda pero Olmo disculpa su ausencia. Duerme ya. Pepa se planta, no se moverá del Jaral sin hablar con Águeda. Por fin accede y admite que es ella quien está boicoteando la boda, y le confiesa cual es la razón.
Tras quedarse de piedra al enterarse de que Tristán es su hermano, Pepa acaba huyendo. Pepa le cuenta a Emilia la revelación de Águeda. Está desesperada, no puede ser que la vida se ensañe tanto con ella. Tristán busca a Pepa, de la que hace demasiado tiempo que no tiene noticias. Tristán expone sus razones para rechazar la oferta de Sebastián de comprar la conservera, este se lo toma fatal. Pardo saca a Juan de la cárcel. Olmo informa a Soledad de que sigue con sus gestiones con lo de Juan pero que éste la odia… ¿Cómo puede ser si ella ha hecho todo por sacarle de la cárcel? No sabe de las artimañas de Olmo… Parece que Emilia rechaza definitivamente la oferta de matrimonio de Alfonso. Pepa busca más explicaciones en Águeda. Ella es hija de Salvador Castro y de ella, de joven la engañó, la utilizó, la abandonó. Entonces, Pepa comunica a Tristán que no quiere casarse con él. Martín ha iniciado su andadura con Calvario… que es físicamente idéntica a Angustias.
Pepa le dice a Tristán que no pueden casarse porque son hermanos. Don Anselmo, por su parte, sigue con los trámites de la boda porque ninguno de los dos se atreve a decirle la verdad. Raimundo es el primero en ayudar a Alfonso ante Emilia, aunque las cosas no salen como ellos habían planeado. Ella quiere que le dejen en paz y Alfonso la está presionando demasiado, mal aconsejado por Hipólito. Por otra parte, Francisca no consigue que Tristán acceda a vender la conservera a Sebastián. Mientras, Soledad se indigna al enterarse por Rosario de que Juan la acusa de todos su males. Calvario intenta que Martín hable, pero el niño no articula ni una palabra. Calvario Hernando es la hermana de Angustias, la primera esposa de Tristán. Son físicamente idénticas y sólo hay algún rasgo que las diferencia: el color del pelo. Por combatir el pecado y por huir de él llega casi a límites insospechados. Astuta, calculadora y desconfiada Calvario no está loca, pese a experimentar alguna especie de arrebato místico. Al menos no padece ninguna enfermedad tipificada, pero su obsesión religiosa la ha llevado a una ceguera vital que la convierte en potencialmente peligrosa. En su peregrinar en busca de la verdad sobre su hermana Angustias involucrará de una manera terrible a don Anselmo, que conocerá sus planes y algunas de sus motivaciones reales; pero siempre bajo secreto de confesión, lo cual le hace que esté atado de pies y manos….
Francisca pide a Sebastián que mantenga su oferta y lo manipula para que se enfrente a Tristán. Sebastián se enfrenta a Tristán, como le dijo Francisca, pero éste mantiene su decisión de no vender. Pepa confiesa la verdad ante las preguntas de Raimundo, que le aconseja no jugar al secretismo. Pepa y Tristán no saben cómo manejar las novedades sobre su vida y la anulación del compromiso. Alfonso, siguiendo los consejos de Hipólito, intenta en vano seducir a Emilia con una serenata. Emilia confiesa a Pepa que sigue creyendo que no debe aceptar a Alfonso en su estado. Gregoria se acerca a Tristán siguiendo el consejo de Francisca, ofreciéndose para lo que necesite. Olmo intenta convencer a Soledad que no vale la pena seguir sufriendo por Juan. Juan se siente muy alejado de su familia y recibe la invitación de Pardo para la fiesta de bienvenida… quizás sea su última fiesta. Tristán se arma de valor para contar a su madre y su hermana la verdad sobre el origen de Pepa. Estupor generalizado.
Francisca no sabía nada de esta infidelidad póstuma de su marido y le enfurece saberlo. Francisca quiere hablar de Salvador con Águeda, el hombre que ambas “compartieron”. Pepa está destrozada por lo ocurrido. Águeda lo lamenta. Reitera su oferta de marcharse lejos de Puente Viejo. Aunque ya nunca vayan a ser marido y mujer, Tristán insiste en regalarle el anillo de compromiso. Francisca insiste en aceptar la oferta de Sebastián. Tristán sólo accede a estudiar la propuesta. Pardo y sus secuaces celebran la libertad de Juan. Juan quiere seguir los pasos de Pardo. Soledad no quiere que nadie le haga daño a Juan. Olmo le da su palabra de que así será. Pero Pardo desenfunda su pistola. ¿Se atreverá a matar a Juan? Ultimátum de Alfonso a Emilia, espera una respuesta o se marchará de Puente Viejo. Por su parte, Pepa decide devolver el anillo de compromiso a Tristán. El encuentro tiene una tensión sexual evidente, Pepa y Tristán están a punto de besarse.
Calvario cumple su amenaza de mandar a Martín muy lejos. El niño es obligado a partir… Pepa y Tristán se acercan… la partera le da un bofetón. Si alguna vez vuelve a intentar algo así no la volverá a ver jamás. Después, Tristán pasea con Gregoria cuando se encuentra con su recién descubierta hermana que camina con Olmo. El Montenegro quiere dejar claro que la doctora es sólo su amiga. Pepa no quiere explicaciones. Tristán acepta la oferta de compra de Sebastián, si tanto insiste, allá él. Tristán ha firmado porque sabe que el plan de financiación de Sebastián es inviable, tiene una cláusula por la cual si no encuentra financiación la responsabilidad volverá a caer sobre los Montenegro. Tristán le explica a su madre que no salvará su hacienda a costa de un amigo. Emilia protesta, no se dejará presionar ni acepta ultimátum de nadie. Alfonso se ha ido y Mariana no sabe qué ha podido pasar, pero Emilia sí… y no puede evitar sentir angustia. ¿Y si se ha ido para siempre? Pardo viene a dar parte a Olmo de su encargo, a estas alturas ya tendría que haberla cumplido. ¿Qué ha pasado con Juan? Unos esbirros llegan su casa, pero éste no reacciona. ¿Habrá muerto? Rosario se atreve a pedir explicaciones a Francisca. Ésta insinúa que se casó ya embarazada. ¿Será que Tristán no es hijo de Salvador? Entra una escena del pasado: Una joven Francisca llora porque se casa embarazada del amor de su vida, Raimundo Ulloa.
Francisca revive sus años de juventud, cómo se casó con Salvador embarazada de Raimundo y a su marido le explicó que el niño nació sietemesino. De vuelta a la realidad, Francisca insiste en su coartada, Tristán es hijo de Salvador. Pardo le confiesa a Olmo que no ha ejecutado a Juan Castañeda. Pardo le ordena a Juan que se olvide de Soledad para siempre pues Olmo ha puesto precio a su cabeza. Francisca facilita la hipoteca a Sebastián para que éste pueda adquirir la conservera. Tristán teme que su madre esté tramando algo… Mariana se incomoda con Emilia al culpabilizarla de la marcha de Alfonso. Olmo cree estar seduciendo a Soledad, pero en realidad es ella quien maneja el cotarro. Pepa vuelve a soñar con Martín, pero ya lo da por muerto, mira hacia el cielo, donde el niño debe estar…
Pardo aconseja a Juan que se vaya de Puente Viejo pues sabe de la orden que ha dado Olmo para matarle. Por su parte, Juan se enfrenta a su familia por defender a Pardo, a quien dice apreciar más que a Soledad. Paquito visita a Alfonso, que sigue empeñado en olvidar a Emilia. La joven pregunta a Paquito por Alfonso y éste le miente y le asegura que está mejor que nunca. Tristán anuncia que no va a vender la conservera pese a que Sebastián ha encontrado la financiación. Cuando Pepa anuncia a Águeda que no viajará a Madrid, ésta le pide que se mude a vivir con ella. Además, Olmo intenta convencer a Pepa para que tome la decisión de mudarse al Jaral. Soledad sabe alimentar el deseo de Olmo hasta enardecerlo más allá de lo que ha estado nunca. Gregoria recibe la visita de Pepa y la médico cree que va a verla al consultorio para agredirla.
Pepa visita al médico pidiéndole ayuda con sus sueños. Gregoria aprovecha para exagerar su relación con Tristán e indaga sutilmente para comprobar si Tristán empieza a sentirse atraído por ella. Soledad aconseja a Tristán que acepte la oferta de Sebastián y le consuela, es su paño de lágrimas: el joven está destrozado, su vida sentimental aniquilada. Pardo confiesa la verdad a Juan, pero culpa a Soledad de ser el cerebro del plan para asesinarlo. Juan y Soledad se encuentran y todo el odio que han ido acumulando explota entre los dos. Soledad, tras el encuentro con Juan, decide entregarse a Olmo. Emilia ve con dolor como los Castañeda la culpabilizan de la marcha de Alfonso. Entretanto, Pepa ya tiene la respuesta a la propuesta de Águeda para que se mude al Jaral.
Pepa ha decidido no vivir en el Jaral. Está feliz de ser hija de Águeda pero seguirá siendo la misma. Águeda reprocha que Olmo no la haya ayudado con Pepa por estar pendiente de Soledad. Después de hacer el amor con Olmo, Soledad sale de la casa, aparentemente sin ser vista, pero Águeda deduce que era Soledad. Gregoria también intenta convencer a Tristán de que venda la conservera. Raimundo intercede para que Tristán venda la conservera a su hijo. Después de tantas demandas… ¿Qué hará Tristán con la conservera? Pepa y Soledad tienen un encontronazo en el que comentan con acritud el parentesco que las une. Pardo viene a buscar a Juan. Con mucho misterio, le asegura que tiene algo que ofrecerle. Entretanto, Pepa confiesa a Don Anselmo que sigue amando a Tristán, no consigue matar ese amor. El cura que en su momento se llevó a Martín viene a ver a Calvario porque hay problemas graves con el niño.
Martín no reacciona en el seminario. Parece no prestar ninguna atención a su alrededor por mucho que los curas traten de doblegarle. Calvario pide paciencia con el niño y ofrece más dinero para que le den un trato mejor. Pardo asciende a Juan oficialmente ante sus hombres. Olmo le reprocha a Águeda que dé un trato amable a Pepa y un trato brusco a su persona. Olmo se desahoga con Soledad sobre sus roces con Águeda. Soledad envía una nota a Juan pero el joven se enfurece al recibir la nota que le envió Soledad. Los Castañeda no sueltan prenda sobre Alfonso por mucho que Emilia quiera saber de él; ya tuvo su oportunidad y la rechazó, ahora no les da ninguna pena que la chica se haga la torturada. Francisca "lamenta" que Pepa sea hija de Salvador. Deja claro que no tiene derecho a la herencia. Finalmente, Francisca consigue que Tristán acceda a vender a Sebastián la conservera. Entretanto, Pepa, incapaz de soportar un cuchicheo más a sus espaldas, estalla.
Pepa se encara con Salud y todos temen que llegue a clavarle el cuchillo. Cuando Pepa se dé cuenta, correrá a encerrarse en su habitación; está profundamente abatida. Tristán intenta hablar con ella para que salga de su habitación pero Pepa le rechaza y le agrede. Pedro viene a detener a Pepa porque Salud la ha denunciado a la Guardia Civil. Los Castañeda temen que las amenazas de Juan respecto a Soledad sean reales. Juan asalta a Soledad y se la lleva secuestrada por la fuerza. Sebastián queda con Tristán para ultimar el contrato por la conservera. Don Fermín amenaza a Martín. Más le vale empezar a hablar. Emilia se entera de la llegada de Alfonso y Mauricio le falta al respeto. Emilia intenta arreglar las cosas con Rosario y Mariana, pero éstas no quieren saber nada de ella.
Pepa se despide de los Ulloa, que sienten lo mismo que si se marchase alguien de la familia. Pepa no parece muy ilusionada con su traslado al Jaral y Águeda nota que no es todo lo feliz que debería. Los Castañeda ven, horrorizados, como Juan aparece con Soledad secuestrada y dispuesto a quedarse. Soledad hace perder los nervios a Juan hasta el punto de que se pone amenazadoramente violento. La familia Montenegro recibe la noticia de que Juan ha secuestrado y retiene contra su voluntad a Soledad e irán a buscarla, pero la ley le ampara, puede retener a su mujer el tiempo que quiera y éste impone su voluntad. Soledad es su esposa y se queda. Sebastián vuelve indignado tras no presentarse Sebastián a la firma. El joven teme que los Montenegro tramen algo en su contra. Emilia decide que no va a lamentarse de lo que pudo haber sido y no fue. Irá a esperar a Alfonso. Emilia espera la diligencia que trae a Alfonso, pero su ilusión se estrella al verlo bajar con Laura, una joven que ha conocido en el robledal.
Francisca no se resigna a respetar la legalidad y está dispuesta a quebrantarla por liberar a Soledad. De nada sirven las súplicas de Rosario, alentadas por la propia Soledad. Juan se mantiene firme. Francisca propone a Tristán pedir ayuda a Olmo para liberar a Soledad. Pepa se entera de la historia de Olmo y cómo sus vidas han quedado unidas por Águeda. Águeda nota que Pepa está muy perdida en su nuevo papel, pero dice tener un plan para solucionarlo. Francisca encarga a Pedro que investigue la procedencia y situación familiar de la doctora Casas. Alfonso y sus hermanos se ponen al día sobre la locura de Juan, mientras Emilia llora en brazos de Pepa tras ver a Alfonso bajar de la diligencia con una mujer del brazo. Martín intenta escapar de su encierro, pero el padre Fermín lo sorprende antes de que lo consiga.
Soledad seduce a Juan para escapar pero la estrategia no da resultado. Juan enfurece y hace una descarnada declaración de amor. A Juan le gustaría matar a Soledad... pero no puede. Mientras tanto en Puente Viejo ha aparecido una pintada ofensiva contra Emilia. Hipólito le ayuda a borrarla. Águeda quiere convertir a Pepa en una señorita. Un modisto le enseña los últimos modelos. Por fin se firma la venta de la conservera lo que supone un triunfo agridulce para Sebastián. Francisca, sin eufemismos, pide a Tristán que contemple a Gregoria como una posible esposa. El cura miente al decirle a Calvario que Martín está bien. Ella tranquila, puede cumplir con su misión. Francisca pide ayuda a Olmo, que ahora entiende el silencio de Soledad. Quiere actuar ¡ya!. Pepa sabe que Águeda le oculta algo. ¿Qué oculta?
Pepa sabe que Águeda le oculta algo pero Olmo parece estar bien aleccionado y no dice nada, pero la verdad es que Águeda y Olmo tienen secretos que aún no comparten con Pepa. Hipólito borra las huellas de la pintada y Emilia tranquiliza los ánimos de su padre y su hermano. Existen discrepancias en cuanto a la estrategia para rescatar a Soledad; Olmo es partidario de atacar mientras Tristán se niega a que se vierta una sola gota de sangre. Olmo tendrá que acatar las órdenes de Tristán, él es el cabeza de familia y decide qué hay que hacer al respecto. Tristán convence a todos de que el rescate se haga según su estrategia. Sin que su hermano se dé cuenta, Mariana da instrucciones a Soledad para su rescate. Olmo y Francisca, ponen en marcha el “verdadero” plan de rescate de Soledad. Unos borrachos se meten con Emilia y Mariana sale en su defensa. Francisca busca un acercamiento con Águeda, pero no lo consigue. Águeda le da largas. Entonces Francisca intenta acortar distancias también con Pepa. Calvario tiene intención de viajar a Puente Viejo.
Se ultiman los preparativos del plan para rescatar a Soledad. Tristán no acaba de verlo claro. Soledad está a punto de seguir las instrucciones marcadas, pero se arrepiente en el último momento. Tristán y Olmo entran en la casa y rescatan a Soledad. Pero Juan y sus esbirros ya se han ido. Francisca se entera de que Águeda se está adueñando de los privilegios que ella tenía antes, por un problema con la Junta de Aguas. Francisca quiere vengarse de Juan pero el chico sabe cómo escabullirse a pesar de los esfuerzos de Olmo para dar con él. Sebastián quiere poner en marcha la conservera y triunfar gracias a sus contactos en el ejército. Emilia descubre que las beatas del pueblo han decidido boicotear la casa de comidas. Águeda enseña a Pepa a comportarse en una mesa, quiere hacer de ella toda una señorita, pero Pepa se siente incómoda. Olmo no se fía de las explicaciones de Soledad. Águeda descubre que Olmo intervino en el rescate de Soledad y se molesta con él.
Pepa se acerca a interesarse por Soledad como pretexto para ver a Tristán, la situación sigue siendo dura para ellos. Tristán invita a Gregoria a cenar en Nochebuena, y ésta disfruta viendo a Pepa sufrir. Tristán tiene planes para la finca que difícilmente van a poder ponerse en marcha sin dinero. Francisca comprueba que Águeda es la nueva señora de Puente Viejo. Francisca confiesa a Tristán que se siente desplazada por Águeda y no le gusta nada. Soledad no quiere hablar de su encierro con Francisca, que ha recibido novedades de Olmo. Olmo renuncia a seguir persiguiendo a Juan en un alarde de aparente generosidad, pero confiesa a Francisca que sigue queriendo a Juan muerto. Emilia se entera del boicot que las beatas preparan a la casa de comidas y a su persona. Entretanto Mariana le cuenta a Alfonso lo que pasa en el pueblo con Emilia y éste sale disparado hacia Puente Viejo para ayudarla.
Tristán pide a Pepa que los Mesía dejen en paz los intereses económicos de los Montenegro. Pepa intercede ante Águeda por Tristán y ésta le promete que intentará complacerla. Olmo no deja que Soledad le mienta y se marcha, emplazándola para cuando ella quiera. Olmo disculpa a Soledad. La quiere demasiado y lo importante es que se han librado de Juan. Se celebra la Nochebuena en todas las casas de Puente Viejo, y con invitados presentes Águeda convierte a Pepa en el centro de atención durante la cena contando su historia. Alfonso se enfrenta a las beatas asumiendo, públicamente, que el hijo que espera Emilia, es suyo. El joven recibe el agradecimiento de Raimundo y Sebastián por defender a Emilia. Entretanto Alfonso y Emilia citan a sus familias que para terminar con los malentendidos. Sebastián hace chantaje sentimental a su padre para que interceda por él ante Águeda. Pepa presencia como Felipe se burla de ella y Olmo le sigue la corriente. Si Pepa ya tenía dudas acerca de su permanencia en El Jaral, esta ya es la gota que colma el vaso.
Pepa se hace notar ante Felipe y Olmo; ha escuchado lo que han dicho y les da una lección de dignidad. Olmo intenta restar importancia a lo que escuchó Pepa, pero ella sabe que oyó bien: se burlaban de ella. Emilia y Alfonso anuncian que se van a casar. La noticia es recibida con entusiasmo desigual. Estupefacción generalizada; Emilia teme no ser bien recibida en la familia Castañeda, y más después de todo lo que ha le ha hecho pasar a Alfonso. Sin embargo, en el primer momento de intimidad entre los novios, no terminarán de encontrarse bien a solas. Olmo ha perdonado por completo la “traición” de Soledad y hablan de la metedura de pata con Pepa cuando llega Rosario; quiere hablar con Olmo y no se moverá de allí hasta conseguirlo. Raimundo, aunque avergonzado, interviene ante Águeda a favor de su hijo. A partir de ahora Los Mesía proveerán de fruta y verdura a La Deliciosa. Y no será el único movimiento empresarial que realice Águeda, pues ofrecerá a Francisca comprarle tierras para aliviar su complicada situación económica. Y mientras Francisca está indignada por la oferta de Águeda, a sus hijos no les parece mal vender esas tierras. Olmo y Águeda tendrán una fuerte disputa por Pepa. Ella, consciente de lo mucho que está alterando el entorno familiar del Jaral aprovecha esa circunstancia para anunciar que ha decidido marcharse de esa casa. No es su entorno, no está a gusto, y está claro que solo ha traído disgustos. A Águeda la noticia le ha caído como un jarro de agua fría...
A solas, Águeda quiere convencer a Pepa de que no se vaya, pero ella quiere ser la misma de siempre. Águeda viene a desahogarse con Raimundo. Él le hace ver que no perderá a Pepa aunque se marche. Pepa viene a ver qué tal está Rosario tras la noticia de la boda cuando llega Tristán... Y es tan difícil dejar los sentimientos a un lado... Soledad pone a prueba a Olmo que dice no saber nada de Juan, pero da instrucciones a un sirviente. ¿Puede ser que Olmo sepa dónde está Juan y calle?. Por su parte, Rosario se enfrenta a Pardo pero él le deja claro que no tiene ni idea de dónde está Juan. ¿Dónde se habrá metido este chico? Lleva demasiados días desaparecido para cosa buena, y nadie parece tener noticias de él. Emilia y Alfonso se sinceran, es cierto que no les va especialmente bien como pareja, pero deben ir poco a poco, y es que la amistad que siempre han mantenido pesa demasiado. Tristán discute con su madre porque ella no quiere vender las tierras a Águeda. Si no accede ella será él quien las venda. Como cabeza de familia tiene potestad para hacerlo y lo hará. Pepa es llamada a La Casona para organizar la firma, pero mientras espera a ser recibida por Francisca, Pepa abre la puerta y se encuentra con... Calvario, aunque ella piensa que es ¡¡Angustias!!, personaje interpretado por Sara Ballesteros, que remueve los recuerdos de Pepa sobre Martín.
Pepa se presenta en La Casona para formalizar la compra de las tierras de Francisca cuando se encuentra con Calvario, la hermana de Angustias quien hacen revivir unos momentos que quería olvidar... al fin y al cabo Angustias se quitó la vida cuando Tristán se enamoró de Pepa. El mismo efecto tendrá sobre Tristán y Francisca, a quienes el parecido de las hermanas les parecerá muy incómodo; ha venido para ver cómo vivió su hermana sus últimos días. Hipólito quiere asaltar las diligencias cual bandolero para quitar a los ricos y dárselo a los pobres. Entre la broma y la seriedad, Hipólito entra en acción ante el estupor de la diligencia, ¿quién es este bufón armado? Rosario sigue sin tener noticias de Juan y empieza a temer que los hombres de Olmo le hayan matado. Tanta desgracia hace mella en la mujer que sufre un desmayo. Soledad también sospecha de Olmo y le planta cara... ¿ha matado él a su marido? Emilia descubre que Rosario no aprueba la boda de Alfonso y ella y tratará de ganarse la confianza de su suegra. Mientras Alfonso trata de poner paz entre Sebastián y Raimundo después de la última discusión que mantuvieron, algo que parece no sentarle muy bien al chico, ¿quién es él para meterse en sus cuitas familiares? Mientras Francisca se enfrenta a otro drama, y es que tienen que aceptar vender tierras a Águeda para poder aliviar su situación económica. La humillación se multiplica cuando Águeda informa de su intención de que la compra se efectúe a nombre de Pepa. Francisca estalla, ¡por encima de mi cadáver!
Francisca firma la venta de sus tierras, necesitan el dinero más que la honra. Tristán tendrá que apaciguar los ánimos, pero no podrá evitar sentir una desazón enorme al ver la brecha que se abre entre él y Pepa. Encontrará en Gregoria una confidente mientras Pepa es testigo de la relación que entre ellos se fragua. Se abren viejas heridas. Olmo no puede evitar que le duela que Soledad se siga preocupando por Juan de esta manera, empieza a ver que tener su corazón va a ser casi imposible. Por otro lado ve en Pepa una intromisión hacia el corazón de su madre, a quien apremia para que le cuente la verdad sobre su estado de salud. Hipólito gasta a sus padres una broma en el día de los inocentes, ¡les ha tocado la lotería! Los Mirañar no se percatan de la broma y empiezan a gastar por encima de sus posibilidades. Rosario se ve obligada a descansar o puede caer gravemente enferma. Emilia tratará de echar una mano a su nueva familia disipando de paso las dudas que Rosario pudiera sentir, y lo conseguirá. Rosario por fin verá lo enamorados que están los dos y da la bienvenida como una más a Emilia. Otra que sufre de una salud delicada es Francisca que, además empeñada en tomarse la vida muy a pecho, sigue empeorando con sus crisis nerviosas. En parte debidas a Calvario, la monja sigue apareciéndose ante la gente del pueblo que la recibe como si fuera un ánima. Sebastián y Raimundo hacen las paces aunque no les ha gustado que haya sido Alfonso el que haya mediado entre ellos. Mientras Emilia sigue pensando en la forma más adecuada para meterle en la familia...
Pepa confía a Raimundo sus preocupaciones, cree que Águeda tiene algún problema de salud. Cuando está a punto de sincerarse con su madre, Calvario aparece en el Jaral impidiendo que Pepa pueda formular de momento la pregunta. Águeda y Pepa aconsejan a Olmo que se olvide sobre Soledad, pero no parece que éste les vaya a hacer caso. Olmo hace las paces con Soledad y promete enamorarla, está seguro de que lo conseguirá. Además confiesa el desprecio que siente por Pepa, desde que ella ha aparecido Águeda sólo parece tener ojos para ella. Hipólito confiesa a sus padres la verdad... no han ganado ningún premio. También es acusado de asaltar una diligencia que se ha convertido en un tiroteo; el conductor dijo su nombre y eso lo acusa a todas luces. Tristán confiesa en casa que ha tenido una pelea en la junta de regantes con los Quiroga por una desavenencia con el riego. Todos parecen obedecer ahora a los intereses de los Mesía. Emilia y Alfonso proponen a Raimundo la entrada de Alfonso en el negocio familiar, pero éste tiene que consultarlo primero con su hijo. Y Sebastián lo admite, pero sin ninguna convicción ni interés. Juan aparece en casa cuando su madre está a punto de salir a patear los caminos... vuelve como si nada hubiera ocurrido, ajeno a la incertidumbre que estaba sembrando en su familia.
Águeda confiesa su gran secreto a Pepa, tiene una enfermedad incurable. Hipólito cuenta que han matado cruelmente a dos perros de los Quiroga... las sospechas pronto caen en Tristán por el encuentro reciente con los hermanos. El rumor se extiende, ocasión que aprovecha Águeda para ir a departir con Raimundo con quien empieza a hacer muy buenas migas. Juan ha vuelto a casa con Enriqueta, una chica con mucho desparpajo a quien ha nombrado “ayudante”. La chica no tarda en integrarse en la vida familiar. Hipólito es acusado formalmente por la Guardia Civil de haber atracado la diligencia. Tendrá que sufrir arresto domiciliario hasta que el juez dicte sentencia, pronto empezará a comportarse como un viejo reo. Raimundo y Emilia le prestan a Sebastián el dinero necesario para comprar los quemadores y poder arrancar así por fin con la producción de la fábrica. Mientras Alfonso se ha incorporado en la casa de comidas y su presencia empieza a notarse para bien. Emilia, muy contenta querrá mostrarle su felicidad con una muestra de cariño que Alfonso no recibe bien en público. Emilia, afectada aún por el recuerdo de Severiano, no puede evitar sentir una punzada de terror por que se pueda repetir. Pepa y Tristán tienen un encuentro que también acaba en encontronazo... no pueden estar más distanciados. Mientras tanto, todo Puente Viejo se prepara para dar la bienvenida al Año Nuevo.
Pepa pide permiso a Águeda para consultar a Gregoria su caso y también pide que deje de hacer la guerra a los Montenegro. Olmo parece aprobar la iniciativa y que Gregoria investigue acerca de la enfermedad, por una vez toda la familia estará de acuerdo. Pepa volverá a vivir al Jaral ahora que sabe el destino desdichado que parece esperarle a su madre. Alfonso ha decidido que va a trabajar de leñador, no quiere estar en la casa de comidas si no es bien recibido. Emilia verá en este alejamiento de Alfonso un renacer de sus sospechas, llegando a creer que está con otra mujer cuando le ve hablando con una chica en el pueblo. Pepa pone a Gregoria al corriente de la enfermedad de Águeda y ésta promete esforzarse en investigar la enfermedad y su posible tratamiento, será su mayor reto profesional. Francisca se encuentra con Águeda y Raimundo paseando juntos; no le gusta nada esta nueva amistad. Mientras tanto, Calvario no tiene intención de abandonar la Casona y parece empeñada en conseguir información sobre Pepa. Olmo y Soledad, por su parte, siguen descubriendo las muchísimas cosas que tienen en común, sobre todo en cuanto a rencores. Los rumores del monstruo que ha matado a los perros de los Quiroga llega a oídos de Francisca, y hay algo en la descripción que se ofrece de ese individuo que incomoda a la señora Montenegro.
Águeda recibe una invitación para un baile de gala y Pepa promete que le acompañará. Tristán se ofrece como profesor de baile para Pepa y ella es consciente de que en fiestas como estas tendrá que hacer una demostración pública de su destreza como bailarina. Llega el momento de las clases y Tristán y Pepa están cada vez más cerca. El movimiento hace el resto... lo que empieza en clase, acaba en un beso apasionado. Emilia y Alfonso ya has puesto fecha a su enlace. Emilia habla con su hermano respecto a Alfonso ya que no sabe qué tiene contra él. Sebastián se ve obligado a dar su bendición ya que no tiene nada en contra de su futuro cuñado. Calvario sigue haciendo preguntas por la Casona y Mariana empezará a relatarle la verdad acerca de la vida de Angustias...
Pepa despierta de su sueño. Su beso con Tristán solamente ha sido eso; un sueño. La joven se siente desolada porque cree que no podrá nunca superar ese amor. Tanto es así que decide cancelar la clase de baile que tenía pendiente con Tristán para acabar aprendiendo con Olmo. La ciudadanía de Puente Viejo organiza batidas para dar caza al ánima... a pesar de las negativas de Tristán, que se niega a colaborar. Con esto, las suspicacias se multiplican. Pedro acaba confirmando lo que todo Puente Viejo piensa: que Tristán tiene que ver con los ataques nocturnos. Juan ha entrado en Jaral para negociar ya que quiere cambiar el precio de su cabeza por la nulidad matrimonial con Soledad. Olmo manipulará a Soledad para que le pida que no mate a Juan y negocie con él. Olmo le hará entonces firmar un documento que tacha a Soledad de débil mental, y a pesar de la negativa de Juan, le insiste en que esta es la única vía para poder llevar a cabo la nulidad. Hipólito, que está convencido de que se quedará calvo, compra un vigorizador de pelo a un charlatán. Obsesionado por acabar con su futura calvicie, no para de aplicarse el ungüento.
Calvario sigue preguntando por su hermana y por Martín. Dolores le dará más pistas y parece que el nombre de Pepa cada vez aparece más y más ligado al destino fatal de su hermana... pero será Francisca la que ponga el broche final: Martín era hijo de Pepa, no de Angustias. Pepa no podrá acompañar a Águeda al baile ya que coincide con la boda de Emilia. También confiesa que no ha olvidado a Tristán, aunque le promete que lo hará. Su madre no tiene ninguna duda de que así será. Tristán cuenta a Gregoria y a Pepa las acusaciones que se están vertiendo sobre él. Cuando él no esté delante, la médico le preguntará a Pepa si sigue enamorada de él. Ella, indignada por tal indiscreción, le recuerda que ni son amigas ni lo serán. Enriqueta ha conseguido entrar en casa de los Castañeda con buen pie ganándose al personal con su gracia natural. Hipólito sufre las consecuencias del abuso del crecepelo... ¡Se le ha vuelto azul! Olmo enseña la declaración jurada de Juan en la que la desprecia como esposa loca. Esto le partirá el corazón.
Francisca le cuenta a Calvario la verdadera historia de Martín. Calvario nota cómo va aumentando su ira por momentos. Más tarde, Calvario se encuentra con Pepa y le exige que le cuente la verdad desde el principio. Pepa no tiene nada que esconder y narra la historia de la demencia de Angustias y de cómo incendió la casa de Elvira y Carlos para poder dar un hijo a Tristán. Por último, Calvario pregunta Tristán si verdaderamente quería a su hermana. Alfonso vuelve de la despedida de soltero. Aún le queda por apurar los últimos detalles, entre ellos: los anillos. Hipólito se compromete a agenciarse unos antes de la boda. El drama está servido. Soledad se entera de que Juan vive ahora con otra mujer. Ella no puede evitar ver cómo renacen viejos sentimientos de celos, odio... y dolor. Juan le ha vuelto a partir el corazón. Olmo le promete que jamás le hará sufrir como Juan y ella se refugia en esa promesa. Gregoria tiene los resultados de las pruebas que le ha hecho a Águeda. Pepa quiere saber los resultados inmediatamente.
Gregoria trae buenas noticias, la enfermedad de Águeda parece estancada, hay tiempo para seguir investigando. Juan sueña con Soledad, parece que a los dos se les hace difícil olvidar el amor que se tuvieron. Sin embargo parece que eso tampoco cuadra con los planes de Enriqueta, enamorada de Juan. Calvario por fin nos muestra su verdadera cara, se confesará ante Don Anselmo que no podrá evitar ver similitudes con la inestabilidad de Angustias. Calvario nota como su ira crece y no puede evitar mentir mientras el mal se apodera de ella. Tristán se acerca donde Pepa para agradecerle su apoyo cuando el pueblo se entretenía culpándole de los ataques, pero en el fondo sólo es una excusa para verse de nuevo con una coartada. No pueden enterrar el pasado, ninguno de los dos. Tristán reprocha a su madre haberle contado a Calvario la verdadera historia de Angustias, cree que es algo que debería quedar enterrado para siempre. Soledad se entera de que la mujer que vive con Juan fue prostituta y no puede evitar que su dolor se multiplique. Soledad se siente menos que un objeto de usar y tirar, Juan ha vuelto a dañarla. Es la boda de Emilia y todo el pueblo está presente en uno de los enlaces más felices que se ha visto en tiempo. Tristán quiere acudir a la boda pero Francisca está muy nerviosa, cree que si anda de noche le intentarán dar caza convencidos de que él es el ánima que campa por ahí. Y es que Francisca tiene motivos para saber que es cierto lo que dicen, y que tampoco es tan descabellado que le puedan relacionar con Tristán.
Olmo descubrirá que la enfermedad de su madre se ha estancado y verá en el despiste de no habérselo contado toda una conspiración. Además el joven no aprueba la amistad que Águeda comparte con Raimundo, cree que es una falta de respeto a la memoria de su padre. Cuando se desahogue con Soledad descubrirán que tienen mucho en común, pues la misma humillación que siente él con Águeda la siente Soledad con Juan. Alfonso y Emilia amanecen como marido y mujer, felices de poder compartir toda la vida que tienen por delante. Sebastián va a reunirse con su contacto del ejército, a Raimundo todo le huele muy mal. Y es que el padre no se fía de Sebastián, cree que sus negocios no están en la vía de la legalidad y Raimundo acierta; Sebastián no ha arreglado los quemadores y puede meterse en un lío muy gordo si no puede esterilizar correctamente las conservas. Juan ha ido a ver una venta para poner ahí su negocio... ¿Qué planea este chico? Un paisano de Puente Viejo sufrirá el ataque del ánima. Cuando Tristán se lo cuente a su madre esta se pondrá muy nerviosa. Paquito querrá darle caza. Mariana querrá convencer a Paquito de que vuelva a casa, pero para cuando quieran darse cuenta, tendrán al monstruo a su lado.
Francisca, muy intranquila, interroga a Mauricio sobre el secreto que ambos guardan, cada vez está más cerca el conocer toda la verdad sobre el gran secreto de los Montenegro. Entretanto Rosario presiona a Francisca, hay que decir la verdad antes de que ocurran cosas más graves que lamentar. Soledad se encuentra con Juan, quien lleva del brazo a Enriqueta. La tensión no tarda en estallar entre ellos; ambos tiran a matar. Raimundo se enfrentará a Sebastián que intentará hacerle recapacitar antes de tirar todo por la borda, pero el padre intenta hacerle comprender que si se doblega al chantaje todo le irá por el mal camino.
Francisca se niega a decir la verdad sobre el ánima, aunque Tristán parece haber oído más de la cuenta. Tristán acudirá a Pepa para que le ayude a descubrir qué hay detrás del silencio de Francisca; si Salvador Castro está detrás de todo este misterio Pepa tiene derecho a saberlo. Irán a donde Rosario para que les diga la verdad, pero la cercanía de Mauricio la espanta. Mauricio pasará entonces a ser el primer objetivo de los dos hermanos. Juan revela su objetivo empresarial en la reunión, quiere abrir un casino que dé fama a la comarca. Alfonso regala los verdaderos anillos de compromiso a Emilia. No pueden estar más enamorados. Cuando están en plena celebración Paquito descubre que un embozado espía desde la ventana. ¿Quién es? Don Alejandro, el contacto del ejército, empieza a mostrar la cara que Raimundo predijo. Primero extorsiona a Sebastián, después le amenaza y luego le promete que todo irá bien. Sebastián cierra un trato que suena más a sentencia de muerte. Pepa le pide a Raimundo que extienda el rumor de que el ánima ha vuelto a atacar para ver qué movimientos hace Mauricio. Efectivamente irá directamente a ver si el monstruo sigue en su sitio... y Tristán irá detrás. Así es como Tristán descubre finalmente a Efrén...
Efrén es el nombre del ánima que ha estado aterrorizando a Puente Viejo, sólo es un muchacho que ha estado toda la vida encerrado. Cuando Calvario le vea, entrará en semejante estado de nervios que le ahuyentará. Pepa tiene que ir a la Casona a calmar a Calvario. Rosario explica el origen de Efrén. El muchacho es hijo de Salvador Castro y de una sirvienta a la que violentaba constantemente. A raíz de una paliza, a la madre se le adelantó el parto muriendo al instante. El niño, nacido con una minusvalía, fue mandado matar. Mauricio se apiadó de él y no tuvo otra opción que esconderle por miedo a que Salvador lo encontrara. Efrén por lo tanto es un Castro, como todos los demás. A todo esto, Francisca se entera de que Efrén a salido a la luz y tiene que dar explicaciones. Ella era una mujer engañada que se vio obligada a obedecer a su marido. Una vez muerto no pudo hacer nada por un chico que ya era un monstruo. Dolorosamente, en esa época los ‘diferentes’ tendían a ser escondidos. Ella poco pudo hacer... Soledad firma los documentos para solicitar la nulidad matrimonial. Al instante, Olmo le pide matrimonio. Ella se lo tiene que pensar, quiere darle el sí quiero estando completamente libre y no quiere caer el mismo error dos veces. Juan agasaja a las fuerzas vivas para tener una respuesta positiva a su plan de negocio. Sin embargo Don Anselmo pronto cazará las intenciones de Juan y no se lo pondrá nada fácil. El embozado, Efren, se escapa de Paquito y de Alfonso que no son capaces de dar con él. Paquito parece saber quién es el embozado misterioso pero no lo quiere compartir con Alfonso.
Pepa consigue dar con Efrén y logra calmarlo, parece que el chico se fía de ella y sabe que es buena. Cuando está a punto de conseguir su confianza, un grupo de hombres armados aparece y corren tras él. Pepa lo defiende de la turba ganándose definitivamente al muchacho, es entonces cuando lo lleva directamente a La Casona. Pero en La Casona los planes de Francisca no son los de rectificar y querrá devolverlo al lugar a donde ha sido confinado tantos años. Para sorpresa de Pepa, Tristán estará en parte de acuerdo con su madre, tanto cambio brusco puede por terminar de desorientar del todo a Efrén; él cree que hay que ir poco a poco devolviéndole al mundo al que tendría que haber pertenecido. Sebastián y Raimundo discuten agriamente, Sebastián está empeñado en seguir su plan y su padre no puede hacer nada para convencerlo de lo contrario. Soledad acepta la propuesta de matrimonio de Olmo al ver las locuras que ocurren en su familia, en concreto, después de descubrir que Efrén es su hermano. La vida le supera. Calvario, después de tanta maldad vista en casa de los Montenegro, resuelve escribir al padre Fermín. Decreta que no quiere devolver a Martín a su familia, son demasiado mezquinos, y tiene otros planes para el niño.
Calvario ha decidido que entregará el niño a Pepa, pero previamente confirmará que lo merece, tiene que verificar que es una buena mujer. Pepa le está contando a Águeda los planes que tienen para Efrén cuando Calvario llega por sorpresa, ha decidido pasar más tiempo con Pepa; la chica acepta incómoda. Con la ayuda de Pepa, Gregoria consigue examinar a Efrén y cree que el muchacho nunca será una persona normal. Olmo va a ver a Soledad y se encuentra con Francisca. Ella le recibe educada pero incómoda. Soledad está nerviosa porque no se puede sacar a Juan de la cabeza y por la presencia de Efrén. Alfonso y Paquito estarán pendientes de que Severiano no vuelva por esos lares. De momento parece que hoy no aparece... Hipólito le pide a Don Anselmo que cambie de parecer, pero el cura se niega a dar su autorización porque teme que el casino sea la tapadera de un lupanar. Francisca siembra en Sebastián la duda de que Raimundo y Tristán traman algo contra él. Malmetido por Francisca, Sebastián se muestra hostil con Tristán, que se marcha ofendido. Calvario le pide a don Anselmo que diga en la homilía toda la verdad sobre Efrén...
Tristán quiere saber qué van a hacer con Efrén a partir de ahora. Francisca se desentiende totalmente mientras su hijo insiste que quiere traer al muchacho a vivir a la Casona. Soledad se opone fervientemente. Muy enfadado, Raimundo deja claro a Sebastián que sólo quería que Tristán y él se reconciliaran. Calvario cuenta a Pepa y Águeda que don Anselmo ha dicho toda la verdad sobre Efrén en la homilía. Francisca está que se sube por las paredes, ¿acaso se ha vuelto loco don Anselmo? Don Anselmo se explica. Fue Calvario la que le pidió que hablase de Efrén en la homilía. Pepa le explica a Efrén que a partir de ahora vivirá a la Casona. Calvario comprueba por sí misma lo buena que es Pepa. Soledad, todavía pendiente de Juan, comprueba que los rumores sobre el negocio que quiere montar en el pueblo son ciertos. La mujer del alcalde, Dolores, ha decidido montar un taller de costura en el colmado. Tristán discute con Francisca por el futuro de Efrén. Entretanto Gregoria le cuenta a Tristán que su madre está muy enferma.
Pepa y Tristán hablan de la delicada salud de sus respectivas madres. Tienen un momento tierno entre los dos, otra vez están en una situación similar que les une. Olmo le cuenta a Águeda su compromiso con Soledad Montenegro, mientras que Pepa intenta que Olmo acepte la amistad de su madre con Raimundo, a lo que el muchacho se niega. Entretanto, Raimundo se consuela de todos sus problemas con Águeda y ella está a punto de confesarle su amor... Raimundo consigue por fin que Sebastián y Tristán vuelvan a rencontrarse. Sebastián cuenta su plan: hipotecar la casa de comidas y las tierras de Raimundo para sacar adelante la conservera, pero Alfonso se niega. Pepa va a sacar a Efrén de la gruta, pero antes quiere saber si Tristán está seguro de lo que quiere hacer. Finalmente, Efrén es recibido en la Casona y se encuentran cara a cara con Francisca, su carcelera. Calvario cuenta a don Fermín, por carta, lo bien que se llevan Pepa y Tristán, y empieza a sospechar las verdaderas razones por las que se llevan tan bien. Francisca amenaza a Calvario, si vuelve a airear algo de lo que ocurre en La Casona la echará. Dolores ofrece a Soledad que sea su socia en el taller de costura, pero la joven se ríe de ella.
Francisca y Efrén se encuentran cara a cara... y ante el horror de Francisca, y la incomodidad que ésta genera, el chico está a punto de agredirla. La intervención de Tristán y Pepa dan por zanjado tan desdichado encuentro. También Soledad se niega a tener cerca a Efrén, para desesperación de Tristán. Francisca se encierra en la biblioteca y pide no ver a nadie, aunque Tristán se queda con ella. Tristán no tiene forma de conocer el verdadero estado de salud de su madre, que se niega a hablar del tema. Pero la patrona sólo accede a hablar con Pepa, y entre otras cosas ella le reconoce a Francisca que sigue sufriendo por Tristán. Sebastián intenta convencer a Alfonso de su proyecto de negocio sin mucho éxito señalando el riesgo al que pone a la familia con sus pretensiones. Sebastián asegura que respetará su negativa. Sin embargo Sebastián manipula a Raimundo, presionándolo para que no tomen en cuenta a Alfonso. Raimundo, incómodo por la casi confesión de Águeda, se marcha. Mientras ella intentará limar asperezas con Olmo y apoyará sus pretensiones ante Francisca. Pardo pone en evidencia a Enriqueta y presiona a Juan para que solucione la licencia de inmediato. Raimundo se presenta en la Casona para hablar con Francisca, que parece a punto de confesar la verdadera procedencia de Tristán...
Francisca no confiesa la verdad a Raimundo y terminan enfrentándose por Efrén. Raimundo se encuentra con Águeda y Pepa, que detecta la incomodidad entre los dos. Águeda reconoce ante Pepa que se está enamorando de Raimundo y teme asustarlo. Raimundo, ante la manipulación de su hijo, presiona a Alfonso y éste da un paso atrás. Que decida la familia… Pero para desesperación de Sebastián, Emilia apoya a Alfonso y se niega a ayudarle económicamente. Águeda se ve con Francisca para hablar de los chicos y su compromiso comprobando, sorprendida, que no sabe nada. Águeda hace dudar a Olmo sobre la razón por la que Soledad no ha contado nada a Francisca. Francisca interroga a Soledad sobre sus verdaderas intenciones con Olmo Mesía. Calvario sigue empeñada en manipular a Efrén y Pepa se enfrenta a ella, esta vez con mayor dureza. Pepa se enfrenta a Tristán, avisándole de que está especialmente harta de Calvario. Calvario insiste en ser “amiga” de Pepa y Pepa la manda a paseo, ofendiendo a la monjita. Rosario reprocha a Juan su cambio de vida y Enriqueta le presiona para tomar soluciones y llevar a buen puerto la consecución del permiso de apertura del Casino. Alfonso, con la ayuda de Paquito, vigila la casa de comidas. Paquito teme que a Juan le pase algo. Alfonso, con la ayuda de Paquito, atrapa al embozado. Es Severiano y viene por su hijo. Calvario está a punto de confesar a don Anselmo el verdadero motivo de su interés por Pepa…
A pesar de las presiones de Don Anselmo, Calvario no confiesa toda la verdad sobre Pepa. Alfonso intenta hace ver a Severiano que está equivocado y se cita con él para aclararlo. Pepa reconoce ante Águeda que se está volcando en Efrén para sentirse útil. Calvario acusa a Pepa de ser la culpable de que Efrén no quiera verla. Pepa intenta aclarar las cosas con Calvario, pero la monjita parece tenerlo muy claro. Pepa confiesa a Emilia que espera que Calvario no se entere nunca de la historia con Tristán. Pepa propone a Tristán pasear con Efrén y enfrentarse a las miradas y los rumores sin miedo. Soledad y Olmo siguen estrechando lazos bajo la vigilancia de Francisca. Enriqueta intenta arreglar las cosas con Juan, sin éxito. Parece haber perdido la confianza. Juan intenta presionar a Don Anselmo y lo emplaza a dar una respuesta positiva en 48 horas. Sebastián ofende gravemente a Emilia y Alfonso por no haberle ayudado. Raimundo lo disculpa. Por otro lado Severiano sigue insistiendo en su paternidad hasta que Alfonso se lanza amenazante sobre él.
Tristán y Pepa dan un paseo con Efrén por el pueblo intentando que todo sea lo más normal posible. Tristán reconoce que si conociese a Pepa ahora mismo volvería a enamorarse de ella. Severiano ha venido a por dinero. Alfonso tiene tres días para dárselo o Severiano hablará con Emilia. Paquito no quiere que Alfonso se pliegue al chantaje de Severiano. Pero Alfonso no ve otra salida. Alfonso está a punto de robar el dinero de la casa de comidas. Pero no lo hace. Pepa quiere que su madre muestre sus sentimientos a Raimundo. Águeda no se atreve. Pepa prepara una romántica merienda/cena para Águeda y Raimundo. Olmo se enfada mucho. Pepa sorprende a Águeda y Raimundo con la romántica merienda/cena que les ha preparado. Gregoria explica a Francisca que si no se cuida las consecuencias pueden ser fatales. Juan descubre que no fue Enriqueta la que le contó a Pardo que no tenía la licencia para el burdel. Francisca y Calvario asustan a Efrén hablándole de perros. El chico entra en pánico. Pepa ha ido a ver a Efrén, pero el chico ha desaparecido de la casa. Y tampoco está en su gruta.
Raimundo y Águeda están terminando la merienda/cena. Efrén aparece en el Jaral muy asustado. El muchacho le cuenta a Pepa que fue atemorizado por Francisca y Calvario. Pepa se enfrenta a Francisca por haber maltratado a Efrén. Y quiere que el chico se quede en el Jaral. Alfonso necesita reunir el dinero para Severiano y le roba el dinero que Mariana tiene guardado para su mantilla. Raimundo cree que Sebastián sabrá salir adelante. Sebastián ha solucionado sus problemas económicos y echa en cara a su familia que no le ayudasen. Juan se disculpa con Enriqueta por haberla juzgado mal. Juan presiona a don Anselmo, pero el cura se niega a dar su visto bueno a la licencia de su negocio. Francisca va a ver a Raimundo y discute con él por Águeda. Además, Francisca Montenegro le cuenta a Calvario que Tristán y Pepa estuvieron a punto de casarse. Soledad se encuentra con Efrén y éste piensa que su hermana va a agredirle…
Francisca le cuenta a Calvario la historia de amor entre Pepa y Tristán de forma truculenta, así la monja se escandaliza ante el incesto cometido. Tristán y Pepa encuentran a Soledad y Efrén departiendo amigablemente, la joven ha cambiado su actitud para con el muchacho. Mariana echa en falta el dinero y piensa que ha podido ser Paquito. Al chico le duele su desconfianza. Después entenderá que ha podido ser su hermano y trata de lanzarle indirectas por si se echa para atrás. Mariana pilla a Alfonso devolviendo el dinero; no puede estar más dolida, pero su hermano se justifica. Soledad pide a Olmo que vigile la venta que Juan quiere alquilar. Hablan de sus malos pensamientos. Alfonso le oculta a Emilia lo de Severiano. ¿Lo hace por protegerla o por inseguridad? Francisca se ha caído por las escaleras y culpa a Pepa de la caída… ¿Cómo puede ser si Pepa estaba en la cocina? Pero alguien le ha empujado escaleras abajo y su delicado estado de salud empeora la situación. Pepa insiste en que ella no ha sido y Rosario confirma que estaba con ella. Gregoria les informa de que Francisca se ha dañado las vértebras y está muriendo. Calvario necesita una confesión de urgencia. Fue ella quien empujó a Francisca por las escaleras.
Para vivir, Francisca debe someterse a una operación a vida o muerte pero puede quedar paralítica. Francisca despierta. Tristán le explica la gravedad de sus lesiones. Francisca se niega a operarse. Prefiere la muerte. Soledad habla de los sentimientos encontrados que siente por su madre. Respecto a sus oscuros deseos, ambos mantienen un prudencial secreto. Pepa le cuenta a su madre lo mal que está Francisca. Se preguntan qué harían en su lugar. Don Anselmo le pide a Pepa que se cuide mucho. Pepa le explica a Efrén que Francisca está enferma. Águeda le cuenta a Raimundo lo mal que está Francisca, por si quiere ir a despedirse de ella. Pardo ordena a Juan que utilice métodos agresivos para convencer a don Anselmo. No es una opción. Alfonso explica los motivos que tuvo para robar. Alfonso no va a sucumbir al chantaje de Severiano. El Guapo parece aceptar su derrota. Pepa consuela a Tristán que está desolado porque su madre insiste en dejarse morir. Don Anselmo le da la extremaunción. Francisca confiesa que Tristán es hijo de Raimundo. Severiano vuelve para hablar con Emilia. Quiere otra oportunidad. La quiere a ella y al niño… Francisca está en coma. Ahora la decisión de operar es sólo de Tristán.
Tristán intenta ganar tiempo antes de decidir si deben operar o no a Francisca. Tristán le cuenta a Pepa que no sabe qué decisión tomar y ella le confiesa que tampoco sabría qué hacer en su lugar. Soledad no quiere saber nada de su madre. Mientras tanto Raimundo quiere despedirse de Francisca y es Pepa quien escucha a un emocionado Raimundo despedirse de Francisca. Emilia defiende su amor por Alfonso ante Severiano, al que repudia. Alfonso y Emilia están más unidos que nunca, pero Paquito teme que Severiano contrataque. Raimundo intenta mantener unida a su familia, pero Sebastián no quiere saber nada ni de su hermana Emilia ni de Alfonso. Juan no piensa utilizar la violencia para convencer a Don Anselmo. Lo hará a su estilo pero Pardo se plantea presionar a Juan a través de Mariana. Gregoria presiona a Tristán para que tome una decisión. Rosario anuncia que Francisca empeora… Tristán toma la decisión de operar.
La situación crítica de Francisca hace recordar a Águeda que su final se aproxima con celeridad. Gregoria pide ayuda a los Mesía para el traslado de Francisca y, por supuesto, la consigue. Tristán abre su corazón a Francisca mientras ésta sigue inconsciente. Enriqueta no cuenta a Juan todo sobre la amenaza de Pardo, sólo le avisa de forma general. Juan hace ver a don Anselmo las consecuencias que traería a los suyos no conseguir la licencia. Severiano intenta manipular a Emilia pero el tiro vuelve a salirle por la culata, la joven no accede a sus deseos. Emilia se enfrenta a Raimundo, que sigue defendiendo a Sebastián pese a todo. Águeda parece creer que Raimundo sigue enamorado de Francisca pero el tabernero lo niega. Soledad confiesa a Olmo sus sentimientos encontrados sobre Francisca. Gregoria tiene que tomar los mandos de la operación tras fallar el cirujano por la meteorología. Tristán no las tiene todas consigo respecto a su madre. Se teme lo peor. La espera de los allegados termina cuando Gregoria trae noticias que no parecen buenas.
Gregoria informa a Tristán y a la familia de que las cosas no han ido tan bien como pensaban con Francisca. Ahora deben esperar. Tristán, preocupado por la actitud de su hermana, intenta que Olmo le ayude con ella. Juan está preocupado por sus cuitas con Pardo y le tiene confundido la ausencia de Enriqueta. Los matones de Pardo siguen a Mariana con muy malas intenciones. Severiano se presenta en Puente Viejo con un abogado amenazando a Alfonso y Emilia con denunciarlos. Tristán recibe una propuesta de negocios relativa a su cosecha; Tristán avisa a Sebastián de la oferta que le ha hecho su competencia y destapa la caja de los truenos. Gregoria aconseja a Tristán que trasladen a Francisca a Puente Viejo y éste acepta. Don Anselmo avisa a Pepa, hasta donde puede, de que tenga cuidado con Calvario. Pepa le cuenta a Águeda que está intrigada por la conversación que ha mantenido con don Anselmo. Entretanto, Calvario espía a Tristán y Pepa esperando escuchar algo inconveniente, pero no consigue nada. Pepa se enfrenta a Calvario exigiéndole que confiese qué oculta respecto a ella.
Ante la presión de Pepa, Calvario no dice la verdad y echa balones fuera, pero deja entrever que le está ocultando algo importante. A Soledad le gustaría que Olmo le abriera su corazón, pero no lo consigue. Francisca llega a casa. Tristán y Gregoria coordinan el traslado. Pepa felicita a Gregoria por la operación de Francisca. Es la única que lo ha hecho hasta ahora. Alfonso y Emilia no saben qué actitud tomar respecto a Severiano que vuelve y los amenaza con reclamar a su hijo legalmente. Enriqueta sigue sin aparecer, lo peor es que Mariana tampoco ha ido a trabajar. ¿Y si la tiene Pardo? Deciden ir a hablar con él. Pardo quería darle a Juan una lección, pero no tiene ni idea de dónde puede estar Mariana… Los matones han decidido actuar por su cuenta: van a divertirse con la muchacha. Calvario escribe a don Fermín. Se equivocó con Pepa, tampoco ella merece tener al niño. Francisca despierta. Está lúcida y se siente bien, pero, ¡no tiene sensibilidad en las piernas¡
El reconocimiento de Gregoria confirma que Francisca está inválida. Tristán está desolado por la situación de su madre. Gregoria lo consuela, hiciste lo que creíste mejor. Gregoria quiere exculpar a Tristán pero no lo consigue. Francisca está furiosa, la desobedeció. Olmo confiesa que sería capaz de eliminar a Águeda y Soledad, si llegara el caso, lo apoyaría. Hipólito ha averiguado que Severiano es un prófugo de la justicia. El joven huye. Enriqueta planta cara a los matones y consigue liberar a Mariana. Pardo viene a “disculparse” por lo de Mariana. Juan acepta, a cambio de inmunidad para Enriqueta. Raimundo pide ayuda a Emilia para que busque un acercamiento con Sebastián. Hay que recuperarlo. Emilia busca, inútilmente, un acercamiento a su hermano que le responde con despecho, Emilia siente una punzada en el vientre. Pepa informa del estado de Francisca mientras Raimundo confiesa lo que siente por Águeda. Águeda pide a Olmo que llame al abogado. Quiere cambiar su testamento a favor de Pepa. Olmo empieza a perder la paciencia, la palabra venganza empieza a asomar en su mirada…
Ante el cambio de parecer de Águeda, respecto a su testamento, Pepa está desconcertada. Olmo disimula su mal humor y sin embargo la tensión del momento se corta por la llegada de Sebastián que pide ayuda para Emilia, ha sentido un pinchazo profundo, ¿qué le puede pasar? El acondicionamiento del casino va a toda prisa, pero Juan no disimula su malestar con Pardo. Aunque intentan disimular, es evidente que Mariana no se ha recuperado del secuestro. Alfonso cuida a Emilia, quiere a ese bebé y lo siente como suyo. Culpa a Sebastián de lo ocurrido y se enfurece con él. Olmo está dolido por la decisión de Águeda de cambiar el testamento. Es la gota que colma el vaso. Efrén sorprende a Olmo haciendo “algo” y al ver al joven reacciona con brusquedad. Don Anselmo aconseja a Pepa que se mantenga lejos de Calvario. Mientras Francisca se niega a hablar con su hijo Tristán, pero el cura la obliga a hablar con él.
Olmo amenaza a Efrén creyendo que le está espiando. Pepa nota que Efrén está muy asustado tras su encuentro con Olmo, pero el joven no cuenta nada. Olmo se disculpa con Pepa por no haber sabido aceptar su ingreso en la familia Mesía. Mauricio informa a Soledad de que ha visto a Olmo con un tipo a caballo que le dio algo. Soledad pregunta a Olmo por su cita pero él no le da importancia. Francisca, a pesar de su estado de salud y de su confesión con el sacerdote, se niega a confesar la verdadera paternidad de Tristán. Mariana, todavía con el miedo en el cuerpo por su secuestro se desahoga con Enriqueta, que consuela a la chica. Águeda piensa que Pepa está echando a Tristán en brazos de la doctora Casas. Tristán da las gracias a Gregoria por lo bien que operó a su madre y esto provoca un acercamiento entre los dos. Raimundo quiere que Sebastián pida perdón a Emilia y el muchacho no sabe qué hacer. Raimundo y Emilia esperan a Sebastián, pero no llega. La conservera ha sido tomada por los soldados. Don Anselmo informa a Pepa que ha descubierto algo muy importante sobre Calvario.
Don Anselmo revela que Calvario no es una monja verdadera, mientras tanto, Don Fermín cuenta por carta a Calvario que Martín está bien, pero que sigue sin hablar. Las conservas han provocado un brote de botulismo en el Ejército. Sebastián está retenido por los soldados. Soledad pide a Olmo que incendie el casino que está a punto de abrir Juan, quien se muestra muy ilusionado con la apertura del negocio. Entretanto, Mariana cree que Juan está dando falsas ilusiones a Enriqueta. Tristán y Francisca hacen las paces gracias a Gregoria. A Francisca le encanta la doctora Casas y piensa que es la pareja ideal para su hijo. Raimundo se entera del mareo que sufre Águeda y se preocupa por ella. El acercamiento entre los dos se hace evidente. Pepa está dispuesta a renunciar a la herencia y al apellido Mesía para no molestar a Olmo. Todo está dispuesto para que Pepa reciba el apellido Mesía y su parte de la herencia ante notario, pero Olmo interrumpe la situación pidiendo un momento de espera…
Olmo, disimulando sus sentimientos, firma el nuevo testamento reconociendo como heredera a Pepa. Juan pone en claro sus sentimientos con Enriqueta, no siente amor por ella, sólo una especial amistad, cuando interrumpe Paquito; la venta ha ardido por los cuatro costados con todos los muebles dentro. Pardo amenaza a Juan. Si descubre que el incendio tiene que ver con un descuido por su parte, pagará los daños. Tristán descubre que Gregoria también puede hacerle reír y la invita a almorzar. Pepa y Efrén se encuentran a Gregoria y Tristán juntos. El encuentro se revela más que incómodo. Alfonso intenta solidarizarse con Sebastián, que asegura tenerlo todo solucionado. Emilia discute con Raimundo por su hermano. Raimundo parece dispuesto a hacer algo para solucionar los conflictos familiares. Soledad cree ver un cambio de actitud en Olmo, que ya está haciendo algo contra Águeda. Aunque le cuesta arrancar, por fin Raimundo se atreve proponer a Águeda un compromiso serio con él, ¿qué responderá Águeda?
Águeda rechaza la propuesta de Raimundo, no porque no lo desee. Le explica a Pepa que lo hace por su enfermedad. Olmo asegura a Soledad que no está actuando contra Águeda, la muchacha envidia su sangre fría. Soledad finge ante su madre, tal y como Olmo le ha dicho que hace él, con idéntica sangre fría. Sebastián no pide perdón a Emilia. Sigue pensando que él no ha hecho nada y niega tener problemas. Raimundo se enfrenta a Sebastián, que le confiesa estar seguro de que su contacto lo solucionará todo. Pardo acusa a Juan de tener que ver con el incendio, tal y como él sospechaba. Pepa expresa sus buenos deseos para con Tristán. Quiere verlo feliz aunque sea con Gregoria. Pepa deja claro a Águeda, por si las moscas, que ella no tiene interés en Tristán. Calvario consigue sacar a Dolores el destino del repentino viaje de Don Anselmo. Calvario ha tardado en atender a Francisca porque ha tenido que enviar un telegrama. Martín reconoce a Don Anselmo cuando éste llega al seminario.
Martín es detenido por uno de los guardianes del seminario cuando se acerca a don Anselmo. Paquito salva in extremis a Juan y Enriqueta de morir a manos de Pardo. Los tres tienen que huir y envían a Rosario y Mariana a dormir a la Casona, para mantenerlas a salvo. Francisca se niega a aceptar que tendrá que acostumbrarse a vivir con una silla de ruedas. Pepa invita a Águeda a acompañarla con Efrén, pero ésta se excusa. En realidad se encuentra mal. Águeda pide perdón a Raimundo y le pide seguir siendo su amiga. Raimundo no quiere otra cosa. Raimundo explica la verdad sobre Sebastián a Emilia. Raimundo se entera de que la intoxicación de la Deliciosa ha trascendido a la prensa. Raimundo pone al día a Sebastián y le hace ver que la conservera está acabada. La anulación matrimonial ha sido admitida a trámite y Soledad quiere dar un paso al frente, por Olmo. Juan y Enriqueta se preparan para marcharse. Juan está rabioso con Soledad y promete vengarse de ella. Pepa se entera de los últimos pasos de Calvario a través de Emilia y Dolores. Mientras tanto, Martín consigue escapar del seminario.
Don Anselmo no sacó nada en claro de su visita al seminario. ¿Boicoteó Calvario su visita? Han traído de vuelta a Martín, y el niño promete que volverá a escapar. Tristán viene a prestar su apoyo a Sebastián en estos duros momento. El Ulloa está destrozado y las noticias que llegan son cada vez más desoladoras. Sebastián reconoce sus errores. Emilia consuela a su hermano y le ofrece su apoyo. Dos malhechores se refugian en el pajar y los niños están a punto de descubrirlos. Marita cree que debe marcharse porque no hay sitio para ella, pero Hipólito intentará encontrar un trabajo para la joven, le propone a su padre inaugurar una escuela de latín aprovechando sus conocimientos. Pepa ve que Tristán y Gregoria se llevan cada día mejor y sabe que debe alegrarse por ello. Pardo registra la casa sin encontrar ni rastro de Juan. Paquito los espía para mantenerse al tanto. El muchacho cree que la única forma de librarse de Pardo es eliminarlo para siempre. Con la ayuda de los criados, Francisca se enfrenta a su silla de ruedas por primera vez. Águeda se siente mal y Pepa se quedará a su cuidado. Don Fermín viene a visitar a Calvario por sorpresa. Trae malas noticias para ella.
Martín se ha rebelado en el seminario. Calvario promete hacerse cargo de él en breve. Sin querer, Pepa precipita la marcha de Calvario al preguntarle directamente por las segundas intenciones que le hayan podido traer a Puente Viejo. Francisca ha asumido su condición de inválida y de alguna manera entiende la decisión que tomó su hijo Tristán y le perdona. Tristán comenta a su madre la delicada situación por la que atraviesa Sebastián. Francisca no lo lamenta. Sebastián va a poner un telegrama a su contacto. La situación de la conservera es desesperada. El contacto de Sebastián se ha suicidado. Los Ulloa temen la reacción de Sebastián. Tristán se entera de que Pepa fue la responsable del cambio de actitud de Francisca. Le da las gracias a Pepa por haber hecho reaccionar a su madre. Pardo sigue buscando a Juan. Encuentra a Paquito quien, en su nombre, cita a Pardo para mañana. Habrá una reunión familiar para que la relación entre Olmo y Soledad sea algo “oficial”. Gregoria está desconcertada por la sintomatología de Águeda. ¿Está tomando algo “raro”? Efrén terminará malherido cuando con sus amigos encuentren el lugar donde se han estado escondiendo unos bandidos. Efrén cae al suelo…
En el capítulo del lunes, los amigos de Efrén cuentan que han sido atacados y Efrén está muy malherido en el pajar. Pepa y Tristán le llevan al consultorio donde Gregoria les explica que la herida del chico es mortal. Rosario cuenta a Francisca y Soledad lo que ha pasado con Efrén. Mauricio también se entera. Francisca piensa que lo mejor es que el chico muera… Soledad le pide explicaciones por ser tan insensible ante esa tragedia. Tomando como ejemplo la desgracia de Efrén, Pepa anima a su madre a ser feliz con Raimundo, que jura acabar con la vida de los hombres que atacaron al chico. Juan y Paquito preparan su cita con Pardo. Paquito es consciente del grave riesgo que corren ya que Pardo ha ordena a sus hombres que acaben con ellos…
Todos lloran la muerte de Efrén. Mientras preparan el entierro del joven, Mauricio quiere atrapar a los asesinos y Tristán se apunta a esta partida. Pepa preocupada por la salud de Águeda, anima a su madre a vivir la vida intensamente. Juan acaba con Pardo gracias a su complicidad con el resto de capitanes. Ahora será él el que esté al frente de la zona, ¿traerá esto cambios a Puente Viejo? Juan cree que ha llegado la hora de arreglar cuentas con Soledad. Calvario deja entender que su tiempo en la Casona está llegando a su fin. Alfonso y Emilia quieren ayudar a Sebastián acogiéndolo de nuevo como socio en la casa de comidas al tiempo que Raimundo informa a Tristán del terrible futuro que se avecina para los Ulloa… y es que lo han perdido todo, la casa de comidas y todas las tierras. Las patrullas capturan a los asesinos de Efrén y Mauricio se tira hacia ellos dispuesto a matarles.
Mauricio termina cediendo a la petición de Pepa y suelta al malhechor que ha matado a Efren. Olmo quiere quitarse de enmedio a Águeda para defender lo que es suyo. No parece convencer a Soledad. Entretanto, Olmo entrega a Pepa los papeles que la reconocen como hija de Águeda Mesía. Sebastián pide perdón a Emilia y Alfonso por haberles conducido a la ruina. Emilia piensa que su padre es el verdadero culpable de la situación que se les viene encima. Mariana se entera de que fue Soledad quién ordenó el incendio del casino de Juan. Al saberlo, el joven se reafirma en su intención de vengarse de Soledad. Don Anselmo ha decidido aceptar a Marita como ama pero la tendrá un tiempo a prueba. Pepa quiere que su madre acepte el amor de Raimundo de una vez. Las dos discuten acaloradamente. Recordando a Efrén, Pepa se derrumba en brazos de Tristán y los dos están a punto de besarse.
Pepa le pide a Tristán que la ayude a olvidarlo, aunque para eso tenga que estar con Gregoria. Pepa confiesa a Emilia lo que le está sucediendo y reconoce que no puede olvidar a Tristán. Olmo teme que Soledad lo aborrezca tras saber que está envenenando a Águeda, pero no es así. Pepa pide perdón a su madre por la discusión que tuvieron, pero es Águeda la que parece haber aprendido algo de la situación. Después, Águeda le confiesa a Raimundo la verdad sobre sus sentimientos y su enfermedad. Alfonso intenta animar a Emilia a mirar el futuro, pero es difícil en su situación. Sebastián pide ayuda a Tristán, pero no hay nadie que pueda ayudarle. Enriqueta cree que Juan va a seguir su consejo y dejará atrás sus deseos de venganza, pero se equivoca. Juan convence a Mariana para que entregue algo a Soledad asegurándole que no es nada importante. Juan amenaza a Soledad con su arma, pero ésta no ha venido sola a la cita tal y como creía Juan. Calvario se ha marchado dejando una nota de despedida.
Tras la confesión de Águeda, Raimundo le reitera su propuesta de matrimonio y ella acepta. Águeda informa a su hijo de que ha formalizado su relación con Raimundo. Olmo está completamente indignado por el compromiso. Francisca paga la ira que le produce el compromiso de Raimundo y Águeda con Mariana. Gregoria certifica la mejoría de Águeda y Pepa le cuenta que su madre se ha comprometido. Soledad perdona la vida a Juan y los dos deciden separar sus caminos deseándose lo peor. Sebastián pide ayuda a Alfonso para huir de Puente Viejo. Éste consigue la ayuda de Paquito para organizar la huida. Alfonso sigue queriendo buscar una solución, que cree encontrar en el compromiso de Raimundo… Si se casa con una mujer rica, a lo mejor sus problemas se terminan. Alfonso y Emilia piden ayuda a Raimundo, pero para su sorpresa, éste se niega a hacer lo que le piden. Don Anselmo sufre no pudiendo decir a Tristán que él y Pepa no son hermanos. El sacerdote desconfía de las circunstancias de la marcha de Calvario… y es que la falsa religiosa se presenta en el seminario para llevarse a Martín.
Francisca visita a Águeda para hacerle ver que Raimundo sólo la corteja por interés. Pepa quiere saber qué dijo Francisca a Águeda para deprimirla tanto. Francisca la echa. Tras la incómoda visita de Francisca, Águeda ha decidido acelerar su compromiso. Pepa se asegura de que Águeda no actúa por despecho contra Francisca. No. Lo hace por amor. Olmo, furioso tras enterarse del compromiso de Águeda con Raimundo, desahoga su frustración con Soledad. Raimundo se niega a pedir ayuda a Águeda a pesar de que eso le provoca un conflicto con su familia. Los soldados siguen buscando a Sebastián, mientras tanto Emilia está decidida a pedir ayuda a Águeda para sacar a su familia de la situación económica crítica que sufren. Calvario miente a Martín diciéndole que su familia ha desaparecido y le asegura que sólo la tiene a ella. Mientras tanto, Tristán le pide a Gregoria que sea su novia. Sebastián huye de Puente Viejo, lo que supone una amarga y emotiva despedida de su familia y sus amigos.
Gregoria Casas finalmente acepta iniciar relaciones con Tristán. Cuando Pepa invita a Gregoria a la celebración de pedida de su madre, se entera de que es la novia de Tristán. Olmo le cuenta a Soledad los planes que tiene para librarse de Águeda y de Pepa de un solo golpe. Los invitados empiezan a llegar a la celebración que se ha organizado por todo lo alto en el Jaral… En plena fiesta, Olmo discute con su madre y se va. La fiesta de pedida sigue con normalidad hasta que Águeda cae a la terraza desde el balcón de su habitación… ¿qué ha pasado?. Los soldados no encuentran a Sebastián. A solas, Raimundo confiesa a Tristán que ha huido. Emilia no consigue perdonar a su padre a quien ve culpable de haber forjado la situación en la que ahora se encuentran los Ulloa, casi sin un techo bajo el que cobijarse. Calvario quiere llevarse a Martín a América y el niño no se atreve a escapar.
Todos los presentes en la fiesta reaccionan ante lo ocurrido. Gregoria certifica que Águeda está muerta y la Guardia Civil habla con los invitados para intentar aclarar lo ocurrido mientras inspeccionan el ventanal desde donde Águeda cayó a la terraza. La desolación se apodera de todos los que querían a Águeda, Raimundo confirma que su prometida ha muerto. Pepa viste a Águeda, mientras piensa en los buenos momentos vividos junto a ella. Emilia llega a consolar a su amiga. Pepa también le ofrece su ayuda, en este caso, económica mientras la muchacha se siente incapaz de perdonar a su padre por la ruina de la familia. Calvario y Martín toman el tren que los llevará al puerto en el cual embarcarán hacia América para no volver jamás. Francisca regaña duramente a Mariana, pero ante los nuevos planes de futuro, a la joven ya no le afecta el mal humor de la Montenegro. Olmo llega a casa: ¿Qué es lo que ha pasado aquí? El joven, habiéndose marchado antes de la caída de Águeda, desconoce por completo el terrible desenlace de la fiesta. Es entonces cuando se entera de la muerte de su madre.
Pepa informa a Olmo de que Águeda ha muerto. Olmo está destrozado con la muerte de su madre. Soledad se siente confusa, pero de todos modos le da su apoyo en estos momentos difíciles. Olmo cuenta a la Guardia Civil que se fue de la fiesta antes de que su madre falleciera. Pero, fingiendo querer ayudar a la autoridad, insinúa sutilmente que Pepa pudo tener algo que ver con la muerte de Águeda. Tras el entierro, Pepa mantiene el tipo delante de Tristán, pero acaba derrumbándose con el cura, se siente más sola que nunca. Alfonso confía en que Pepa les ayude con la posible pérdida de la casa de comidas y trata de que Emilia haga las paces con su padre, destrozado tras la muerte de su prometida. Pepa pide ayuda económica para Emilia pero Olmo le explica que todavía no puede disponer del dinero de su herencia. Mientras tanto la Guardia Civil ya tiene su veredicto sobre la muerte de Águeda…
La Guardia Civil ha llegado a la conclusión de que la muerte de Águeda fue un accidente. Olmo insinúa que la resolución es de lo más ventajosa para Pepa insinuando que ella está tras la caída de la enfermiza Águeda. Pepa cuenta a Emilia y a Raimundo que no podrá ayudarles; no tiene acceso a la herencia de su madre hasta la lectura notarial. Emilia y Alfonso comunican a Rosario su intención de marcharse de Puente Viejo en busca de trabajo. Pepa está muy triste por la perdida de su madre. Mientras, Tristán reconoce que está a gusto con Gregoria. Don Anselmo quiere que Francisca cuente a Pepa y a Tristán la verdad sobre su origen, pues sólo ellos dos saben que en realidad no son hermanos. La Montenegro se niega. A Paquito le indigna que no le hayan admitido en la cerrajería por ser hijo de Paco “El Portugués”. Llegan los nuevos boticarios. Manuel y María Cristiana, una pareja encantadora, que contratan a Paquito para que les enseñe el pueblo. Juan y Enriqueta no encuentran a nadie que les quiera alquilar un local, y Juan lo necesita como tapadera de sus otros “negocios” de blanqueo de dinero. Olmo pregunta a Raimundo si cree que Pepa pudo ser capaz de matar a su madre intentando sembrar la sombra de la duda en el tabernero…
Olmo despierta en Raimundo sospechas sobre la participación de Pepa en la muerte de Águeda. Por otra parte, Olmo consulta a Francisca, que apoya inmediatamente sus sospechas sobre Pepa. Entretanto Soledad expresa a Olmo sus dudas sobre su actitud y este asegura estar honrando a la memoria de su madre. Emilia deja claro a Raimundo que no va a perdonarlo. Las dudas que Olmo ha sembrado en Raimundo van haciendo su trabajo. Alfonso confiesa sus problemas económicos a Juan, que parece bastante interesado en las penas de su hermano. Paquito se dispone a enseñar el pueblo a los boticarios, que se muestran encantadores con él. Alfonso se entera de que el prestamista ha vendido su deuda y ahora hay un nuevo dueño del negocio. Francisca cita a Raimundo para hablar con él, parece que le va a confesar la verdad sobre Pepa y Tristán…
Raimundo está en casa de Francisca esperando a que diga lo que sea que quiera confersarle… pero lo único que pretende es fomentar las dudas de Raimundo sobre el papel de Pepa en la muerte de su madre. Pepa presiona a Olmo para conseguir el dinero que hace falta a Emilia y Alfonso pero no lo consigue. Entretanto, Alfonso se niega a rendirse y prepara una propuesta para el nuevo propietario. Pepa confirma a Raimundo y Emilia que no puede hacer nada por ellos. Emilia y Raimundo reciben noticias de Sebastián que parecen indicar que sigue su huida. Además, Paquito consuela a Mariana que ha visto cómo las posibilidades de dejar de trabajar en la Casona se desvanecen es en ese momento cuando el joven está a punto de confesarle sus sentimientos pero no lo hace. Los boticarios ofrecen trabajo a Paquito. María Cristina lo trata como si fuese su hermano pequeño. Olmo reconoce ante Soledad que está preparando algo para averiguar la verdad sobre Pepa. Emilia y Alfonso reciben al nuevo propietario que no es otro que Juan Castañeda. Raimundo termina por confesar a Pepa sus sospechas sobre su papel en la muerte de Águeda.
Raimundo no reacciona como espera Pepa y parece haberse hecho eco de los rumores que la acusan. Tristán intenta consolar a Pepa, pero la desconfianza de Raimundo no augura nada bueno. Juan demuestra que es el propietario de la taberna y asegura a Alfonso y Emilia que sus problemas terminaron. Raimundo no se toma a bien las novedades y la propuesta de Juan no parece levantar un excesivo entusiasmo en lo Ulloa. Mientras tanto Rosario teme que el nuevo proyecto de Juan con la casa de comidas no termine bien. Soledad intuye que Olmo ha tenido que ver con los rumores sobre Pepa y no se equivoca. El joven ha contratado a un famoso investigador para aclarar las circunstancias de la muerte de Águeda. Se trata del inspector Zamalloa que lleva a Puente Viejo. Los boticarios parecen decididos a ponérselo fácil a Paquito. Son un verdadero encanto. Don Anselmo convoca a Gregoria y Manuel para contarles lo que sabe sobre una epidemia que ha brotado de un prostíbulo de la Puebla… puede haber mucha gente afectada y necesitará una reacción rápida por su parte.
Zamalloa ha llegado a Puente Viejo a investigar el caso de Águeda. A Pepa le parece bien, porque no tiene nada que ocultar. Zamalloa analiza la habitación de Águeda y toma declaración a Pepa, a continuación toma declaración a Olmo y éste le da su versión de los hechos. Don Anselmo necesita la intervención de Gregoria y Manuel en un asunto de enfermedades venéreas. Enriqueta regala a Mariana unos zarcillos para animarla, pero la Castañeda no encuentra consuelo. Francisca humilla a Mariana burlándose de los zarcillos que le han regalado. Alfonso cree que deben aceptar la oferta de Juan, mientras Raimundo se niega y Emilia calla. Juan engatusa a Alfonso para que convenza a Raimundo y a Emilia de que su proposición es la mejor, deben aceptar su oferta. Soledad está preocupada por Zamalloa pero Olmo asegura que lo tiene todo preparado para culpar a Pepa… y no se equivoca; Zamalloa descubre el gotero de Olmo entre las medicinas de Águeda.
Pepa no se fía del contenido del gotero hallado en la habitación de Águeda. Emilia está muy decepcionada con su padre por la situación a la que les ha llevado anteponer las necesidades de Sebastián a las de toda la familia. Finalmente, Raimundo acepta la oferta de Juan aunque Emilia sigue dudando. Paquito trata de impresionar a Mariana aunque la chica no responde como al Paquito le gustaría. Tras el percance de los zarcillos con Francisca, Enriqueta anima a Mariana a que cambie de vida y no se deje apabullar. Francisca intenta malmeter contra Pepa, pero Zamalloa no cree que la muchacha pudiese matar a su madre. El investigador toma declaración a los Ulloa mientras Francisca humilla a Raimundo. Francisca arranca los zarcillos a Mariana de un tirón… es lo último que la joven tiene que soportar: Mariana deja su trabajo en la Casona. Gregoria está analizando el gotero y teme poder perjudicar a Pepa, pero ella no tiene miedo a la verdad. Gregoria ya tiene el resultado del análisis que ha hecho al contenido del gotero: es arsénico.
Gregoria explica los síntomas que pudo provocar el veneno que ella no detectó en Águeda. Pepa agradece la profesionalidad que Gregoria mostró ante Zamalloa, informando sobre el arsénico. Emilia arrincona a Enriqueta para conocer las verdaderas intenciones de Juan con respecto a la compra de la casa de comidas, Emilia cree, con razón, que Juan no es trigo limpio y que con sus tejemanejes pueda cambiar el espíritu familiar que siempre ha tenido la casa de comidas. Mariana se mantiene firme en su decisión de no volver a trabajar para Francisca Montenegro, mientras Francisca está dispuesta a darle otra oportunidad. Tristán le cuenta a Zamalloa que Pepa es su hermana y Olmo se siente incómodo por la cercanía del investigador, mientras Soledad teme que Olmo tuviera algo que ver con el accidente. Entretando Pepa y Tristán especulan sobre quién pudo estar con Águeda en el momento de su caída. Así, hablan con el ramalero y descubren que hay una diferencia de media hora respecto a lo que dijo Olmo.
Zamalloa “acorrala” a Olmo, pues ese desfase de media hora lo convierte en sospechoso pero dará una explicación plausible que anula la declaración del ramalero. Mientras tanto Olmo reprocha a Pepa su investigación paralela con Tristán. Ella le aclara que sólo quiere saber la verdad. Tristán y Olmo discuten cordial pero duramente. Duelo de titanes. Gregoria presiona para que los boticarios monten el laboratorio sin más dilación. Se celebra una reunión familiar en la que Emilia informa que no está dispuesta a trabajar para Juan. Planchazo generalizado, especialmente para Alfonso que ve que esta es sólo la primera de una serie de disputas serias con Emilia. Zamalloa anuncia que ha encontrado un testamento roto bajo el colchón de la cama de Águeda… Parece que Águeda cambió de opinión en el último momento para desheredar a Pepa. Ahora sí, todo apunta a que la muerte de la de Mesía no fue casual…
A pesar de la acusación, Pepa jura que jamás había visto el nuevo testamento de Águeda que ha encontrado Zamalloa. Entretanto, Francisca pide a Tristán que se olvide de una vez de Pepa y se centre en su relación con Gregoria. Mariana se ofrece para trabajar en la casa de comidas cubriendo la baja de Emilia. Pepa pregunta a Raimundo si sabía algo sobre el nuevo testamento de Águeda. Pero es Olmo quién informa a Soledad de que fue él quien colocó el testamento falso debajo del colchón de Agueda. Alfonso desea que Emilia recapacite y esté a su lado en lo bueno y en lo malo. Emilia descarga toda la tensión acumulada y todo su rencor sobre Raimundo. Pepa se siente hundida y confiesa a don Anselmo que necesita a Tristán más que nunca. Al cura le duele no poder decir que en realidad no son hermanos. La situación de los nuevos boticarios no podía ser peor, Manuel no ha conseguido elaborar el preparado mercurial y Gregoria se enfada al no poder contar con la medicina. Olmo cuenta al detective Zamalloa su teoría sobre la muerte de Águeda. Según el joven Mesía, Pepa la asesinó.
Olmo explica a Zamalloa que Pepa y Águeda tuvieron una discusión de la que fue testigo Tristán. Parece que Zamalloa siente una simpatía especial por la partera, que sigue sin contarle lo que sucedió. Tristán no tiene más remedio que confirmar al investigador lo que Olmo le ha contado. Raimundo avisa a Juan y Alfonso que Emilia no volverá a la casa de comidas. Pepa nota como Tristán mantiene las distancias con ella. No sabe que es por consejo de Francisca, la Montenegro procura empujar a Tristán a los brazos de Gregoria. El enfrentamiento entre Gregoria y los boticarios va a más. Manuel no tiene mercurio en la botica. Pepa cuenta a Zamalloa lo que quiere saber a cambio de que éste le enseñe el testamento.
Zamalloa enseña a Pepa el testamento y se dan cuenta de que no lo hizo el notario habitual de Águeda. Pepa enseña a Zamalloa el pueblo y le cuenta la leyenda del caño de la plaza, según el cual aquel que bebe del agua de la fuente se enamorará perdidamente en Puente Viejo. Soledad sigue teniendo muchas dudas sobre el plan de Olmo para culpabilizar a Pepa. Mientras Francisca, su madre, toma nota de la incomodidad de Soledad cuando hablan de la herencia de los Mesía. Manuel sale de viaje dispuesto a solucionar el problema de suministro y así tranquilizar a Gregoria. En la botica se quedan Paquito y María Cristina, se rozan y saltan chispas entre los dos. Emilia confiesa a Alfonso que está buscando trabajo. La noticia deja a Alfonso fuera de juego. Pepa le cuenta a Tristán lo que ha averiguado del testamento. Los dos unirán fuerzas para aclararlo. Tristán besa a Gregoria con una pasión que sorprende a la doctora Casas, que no puede imaginar qué piensa… Tristán tiene en realidad la mente bien lejos de ella…
Gregoria está muy contenta porque cree que Tristán empieza a corresponder a su amor. Mientras Tristán confiesa que sigue pensando en Pepa. Mariana quiere hacer las paces con Paquito, pero el chico está “en otra parte”. Ella no sabe que Paquito empieza a tener a la boticaria muy presente. Mariana remplaza muy bien a Emilia en la casa de comidas y Raimundo se siente culpable y nostálgico, extraña la presencia de su hija. Mientras tanto Emilia sigue buscando trabajo, aunque es consciente de que en su estado será difícil encontrarlo. Por otra parte a la joven no le ha pasado desapercibido el interés de Zamalloa por Pepa. Gregoria despotrica contra los boticarios, por su falta de profesionalidad y Tristán le pide que les dé otra oportunidad. Manuel entrega la medicación a tiempo, eso consigue aplacar el nervio de la doctora que estaba punto de levantar la mano. Plan romántico: Tristán y Gregoria se van al teatro a Requejo. Pepa “se apunta” al plan y así de paso puede ir tras una pista que podría ponerle en la senda de la verdad para descubrir los acontecimientos que llevaron a la muerte de su madre.
Olmo no sabe dónde está Pepa y eso le inquieta, mientras Soledad le pide que controle sus nervios. Pepa y Tristán viajan enfrascados en su “investigación” mientras Gregoria se siente fuera de lugar. Cuando lleguen al pueblo Pepa y Tristán consiguen localizar a la persona que buscan, pero no es notario ni abogado. ¡Es un joyero! El joyero les cuenta cuál fue su relación con Águeda, había encargado un anillo para Pepa. Soledad y Juan se encuentran por casualidad, la situación da lugar a un saludo tenso. Gregoria se siente engañada por los boticarios, después de tanto tiempo esperando, las medicinas eran de otra farmacia. Le han vuelto a fallar. Y no sólo eso sino que ofrecen a Paquito explicaciones confusas sobre sus lazos familiares. Los boticarios ocultan algo… Raimundo no es capaz de acercarse a su hija. Le promete que todo cambiará pero ella no le cree. Alfonso no quiere que el asunto de la casa de comidas les afecte como pareja, pero eso es imposible. Francisca le cuenta al investigador que antes de ser hermanos, Pepa y Tristán fueron amantes. Zamalloa empieza a sentir un interés por Pepa que nada tiene que ver con la investigación. Cuando Pepa se ha marchado del pueblo y Tristán ha vuelto con Gregoria, le pide a su novia que vea sola el primer acto. Él tiene que volver a hablar con el joyero. Ella no puede estar más decepcionada. El joyero da una nueva pista que conduce a la Casona, Francisca ha tenido algo que ver con la muerte de Águeda.
Olmo pide a Pepa explicaciones sobre dónde ha estado y ella se niega a dárselas. Pepa advierte a Tristán que no ha dicho a nadie que fue con ellos a Requejo. Tristán le cuenta a Pepa que, según dijo el joyero, Águeda visitó a Francisca el día antes de morir. Tristán intenta justificar su actitud pero Gregoria está enfadada y con razón. Al regresar a Puente Viejo, Gregoria miente al asegurar que todo ha salido según lo previsto y se lo ha pasado muy bien. La situación de los boticarios se mantiene tensa, Gregoria acepta los argumentos de Manuel para no hacer fórmulas magistrales en su farmacia. Emilia no consiguió el trabajo que buscaba, es más casi la trataron mal. Pero todo tiene su explicación… y en este caso es obra de Alfonso. En la Casona, Tristán pide explicaciones a su madre sobre la visita de Águeda el día antes de morir.
Francisca jura que no ha tendido nada que ver con la muerte de Águeda. Mientras tanto, Olmo le cuenta a Pepa que se va a retrasar la apertura del testamento de su madre. Eso a Pepa le da igual. Por su parte, Olmo le cuenta a Soledad que ha sido él el que ha retrasado la apertura del testamento de Águeda. Tristán se entera de que su madre tiene agotada a Rosario. La mujer, temerosa de la reacción de doña Francisca, no quiere que interceda. Emilia está indignada por lo mal que Francisca está tratando a Rosario. La mujer, agotada, sufre un desmayo del que más tarde se recupera. Es entonces cuando Francisca ofrece a Emilia trabajar a su servicio en la Casona. Pepa se disculpa con Gregoria por haberle estropeado su viaje a Requejo con Tristán. Emilia se entera de que Alfonso interfirió para que la rechazasen en la venta donde fue a pedir trabajo. Indignada, Emilia acepta el trabajo en la Casona.
Zamalloa cree que la pista del veneno no sirve, pues Águeda no murió envenenada, mientras Tristán percibe el “especial” interés que Zamalloa siente por Pepa. Emilia le cuenta a Alfonso que ha aceptado la oferta de trabajo de Francisca, mientras empieza a trabajar en la Casona y la Montenegro la pone en su sitio. Raimundo se entera de que Emilia está trabajando para Francisca y decide contarle a su hija que tiene la intención de recuperar la casa de comidas. Olmo cree que Soledad se siente distante con él desde que se encontró con Juan. El joven comenta con Francisca lo rara que está Soledad últimamente. Pepa piensa que Águeda fue asesinada para robarle el anillo que su madre le iba a regalar. Pepa y Tristán reconstruyen los hechos sobre la teoría del robo y descubren barro detrás de las cortinas.
Emilia cree que el plan de su padre de recuperar la casa de comidas es una locura. Tristán teme que Raimundo haga una tontería ahora que su hija trabaja en la Casona. Raimundo asegura a Tristán que no debe temer ninguna reacción por su parte. Soledad intenta sonsacar a Emilia las razones para servir en su casa y le asegura que la respetará. Emilia pasa la primera prueba con Francisca, que no consigue pillarla en falta. Alfonso hace un poco de chantaje sentimental a Emilia, pero no consigue nada. Olmo lanza insidias contra Pepa con la intención de abonar las dudas de Zamalloa. Pero el investigador se va dejando llevar por la atracción que siente hacia Pepa. Paquito sigue sin conectar con Mariana mientras su jefa no deja de lanzarles sutiles señales. Mientras tanto, Soledad le confiesa a Olmo que ha perdido el anillo de Águeda.
Francisca intenta poner nerviosa a Pepa por el posible resultado de la investigación, pero no lo consigue. La Montenegro no parece aprobar la complicidad entre Emilia y Rosario… ¿Qué trama doña Francisca? Por otra parte, Zamalloa toma alguna iniciativa que no resulta del agrado de Olmo, como reconocer ante Pepa que lo tiene impresionado y que le parece una mujer espectacular, y esto hace que ambos se enfrenten. El de Mesía lo amenaza veladamente. Olmo intenta mantener la calma. Él seguirá encargándose de Pepa mientras Soledad busca el anillo de Águeda. Mientras, Tristán ha logrado encontrar la joya, pero oculta este descubrimiento a Pepa. Emilia pide a su padre que mida las consecuencias de sus actos antes de que afecten a Alfonso y Mariana. Mientras Manuel se despide de María Cristina y Paquito, oye cómo se refieren a su hija de una forma extraña. ¿Qué esconden los boticarios? Además, Paquito le confiesa a Alfonso que percibe por parte de María Cristina señales de querer seducirlo… Por último, Juan vuelve con el dinero de los cobros y se va a descansar. Julieta sale tras él. Enriqueta se da cuenta de que ésta puede estar preparando algo malo contra Juan.
Enriqueta sorprende a Julieta cuando ya tiene a Juan fuera de juego y esta le ofrece a un trato que cree que no podrá rechazar. Juan se lamenta de haberse dejado engañar. Mauricio cuenta a Francisca y Tristán que tienen un problema por culpa de los Mesía. Tristán transmite a Olmo y Pepa el problema, pero Olmo no parece tomárselo en serio y le da largas a Pepa, aunque sigue asegurando que arreglará el problema de la acequia. Francisca empieza a manipular a Emilia para utilizarla contra Rosario. La Montenegro consigue lo que quería, Rosario queda como una mala cocinera en contraposición a Emilia. Tristán parece incómodo cuando se queda a solas con Pepa, le pesa no haberle contado la verdad sobre el anillo de Águeda. Alfonso maniobra para acercarse a Emilia y Raimundo se entera de lo sucedido con Julieta. Mauricio confiesa a Tristán y Gregoria que el accidente se ha producido por la acequia de los Mesía. Raimundo escucha como Enriqueta hace ver a Juan que tiene que dar un escarmiento a Julieta. Entretanto, Olmo le cuenta a Soledad toda la verdad sobre la muerte de Águeda.
Tristán confiesa a Pepa que encontró el anillo de Águeda en la Casona, mientras que Olmo le revela a Soledad que fue él quien la mató. Por su parte, Rosario se siente algo dolida con Emilia. Francisca está abriendo una brecha entre ellas. Emilia pide a la Montenegro que no relegue a Rosario, pero la terrateniente seguirá malmetiendo entre Rosario y Emilia. Además, Francisca pide a su hija que controle a Olmo para que deje de fastidiarles. Soledad se rebela. El amor flota en Puente Viejo. Zamalloa corteja a Pepa sutilmente y ésta se siente halagada. Además, Alfonso cuenta a Emilia que saldrá antes de la casa de comidas para estar con ella. Y, por último, María Cristina y Paquito dan rienda suelta a toda la pasión que sienten el uno por el otro. Juan pospone el ajusticiamiento de Julieta. Raimundo puede liberar a la chica, pero no lo hace, está dispuesto a dejarla morir, pero quiere hacerlo con la conciencia tranquila. El problema de la acequia sigue sin resolverse. Tristán decide que volverá a hablar con los Mesía. Tristán exige a Pepa que solucione el tema de la acequia. Pepa promete hacerlo. Le da su palabra Pepa está dispuesta a solucionar ella misma el problema de la acequia con la ayuda de Raimundo.
Juan deja ir a Julieta. Raimundo se desmorona pensando en lo que ha estado a punto de permitir. Soledad está muy nerviosa porque cree que Tristán tiene el anillo y Olmo la tranquiliza. Pepa se disculpa con los Montenegro por el asunto de las inundaciones. Ha arreglado la acequia. Mientras tanto, Olmo se enfrenta a Pepa por haber arreglado la acequia sin su permiso. Francisca comunica “oficialmente” a Rosario su intercambio de estatus con Emilia, mientras Alfonso está deseando encontrarse con ella. Mariana se queda sola y conoce a Lucio, aparentemente un nuevo parroquiano de la casa de comidas, quien la engatusa, halagada con los piropos que le dedica. Lucio ofrece un nuevo trabajo a Mariana… aunque sus intenciones son otras. Paquito siente remordimientos por haberse acostado con María Cristina, pero vuelve a caer. Tristán cuenta a Pepa que encontró el anillo de Águeda en la habitación de Soledad. Pepa prepara una cena y se presenta ante Olmo con el anillo de su madre en la mano. Tristán pregunta a Soledad por el anillo y ésta responde tal y como se lo indicó Olmo.
Juan deja ir a Julieta. Raimundo se desmorona pensando en lo que ha estado a punto de permitir. Soledad está muy nerviosa porque cree que Tristán tiene el anillo y Olmo la tranquiliza. Pepa se disculpa con los Montenegro por el asunto de las inundaciones. Ha arreglado la acequia. Mientras tanto, Olmo se enfrenta a Pepa por haber arreglado la acequia sin su permiso. Francisca comunica “oficialmente” a Rosario su intercambio de estatus con Emilia, mientras Alfonso está deseando encontrarse con ella. Mariana se queda sola y conoce a Lucio, aparentemente un nuevo parroquiano de la casa de comidas, quien la engatusa, halagada con los piropos que le dedica. Lucio ofrece un nuevo trabajo a Mariana… aunque sus intenciones son otras. Paquito siente remordimientos por haberse acostado con María Cristina, pero vuelve a caer. Tristán cuenta a Pepa que encontró el anillo de Águeda en la habitación de Soledad. Pepa prepara una cena y se presenta ante Olmo con el anillo de su madre en la mano. Tristán pregunta a Soledad por el anillo y ésta responde tal y como se lo indicó Olmo.
Tristán le pregunta a Pepa por cómo le fue con Zamalloa, ésta se ruboriza. Aliviada al ver que se refiere a la lectura del testamento, le cuenta que lo dejó todo en manos de Olmo. Zamalloa no le oculta a Raimundo su interés por Pepa. La partera, con emoción contenida, cuenta a Emilia las insinuaciones de Zamalloa. Mientras, en la lectura del testamento, Pepa deja todo en manos de Olmo, pero deberá contar con su aprobación para los asuntos relevantes. Olmo se ha tomado la decisión de Pepa como un regalo envenenado, pero asegura que se arrepentirá… Y, entre tanto, Tristán descubre la identidad del notario relacionado con el testamento de Águeda. Por su parte, Paquito no entiende por qué Manuel parece dejarle el campo libre con su esposa. Mariana prepara una coartada para encontrarse con Lucio y sólo Paquito nota que oculta algo. Mariana se encuentra con Lucio, que cree que viene tormenta y se refugian en una casa abandonada. Al encontrarse solos, Lucio intenta algo más con ella. Mariana se muestra indefensa ante él…
Pepa quiere contar a Zamalloa el hallazgo del notario. Tristán se opone. Antes irán ellos a verle. Tristán anuncia que hará un viaje mañana. Su excusa: una reunión de oficiales de su promoción. Pepa también pone su excusa: debe ir a Madrid para arreglar unos asuntos de su título de comadrona. Zamalloa se ofrece para acompañar a Pepa en su viaje. Ella rechaza el plan, pero los dos coquetean. Mientras, Mariana vuelve de su encuentro con Lucio. Juan y Enriqueta la ven rara, pero Mariana disimula. Por otro lado, Olmo y Soledad se prometen a sí mismos ser mejores personas y dejar de desear el mal ajeno. Por su parte, Rosario cuenta a Enriqueta sus problemas con Emilia. La Ulloa la escucha y se enfada con Rosario. Y, entre tanto, Olmo cree que Pepa y Tristán se van de viaje juntos. Está seguro de que traman algo.
Raimundo cuenta a Pepa que Zamalloa está prendado de ella. A Pepa no parece desagradarle. Mientras, Emilia se enfada con Rosario por no hablar con ella directamente en lugar de con Enriqueta. Tristán no cuenta la verdad a Gregoria sobre su viaje con Pepa a Santa Marta. Pepa se marcha de viaje con Tristán y confiesa a Emilia dónde y para qué. Emilia teme por ella. Por su parte, Mariana cuenta lo que sucedió con Lucio a Enriqueta. Lucio intentó violarla pero consiguió huir. Paquito sigue sin entenderse con Mariana, empeñada ella en mantener el silencio, mientras su jefa sigue manteniendo la tensión sexual. Durante el viaje, Pepa y Tristán tienen tiempo de hablar con calma y disfrutan del momento. Olmo y Soledad intentan sonsacar a Francisca sobre el viaje de Tristán y Emilia toma nota. Pepa y Tristán encuentran al notario que redactó el testamento de Águeda.
El notario confirma a Tristán y Pepa lo sucedido. Además, está dispuesto a declarar donde haga falta. Parece que Olmo es quien está definitivamente tras la redacción del último testamento. Mientras, Juan comparte con Alfonso su inquietud por Mariana, que sigue disimulando. Rosario intenta descubrir qué le pasa a Mariana, pero ésta no suelta prenda. Tristán y Pepa no encuentran alojamiento en Santa Marta. No hay ni una cama libre. Pepa y Tristán encuentran alojamiento a la desesperada gracias al notario y tendrán que dormir en la misma habitación, la del hijo del notario, que está estudiando fuera. Pepa termina por invitar a Tristán a que duerma con ella en la cama, hace mucho frío, no pasa nada si los dos ponen de su parte para que no signifique nada. María Cristina y Paquito vuelven a besarse y Paquito ve como Enriqueta los ha pillado en ello. Entre tanto, Don Anselmo ha recibido la notificación de traslado por el obispado y Francisca promete interceder para que se quede en Puente Viejo. Por su parte, Francisca Montenegro pierde los nervios contra Rosario y Emilia se enfrenta a ella y se marcha, se despide de la Casona. Olmo visita a Gregoria para hacerle dudar sobre Tristán, Pepa y lo que pasa durante el viaje, consigue sembrar la duda y los celos en la médica.
Pepa y Tristán mantienen una amarga conversación sobre lo que pudo haber sido y no fue. Más tarde, ambos cuentan a Zamalloa lo que han averiguado acerca del notario. El investigador se enfada porque lo han hecho demasiado tarde pero Pepa lima asperezas con él manteniendo un sutil coqueteo. Tristán, espoleado por los celos al saber que Pepa ha hecho las paces con Zamalloa, discute agriamente con la partera. Además, Gregoria al enterarse de que en su ausencia Tristán estuvo con Pepa, lo echa del consultorio médico. A Francisca no le pasa desapercibido el interés de Olmo por el reciente viaje de Tristán. Los boticarios siguen teniendo problemas para hacer frente a los pedidos. Francisca se enfrenta a Rosario por la intempestiva marcha de Emilia. La intervención de Francisca no dio resultado. La partida de Don Anselmo sigue siendo inminente. Francisca pide a Emilia que vuelva a trabajar para ella. La Ulloa promete que se lo pensará. Tristán está triste y callado. Soledad, creyendo que tiene que ver con ella, está a punto de confesar lo que sabe acerca de la muerte de Águeda.
Soledad no llega a confesar a Tristán y delatar a Olmo por la muerte de Águeda porque Mauricio interrumpe. Olmo se enfada al enterarse de que Soledad estuvo a punto de echarlo todo a perder confesando algo que nadie le había preguntado. Francisca viene a pedirle a Pepa que hable con Emilia para que vuelva a la Casona pero todos dan por hecho que Emilia rechazará la petición de Francisca, es más, Mauricio se atreve a poner en alerta a Tristán… no le gusta nada la venganza que puede estar tramando la Montenegro hacia la Ulloa. Pepa traslada a Emilia la petición de Francisca, ninguna de las dos se explica el porqué de semejante petición. Emilia aprovecha para decirle a Pepa que Olmo sabía que Tristán y ella habían hecho el viaje juntos, así que puede estar tras la pista de su cometido. Esto no gusta nada a Pepa y Emilia acepta volver a trabajar para Francisca pero con algunas condiciones. Gregoria pregunta a Pepa si hay algo que tenga que contarle de su viaje con Tristán, si hicieron algo que ella debiera saber… Pepa le cuenta una verdad velada: no hay nada entre ellos. Más tranquila, Gregoria habla con Tristán y al ver que le dice la verdad, se reconcilian. Juan deja las cosas claras a Enriqueta: “Me siento incapaz de volver a querer a una mujer”. Zamalloa, que continúa con sus investigaciones, llega al despacho del notario y lo encuentra muerto.
Finalmente, Olmo no ataca a Pepa porque Zamalloa le interrumpe ya que debe hablar urgentemente con Pepa y Tristán de su viaje. Zamalloa informa a Pepa y a Tristán de que el notario ha muerto de un infarto. Pepa se siente derrotada y renuncia a seguir investigando la muerte de su madre. Entretanto, un Olmo, irónco, sigue preguntando a Zamalloa sobre su misterioso viaje pero el detective no entra al trapo. Mauricio vigila a Olmo. Hace unos días el Mesía se entrevistó con dos hombres en la Puebla. Raimundo piensa que ha ocurrido algo malo en la casa de comidas. Juan echa balones fuera. Raimundo pregunta a Emilia si ha notado algo raro en Alfonso. Emilia le ve mejor que nunca. Rosario se preocupa por Mariana y pone sobre aviso a Emilia: algo ha sucedido en la casa de comidas. Enriqueta pide a una descorazonada Emilia que se olvide de Lucio. Como si no hubiese existido. Gregoria y Manuel han terminado la medicina de Francisca. Paquito desconfía de Manuel. Tristán se refugia en Gregoria. Aparece un hombre que hace palidecer a la doctora...
Gregoria anuncia a Tristán que ese hombre es su padre. Tristán le invita a quedarse en la Casona y presenta a su madre al doctor Casas. Francisca se deshace en atenciones con él. Gregoria cuenta su historia a Tristán: el porqué del rencor que siente hacia su padre. El doctor Casas se queda prendado de Pepa quién le habla muy bien de Gregoria. Gregoria agradece a Pepa lo bien que habló de ella delante de su padre. Pepa quiere que sean amigas. Alertado por Mauricio, Tristán quiere saber si su madre trata bien a Emilia. Mientras Francisca Montenegro utiliza a Emilia para provocar a Raimundo Ullóa. Zamalloa investiga para saber si los ladrones que asaltaron al notario fueron hombres de Olmo. El investigador acusa a Olmo de estar detrás de la muerte de su madre y del asalto al notario. Raimundo habla con Rosario sobre Mariana y la casa de comidas. Raimundo es consciente de que la mancha del piso es la clave de lo que pasó en la casa de comidas.
Olmo mantiene su inocencia y reacciona atacando a Pepa. Zamalloa sale en su defensa. Olmo reconoce ante su novia lo preocupado que está por la relación entre Zamalloa y Pepa. Juan rectifica su actitud con Enriqueta tras su conversación con Mariana, pero la chica lo rechaza. El doctor Casas está encantado con la familia política de su hija. Francisca celebrará una cena. La doctora Casas no da ni una oportunidad de acercamiento a su padre. María Cristina deja sus documentos al alcance de Paquito y éste parece encontrar algo. Emilia pone las pilas a Pepa sobre Zamalloa y sobre su actitud ante la vida. Francisca sabe como situarse en posición de confidente con Emilia para manipularla. Tristán intenta tranquilizar a Mauricio. Él cree que no hay problema con Emilia. Mauricio no se fía. Tristán invita a Pepa a la cena en honor del doctor Casas, Pepa le pide a Zamalloa que la acompañe. Soledad invita a Olmo a la cena y le pide que le confíe el libro de registro que Olmo robó. Todos se encuentran en el evento.
Olmo entrega el libro a Soledad y asegura que ahora se encargará de Zamalloa. Soledad quema el libro de registros que le entregó Olmo. Se marcha tras quemar el libro, sin percatarse de que alguien la ha seguido. La cena es un intercambio constante de reproches y palabras cargadas de intención entre Pepa, Tristán, Olmo, Zamalloa, Soledad y Gregoria. Alfonso continúa preparando la sorpresa a espaldas de Emilia. Francisca confiesa a Mauricio sus verdaderas intenciones respecto a la joven. Paquito explica a Mariana el desfase de fechas en los documentos de los boticarios. Raimundo encuentra la oportunidad de examinar la mancha mientras los Castañeda no están. Comprueba que bajo la mancha de brea hay otra de algo que parece sangre. Mauricio entrega a Francisca el libro de registro que Soledad debería haber quemado para Olmo. El doctor Casas se despide de su hija, que no puede olvidar tan fácilmente todo lo que los separó. El doctor se despide de Pepa y da por supuesto, delante de Tristán, que Zamalloa es su prometido. Los recuerdos de Pepa parecen empujarla a brazos de Zamalloa. El investigador la besa y ella se deja llevar.
Pepa se siente desconcertada tras besar a Zamalloa. La joven necesita asumir lo que ha pasado. Tristán percibe que a Pepa le sucede algo y la pone en un compromiso., pero ella disimula como puede, aunque Tristán percibe que no le ha contado toda la verdad. Paquito intenta acercarse de nuevo a los documentos, pero pone sobre aviso a María Cristina. Emilia se preocupa por los problemas de sueño de Alfonso, que sigue guardando su terrible secreto. Mariana vuelve al trabajo, todavía impresionada. Raimundo quiere ver a Juan y se enfrenta a él contándole su teoría sobre lo sucedido en la casa de comidas. Francisca sonsaca a Soledad sobre su relación con Olmo, sin ser del todo clara con ella. Olmo ve a Pepa y Zamalloa juntos y se da cuenta del vínculo que se ha establecido entre ellos. Tal y como le dijo a Soledad, Olmo pone en marcha su campaña para “encargarse” de Zamalloa.
Juan niega las sospechas de Raimundo y le pide que no meta las narices donde no le llaman. Raimundo intenta sonsacar a Mariana y también lo hace con Alfonso, pero ninguno le cuenta nada. Pepa confiesa a Tristán que entre ella y Zamalloa ha empezado algo, el joven se queda hecho polvo. Tristán confiesa a Raimundo sus cuitas, está destrozado por la relación entre Zamalloa y Pepa. Soledad está a punto de conseguir su nulidad matrimonial, mientras Francisca sigue escudriñando a Olmo. Mariana quiere que Paquito pida ayuda a sus hermanos en el tema de los boticarios, pero él se niega. Mientras tanto, Manuel y María Cristina desconfían de Paquito. Zamalloa se despide de Pepa sin que la partera sea consciente de ello. Gregoria les pilla in fraganti. Tristán está profundamente triste. La doctora cree que la tristeza de su prometido es por culpa de Pepa. Finalmente, Pepa descubre que Zamalloa se ha ido del Jaral.
La doncella no sabe a dónde ha podido ir Zamalloa, Olmo tampoco. Pepa está preocupada porque piensa que Zamalloa se fue por su culpa. Tal vez se precipitó y él se sintió presionado. Mauricio le cuenta a Francisca que Zamalloa se ha ido. No creen que Olmo haya tenido nada que ver. Tristán se ha enterado de la marcha de Zamalloa, se siente aliviado y a la vez lo lamenta por Pepa. Por indicación de Juan, Alfonso pide a Emilia que hable con Raimundo para que les deje en paz. Emilia habla con su padre pero los argumentos del Ulloa hacen que Emilia desconfíe de Alfonso. Francisca sigue malmetiendo entre Alfonso y Emilia, que cada vez tiene más dudas sobre su marido. Alfonso y Mariana comparten penas. Aparecen dos tipos con muy malas pintas que resultan ser los hijos de Lucio. María Cristina presiona a Paquito. La boticaria confirma sus sospechas sobre el chico. Mariana se entera por Enriqueta de que Paquito tiene una relación con María Cristina. Francisca quiere que Tristán fije una fecha de boda con la doctora Casas. Tristán promete hacerlo sin mucho entusiasmo. Pedro recibe una carta de Zamalloa con su veredicto sobre la muerte de Águeda...
El veredicto de Zamalloa sobre la muerte de Águeda es claro: accidente. Sorpresa para todos. Francisca opina que es lo mejor. Pedro, en privado, le entrega a Pepa una carta que Zamalloa le dejó para ella. A solas, Pepa lee con lágrimas en los ojos la carta del investigador. Soledad y Olmo brindan con champán. Mientras Olmo explica cómo consiguió deshacerse de Zamalloa. Juan regresa de su viaje mientras Enriqueta se enfrenta a la cruda realidad: Juan nunca la ha querido. Juan está seguro de que no hay nada que temer, cuando llegan los hijos de Lucio preguntando por él. Raimundo está enfadado porque Alfonso haya involucrado a Emilia en sus tejemanejes. Francisca ofrece a Emilia la protección y el apoyo que le está escatimando su marido. Alfonso enfurece al enterarse de que Francisca está intentando “acaparar” a Emilia. María Cristina y Paquito se dejan llevar por la pasión sin saber que Manuel está a punto de llegar a la botica. Pepa entrega a Gregoria un telegrama que trae noticias importantes. ¿Malas noticias, tal vez?
No son malas noticias las que trae el telegrama que Gregoria ha recibido sino una maravillosa oferta de trabajo. Pascual y Nicolás son los hijos de Lucio y vienen a interesarse por la suerte que corrió su padre. Lo hijos de Lucio se han ido, pero no todo ha salido bien. Raimundo sabe lo que ha pasado. Emilia no consigue que Alfonso se sincere con ella pero llega Raimundo dispuesto a decir la verdad. Manuel pilla a los dos amantes en pleno juego amoroso. Enfurece pero no agrede a Paquito, en desagravio hará algo para él. María Cristina intenta convencer a Paquito de que ella no tuvo nada que ver con la aparición de su marido en un momento tan delicado. Alfonso se enfrenta a Francisca. Defiende su matrimonio, con una apasionada declaración de amor. Francisca, al ver que el numerito de Alfonso lo ha unido más aún a Emilia, decide investigarlo. Pepa piensa que su sino en esta vida es perder todo aquello que ama. Y está convencida de que Olmo está tras la misteriosa desaparición de Zamalloa. Pepa acusa a Olmo de librarse de Zamalloa y matar a Águeda.
Olmo confirma que fue él quien mató a Águeda. A pesar de confesarlo, Olmo advertirá a Pepa de que nunca podrá demostrarlo. Cuando Olmo cuenta a Soledad que ha confesado a Pepa que mató a su madre, Soledad se siente atemorizada y Olmo amenaza a Pepa para que no cuente a nadie que fue él quién la mató. Mientras Pepa quiere volver a su habitación de la posada porque El Jaral sólo le trae recuerdos de su madre, Don Anselmo intenta que Francisca confiese que Tristán y Pepa no son hermanos. Por otra parte, Paquito se enfrenta a Manuel y a María Cristina. No está dispuesto a tratar con asesinos. Manuel chantajea a Paquito: si cuenta algo sobre ellos, Mariana lo pagará y Alfonso jura a Emilia que las sospechas de Raimundo son inciertas: Juan no ha matado a nadie. Juan pone a Raimundo en su sitio ya que no tiene ninguna prueba que le incrimine en un asesinato.
Raimundo instala a Pepa en su habitación de la casa de comidas. Francisca percibe que Tristán no atiende como debería a Gregoria y ésta da vueltas a algo. Paquito hará lo que los boticarios le pidan con tal de que no hagan daño a Mariana. Juan y Alfonso se enteran de que ha aparecido un cadáver en los alrededores. Raimundo se muestra expectante. Emilia tantea a Alfonso y su reacción no es la de alguien que tiene la conciencia tranquila. Juan ha enviado a Enriqueta a confirmar las noticias y la chica confirma que el cadáver aparecido es el de Lucio. Mauricio y Dolores se encuentran a Pepa y deciden aprovechar la oportunidad para interrogarla. Pepa les suelta la bomba: Se ha ido del Jaral porque Olmo Mesía es un asesino y mató a su propia madre.
Raimundo se aprovecha de Pedro para conocer los primeros detalles sobre el cadáver. Los hijos de Lucio está en el pueblo y Juan decide acompañarlos. Prefiere saber qué está pasando a esperar a ciegas en la casa de comidas. Entretanto, Emilia le pide a su padre que le cuente toda su teoría sobre lo sucedido en la casa de comidas. Mauricio va con el cuento a Francisca y Soledad: Pepa dice por ahí que Olmo asesinó a su madre. Soledad le cuenta a Olmo que Pepa está haciendo públicas sus sospechas y Olmo se enfurece. Pepa repite sus acusaciones ante las autoridades. No teme que llegue a oídos de Olmo. Más bien, todo lo contrario. Manuel hace un primer encargo a Paquito, deberá llevar un paquete a Villalpanda. Paquito ha cumplido con el encargo de Manuel y le pide a Hipólito que no haga nada, por Mariana. Olmo amenaza a Pepa, sin éxito. La partera le planta cara y lo enfrenta a sus fantasmas. Las palabras de Pepa han hecho efecto en Olmo. Los muros de la mansión “se le caen encima”. Tristán y Pepa ceden a sus impulsos y se besan y acarician como dos amantes.
Tristán se aparta y se va, horrorizado por lo que ha estado a punto de hacer. Más tarde confronta a Soledad que hace un tímido intento por defender a su prometido pero Tristán sabe que es un asesino. Paquito se entera de que el encargo de ayer era una prueba. Se siente atrapado. Mariana está enfadada con Paquito. Enriqueta la enfrenta a sus sentimientos: ¿está enamorada de él? Raimundo se interesa por el muerto. Alfonso espía a Raimundo, y el hombre de Mauricio lo espía a él. Pepa llega al Jaral y Olmo se sobresalta. Pepa se mofa de él: ¿tiene miedo? Pepa le planta cara porque no le tiene miedo, ni nada que perder. Tristán suplica al cura que busque un resquicio legal para vivir su amor con Pepa honestamente. Pepa y Tristán piensan el uno en el otro y sufren por no poder estar juntos. Francisca se presenta por sorpresa ante Olmo para hacerle chantaje. Sabe que es un asesino.
Francisca le demuestra a Olmo que lo tiene pillado pero, a la vez, lo tranquiliza ya que quiere ser su amiga. Olmo no entiende qué pudo haber fallado y Soledad le confiesa que no vio arder el libro hasta el final, lo que enfurece muchísimo a Olmo. Pepa anima a Gregoria a contarle a Tristán la oferta de trabajo. Tristán, por su parte, cree que hay esperanza para Pepa y para él pero ésta reacciona con hostilidad. Tristán galopa sin rumbo fijo, desesperado por el rechazo de Pepa, y sufre un pequeño accidente. Cae al suelo quedando aturdido. Gracias a la mediación de Pedro, la doctora da a Raimundo la información que necesita y que lo pone, de nuevo, bajo la sospecha de que los Castañeda tienen un problema muy grande encima. Tristán va a pedirle matrimonio a Gregoria, pero ella no lo deja hablar y le anuncia que se marcha de Puente Viejo.
Recuperado de su sorpresa, Tristán no se opone a la marcha de Gregoria de Puente Viejo. Tras conocer que Gregoria se va a Madrid, Francisca anuncia que va a poner orden en su familia. Entretanto la Montenegro le aprieta las tuercas a Olmo con respecto a lo que espera conseguir de él. Paquito intenta proteger a Mariana para no involucrarla en su affaire con los boticarios. Paquito se reencuentra con un viejo amigo. Raimundo asegura saber lo que pasó y trata de vender su silencio a cambio de la casa de comidas. Enriqueta insta a Juan a que elimine a Raimundo como único remedio a sus problemas. Pepa se entera de que Zamalloa ha sido nombrado Gobernador Civil, y además declara a Tristán sus intenciones “beligerantes” hacia Olmo.
Francisca pide explicaciones a Gregoria, se niega a aceptar que la doctora se marche. Gregoria recibe la ayuda de Tristán, que se muestra como un caballero hasta el final. Francisca echa en cara a Tristán y Soledad que no sean capaces de darle nietos. Alfonso cree que Juan está siguiendo el consejo de Enriqueta y va a contratar un asesino para liquidar a Raimundo. Alfonso teme que Juan vaya a atentar contra su suegro y se enfrenta al especialista que trae su hermano. Tristán se entera por Mauricio del extraño comportamiento de Raimundo y los Castañeda en la casa de comidas. Manuel y María Cristina interrogan a Paquito sobre los negocios de Pardo. Pepa ayuda a Gregoria con su marcha haciéndose cargo de sus pacientes. Mientras Tristán y Gregoria no se han atrevido a contarle que han roto. Pepa decide que va a enfrentarse a Olmo dándole donde más le duele. Parece decidida a darle en la cara a Olmo con su nuevo proyecto... Olmo sorprende a Pepa con sus preparativos para el albergue de acogida al necesitado.
Olmo se enfrenta a Pepa, que está convirtiendo el Jaral en un albergue. La amenaza en público. Pepa no cede un ápice y Olmo no tiene más remedio que recular. Soledad está preocupada por Olmo, pero éste la deja plantada, mientras Juan y ella se vuelven a ver. Soledad comprueba el motivo del enfado de Olmo, mientras Pepa le aconseja que haga lo que la haga feliz. Olmo pide ayuda a Pedro para detener a Pepa y su comedor para necesitados. Alfonso ha metido la pata. El especialista era un abogado y no un asesino. Alfonso teme que si Emilia supiese toda la verdad pudiera dejar de quererlo como esposo. Tristán se interesa por lo que puede estar pasando Raimundo. Éste le asegura que las cosas le van mejor que nunca, viéndose ya de nuevo dueño de la casa de comidas. Raimundo espera la respuesta de Juan, pero éste rechaza sus pretensiones, no piensa ni por un momento devolverle nada. Paquito pide ayuda a Norberto. Quiere que investigue por él a los boticarios. Pepa se entera por Francisca de que Gregoria se marcha sin Tristán. La doctora Casas se confiesa con Pepa y ésta la reta a hablar con ella de mujer a mujer.
Pepa intenta convencerla para que se quede, pero la determinación de la médica, es inquebrantable. Pepa anima a Tristán para que luche para que Gregoria se quede. Él se niega. Sería demasiado egoísta. Juan le planta cara a Raimundo y, además, lo despide. Sus amenazas no tienen fundamento. Raimundo, desolado, pide consejo a Tristán y este le pide cautela. Él lo ayudará a enfrentarse con Emilia. Raimundo amenaza a Juan con contárselo todo a los hijos de Lucio. El padre Gabriel ha pedido a su tío que revoque la orden de apartar a Don Anselmo de Puente Viejo. Entretanto, María Cristina se entera de que Paquito está muy “ocupado” por las noches, y no es con ella... Olmo y Soledad se ponen de acuerdo en la versión que han de dar, pero deciden separarse un tiempo. Olmo cree haber cumplido con lo exigido por Francisca, pero... las cosas no quedarán así.
Francisca Montenegro le hace saber su exigencia a Olmo, ella quiere que él se case con Soledad. Alfonso y Juan no saben qué hacer con las amenazas de Raimundo. Enriqueta cree que lo deberían eliminar. Alfonso confiesa ante Emilia y Raimundo que no fue Juan quien mató a Lucio, sino él... esto lo cambia todo. Los boticarios saben que Paquito trama algo. Estarán pendientes de él... pistola en mano. Norberto pide a Paquito que tenga cuidado porque los falsos boticarios son muy peligrosos. Es entonces cuando se escucha un disparo. Olmo recibe la visita de Pedro. El Alcalde viene a dar el resultado de la gestión que le encargó; desmantelar el albergue de acogida instalado por Pepa en el Jaral. Contraviniendo sus deseos, Pepa acude a despedir a Gregoria.
Alfonso refiere a los Ulloa cómo acabó con la vida de Lucio. Aunque no saben el motivo de su desazón, los Castro Montenegro dan el día libre a Emilia. Ya al corriente de los acontecimientos, Rosario apoya a Alfonso. Paquito está enterrando a Norberto, que ha sido asesinado por Manuel. Los boticarios “martirizan” a Paquito para que la culpa le atormente y sea mucho más prudente. Soledad confirma que acepta la petición de matrimonio que, por elipsis, le hizo Olmo. Soledad y Olmo anuncian su compromiso a Francisca. Olmo comenta su ilusión por ser padre, mientras Francisca le ordena a Soledad que siga ocultando a Olmo su incapacidad para tener hijos. Sigue sin haber ni rastro de Raimundo y Emilia muestra síntomas de rechazo a Alfonso. Gregoria da la orden al cochero para que se ponga en marcha.... Pero finalmente se produce el reencuentro de Tristán y Gregoria y la doctora Casas decide quedarse en Puente Viejo. Pepa recibe la noticia de que Tristán y Gregoria se van a casar.
Pepa se traga sus verdaderos sentimientos y desea lo mejor a Tristán y Gregoria. Don Anselmo sufre no pudiéndole contar a Pepa la verdad sobre el verdadero parentesco entre los dos. Pepa y Tristán disimulan sus verdaderos sentimientos y afirman ser felices. Francisca detiene la boda entre Olmo y Soledad para dar prioridad a la de Tristán. Los Castañeda buscan a Raimundo. Cuando están a punto de desesperar, Raimundo aparece y asegura que lo primero que tiene que hacer es hablar con Emilia. Mariana confiesa sus sentimientos a Paquito. Éste no tiene más remedio que rechazarla de plano a sabiendas que su cercanía ahora es muy peligrosa... y es que los boticarios le rondan con amenazas a sus seres queridos. Rosario recomienda a Alfonso que abandone para siempre los negocios sucios de su hermano. Mientras Juan desvela a Olmo que Soledad no podrá darle hijos. Olmo explota, no puede ser cierto.
Francisca percibe una complicidad que no le gusta entre Tristán y Mauricio. La Montenegro mete prisa a don Anselmo con los trámites de la boda. Rosario percibe que algo va mal, algo que tiene que ver con unos reproches que se hacen el cura y la Montenegro... ¡Algo sobre el verdadero padre de Tristán! Enriqueta consuela a Mariana y pide a Rosario que la deje ser ella quien hable con Paquito. Rosario interroga a Paquito sobre lo que le sucede con Mariana y éste “responde” marchándose. Raimundo busca consejo en Tristán para tomar su determinación definitiva respecto a los Castañeda. Raimundo decide dar marcha atrás en su plan para no perjudicar a Juan y a su familia. Mientras tanto un hombre misterioso espía. Olmo intenta sonsacar a Pepa sobre Soledad y su capacidad de procrear, pero no consigue sacar nada en claro. En cambio sí consigue poner a Pepa sobre alerta de lo que ronda la cabeza de Olmo. Rosario se decide a confesar sus sospechas a Pepa... ¿Qué le va a contar Rosario?
Rosario expone los motivos por los que Tristán podría no ser hermano de Pepa. Mientras Mariana lamenta y se culpa de la marcha de Paquito y Enriqueta promete hablar con él. Alfonso y Emilia se reconcilian definitivamente cuando Alfonso abre su corazón y desvela que el motivo por el que había ocultado la muerte de Lucio es que pensaba que Emilia le rechazaría para siempre. La ternura que inspira el hombre hace que Emilia baje las murallas. Juan revoca el despido y Raimundo acepta volver a trabajar para él. Entretanto Tristán se muestra cariñoso con Gregoria, ella es feliz. Tristán le promete que siempre lo será. Pepa previene a Soledad, Olmo ha empezado a hablar de hijos. Pepa le aconseja que sería conveniente decirle la verdad. Olmo le da ocasión de ser sincera, pero Soledad calla. Pepa le pregunta a Raimundo si cabe la posibilidad de que Tristán pueda ser su hijo.
Raimundo admite que es posible que Francisca estuviera embarazada de él. Pepa se pone nerviosa y contenta, al ver un rayo de esperanza. Raimundo intenta hablar con Francisca sobre el progenitor de Tristán. Francisca lee la carta que nunca llegó a enviar a Raimundo y que podía haber cambiado su vida. Paquito rechaza a Mariana. María Cristina lo ve y se hace ilusiones, pero Manuel le hace ver a María Cristina que si Paquito rechaza a Mariana es por protegerla. Los celos se apoderan de la farmacéutica. Francisca finge alegrarse de que a Emilia le vayan bien las cosas. Desenmascara a Mauricio, sabe que ha estado mintiéndole a pesar de que tenía instrucciones para vigilar a los Ulloa, sabe lo que hay detrás de tanto bamboleo sentimental. No tolerará ni una traición más. Mauricio promete fidelidad absoluta. Y por fin Francisca tiene a Emilia en el sitio que quería, sabe que su marido mató a Lucio. Las dos saben ahora en qué posición está cada una... le tiene bien agarrada por la solapa. Pepa no sabe por dónde seguir investigando. Rosario tampoco sabe cómo ayudarla. Pero Raimundo sabe que van por buen camino. Para averiguar la verdad hay que encontrar a Leonor, la tata de cuando Francisca era joven.
Raimundo le habla a Pepa de la ‘tata’ de los Montenegro, Leonor, y deciden emprender su búsqueda. Para ayudar, Rosario cuenta lo poco que sabe de la mujer. Preocupación en Emilia y Alfonso por las palabras de Francisca: se investiga la muerte de Lucio. Juan también alucina por la supuesta trascendencia del asesinato cometido por Alfonso. A Raimundo hay algo que no le cuadra de lo que Francisca le contó a Emilia. Emilia vende su alma al diablo a cambio de que Francisca les saque del atolladero. Olmo intenta forzar, sin conseguirlo, que Soledad le confiese su esterilidad. Juan no entiende la falta de reacción de Olmo ante la noticia de la esterilidad de su futura esposa. Mariana está resentida con Enriqueta por no ayudarla a huir, pero no abandona sus planes. Mientras tanto, Tristán le entrega a Pepa su invitación de boda. La partera continua sin descanso con su investigación y encuentra a un mendigo le asegura que conoce a Leonor.
Raimundo sigue sospechando que hay algo muy raro en la actitud de Francisca. Francisca le cuenta a Mauricio su estrategia con respecto a Emilia, que comienza a sospechar. La falta de noticias que trae Juan sobre el caso de Lucio despierta más recelos en Emilia. Entendiendo que ha sido burlada, Emilia le canta las cuarenta a doña Francisca. Soledad le pide a Francisca más entusiasmo cuando vea a Olmo y duda sobre si sincerarse con él. Enriqueta anuncia a Mariana que se van a marchar las dos juntas de Puente Viejo. El mendigo le explica a Pepa todo lo que sabe de la “tata” Leonor... tiene que ir a buscarla, así Pepa se presenta por sorpresa en el despacho del gobernador Zamalloa: quiere pedirle un favor.
Pepa pide ayuda a Zamalloa para que busque a Leonor Cenicientos, él le ayudará para compensar que se hubiera marchado. Olmo enfrenta a Juan y Soledad con la excusa de entregar al Castañeda su certificado de nulidad. Emilia deja claro a Francisca que, pase lo que pase, ella seguirá con Alfonso. Enriqueta explota y avisa a Juan de que se marcha. Rosario despide a Enriqueta, sin saber que Mariana se va con ella, la muchacha insiste en no contarlo. Rosario aborda a María Cristina para preguntarle por Paquito. María Cristina intenta tranquilizar a Rosario y sigue “cubriendo” a Paquito. Paquito se aprovecha del cambio de actitud de María Cristina para intentar sonsacarle. Pepa sigue dudando que hacer, aunque tiene la oportunidad de decirle a Tristán la verdad.
Pepa empieza a ver muy difícil encontrar respuestas antes de que se celebre la boda y tampoco quiere levantar la liebre sin saber si hay algo detrás. Raimundo no está de acuerdo con la decisión de Pepa, cree que tiene que seguir luchando. Mauricio se niega a acusar a Alfonso ante los hijos de Lucio. Francisca insiste en que su única intención es proteger a Emilia de su marido. Francisca comprueba que Alfonso ya no es quien era y que está dispuesto a lo que sea por su familia. Tras el enfrentamiento con Francisca, Alfonso sufre un extraño accidente en la puerta. Soledad se da cuenta de que su relación con Olmo no fluye con la naturalidad de siempre. Los Castañeda descubren que Mariana se marcha de casa y se va con Enriqueta. Juan interviene pidiendo a Enriqueta que se quede y ésta accede a escucharlo, pese a Mariana. Paquito sigue intentando sonsacar a María Cristina. Manuel sospecha de la complicidad entre los dos. Pepa recibe un telegrama de Zamalloa. ¿Será la información que está esperando y que puede cambiarle la vida?
Pepa tiene que hacer un viaje. Viene a despedirse, por si no regresara a tiempo de asistir a la boda. Gregoria está convencida de que el viaje de Pepa es una excusa para no asistir a la boda. Lo que no saben es que Pepa va al encuentro de Zamalloa y no sabe cuándo regresará. Manuel pide cautela a María Cristina respecto a Paquito. Ella asegura que lo tiene todo bajo control. Rosario pregunta a Paquito directamente cuáles son sus sentimientos hacia Mariana, y el joven aparenta indiferencia. Gregoria se pone mimosa y Tristán termina sucumbiendo a sus insinuaciones amorosas. Pepa descubrirá el verdadero paradero de Leonor Cenicientos, y una vez tenga la información, advertirá a Zamalloa que nunca olvidará cómo falseó el veredicto de la muerte de su madre, jurando que un día le hará pagar por lo que hizo. Olmo, que venía de un tiempo a esta parte tratando de sonsacar a Soledad una declaración sobre su esterilidad, deja de disimular: anuncia a Soledad que no piensa casarse con ella. Cómo cayó la maceta tan cerca de Alfonso es un misterio... Francisca está impedida para realizar cualquier movimiento, así Emilia sale en su defensa, está pasando de castaño a oscuro que juzguen a la Montenegro a la ligera. Francisca estará agradecida por esa defensa, pero al quedarse sola se descubrirá que Francisca... ¡camina!
Olmo rompe con Soledad por su esterilidad y por sus reiterados intentos de ocultarle la verdad. Tristán despide a su novia frente a la puerta de su casa. Mañana serán marido y mujer. Pepa ha viajado toda la noche. Contrata una calesa privada para seguir su camino pero calesa se rompe y Pepa compra uno de los caballos y sigue al galope. Cansada, sucia, al límite de sus fuerzas, Pepa encuentra por fin a Leonor. María Cristina quiere controlar a Paquito y él le hace creer que lo está consiguiendo. En realidad Paquito les hace creer que está de su parte porque quiere saber exactamente qué ha de hacer. Francisca no quiere ir a la boda, su hijo lo entiende y la disculpa, mientras Gregoria se viste de novia. Todos los invitados están en la iglesia. Los Mirañar son los últimos en llegar y luego lo hace la novia. Francisca calcula, impasible, que su hijo debe estar casándose ya. Justo en ese momento llega Leonor, su tata. Pepa irrumpe en la Iglesia e interrumpe la boda con una noticia inesperada: Tristán y ella no somos hermanos.
Los Casas quieren echar a Pepa de la Iglesia, pero Tristán le da permiso para hablar. Pepa dice todo cuanto tenía que decir, explica la verdad, ella y Tristán no son hermanos. Se va sin saber qué decisión tomará Tristán. Leonor se enfrenta a Francisca para descargar su conciencia, después de casi treinta años de silencio. Gregoria está destrozada pero mantiene la dignidad. No quiere hablar con nadie, aunque Tristán pide perdón, Gregoria está furiosa y nada de lo que diga va a poder cambiar el daño ya hecho, así pues echa a Tristán, no quiere volver a saber nada de él. Mariana sigue sin encontrar explicación a la caja de recuerdos de Paquito. ¿Qué oculta? Si resulta que guarda todas esas cosas de ella, ¿no significa que en realidad le quiere? Pepa agradece la ayuda de Leonor. No sabe cómo acabó la boda, pero nada puede hacer ya. Enriqueta hace planes pero no despierta el interés de Juan. Lo que sí consigue despertar su curiosidad es lo que Rosario le cuenta... que Soledad no se casa. Y después de meditar, Pepa y Tristán, sin haberse puesto de acuerdo, se encuentran en el chozo.
Tristán y Pepa se encuentran en el chozo...luego no hubo boda. Tras meses de negar sus sentimientos, se entregan a la pasión. Pepa y Tristán acurrucados, tras hacer el amor, se sienten los seres más dichosos del mundo. Emilia le explica que las cartas misteriosas son de su prima, la hija de su verdadero tío. Lo había estado ocultando porque pensaba que podría sentarle mal a Raimundo, pero está iniciando una verdadera relación de amistad con ella. Alfonso le propone que la invite. Por otro lado, Tristán y Raimundo tienen el primer momento como padre e hijo... no puede ser más emocionante. Tristán y Raimundo se proponen recuperar el tiempo perdido. Y en el lado opuesto, doña Francisca está que trina, ella culpa al cura de lo ocurrido. Él deja claro que no tuvo nada que ver. Rosario obliga a Juan a enfrentarse con la verdad: no está siendo sincero con Enriqueta. Ella sigue viviendo en su mundo de fantasía, sin darse cuenta de que Juan está ausente. Tristán por fin va a ver a su madre, como siempre, después de los gritos viene el ultimátum, pero esta vez no será el chico el que se vea contra la espada y la pared... Será Francisca la repudiada. Tristán promete que jamás perdonará tanta maldad.
Gregoria ya ha vivido las primeras horas después de su boda fallida y ahora quiere marcharse y le pide a Pepa que no la busque más, no quiere volver a verla. Emilia está a punto de dar a luz y Alfonso empieza a sentir vértigo por la cercanía del momento del alumbramiento. Paquito pide ayuda a Hipólito. De momento debe alejar a Mariana de la botica y de él. María Cristina utiliza una droga con Paquito, asegurándole que es un elixir amoroso. En realidad es un elixir de la verdad que le hace Paquito confesar sus sentimientos por Mariana y el desprecio que siente por la boticaria. Los intentos de Soledad por acercarse a Olmo son inútiles. Leonor se da cuenta de que han roto y decide contárselo a Pepa. Rosario intenta avisar a Enriqueta de que Juan tiene dudas, pero la chica se pone a la defensiva. Entretanto, Raimundo irrumpe en La Casona exigiendo una explicación a Francisca Montenegro por su comportamiento, por haberle ocultado durante tantos años el hecho de que él es el verdadero padre de Tristán.
Raimundo reprocha a Francisca su cobardía y su egoísmo, que les ha impedido ser felices. Soledad vuelve a intentarlo con Olmo, pero sólo consigue su desprecio y sus ofensas. Francisca se entera de que Olmo ha roto con Soledad y, en lugar de apoyarla, culpa a su hija. Emilia termina la carta de la prima Adolfina, invitándola a visitarlos. Alfonso le cuenta a Emilia que quiere recomprar la casa de comidas cuando ésta se pone de parto. Juan está mucho más pendiente de las novedades acerca de Soledad que de Enriqueta. María Cristina se siente despechada y no parece estar dispuesta a dejarlo pasar, tal y como le pide Manuel. La boticaria tiende una trampa a Mariana y la cita en un lugar apartado. Tristán da la cara ante Gregoria. Con dignidad, la doctora lo despide asegurándole que de sus problemas ya se ocupa ella. Tristán le pide matrimonio a Pepa, pero la noticia de lo que le sucede a Emilia no les deja disfrutar de su momento de felicidad... ¡Se ha puesto de parto de forma prematura!
Gonzalo se reencuentra con su amigo que tiene secuelas de un grave accidente, para su sorpresa Mateo le cuenta que Don Rafael murió hace tiempo. La Misión ha cambiado mucho… Gonzalo pone al día a su amigo y le cuenta su historia con don Celso pero se da cuenta de que Mateo no le cuenta la suya. Le está ocultando algo y le pide que le diga la verdad. Candela cree que deben recurrir al testimonio de Sor Teresa para demostrar su identidad. Convencen a Dolores de que las deje llamar por teléfono y Candela consigue despistarla, sin embargo Aurora aparece y descubre que Carmen está haciendo una llamada. El matrimonio de Alfonso y Emilia se mantiene en su idea de seguir con el niño y, pese a sus dudas, Raimundo los apoyará. Sin embargo, Francisca se pone en marcha para saber la verdad sobre el origen de ese niño. Alfonso tiene miedo de que les quiten al pequeño estando Francisca de por medio., está convencidos de que tienen que huir. Contratan a Cipriano, hombre de confianza que vendrá a ayudar a Fernando con la textil. Fernando da a María un fabuloso regalo. María se está planteando darle realmente una oportunidad a Fernando... tampoco tiene otra opción. La colecta social que se ha puesto en marcha para ayudar a Aníbal no está funcionando. La gente tiene miedo de los Buendía.
Ante la amenaza que supone para que la pareja siga teniendo el niño, Emilia se decide a visitar a Francisca para contarle lo que ha pasado. Aurora pide ayuda a Francisca para descubrir la identidad del destinatario de la llamada de Carmen. Francisca chantajea a la telefonista para que les cuente con quién hablo Carmen. Mientras, Carmen pone al corriente a Candela de su aplazada conferencia con Suiza; Sor Teresa no estaba por ahí. Alfonso informa a Raimundo de que Emilia ha ido a visitar a doña Francisca. Emilia le ha contado la verdad sobre el bebé a Francisca y ésta le ofrece su colaboración. Pilar aborda a Gonzalo: tiene algo muy importante que contarle y le cuenta la verdad sobre Mateo, poniendo a parir a don Celso le confiesa a Gonzalo lo que pasaba en la Misión. A Aníbal no le sorprende que la colecta no dé resultados y a Isidro le irrita su aparente rendición. Emilia pide ayuda a María para la decepcionante colecta que están llevando a cabo. María decide dar una oportunidad a Fernando para intentar ser un matrimonio más o menos normal.
Chelo, la telefonista, le confiesa a Francisca que Carmen volverá a hablar mañana con el internado en Suiza. Francisca y Aurora se disponen a escuchar la conversación. Carmen pide a Sor Teresa que le envíe una orla con las fotos y los nombres de todas las compañeras. Francisca y Aurora lo han escuchado todo Pese a su último esfuerzo, Emilia no consigue el dinero suficiente para el diagnóstico de Aníbal. Emilia y Alfonso finalmente deciden ponen el resto del dinero. Don Anselmo los bendice por su buen corazón. Rita explica a Alfonso que ya ha concertado el ingreso de Aníbal, pero él se niega a dejar que Rita lo acompañe. Gonzalo confiesa a Mateo que siente que su vida se ha desmoronado en estos pocos días. Emilia disfruta del bebé, que ya considera suyo, y empieza a contagiar su entusiasmo a Raimundo.
Francisca echa a Candela de su local acogiéndose a su derecho como propietaria, mientras Carmen se enfrenta a ella, pero no consigue nada, la señora es inflexible. Candela comprende que no tiene salida y Carmen se siente culpable por lo sucedido. Tristán acude a solidarizarse con Candela y a ofrecerle alojamiento, aunque no hace lo mismo con Carmen. Emilia ofrece cobijo a Candela y Carmen y es entonces cuando se entera que es la hija de Pepa. Don Anselmo trae una “buena noticia” para Isidro: ha conseguido enchufarle con Millán Astray en La Legión Española. Aníbal intenta que Rita pase las noches que estará fuera con una vecina, pero la joven se niega. Gonzalo regresa a Puente Viejo y se encuentra con Fernando, al que arruina la “reconciliación” con María y es que tanto Fernando como Mariana perciben, cada uno por separado, el cambio de María tras ver a Gonzalo.
Gonzalo desenmascara a don Celso como un ser mezquino y avaricioso narrando sus andanzas en las misiones. Ninguno de los dos es digno de representar a Dios. Don Anselmo intenta calmar los ánimos y despide a los feligreses. Última discusión entre Gonzalo y su mentor, mientras Don Celso lo ha perdido todo y tiene que irse. Emilia se siente madre de nuevo. Deciden disfrutar de este regalo del cielo que es el bebé. Raimundo y Mariana intentaron imponer cordura pero empiezan a contagiarse del entusiasmo de los “padres”. María quiere ayudar económicamente a Candela y a Carmen, es lo único que puede hacer para compensar el desahucio, ya que hablar con Francisca no ha servido de nada. Isidro y Rita se dan ánimos mutuamente; tienen que ser fuertes y dejar de lado su amor, en estos momentos sólo importa Aníbal. Gonzalo reúne a sus queridos en el Jaral: lo que pasó en la Iglesia no fue sólo un gesto. Gonzalo ha colgado los hábitos.
Don Anselmo cree que Gonzalo se precipita, pero el joven le asegura que no, y le da sus motivos. Fernando está que trina por el regreso de Gonzalo y más aún, cuando se entera de que ya no es cura. Gonzalo está ansioso por desenmascarar a Aurora. Candela y Carmen confían en que falta poco para lograrlo. Mientras tanto, Gonzalo también va a dar explicaciones a María de por qué ha colgado los hábitos. Hipólito y Pedro se han “llevado” el trabajo a casa. Vuelven del campo con mosquitos. Ambos se enfurecen al enterarse de que Dolores ha matado o liberado a los insectos. Tristán ofrece cobijo a su hijo y, como no puede ser de otro modo, Gonzalo acepta trasladarse a vivir en el Jaral. Alfonso y Emilia ya hacen planes para registrar como propio al bebé. Mariana quiere hablar con Alfonso y él se da cuenta de que Mauricio no es un enemigo en lo que atañe al bebé pero temen que la situación se complique estando tanta gente al tanto de lo ocurrido con el pequeño. Carmen recibe el sobre de Suiza que tanto ha esperado… pero su contenido no es el que deseaba.
El mayor de los Buendía, Aníbal, regresa a Puente Viejo y confirma a Isidro y Rita que los médicos le han dicho que no hay solución. La orla que ha llegado a Puente Viejo, la tan esperada por Carmen, no es verídica. Los nombres que aparecen en ella parecen dar la razón a la falsa Aurora, de la que inmediatamente sospechan de haber manipulado dicha orla. Así, tanto Francisca como Aurora se congratulan del fiasco sufrido por Carmen. Luego, Rosario obliga a Chelo a que cuenta lo que sucedió con las llamadas al internado suizo. En casa de los Buendía, Rita se entera de sopetón de la marcha inmediata de Isidro al ejército. Éste intenta explicarle la situación ante una furibunda Rita. Pero lo peor está por llegar: Aníbal llega con el peor de los presagios, se va a morir. Candela, expulsada del local donde vive y donde trabaja, muestra síntomas de rendición ante su venidero cierra. Alfonso y Emilia piden ayuda al alcalde, Pedro, para legalizar la situación de Alfonsito. Además, dos sospechosos caballeros piden habitación en el hotel. Gonzalo, ya sin hábitos, se muda al Jaral, donde recibe una calurosa bienvenida de sus habitantes.
Rosario consigue que Chelo les informe de los movimientos de Francisca. Carmen no se resigna, está convencida que puede desenmascarar a Aurora, mientras tanto Gonzalo se suma al plan de Carmen para devolver la jugada a Aurora y Francisca. Los caballeros que se han instalado en el hotel preguntan por el lavadero y Alfonso los sigue; descubre que están buscando al bebé que Emilia encontró. Emilia pide ayuda a Francisca. La Montenegro asegura que se la prestará, pero deberá hacerse a su manera… Fernando explica a Cipriano qué hacer con el local de Candela y le entrega una gratificación. Mientras se produce el desalojo de la confitera. Francisca aparece y Carmen se enfrenta a ella por Candela.
Carmen y Candela no han destrozado nada de la confitería. Francisca viene a disfrutar de su victoria pero se queda sola. Emilia ha recibido a las desahuciadas en su casa y está feliz de tenerlas con ellos. Fernando consigue el derecho de paso para Gonzalo tras pensar que será beneficioso para su imagen de cara a María. También cede la idea de vender el local a Cipriano, asegurándole que le ha regalado la idea para que se anote el tanto ante Francisca. Don Anselmo se hace eco de las quejas de los vecinos sobre la dejación de funciones de Pedro que sigue con su secretismo. Mientras, Quintina enhebra su propia teoría sobre la comunicación de los insectos. Isidro cumple con la palabra dada a Rita y mantiene ante su hermano que se irá al Ejército. Alfonso y Emilia se dan por enterados de la búsqueda de los caballeros y les ofrecen una pista. Alfonso lleva a los caballeros con Mauricio, que les da una pista falsa. El caballero parece haber picado el anzuelo y pide la cuenta para marcharse inmediatamente. Carmen se reúne con Rosario y Gonzalo y les adelanta que ya saben qué hacer, la solución es traer a Sor Teresa. Carmen se enfrenta a Aurora, culpándola de lo sucedido con Candela mientras Rosario es testigo del desencuentro. Chelo informa a Francisca que Carmen ha estado en Villalpanda hablando por teléfono.
Aurora se entera de que una monjita del internado vendrá a visitar a Carmen. Ponen en común con Francisca lo que saben y llegan a la conclusión de que Carmen planea algo. Aurora husmea en el libro de reservas del hotel. Alfonso se plantea que tal vez están haciendo con el bebé lo opuesto a lo que se comprometieron, esto es, entregarlo a su familia si aparecían. Se confirma que los caballeros se han ido. Alfonso no puede ser más feliz y da a Emilia las buenas nuevas pero Raimundo no está tranquilo, lo sabe demasiada gente como para que sea un secreto. Francisca vende el local de la confitería pero el dinero de la venta ha desaparecido y Cipriano es el primer sospechoso. Gonzalo tiene que pedirle a su padre un gran favor. Tristán tiene que hacer un viaje y espera que, en su ausencia, Aurora y él se porten bien. Rita se encuentra en una encrucijada, sabe que si le pide a Isidro que se quede, aunque sea con un gesto, él no se irá.
Cipriano jura que es inocente y Fernando confía en que Francisca haya cogido el dinero, pero la Montenegro no lo tiene, mientras acusa a Cipriano de ladrón y a Fernando de torpe, por contratarlo. La Guardia Civil se lleva detenido a Cipriano, acusado de robo. Tristán se va de viaje y Aurora se despide de su padre con un beso poco convencional. Aurora le pide a Francisca una coartada, esa noche tiene que matar a Sor Teresa. Aurora se dispone a ahogar a Sor Teresa como hace unas semanas ahogó a Ana. Isidro se despide, mientras Rita no le hace la señal convenida para que se quede. Aníbal regala a Rita el aderezo de novia de su hermana. Mientras tanto, Rita se confiesa y le cuenta a don Anselmo la verdad sobre su relación con los hermanos Buendía. Fernando, en presencia de María, entrega a Gonzalo el documento que acredita la servidumbre de paso, mientras Francisca le pide a María que se esfuerce más en su matrimonio. María cree que Gonzalo y ella deben distanciarse: su marido y su madrina tienen razón al pedir más discreción. Alfonso y Emilia se ponen en marcha, con la ayuda de Pedro para legalizar al bebé. Nadie consigue hacer entrar en razón a Emilia que considera al bebé realmente como su hijo. El abuelo del bebé ha vuelto, se ha enterado de que intentaron engañarlo y reclama a su nieto.
Aurora ha caído en la trampa que le ha preparado Carmen y por fin Tristán descubre la verdad. Gonzalo y Candela reconfortan a Carmen tras el mal rato que ha pasado. Francisca ayuda a Jacinta para que desaparezca de Puente Viejo. Tristán no encuentra a Aurora y se mortifica por lo torpe que ha estado con su verdadera hija. María encara a su madrina por no haberle informado de la venta de la confitería. Cipriano está abatido por su detención y en prisión entra en contacto con Olmo Mesía. Cipriano le cuenta su historia a Olmo y alucina al conocer su identidad. Los Mirañar establecen las bases del Concurso de Tortillas, lo único que ha sido capaz de desviar la atención de Pedro de los insectos. Don Diego reclama formalmente al bebé antes de poner el asunto en manos de la ley. Alfonso informa de que no les queda más remedio que entregar el bebé a los Álvarez-Cienfuegos. Jacinta, la falsa Aurora es descubierta in fraganti robando en el Jaral y amenaza a Tristán.
Aurora hiere a Tristán y utiliza a Rosario como escudo, hiriéndola y empujándola, para escapar de Gonzalo. Tristán está muy afectado por lo ocurrido y no es por la herida que le ha infligido Jacinta. Alfonso expulsa a don Diego de su casa. Alfonso y Raimundo se esfuerzan por convencer a Emilia que deben entregar al bebé. Francisca y María visitan a Emilia para darle ánimos, pero Emilia está completamente desolada. Emilia se queda sola con el bebé, su bebé. Parece pensar algo. Cuando Alfonso viene a casa con don Diego y don Fidel, no hay rastro del bebé ni de Emilia. Aníbal cree percibir que don Anselmo se comporta de forma extraña y se pone en guardia. Rita confiesa a Mariana que piensa fugarse. Don Anselmo utiliza la situación de Emilia para intentar que Rita olvide sus planes de huida. María y Aurora se reencuentran, ya oficialmente como primas y renuevan su amistad. Francisca “descubre” la verdadera identidad de Carmen/Aurora en la plaza. Cipriano va ganándose la confianza de Olmo, que llega a contarle sus “problemas” con Fernando. Tristán recibe la visita inesperada de Aurora, su hija, que viene a hablar con él.
Aurora ha venido para hacer una cura a Tristán, que no sabe qué decir. Aurora no parece tener prisa para aclarar las cosas con su padre, lo dejan para cuando se cure. Gonzalo confiesa a Aurora que sigue enamorado, pero que no puede ni debe hacer nada por María. María no sabe cómo reaccionar con Gonzalo, mientras sigue simulando con Fernando que no pasa nada. Alfonso no encuentra a Emilia. Los caballeros enfurecen, pero él los convence de que aparecerá. Alfonso organiza la búsqueda por los alrededores de Puente Viejo. Empezarán esta noche. No han encontrado rastro de Emilia en toda la noche y Alfonso empieza a desesperarse. Rita ha decidido que, si no se marcha de Puente Viejo inmediatamente, al menos debe sincerarse con Aníbal, pero cuando lo va a hacer éste sufre otra hemorragia. Francisca da a Fernando una semana para que arregle el “problema” de Cipriano. Cipriano recapitula y se da cuenta de cómo le ha hecho la cama desde que llegó a Puente Viejo. Fernando visita a Cipriano y le admite que él es el responsable de todo. ¿Qué quiere Fernando?
Fernando reconoce a Cipriano que lo ha organizado todo para que mate a su padre en la cárcel. Rita se olvida de todo para atender a Aníbal. El truco ha dado resultado, así la “recaída” de Aníbal ha hecho desistir a Rita de su huida. Alfonso empieza a temer que su mujer haya perdido la razón. Pedirá ayuda para buscarla. La respuesta del pueblo es fantástica. Organizan la búsqueda. Disponen del coche de Francisca. Los caballeros han hecho llamar a Pedro para poner una denuncia por el rapto del bebé en manos de Emilia, pero Mauricio interrumpe la reunión. Se organiza una cena de “bienvenida” para Aurora, en la que Tristán no ha sido invitado. Francisca llega, de pronto, sin haber sido invitada.
Pese al dolor de la separación, el paso de Amparo por la vida de Pelayo le ha dejado un gran legado: la conciencia de estar vivo y de que no hay que renunciar al amor sin importar la edad que se tenga. Por su parte, Guillermo propone matrimonio a Marina. Su deseo de forjar un futuro seguro para los dos le lleva a irrumpir en casa de Pía y pedirle dinero a cambio de una información vital: Uriarte la ha utilizado, es un pelele en sus manos y no le ama. Mientras, Daniel recuerda a Belén su proposición de irse juntos a Venezuela y luchar por ser felices. Raúl inventa una patraña para impedirlo. Tomás visita a Roberta y tienen una emotiva despedida. Saben que nunca más volverán a verse. Finalmente, Isabela descubre que entre Fernando y Alicia hay algo. Alicia admite que fueron amantes y que estuvieron juntos mientras ella estaba en la cárcel.
Fernando advierte a Gonzalo que María nunca será para él. María y Gonzalo se encuentran en la plaza. Aurora se interesa acerca de los verdaderos sentimientos de su hermano hacia su prima; es obvio que hay algo. Gonzalo y María confiesan sus choques con Francisca y Fernando. Contenidos, se aproximan y, al final, Gonzalo y María se besan. Cipriano sigue negándose a colaborar con Fernando a pesar de no tener demasiadas alternativas. Aurora ayuda económicamente a Candela como compensación por sus desvelos con ella. Mientras, Rita ratifica ante don Anselmo su intención de contraer matrimonio con Aníbal. Quintina quiere saber por qué Dolores le da tanta importancia al Concurso de Tortillas. Y Emilia recibirá una visita inesperada…
María y Gonzalo se dejan llevar por la pasión y se disponen a hacer el amor. María y Gonzalo se conjuran para no renunciar a verse. Lo mantendrán en absoluto secreto. María vuelve de su encuentro con Gonzalo cambiada, y Francisca lo detecta y empieza a atar cabos al respecto del origen de tanta felicidad. Francisca intenta abrir los ojos de Fernando: su mujer está viéndose con el cura de nuevo. Dolores impone la composición del jurado que cree más conveniente, incluyendo a Hipólito. Descubrimos que Emilia ha obligado a Alfonso a convertirse en su cómplice. Emilia confía en que terminarán despistando a los hermanos Cienfuegos. Alfonso no lo tiene claro. Raimundo insiste en pedir a Alfonso que no baje los brazos que parece haber perdido la esperanza sin saber que en realidad ya sabe dónde está su mujer cuando aparece Nieves, la madre del bebé. Rosario teme que Tristán vuelva a caer víctima de la depresión por el conflicto con su hija. Cipriano empieza a ver el futuro menos negro. Olmo le ofrece trabajo para cuando salga. Fernando, humillado por lo que Francisca le ha hecho ver, que sigue viéndose íntimamente con Gonzalo, intenta forzar a María que se defiende a punta de tijera.
La firmeza de maría al defenderse hace que fernando no tenga más remedio que retirarse. por otra parte, fernando da un ultimátum a cipriano para que mate a su padre en prisión. María pone como excusa que va a montar a caballo para verse con Gonzalo. Fernando le estropea el plan. María se ha retrasado por Fernando, pero por fin puede ir al encuentro de Gonzalo. Hablan del pasado y el futuro tras un nuevo encuentro amoroso. Mientras, Hipólito lee el bando con el cambio de fecha del concurso. Quintina y Mariana lo censuran; han adelantado el concurso ventajosamente porque Emilia está ausente. Finalmente, Nieves ha escapado de su casa al saber que su padre había dado con la pista del bebé. Raimundo y Alfonso esconden a Nieves en casa. Todavía guardan ciertas reticencias respecto a ella. Raimundo y Rosario cuidan de Nieves. Rosario entiende que no es la niña caprichosa que pensó. Francisca se huele que Alfonso oculta algo y se niega a dejarle el coche hasta que se lo cuente.
Mauricio no puede confirmar la apertura de la confitería, pero vio a María y a Gonzalo, solos y juntos. Francisca se da cuenta de que María miente con gran descaro. Francisca insiste a Fernando en que María le es infiel con Gonzalo, pero allá él… María intenta escabullirse para ir al encuentro de Gonzalo pero la pillan. Disimula bien. La madre del bebé parece diferente al abuelo pero no les garantiza que Alfonsito vaya a estar bien. Alfonso ha de volver a Puente Viejo. Le hace prometer a Emilia que no escapará. Nieves reconoce que no tiene un plan para enfrentarse a su padre. Don Diego vuelve, sabe que Nieves está aquí.Don Anselmo no se explica cómo Aníbal puede estar bien sin seguir ningún tratamiento. Aníbal se entera de que Rita ha dado a don Anselmo la dirección del médico. No puede protestar. Cipriano intenta matar a Olmo pero es incapaz. Rosario está preocupada. Tristán se comporta como cuando murió Pepa. Acabará mal otra vez. Rosario lleva a Aurora a la Quebrada de los Lobos. Pide una oportunidad para Tristán.
Aurora se acerca a su padre. Por fin accede a hablar. Por fin padre e hija hacen las paces en un momento muy emotivo. Padre e hija vuelven felices tras haber hecho las paces. Todos se alegran de su reconciliación. Por su parte, Candela quiere muchísimo a Aurora, pero ha llegado el momento de separarse. Francisca se entera, por sus criados, de que Tristán y su hija se han reconciliado. Se ha montado una pequeña fiesta en el pueblo. Todo a punto para el Concurso de Tortillas. El jurado vota. Hay empate entre dos tortillas. Hipólito tendrá que desempatar. Hipólito se agobia. Hay empate y él tiene el voto de calidad. Quintina le dice que vote en conciencia y lo hace… ¡Resulta que la tortilla es de Quintina! Alfonso y Gonzalo “despistan” a Don Diego. Nadie le dará información sobre su hija. Alfonso sale de casa con Nieves. Parece haber tomado una decisión, aunque no dice de qué se trata. Alfonso confiesa que sabe dónde está Emilia. Quiere hablar con Francisca, ha de pedirle un favor. Alfonso llega al refugio con Nieves y Emilia entra en pánico, ¿cómo se le ha ocurrido? Don Anselmo cree que Aníbal no se medica por un problema económico y él no lo saca de su error. Aníbal ha comprado las medicinas para que Rita esté contenta. Llega Isidro. Ha desertado del Ejército. Cipriano intenta matar a Olmo mientras duerme, pero tampoco para eso tiene valor. Cipriano y Olmo siguen siendo amigos. Hay un altercado ajeno a ellos pero Olmo resulta herido. María y Gonzalo vuelven a encontrarse en su escondite. Mariana les obliga a decirle la verdad. Ellos reconocen que están juntos. Mariana adivina tragedia.
Olmo ha muerto, aparentemente. Llega la noticia de la “muerte” de Olmo. Fernando cuenta las circunstancias de la muerte de Olmo y acude a prisión, pero el cuerpo de su padre no está disponible todavía para que se haga cargo de él. Dolores sigue encolerizada por la humillación que ha sufrido en el Concurso de Tortillas. No hay forma de que Emilia y Nieves alcancen una buena sintonía aunque poco a poco toma conciencia de quién es la verdadera madre del bebé y empieza a bajar los brazos. Por su parte, María quiere saber cómo ha deducido Mariana que se está viendo clandestinamente con Gonzalo. Mientras, en casa de los Buendía hay mucha preocupación por la temeraria decisión de Isidro de desertar. Aníbal se informa sobre las consecuencias de la deserción y la posibilidad de que Pedro intermedie. Por una indiscreción de Mariana, Isidro se entera de los planes de Rita de adelantar su boda con Aníbal. Isidro siente mucho dolor. Candela le desea lo mejor a Aurora e insiste en su decisión irrevocable de marcharse de Puente Viejo. Aurora se muda al Jaral. Gonzalo y Tristán se enteran de la inminente marcha de Candela de Puente Viejo.
Emilia pide perdón a Nieves, que teme haber arruinado indirectamente la vida de Alfonso y Emilia. Alfonso y Emilia deben renunciar a sus aspiraciones sobre el bebé y para Emilia es muy duro. Don Anselmo y Fernando se encuentran a Gonzalo, que se enfrentan. Don Anselmo parece preocupado y previene a Gonzalo: Fernando tiene el corazón de hielo. Fernando prepara una juerga en Madrid y se trabaja a Francisca para que perdone a Cipriano. María pide a Fernando que deje de espiarla y él le recuerda que si ve a Gonzalo, lo pagará. Gonzalo y María saben que Fernando es peligroso, así que tendrán cuidado, pero no dejarán de verse. Aurora se pone de parte de la pareja ya que sabe todo acerca de su reciente relación pese a que ellos creían que no se notaba. Millán Astray aparece en Puente Viejo buscando a Isidro. Pedro lo despista y Rita corre a avisarle para pedirle que huya. El chico la sorprende negándose a marcharse. La relación de Tristán y Aurora se afianza. Él sigue sin querer hablar con Candela. Al menos, todavía. Candela recibe un sobre de un abogado, lo abre y se queda helada por la sorpresa.
Candela ha recibido las escrituras de su confitería y Tristán le explica sus razones para comprar el local. Ella intenta rechazarla pero Gonzalo y Aurora no le dejan hacerlo. Francisca visita el local con intención de burlarse del nuevo propietario y Candela no le aclara que se trata de ella misma. Francisca sufre un percance en la confitería y Aurora tendrá que curarla. Alfonso y Emilia no aceptan que Nieves renuncie al bebé por ellos. Fernando presiona a Francisca, utilizando a María, para que perdone a Cipriano. Cipriano sale libre y Fernando le espera para asegurarse de que tendrá la boca cerrada. Mariana empieza a ponerse nerviosa por las miradas del forastero que se registró en el hotel. María se enfrenta a Fernando: ha llegado el momento de negociar el final de su matrimonio.
Fernando acepta un trato de no agresión hacia María y Gonzalo hasta que herede, luego se separarán. Gonzalo cree que María se ha expuesto demasiado, pero están locos porque Fernando se marche. Por su parte, Isidro da la cara ante Millán Astray quien, contra todo pronóstico, lo licencia. Isidro llega bebido a casa y hace a Rita insinuaciones ofensivas, ella le suelta un bofetón… Hay mucha expectación ante la reapertura de la confitería en la que Candela no quiere “hacer sangre”. Mauricio informa de la reapertura, algo que Francisca ya sabía y estará presente... Candela trabaja, y hay un ligero acercamiento a Tristán. Aurora es testigo involuntario del encuentro. Francisca se lleva la desagradable sorpresa de que la nueva dueña de la confitería es Candela. Fracasan todos los intentos por quedarse con el bebé así que don Diego se lo lleva. Animada por Hipólito, Quintina intenta hacer las paces con Dolores, pero sólo empeora las cosas. Con buenas palabras, Dolores sugiere a Hipólito que se independice.
Para colmo de males, Aurora y Gonzalo arropan a Candela. Francisca se siente humillada y furiosa, va a ver a su hijo, pero Tristán ya le advirtió que no debía meterse con su gente… Francisca, furibunda, echa a Fernando una tremenda bronca por la venta de la confitería. Este no soporta más a la Montenegro y está deseando marcharse… sin embargo Fernando descubre con horror que su padre está vivo, en coma, pero vivo; quizás no pueda arrimarse a la herencia como tenía previsto. Don Diego regresa con el bebé y hay una emotiva reconciliación con su hija, deciden quedarse con el niño. Alfonso convence a su mujer de que debe ir a despedirse del niño. La despedida es desgarradora, aunque también alegre porque el bebé recupera a su verdadera familia. Isidro pide perdón por su comportamiento, pero Rita deja las cosas claras. Aníbal, en cambio, tensa la situación con su hermano para saber su actitud ante la boda. Por último, sin demasiada mala intención, Quintina le hace ver que Dolores los está echando de casa.
Tras la ‘no muerte’ de Olmo, Fernando valora matarlo allí mismo, pero al final decide abandonarle porque no piensa hacerse cargo de él. El joven vuelve a la Casona y les cuenta a sus habitantes que Olmo no ha muerto, lo que causa una gran conmoción. María le pregunta a Fernando qué va a pasar ahora ya que Gonzalo reconoce que no puede ni quiere luchar contra sus sentimientos hacia la joven. Rita le cuenta a Mariana que Isidro aceptó ser el padrino de su boda con Aníbal. Además, al probarse el vestido de novia deja a Isidro obnubilado… Por su parte, Mariana quiere investigar clandestinamente la identidad de Nicolás y le confiesa a Quintina la causa de su inquietud por la presencia del tal Nicolás Ortuño. Por último, Aurora y Gonzalo se ofrecen a su padre a mediar en su relación con Candela.
Fernando asegura a María que su pacto sigue en pie, pero en realidad está en un callejón sin salida. Isidro se muestra impresionado por lo bella que estaba Rita con el vestido. Más tarde, le reconoce su fracaso: vino a impedir la boda y será el padrino. Tristán y Aurora han comprado el anillo para Candela. Rosario desea lo mejor a su señor y a su futura esposa. Cuando Tristán se dispone a declararse a Candela, ella lleva la conversación al terreno de los negocios y le corta. Tristán explica a Aurora lo sucedido y esta se presenta ante Candela para hablar con ella de su relación con su padre. Emilia da las gracias a Francisca por todo. ¿Por qué la ayuda y aprecia? Ni siquiera la señora lo sabe. Quintina confiesa a Mariana que está harta de su suegra. Mariana ve a Nicolás y se siente violenta. Mariana aborda a Nicolás y se cita con él para el día siguiente: él promete darle una explicación.
Gonzalo y María se encuentran con Fernando, al hijo de Olmo no le gusta verlos juntos y prepara una trampa: pasearán juntos para llevar a María directa a una trampa... Aurora le cuenta a Candela que Tristán está enamorado de ella, pero no se atreve a declararse y Candela se pregunta qué hacer. En ese momento Aurora toma el control: Ella se encargará de encontrar la forma. Tristán confiesa a Gonzalo que no se atrevió con Candela y el joven Gonzalo detecta el miedo de su padre. Aurora explica a Tristán que Candela prepara una fiesta y, aunque hay gato encerrado, pero Tristán no lo nota. Por su parte, Nicolás miente a Mariana sobre el intermediario que le habló de ella y al asegurarle que es fotógrafo. Quintina cree que Mariana debería confiar más en Nicolás que les hace fotos a escondidas. Isidro ha descubierto que Aníbal no recuperó el regalo de Quintina a plazos, si lo pagó de golpe, ¿de dónde sacó el dinero? Él se excusa. Por su parte, Rita se ha decidido a fabricar el recuerdo bonito del que le ha hablado Mariana con Isidro… pasa su verdadera noche de bodas (por adelantado) con Isidro, su verdadero amor. Por último, Emilia recibe una carta de Nieves con una foto del bebé, tras tanta contención, se derrumba.
Tristán llega a la fiesta y descubre que es él el único invitado. Candela le pide matrimonio y él se queda muy cortado. Por su parte, Gonzalo espera a María, está nervioso, al final, con retraso, María llega. Gonzalo tenía el mal presentimiento de que le había pasado algo… Nuevo y tenso encuentro con Fernando. Abiertamente lamenta llegar a ser el hazmerreír del pueblo, pero a solas con María, Fernando le explica que “negociará” con su padre para poder independizarse. Mientras, Rita e Isidro han hecho el amor. La joven no quiere sentirse culpable, sólo disfrutar de este momento, pero cuando Rita se va a dormir, Aníbal da explicaciones a su hermano sobre el dinero. Francisca, furiosa, vuelve a abroncar a Fernando por la venta de la confitería y Mariana deja que Nicolás la fotografíe. Por último, Don Anselmo cree que Alfonso debería ser sincero con Emilia. Ella los oye y cree que le ocultan algo. Esto afianza las advertencias que le ha ido haciendo Francisca acerca de lo raro que está Alfonso, y Emilia se preocupa.
Tristán acepta casarse con Candela y todos celebran el compromiso por lo que al final sí hay una bonita fiesta. María cuenta en La Casona que Tristán se ha comprometido con Candela y doña Francisca se enfada, pero Mauricio sugiere que se reconcilie con su hijo. Mientras, Tristán va a “despedirse” de Pepa. Emilia llega a La Casona a hablar con Francisca y ella aprovecha para malmeter contra Alfonso. Pero él le declara su amor a su esposa y le anuncia que quiere renovar sus votos matrimoniales. Por su parte Aníbal y Rita se casan. Todos los miran, felices, menos Isidro, que sufre en silencio. Acto seguido, Emilia y Alfonso renuevan sus votos. Fernando llama a la cárcel para preguntar por Olmo. Desgraciadamente para él, está fuera de peligro. Mariana y Nicolás se despiden. Él cree que volverán a verse y entonces, tendrá que hacerle un favor... Por último, María sale a galopar y Fernando insiste en acompañarla. Su yegua se encabrita y la joven sufre un grave accidente…
Ha habido un accidente en las cuadras y Fernando ha salido muy malparado. Preparan a Fernando para un traslado a la desesperada. Francisca llega al hospital, donde no se presagia nada bueno para el joven. El doctor llega con noticias sobre el alcance de las lesiones de Fernando... Al mismo tiempo, Soledad llega a la Casona por sorpresa, pero no encuentra a nadie allí. Mauricio viene a dar la notica al Jaral y Tristán impide que, en una reacción visceral, Gonzalo vaya a visitar a María. Aurora muestra su carácter porque quiere ir a visitar a su prima. Además, Tristán se sincera con sus hijos con respecto a lo que siente por Candela y les agradece su apoyo. Aníbal se regodea de su “triunfo” en las narices de Isidro. Aníbal se muestra más alegre y abierto de lo habitual: el matrimonio le ha sentado bien, pero las relaciones de Aníbal y Rita no son tan fluidas como Aníbal quiere hacer creer...
El doctor confirma que Fernando apenas tiene posibilidades y María se siente culpable. Tristán pide información a Mauricio, que sigue sin explicarse qué pudo pasar a la yegua, lo mismo le pasa a la joven, no se lo explica, no tiene lógica que se encabritase así. Mauricio encuentra en las cuadras la cincha cortada de la silla de María... Tristán se presenta con sus hijos en el hospital para visitar a María, pero Francisca se lo impide. Procura ser todo lo hiriente que puede en su negativa. Aurora consuela a Gonzalo y le confiesa que ella teme por lo que Francisca hará por impedir la boda de su padre con Candela. El matrimonio Buendía no se levanta feliz, Rita se entera del accidente y cree que debe ofrecer su ayuda aun estando de luna de miel. Además, Mariana confiesa que no se olvida de Nicolás, pese a que no tiene claro el origen de su interés. Don Anselmo también está sorprendido por el regreso de Soledad y ella sigue mostrándose misteriosa. Soledad se presenta ante Francisca, que la recibe mal, y le cuenta las novedades: vuelve casada. Por último, Aníbal le ordena a Isidro que haga una tarea en la granja, pero éste se rebela. Cuando Aníbal vuelve y comprueba que Isidro no ha hecho lo que le pidió se lleva a Rita a la cama.
Mauricio se guarda la cincha del caballo de María. Parece haber sido manipulada, pero Mauricio no parece dispuesto a compartir con nadie su hallazgo. Soledad da explicaciones sobre su matrimonio. Planea quedarse en el pueblo. Francisca está helada. También conoce a la verdadera Aurora y habla con Tristán sobre Terence. Francisca pide a Soledad que cambie sus planes y se aloje en la Casona. El doctor anuncia a María que le dará el alta a ella. Antes de marcharse a casa, María quiere ver a Fernando. El estado de Fernando impresiona a María. Emilia la convence de que está en buenas manos. Gonzalo reconoce ante don Anselmo que está desesperado sin ver a María. Éste le pide paciencia. Aun así, decide ir a ver a María. Aurora lo acompañará para que resulte menos evidente su interés. Gonzalo intenta consolar a María, pero no lo consigue. La culpa le hace pedirle que se marche. Aníbal presiona a Isidro: preparará la leche y hará la mantequilla, todo hoy, recuperando el retraso. Rita se da cuenta que Isidro no ha hecho el proceso bien y la calidad de la mantequilla peligra. Cuando ve lo que ha hecho Isidro, Aníbal lo abronca. Rita por fin deja su pasividad para defender al chico.
Gonzalo se resiste a marcharse. Es Aurora quien se lo lleva haciéndole ver que María necesita estar sola. Aurora consuela a su hermano e intenta insuflarle un poco de optimismo. La defensa de Rita vuelve a ponerlos casi en la misma situación (sentimental) de antes de la boda. Trabajando juntos han conseguido salvar la remesa de mantequilla, pero sigue la tensión. Casualmente, hay un compositor en el hotel y a él encargan el himno de Puente Viejo. Soledad le cuenta, con temor, que se ha casado. Rosario entiende y aplaude que intente ser feliz, y Francisca, por su parte, insiste en hacer para Terence una pequeña recepción de bienvenida. Por su parte, Aurora teme que Francisca quiera impedir la boda entre Tristán y Candela, por lo que agiliza los trámites. Por último, Fernando presenta un lamentable aspecto. María se instala a su lado para cuidarlo. La respiración “tranquila” de Fernando, no es más que la antesala de la muerte. El joven empieza a sufrir convulsiones. Mauricio tiene algo importante que decirle a la señora, pero interrumpe la llamada del hospital…
Soledad los convoca para recibir oficialmente a su esposo, tal y como Francisca quería. Soledad compra pasteles de última hora y felicita a Candela porque van a ser cuñadas. Por fin llega Terence. La sorpresa es general. Desesperada María pide a Francisca que vaya a su lado. Fernando ha empeorado y lo están operando así que Francisca corre al lado de su ahijada sin escuchar lo que Mauricio le tenía que decir. Por fin el doctor sale a informar: contra todo pronóstico, Fernando ha superado la intervención. Además de negocios, Rafael y Aníbal se hacen confidencias sobre sus respectivas familias. Isidro y Rita se preguntan qué va a pasar ahora que están solos de nuevo. Aníbal irrumpe para sorprender a su mujer en brazos de su hermano pero falla. Todo es normalidad.
Francisca no se molesta en disimular la pésima impresión que le causa Terence por el color de su piel, pero el joven se muestra como un hombre culto y refinado… y quizás demasiado optimista. Después, la Montenegro se topa con Tristán y Candela, que ejercen de novios formales y piensa que menuda suerte está teniendo sus hijos que le han salido… Francisca arremete contra sus hijos. En la presentación de Terence en el Jaral la comparativa de reacciones es pasmosa. María vela a Fernando y Mariana le anuncia que tiene una visita en la sala de espera. Es Aurora, y la joven le pide que le diga a Gonzalo que la visite. En el encuentro entre Gonzalo y María se renuevan sus esperanzas y sus expectativas. Reaparece Ricardo, el marido de Candela, al que ésta consideraba muerto...
Ricardo se presenta en la confitería ante la sorpresa de Candela, que pensaba que había muerto. Además, Francisca se altera tras conocer al marido de Soledad, mientras el pueblo se asombra por ser el primer hombre de raza negra que ven. Francisca no se molesta en disimular la pésima impresión que le causa Terence por el color de su piel. Mientras, el marido de Soledad se muestra como un hombre culto y refinado… y quizás demasiado optimista. Francisca se topa con Tristán y Candela, que ejercen de novios formales. ¡Menuda perra suerte está teniendo con los hijos que le han salido! También se produce la presentación de Terence en el Jaral, con una pasmosa comparativa de reacciones. María vela a Fernando y Mariana le anuncia que tiene una visita en la sala de espera. Es Aurora, a la que María le pide que le diga a Gonzalo que la visite. Así, en el encuentro de Gonzalo y María ambos renuevan sus esperanzas y sus expectativas. Reaparece Ricardo, el marido de Candela, al que ésta consideraba muerto.
Tras la proposición de Candela, Tristán dice que sí, que se casará con ella. Los demás llegan para celebrar el compromiso y, entonces sí, hay una bonita fiesta. María cuenta en la Casona que Tristán se ha comprometido con Candela y Francisca rabia. Mauricio sugiere a la señora que se reconcilie con su hijo, pero ella responde con una mala contestación. Por su parte, Tristán va a 'despedirse' de Pepa. A continuación, Emilia acude a hablar con Francisca y ella aprovecha para malmeter contra Alfonso. Mientras, éste declara su amor a su mujer y descubre el gran secreto: quiere renovar sus votos matrimoniales. Ya en la iglesia, Aníbal y Rita se casan. Todos los miran, felices, mientras Isidro sufre en silencio. Acto seguido, Emilia y Alfonso renuevan sus votos matrimoniales. Es hora de acostarse y el matrimonio Buendía se va a 'disfrutar' de la noche de bodas, mientras Isidro se queda solo. Pero está claro que la felicidad no es la que debería en un evento así, y Rita piensa en Isidro mientras hace el amor con Aníbal. Fernando llama a la cárcel para preguntar por Olmo. Desgraciadamente para él, está fuera de peligro. Además, Mariana y Nicolás se despiden. Él cree que volverán a verse y entonces, tendrá que hacerle un favor. Paras terminar, María va a salir a galopar y Fernando insiste en acompañarla. Tras aceptar ella, Miopía se encabrita y sufre un accidente…
Candela presenta a Ricardo como su cuñado, asegurando que está de visita. Ricardo ofrece su ayuda a Tristán y desayunan juntos. Ricardo aprovecha el encuentro para sonsacar información sobre Candela a Tristán. Ricardo parece lamentar todo el daño que en el pasado hizo a Candela. Incluso la felicita por Tristán. Aníbal informa a Rita e Isidro que ‘los Jatos’ vendrán a la Feria y deben actuar como anfitriones. Isidro intenta librarse de tener que ir a la Feria, pero Aníbal no se lo permite. Isidro tropieza en la Feria con Paula, la prima de Rafael “El Jato”, personaje interpretado por la actriz Elena Martínez. Dolores bautiza definitivamente a Terence como Tere, mientras sigue dándole miedo y desconfía de él. Gonzalo vuelve a visitar a María, que apenas puede atenderlo: Fernando la necesita. Además, la joven recibe otra mala noticia sobre Fernando: pueden quedarle secuelas de todo tipo. Entretanto, Fernando recupera la consciencia y pregunta a María qué le ha pasado. Francisca cede con su yerno y Terence la invita a una comida que va a organizar para darse a conocer.
María le cuenta la verdad a su marido sin omitir su parte de culpa en el accidente. La joven vuelve a casa donde su madre y su tía la miman. Reconoce lo mucho que le cuesta cuidar a Fernando. Gonzalo se lleva a María para hablar a solas, bailar un poco y robarle un beso. Francisca echa en falta a su ahijada... Rita se ha dado cuenta de que Aníbal intenta emparejar a Isidro con Paula. Cree que no funcionará, pero aparentemente, Paula e Isidro tienen muchas cosas en común. La invita a ir al baile con él. Sigue la fiesta, pero Rita quiere irse a casa, se siente mal. Ricardo sigue colaborando con Tristán, con la intención de obtener información. Candela se arrepiente de haberle dado cobijo y le pide que deje de acercarse a Tristán. Por último, Terence organiza el gumbo y empieza a ganarse a la gente, menos a Alfonso. Soledad “exige” a su madre que, aunque no le guste, asista al gumbo de Terence.
María y Gonzalo tienen tiempo de renovar sus promesas de amor sin que nadie les encuentre. Llega Candela, que nota que Gonzalo está feliz y él le explica cuál es el motivo de su contento, María. Fernando reprocha a María que lo dejara solo y la chantajea sentimentalmente. Finalmente el doctor le da el alta a Fernando y mañana mismo podrá volver a casa. Isidro y Paula quieren seguir la juerga, pero Rita no se encuentra bien. Paula se ofrece generosamente a quedarse cuidando a Rita que tendrá que guardar reposo mientras dure su mal. Se reciben los papeles oficiales de Candela por lo que Tristán y ella ya se pueden casar. Candela echa a Ricardo y él demuestra sus verdaderas intenciones: Ha venido a hacerle chantaje. El gumbo es todo un éxito. Terence y Francisca firman la paz. De hecho ha conseguido camelarse hasta a Dolores, el único que aún guarda reticencias es Alfonso. Por último, Emilia e Hipólito se disponen a ensayar el Himno de Puente Viejo con Quintina como público y le gusta, le parece un himno magnífico, pero Emilia no lo tiene tan claro.
Candela cede al chantaje de Ricardo, muestra síntomas de que algo le sucede, pero se lo calla. Paula suple con presteza a Rita, que sigue indispuesta y empieza a extenderse una corriente de simpatía entre Isidro y la chica. Rita está celosa de Paula, pero lo camufla como envidia más o menos sana de sus aptitudes. Todos se estremecen de pensar en el futuro que le espera a María tras el regreso de Fernando, totalmente discapacitado. Fernando se trabaja el sentimiento de culpa y la compasión de María. Pedro va “anunciando” al Gobernador que el estreno del Himno no será tan sonado como preveían. Pero en cambio, el estreno del himno sí resulta sorprendente. Contrariamente a lo esperado, el Gobernador felicita a los Mirañar por la originalidad del mismo. Alfonso no da explicaciones de su desconfianza hacia Terence. Mientras, Soledad no se arrepiente de su vuelta ni le preocupa lo que pueda pensar su madre de su matrimonio.
Fernando consigue arrancar de María la promesa de que no lo dejará abandonado en esta situación y así, María vela a Fernando durante su primera noche en la Casona. El joven echa a la enfermera de la habitación y exige los cuidados de María. Emilia es testigo del acaparamiento que está hundiendo anímicamente a su hija. Además, María recibe a Gonzalo para decirle que no dejará a Fernando y pedirle que siga con su vida. Isidro reconoce que Paula es una mujer excepcional y Aníbal procura “allanarle el camino”. Paula sigue ganándose a Isidro que se atreve hasta a cogerle de la mano. Candela se prepara para buscar el dinero del chantaje y miente a Tristán para marcharse sola a por el dinero. Candela vuelve de la Puebla para comunicarle a Tristán que no se pueden casar como habían previsto.
Candela consigue convencer a Tristán de que atrasar la boda es lo más conveniente. Entretanto le cuenta a Ricardo que ha conseguido el préstamo, creyendo que así se lo quitará de encima. Aurora le pide explicaciones a Candela y se cruza con Ricardo, que sigue dándole mala espina. Gonzalo está desesperado por el rechazo de María. Aurora se ofrece a ayudarle a encontrar un médico que pueda ayudar a Fernando para liberar a María un poco de esa presión que siente y Francisca se enfrenta al lisiado que sigue presionando para que sea María quien se ocupe de él. Hipólito comunica a su familia que se marcha ante la insostenible situación que se vive entre su mujer y su madre. Parece esperar un gesto de Dolores que no llega. Los Mirañar se encuentran en el río cuando pretendían huir unos de otros. Ven a Terence desnudo... Paula ha encontrado a Isidro y cuando ambos vuelven a casa, Rita ha empeorado y se desmaya. Francisca baja a la cocina y se encuentra con Aurora revolviendo entre cajones y cacharros.
Aurora ha venido a la Casona en representación de Don Pablo. María pide a Francisca que le permita quedarse y la sorpresa es que Aurora sabe imponerse con Fernando: su autoridad lo intimida y se deja hacer. Pero Francisca está harta de la situación y Mauricio se ofrece a eliminar a Fernando. Paula sólo quiere ayudar pero Rita se muestra reticente con ella e Isidro lo nota. Por su parte, Aníbal está satisfecho por cómo va la relación de su hermano con Paula. Emilia pregunta por Hipólito y Dolores da una versión edulcorada del “traslado”. Es Quintina la que explica que se han ido de casa. Tristán cuenta a sus hijos que Candela rehusó la invitación a cenar, algo parece marchar realmente mal entre ellos dos… Aurora, preocupada, pregunta a Candela por qué está tan rara, pero ella no le aclara nada. Entretanto, a solas con Candela, Ricardo muestra su verdadera cara de hombre manipulador y mezquino. Soledad “obliga” a Mariana a contarle por qué la gente mira a Terence y cuchichea. Los atributos masculinos de Terence son el chisme favorito del pueblo y Soledad no puede evitar reprimir su risa.
Francisca no quiere eliminar a Fernando, todavía… pero no lo descarta. Esperará un poco más. Quintina sabe que Hipólito echa de menos a sus padres y lo anima a que les haga una visita. Dolores no está pero padre e hijo se alegran de verse, e Hipólito le cuenta que tiene un proyecto. Los chicos comparten con Tristán su preocupación por Candela. La pastelera lo está pasando mal sometida al chantaje sentimental y económico de Ricardo. Candela cuenta a Tristán la historia completa sobre la muerte de su hijito. Rita pide disculpas a Paula por su hostilidad y la joven las acepta, mientras Aníbal aplaude la actitud de su mujer. En el fondo la actuación de Paula obedece a un plan orquestado entre Aníbal y Rafael. Alfonso intenta prevenir a Soledad, pero ella se muestra muy segura de su marido y le asegura que todo va bien. Soledad pide ayuda a su madre para facilitar los negocios de Terence y hablan de sus atributos. El matrimonio habla de su situación en el pueblo cuando perciben que alguien los sigue…esta vez se manifiesta: es Olmo. Con la ayuda de Mariana, Gonzalo se encuentra con María. Tiene algo muy importante que decirle.
Gonzalo cree haber encontrado a un doctor que podría mejorar el estado de salud de Fernando. María le pide a Gonzalo que haga lo imposible por conseguir una cita con el facultativo. Tras el asombro de reencontrarse con Olmo, Soledad y Terence le llevan al pueblo. Un funcionario cuenta la verdad sobre la inesperada aparición de Olmo en los alrededores del pueblo. La noticia de la vuelta de Olmo se va extendiendo. Fernando, por su parte, no va a dejar que su padre se quede en la Casona. Aníbal anuncia la permanencia de Paula más allá de la curación de Rita y anima a Isidro para que afiance su relación con la chica. En el colmado, el día se presenta escaso de clientela. La ausencia de Hipólito y Quintina se hace notar. Aurora intenta sonsacar a Candela cuál es la causa de su mal estado de ánimo. Entretanto, Ricardo interrumpe un momento de intimidad entre Tristán y Candela. Paralelamente, Tristán se entera de que Candela ha hipotecado la confitería.
Fernando reitera su negativa de acoger a Olmo en la Casona tras la marcha del funcionario; quiere a su padre se pudra en la cárcel. Pero Olmo se comporta con Pedro y Don Anselmo como si realmente hubiese perdido la memoria. Entretanto, Soledad termina yendo al encuentro de Olmo y lo provoca, para intentar que salga su verdadero yo. El director del banco explica a Tristán que Candela ha pedido un préstamo. Tristán se siente engañado y se niega a ver a Candela. Rosario intuye que algo grave pasa. Ricardo intenta ponerse cariñoso con Candela y Tristán malinterpreta lo que ve desde la puerta. Gonzalo reúne a María con el doctor. El médico da esperanzas a María sobre la recuperación de Fernando. María plantea a Francisca la posible solución médica que ha encontrado para Fernando. María se presenta con el doctor Valentín, pero Fernando se niega a recibir tratamiento. Pedro y Dolores siguen echando a faltar a sus clientes. Rosario les habla del nuevo establecimiento. Pedro visita el nuevo local que les hace la competencia: ¡el responsable es Hipólito! Emilia entrega a su sobrina Aurora el cuaderno de campo de Pepa. Terence y Alfonso coinciden en su afición al boxeo y Alfonso se ofrece para entrenar con él.
as provocaciones de Soledad no enfurecen a Olmo, parece otra persona completamente diferente. A Terence le da pena Olmo, por más que Soledad lo ponga al día de sus crueldades. María está desolada, Fernando se reitera en su negativa: no está dispuesto a ser el ‘conejillo de indias’ de ese doctor. Pedro y Dolores deciden que abordarán la traición de Hipólito dándole la oportunidad de rectificar. Pedro no se contiene, amenaza a Hipólito y vuelven a discutir para horror de Quintina. Alfonso y Terence entrenan, cuando Raimundo aparece y despista a Alfonso, que se lleva un buen golpe. Paula termina las tareas y aprovecha que está sola en casa para prepararse un baño. Rita vuelve a casa y sorprende a Paula bañándose. La reacción de Paula deja a Rita helada. Tristán confiesa a Candela lo que sabe y lo que vio. La confitera se siente acorralada y rompe con él. Aurora trepa a un árbol para cortar muérdago. Cae, accidentalmente, cuando un jinete pasa bajo ella.
Nadie ha resultado herido de gravedad en la caída de Aurora, pero Conrado, el jinete, (nuevo personaje interpretado por Rubén Serrano) se ha hecho daño en el brazo. El encuentro, sorpresivo, también resulta hostil. Paula se queja de Rita y consigue que Isidro se ponga de su parte. Entretanto, Rita y Paula discuten por la desmedida reacción de Paula cuando Rita le pilló dándose un baño. Isidro y Rita discuten por Paula. Aníbal se posiciona de forma diferente con uno y con otro. Candela, desolada por su ruptura con Tristán, pagará de todas formas para librarse de Ricardo. Tristán termina por contar en el Jaral la verdad: no habrá boda, Candela y él han cortado. Mauricio no compra víveres porque en los ultramarinos son más baratos. Los Mirañar contratacan. Hipólito rebaja los productos con tal de que se los compren a él y Mauricio se aprovecha. Aurora, indignada, le cuenta a su hermano el incómodo encuentro con un forastero maleducado. Al momento, Conrado, llega a curar su herida al dispensario. También él tiene una desagradable sorpresa al ver que lo atiende Aurora. Si nadie quiere hacerse cargo de Olmo, volverá a la cárcel. Mientra tanto, María está desolada, no consigue que su marido acepte tratamiento alguno y se ve atada de por vida a su invalidez. Francisca echa a Mariana de la habitación, necesita hablar a solas con Fernando.
Francisca amenaza a Fernando con llevarlo a un asilo si insiste en no tratarse aceptar el tratamiento médico. Ante las palabras de la Montenegro, Fernando cambia de opinión y pide a María que llame al doctor, quiere curarse. Cuando Fernando despierta, horrorizado, ve en qué consistirá su tratamiento: tendrá que llevar un corsé. Conrado se cose a sí mismo, paga y se despide bruscamente de Aurora, que se muestra indignada. A solas, Aníbal pide a Paula que cumpla su parte del trato lo antes posible, necesitan que tenga relaciones con su hermano. Aníbal los deja solos. Paula parece seducir a Isidro, pero se arrepiente en el último momento. Isidro no entiende la actitud de Paula, pero ella piensa que Isidro es demasiado bueno para hacerle eso. Aníbal se da cuenta de que la chica no ha “cumplido”. Don Anselmo siente pena por Olmo, mientras todo el mundo piensa que está fingiendo. Cuando van a llevar de nuevo a Olmo a la prisión don Anselmo lo impide, él se hará cargo de Olmo Mesía. Pedro se enfrenta duramente con su hijo y ni siquiera Quintina consigue calmar los ánimos. Gonzalo está intentando arreglar la situación de su padre con Candela, pero Aurora no tiene paciencia, ella misma se dispone a hablar con Candela. Presionada por los chicos, Candela confiesa toda la verdad: Ricardo, su ex marido la está extorsionando. Es entonces cuando Tristán se enfrenta a Ricardo.
Gonzalo impide que Tristán le dé una paliza a Ricardo y éste se va de la confitería amenazando a todos. Tristán informa a Emilia de la verdadera identidad de Ricardo y le pide ayuda para algo secreto. Entretanto, Ricardo alquila una habitación en el hotel. Pedro e Hipólito no se ponen de acuerdo: la competencia encarnizada sigue. Hipólito no está dispuesto a claudicar: regalarán todos los productos del ultramarinos. Fernando se viene abajo tras haber escuchado el “tratamiento” que le receta el doctor Valentín. Pedro y Raimundo previenen a don Anselmo del peligro de acoger a Olmo en su casa. Soledad y Fernando cargan contra don Anselmo, pero éste mantiene su decisión de acoger a Olmo Mesía. El doctor Valentín le da a María la noticia de que está embarazada.
Mientras están paseando por el bosque, la novedosa pareja descubre que alguien les sigue, sorprendiéndose en demasía al darse cuenta de que el susodicho es... Olmo.
Gonzalo se emociona con la noticia, ¡van a ser padres!, está encantado. Ahora, con más razón, lucharán por estar juntos. Gonzalo cumple la palabra dada a María y no cuenta nada, pero la felicidad se le sale por los poros. Fernando, en cambio, no colabora con los ejercicios. Sólo se esmera en fastidiar a los que tiene alrededor. Tristán explica a Candela que ya tienen lo que pidieron. No sabremos todavía de que se trata. Tristán y Candela citan a Ricardo para darle “lo suyo”. Ricardo fanfarronea con Emilia, presumiendo del dinero que todavía no tiene. Ricardo da por seguro que Tristán y Candela pagarán. Se lleva una sorpresa cuando le dan un sobre… Terence estrecha lazos con Alfonso gracias el deporte. Alfonso y Mariana se sienten culpables, de alguna manera sienten que están pisando la memoria de su hermano Juan… Aníbal informa a Rita de que Isidro pretenderá oficialmente a Paula. La chica casi lo ve con alivio. Francisca visita a Olmo para comprobar que está como dicen y así parece. Olmo no se atreve ni a pasear. Soledad intenta buscar ayuda en Fernando para librarse de Olmo, pero María no se lo permite. Soledad se encuentra con Don Anselmo y Olmo. No lo soporta más y enfrenta a Olmo con su pasado. Pedro convence a Rosario para que compre en el comercio de Hipólito al saber éste que su hijo está al borde de la quiebra. Dolores aprueba el gesto de su marido.
Tristán y Candela no pagan el chantaje sino que demuestran que es un impostor. Ricardo se va, jurando vengarse. Han echado a Ricardo. Candela lo tacha de cobarde. No volverá. Olmo huye espantado de sí mismo ante las acusaciones de Soledad. Don Anselmo y Soledad discuten por cómo tratar a Olmo. Francisca echa la bronca a Soledad por cómo se comportó con Olmo. Terence le da la razón a su suegra. Olmo está desolado. Merece todo el odio que recibe. Don Anselmo sabe que no miente, pero cuando vuelve a casa con Emilia descubre que Olmo no está. Rita le asegura a Emilia que el compromiso entre Isidro y Paula supone un alivio para ella. Pequeña y humilde ceremonia para formalizar la relación de Paula e Isidro. Conrado se interesa por saber quién es el propietario de unas tierras: Tristán. Aurora está estudiando cuando se lleva una gran sorpresa: Conrado está en su casa. Mauricio compra muchísima comida. A Quintina le sorprende pero Hipólito está feliz. Mauricio entrega en el colmado todo lo que compró en el ultramarinos. Era un plan de los Mirañar. Entretanto, Mauricio les hace ver a Quintina e Hipólito que si les va tan bien es gracias a Pedro y a Dolores. Fernando intenta hacer los ejercicios pero no puede. Aurora acusa a Fernando de no poner todo de su parte y él no lo desmiente. También Francisca se da cuenta de que Fernando no juega limpio. La amistad entre Terence y Alfonso se fortalece.
Conrado, tan brusco como siempre, le pide a Aurora que vaya a buscar a Tristán; quiere comprarle parte de sus tierras. Tristán escucha la propuesta y le dice que tiene que pensarlo y consultarlo con su familia. Hipólito da las gracias a sus padres pero ellos niegan haber hecho nada. Esto tiene que terminar… Pedro e Hipólito llegan a un acuerdo. Siguen sin tener noticias de Olmo. Don Anselmo saldrá a buscarlo y Raimundo se ofrece a ir con él, pero no hay más voluntarios. Nadie siente aprecio por Olmo Mesía pese a los intentos del cura. Rafael se marcha con Aníbal, que va al médico. Paula promete cumplir con su parte. En lugar de seducir a Isidro como había quedado con su primo, Paula se derrumba y se dispone a decirle la verdad. Gonzalo se ofrece a decir a todos la verdad acerca del embarazo. María prefiere hacerlo ella. María se toma una tila y se arma de valor: ha llegado el momento de decirle a Fernando la verdad. Contra todo pronóstico, Fernando se vuelve loco de alegría al saber que María está embarazada. Francisca intenta hacer ver sutilmente a María que Fernando la engaña. María le pide paciencia. Francisca ha recogido las medicinas, no quiere que Fernando mejore, solo quiere librarse de él.
María huye despavorida y desconcertada tras la inesperada reacción y confesión de Fernando; ha estado narcotizándola otra vez así que el hijo que espera puede ser suyo. Aurora alucina con los ejercicios de Fernando, que anuncia que María tiene una primicia motivadora. Entretanto, María confiesa a Gonzalo no saber con certeza quién es el padre de la criatura que lleva en su vientre. Paula le cuenta a Isidro que lo suyo ha sido un engaño y que está embarazada. Paula está muy arrepentida por el engaño, pero Isidro no piensa quedarse de brazos cruzados. Tristán, Candela, Gonzalo y Aurora ya forman una familia feliz. La fecha de la boda se aproxima e Hipólito y Quintina son invitados, pero no su madre. El reducido equipo de búsqueda encuentra por fin a Olmo Mesía. Don Anselmo reinstala a un todavía desfallecido Olmo de nuevo en su casa. Pedro se acoge a triquiñuelas legales para instalar el futbolín en la casa de comidas. Mientras tanto en El Jaral, Tristán y Conrado fijan fecha y hora para sellar el traspaso de las tierras.
Gonzalo no encaja la noticia de su posible ‘no paternidad’ como María hubiese querido. La discusión termina en ruptura. Gonzalo le confiesa a Aurora cómo se siente, pero promete a su hermana disimular hasta la boda. Terence se marcha de viaje. Soledad le asegura que no volverá a meterse en líos con Olmo. Paula le pide a Isidro que disimule por ella, necesita un momento para trazar un plan que le ponga en un lugar seguro. Rita intenta prevenir a Paula sobre Isidro pues sabe que le pasa algo que no quiere contarlo. Paula, consciente de que Rita empieza a acercarse a su secreto, no acepta sus consejos. Paula explica a Isidro su plan y tantea sus sentimientos hacia ella, pero sólo queda rechazo. Don Anselmo propone a Olmo una forma de recuperarse: pedir perdón a los que agravió en el pasado. La lista de agraviados es muy larga, pero don Anselmo no lo deja desanimarse ni aplazarlo. Gonzalo perdona a Olmo, pero avisa, tanto a él como a don Anselmo, que el camino no será fácil. Tristán y Candela gastan una broma a Dolores con la invitación, que le traen ellos personalmente. Candela se encarga de arreglar la Iglesia con la ayuda de Gonzalo, pero alguien los observa. Tristán recuerda que Pepa le pidió lo mismo que le ha pedido Candela, que hable con su madre. Francisca está harta de Fernando y de cómo trata a su ahijada. Parece que va a matarlo. Fernando se salva de la muerte al comunicar a Francisca que María está embarazada. Tristán y Conrado formalizan la venta de los terrenos.
Francisca está feliz ante la perspectiva de ser “abuela”. Francisca explica a Mauricio que no le conviene matar al padre de su “nieto”, al menos, de momento. Cuando María está a punto de contar a Francisca la verdad acerca de su embarazo, sus dudas y las estratagemas de su marido, Fernando las sorprende con su aparición. Isidro ha buscado transporte a Paula para sacarla de Puente Viejo sin que nadie se entere. Tristán pide consejo a don Anselmo y Gonzalo: ¿debe invitar a Francisca como le ha pedido Candela? Invitará a Francisca, tal y como Candela le pidió. Mientras tanto, alguien los vigila… Conrado anda buscando características minerales de la tierra cuando Isidro le da pistas sobre el agua que mana salada de la montaña en tiempos de lluvia. Esto parece satisfacer enormemente la curiosidad de Conrado. Soledad ha comprado una moto como regalo para Tristán y quedan para probarla después de la boda. Olmo reconoce que pedir perdón le consuela, pero no se ve con fuerzas para enfrentarse a su hijo.
Fernando ha hecho el esfuerzo de caminar para complacer a María ante la mirada horrorizada de esta y Francisca; es esperpéntico. María le pide a Fernando que no se comporte como si fueran un matrimonio feliz porque no lo son. Conrado y Gonzalo se encuentran y la primera impresión entre ambos no puede ser peor. Conrado ha venido a ver a Tristán. Tiene algo importante que proponerle: quiere volar el viejo puente de piedra. Tristán acepta, lo harán después de la luna de miel. Rita ve que Paula está preparando la maleta y ellos mienten: irá a pasar unos días a Villamanrique. Aníbal se entera de que Paula se marcha unos días. Olmo pide perdón, pero no es fácil obtenerlo de gente a la que le ha hecho tanto daño y queda claro cuando llega el turno de Rosario. Olmo se ha colado en La Casona para ver a su hijo, que lo echa a gritos de su habitación. Tristán llega a La Casona a invitarlas a la boda. Las quiere mucho y las necesita ese día a su lado. Tristán propone a Francisca que hagan las paces. ¿Aceptará?
Francisca rechaza visceralmente el acercamiento de su hijo y maldice su unión con Candela. El cura reprende a Olmo por haber entrado sin permiso en La Casona y éste promete que no hará nada sin consultarle. Mientras, Paula se despide, prometiendo que pronto volverá para retomar sus planes con Isidro. Día de boda: Rosario y Raimundo preparan al novio. Tristán agradece a Rosario que haya sido una madre para él. Las chicas visten a la novia. Felicidad y nervios. Raimundo viene a buscar a Francisca. Le ofrece su brazo para que vayan juntos a la boda de su hijo. Francisca rechaza su oferta. Antes prefiere ver muerto a su hijo que casado con esa mujer. Empieza la ceremonia. Nervios, emoción y alegría a partes iguales. Francisca, rabiosa y sola, piensa que Tristán se vuelve a casar con una mujer que no lo merece. Mientras, Don Anselmo ofrece una preciosa homilía llena de cariño hacia los novios a los que convierte en marido y mujer. Salida de la iglesia. Felicidad. Suena un disparo. El vestido de novia de Candela se tiñe de sangre.
Conmoción. Ha sido Tristán quien ha recibido el disparo que expira en brazos de su mujer, mientras Aurora se resiste a darlo por muerto. Francisca se entera por boca de Mauricio que su hijo acaba de morir. Quiere ir a verlo. Amortajan a Tristán. Candela autoriza que Francisca entre a despedirse de su hijo. Francisca recuerda el momento en que rechazó a su hijo. Desgarradora despedida, llena de dolor, como nunca, Francisca se abre al sentimiento. Al llegar a casa Francisca echa a todos de su despacho. A solas, destroza todo, descargando su ira. Mariana pide ayuda porque la señora no ha salido del despacho en toda la noche y no responde. En el velatorio se aprecia un sincero pesar en todos por la muerte de Tristán. María se repone de la impresión. Dolor por la muerte de Tristán y estupor por el embarazo de María. Cierran el féretro. Último adiós a Tristán. Don Anselmo pide una oración para Tristán, mientras Jacinta observa todo desde lejos.
La comitiva fúnebre se retira. Cuando el enterrador se va, llega Jacinta a “despedirse” de su padre. Francisca no ha dado señales desde que entrara en su despacho arramplando con todo lo que encontraba a su alcance. Fuerzan la entrada y se la encuentran sentada en el suelo, inmóvil, con la mirada perdida. No consiguen hacerla reaccionar. Mandan a buscar a don Pablo que cree que Francisca está mal por el dolor y anuncian que la mantendrán en observación. Candela cree que debe volver a su casa pero los chicos lo impiden. Ahora el Jaral es su hogar. Conrado quiere hablar de negocios y Gonzalo se niega. Conrado entiende que no es buen momento. Aurora promete encargarse de Conrado porque quiere que Gonzalo se centre en encontrar al asesino. Los chicos cuentan al Alcalde la verdadera historia sobre Ricardo, su principal sospechoso. Localizan la guarida del presunto asesino pero lo que encuentran provoca una nueva conmoción.
La partida de búsqueda encuentra a Ricardo muerto. Se suicidó y su muerte parece el final del caso. Candela sigue viniéndose abajo. Pese a las evidencias, duda que Ricardo haya hecho lo que dicen. Rita intenta que Isidro confiese el verdadero motivo por el que Paula se ha marchado, sin mucho éxito. Rita confiesa a Aníbal la verdad: Isidro les ha mentido respecto a Paula y su viaje. María visita a su abuela Rosario para consolarla. Se encuentra con Gonzalo, que intenta evitarla. María intenta hablar con Gonzalo, pero éste sigue dolido con ella y “sus mentiras”. Entretanto, Conrado no acepta a Aurora como interlocutora, insiste en que sólo hablará con Gonzalo. Emilia visita a Francisca. Se queda horrorizada por el estado en que se encuentra la señora. Don Pablo pide permiso a Soledad para buscar más ayuda médica. Soledad se pone a su disposición. Fernando ha hecho llamar a su padre para ofrecerle su perdón… a cambio de que acabe con Gonzalo.
Olmo se niega a asumir el encargo de su hijo, Fernando lo echa con cajas destempladas. Don Anselmo no consigue averiguar qué quería Fernando de su padre, mientras Olmo le pide más libertad. Isidro intuye que su hermano ha ido a Villamanrique en busca de Paula, pero insiste en no contar la verdad a Rita. Pedro e Hipólito se las prometen muy felices con el campeonato de futbolín que se venía preparando de un tiempo a esta parte y que deciden van a ponerle el nombre de ‘Tristán Montenegro’. Instalarán el futbolín en la casa de comidas. Alfonso, que en principio iba a jugar con Tristán, se presentará en pareja con Terence y parece una férrea competencia para el resto. Mauricio también confiesa su pesar por no participar en el campeonato y don Anselmo se ofrece como pareja. María se siente superada: Francisca, Fernando, el embarazo y Tristán, pero solo se lo confiesa a Mariana. Raimundo visita a Francisca, la odia tanto que se alegra de verla así, al menos eso dice. Conrado intenta tender puentes con Gonzalo, aunque no lo consigue. Gonzalo no disimula que no le cae bien. Por otra parte, Mariana confiesa a las chicas que ha recibido un ramo de flores. ¿Quién será su admirador secreto? Pedro trae noticias inquietantes: Ricardo no se suicidó ni atentó contra Tristán. Jacinta aprovecha la oscuridad de la noche para incendiar el Jaral.
Gonzalo y Alfonso llegan a tiempo de impedir que arda el Jaral. Las sospechas sobre todo lo ocurrido van apuntando a Jacinta. María se interesa por el incendio, mientras Gonzalo y Aurora señalan a Jacinta como presunta culpable. Conrado pregunta por Gonzalo y vuelve a enfrentarse con Aurora. Más tarde, la ausencia de Aurora y una gran explosión hacen temer a Gonzalo y a Rosario lo peor. Terence confiesa a Soledad que cabe la posibilidad de que Olmo le esté espiando. Alfonso vuelve a entrenar con Terence y Olmo no les quita ojo de encima. Aníbal e Isidro se enfrentan por la marcha de Paula. Emilia abronca a Raimundo por su última e innecesaria visita a doña Francisca. Don Pablo da el diagnóstico del mal que sufre Francisca: catatonia.
La explosión y la falta de noticias sobre Aurora desatan la alarma en Gonzalo y Raimundo, que se multiplica al encontrar en el terreno la toquilla de Aurora. Gonzalo tiene una sospecha y Conrado se ofrece para colaborar en la búsqueda de Aurora. Gonzalo y Conrado elucubran sobre dónde puede estar Aurora, si estuviera con Jacinta. Don Anselmo amonesta a Raimundo por su comportamiento con doña Francisca. Entretanto, María no está tan entregada en su tarea de ayudar a Fernando en sus ejercicios de recuperación. La joven tranquiliza a Candela y a Rosario y les anuncia su embarazo. Mauricio niega rotundamente y con bastante sorna ser la persona que ha mandado flores a Mariana, mientras continúa el misterio de quién será el admirador de la joven. Rita muestra su tremendo malestar con Isidro y Mariana avisa a Soledad de que Olmo y Terence se están pegando a la orilla del río. Gonzalo tenía razón; Jacinta está dispuesta a quemar viva a Aurora. La tiene escondida en la cueva donde encontraron a Ricardo.
Jacinta enciende el fuego y huye. Gonzalo y Conrado aparecen en el último momento para salvar a Aurora. Cuando Gonzalo y Aurora vuelven al Jaral, Jacinta ya ha sido detenida pero no pretenden trasladarla a la cárcel sino a un sanatorio mental. Jacinta, en efecto, se comporta como una loca pero Gonzalo está seguro de que finge por interés. Candela se “despide” de Jacinta, deseándole lo peor y consigue inquietar a la asesina. Gonzalo aprovecha la oportunidad. Tras la visita de Candela, se cuela dispuesto a vengarse. Soledad se teme lo peor, pero Olmo y Terence sólo estaban entrenando, de ahí que estuvieran golpeándose. La inscripción al Campeonato se cierra con la inclusión de una última pareja: Emilia y Quintina. Aníbal intenta convencer a Isidro para que vaya a buscar a Paula. Isidro le asegura que lo pensará. Nicolás, el fotógrafo, aparece con un nuevo ramo de flores. Por fin descubrimos quién es el misterioso admirador de Mariana.
María impide que Gonzalo vengue la muerte de Tristán cuando está a punto de lograrlo bastante enajenado. Aurora se entera de lo sucedido con Jacinta. Intentarán desenmascararla sin utilizar la fuerza en un intento in extremis para que Jacinta se delate, pero fracasan. Gonzalo se encuentra con María y ella lo consuela. Se besan, cada vez con más pasión, no pueden ocultar sus sentimientos. Mariana duda que Fernando haya preñado a María. Él le hace ver que eso sería fatal para su sobrina y Mariana sabe que ha metido la pata dando a entender que María es infiel. Aurora y Conrado discuten a cuenta de la explosión. La joven lo acusa de no contar la verdad. Entretanto, Isidro confiesa a Conrado que duda del verdadero estado de salud de Aníbal y se inventa una excusa para marchar de viaje. Raimundo pide perdón a Francisca aunque ella no pueda oírle, cuando fue a verla estaba destrozado, y ahora se arrepiente de haber cargado contra ella, era por pura impotencia. Raimundo ha comprobado que alguien pone flores a diario en la tumba de Tristán. No sabe quién. Los Mirañar intentan amañar el sorteo del futbolín para salir favorecidos. El sorteo se celebra, por fin de manera limpia. Hipólito y Pedro se salen con la suya, jugarán el primer partido contra Emilia y Quintina.
Gonzalo y María dan rienda suelta a su pasión. Gonzalo reconoce que está “feliz” porque María lo sigue queriendo. Mariana también nota que María está feliz y ella reconoce que es por Gonzalo. Su amor es invencible. Pese a la “reconciliación” de ayer, María no quiere huir de Puente Viejo con Gonzalo, el chico parece desolado y su hermana le invita a que busque respuestas dentro de él, no dependiendo así de María. Una desconocida quiere hablar con Gonzalo sobre Don Celso. Gonzalo se niega a escucharla. Olmo reconoce que le gusta estar con Terence, es el único que parece no tenerle miedo. Dice estar cada día mejor pero sigue lamentando estar mal con su hijo. El cura promete interceder. Comienza el campeonato de futbolín; el primer partido enfrenta a los Mirañar contras Quintina y Emilia. No tienen nada qué hacer, los Mirañár, claro está, que pierden sin opción alguna. Raimundo indaga sobre el origen de las flores en la tumba de Tristán. Quintina le da una pista. Es Mauricio quien lleva flores a la tumba en nombre de Francisca. Cree que la doña lo querría así. Las chicas ponen en marcha la confitería. Todo lo hacen mal como parte de un plan para obligar a Candela a reaccionar. En cuanto a Francisca, el especialista ha confirmado el diagnóstico: catatonia. Las únicas soluciones son poco ortodoxas. Rosario le cuenta a Aurora que ha habido más explosiones.
Hernando lo amenaza con denunciar su pasado si no se va, y así Elías se marcha de Puente Viejo sintiendo el rechazo de todos y prometiendo vengarse. A la par, en Los Manantiales tienen un momento tierno entre padre e hija: están felices de haberse recuperado. No ocurre lo mismo con Camila, pues a su regreso, desea estar con Hernando, pero él parece que la sigue rechazando. Cristóbal anuncia que vendrá “alguien” a quien Francisca tendrá que escuchar y a quién Francisca no esperaba. En la Quinta, los fanáticos religiosos les dan veinticuatro horas para arrepentirse de lo que han hecho con los niños. De lo contrario, lo lamentarán. Cristóbal sospecha que los del Puño de Dios han llegado al pueblo de la mano de Francisca. Sin embargo en la Quinta no parecen hacer aprecio de las amenazas, y se centran en Marcos: van a operar al bebé. Severo dice que está todo bajo control pero Carmelo sigue haciendo gestiones. Rosario no esperará más: está decidida a viajar a Murcia y no consentirá que nadie vaya en su lugar.
La persona que con tanto interés esperaba Cristóbal resulta ser Eulalia Castro, y da las primeras explicaciones: Cristóbal es el hijo bastardo de Salvador Castro. Francisca queda demudada, ahora entiende por qué le daba semejante pavor inexplicable. Entre los dos vigilarán cada uno de los movimientos de Francisca y Cristóbal deja claro que viene a vengar a su padre. Ante el nuevo rechazo físico, y entendiendo que él tiene miedo a la posible descendencia, Camila convence a Hernando de que su amor no puede engendrar monstruos, y así, hacen el amor por primera vez. Los fanáticos religiosos arremeten contra Severo y predisponen al pueblo en su contra. Pero en la Quinta reciben buenas noticias de Lucas y Sol: la operación ha salido bien, habrá que esperar a ver el resultado. Elías ha dejado a Camila una carta de despedida y de advertencia: jamás saldrá del todo de su vida. Matías está más animado porque va a pedirle a Beatriz que vuelva a ser su novia, pero el momento se ve truncado por Zacarías, quien vuelve para informar a su hermano de que tienen problemas muy graves. Cuando Rosario está a punto de marcharse, llega Nicolás, con Juanita pero sin Mariana.
No hay pistas sobre el asesino de doña Remedios, pero Hernando sospecha de Elías. Beatriz intuye que Hernando y Camila le están ocultando algo y les pide que le cuenten la verdad. Tras la llegada de Nicolás, tiene lugar una discusión entre todos los miembros de la familia Castañeda por la ausencia de Mariana. Zacarías pide ayuda económica a Matías para conseguir liberar a Amador. Carmelo informa de que la operación de Marcos ha sido un éxito absoluto. La tía Eulalia no quiere hablar con Francisca de Cristóbal y la incita a sumarse a “El Puño de Dios”. Leoncio, líder del Puño de Dios, reconoce ante Francisca que sabe que es ella la que ha favorecido su presencia en el pueblo. El siguiente paso de Leoncio y algunos miembros de su grupo: entran amenazadores a la Confitería. Por si no fuera poco, una notificación advierte de una posible suspensión profesional al doctor Lucas Moliner. Cristóbal se divierte haciéndoselas pasar canutas a Mauricio, a quien humilla haciéndole trabajar físicamente como el resto de jornaleros. Luego sigue con la Doña, a quien da una bofetada, cada vez más humillada y sometida Francisca.
La tía Eulalia y Cristóbal dejan claro a Francisca que solo puede colaborar o lo pasará muy mal. Los fanáticos no han tocado a Candela, solo la intimidan. Severo y Carmelo llegan para ahuyentarlos. Hernando y Camila cuentan a Beatriz que Remedios ha sido asesinada. La noticia la deja tocada. Beatriz pide a Matías un poco más de lo que le da, pero el chico mantiene las distancias. Matías y Beatriz se encuentran a Nicolás y éste reacciona con frialdad. Ramiro y Alfonso abordan a Nicolás. No le dejan opción a marcharse. Tienen que hablar, ahora. Fe comprueba que la tía Eulalia y Cristóbal se conocían de antes a tenor de la relación que mantienen. El intendente se toma a risa la propuesta de Francisca de pactar con él de espaldas a la tía Eulalia. Sol y Lucas vuelven con Marcos curado. Carmelo y Severo ponen a Lucas al día de las novedades, malas, que en esta ocasión le afectan a él.
Severo y Carmelo intentan convencer a Lucas para que dé un paso al lado por el bien de todos, si Severo asume toda responsabilidad en la administración de las vacunas, él podrá mantener su licencia. Leoncio aparece en el dispensario buscando una charla con Lucas, y consigue mantener el tipo ante él sin admitir ni culpa ni pecado alguno. Alfonso y Ramiro no llegan a entenderse con Nicolás y no llegan a ninguna conclusión. Camila se sigue comportando de forma extraña y Hernando le pide perdón, creyendo que es culpa suya, en realidad, tiene remordimientos por Elías y el trato que tuvo con él cuando llegó a Puente Viejo. Por otro lado, Hernando está preocupado por la sobrina de doña Remedios: nadie ha vuelto a saber nada de ella. Francisca atiende a don Berengario y comprueba que la tía y Cristóbal siguen decididos a no dejarla sola ni a sol ni a sombra. Mientras, Fe intenta mejorar la vida de Mauricio sin ser consciente de que, quizás, está haciendo justo lo contrario. Mauricio y Raimundo llegan a la conclusión de que los visitantes de La Casona traman algo contra Francisca. Y así es, pero ella trata de reducir los planes de sus enemigos entregando escrituras poco valiosas a Cristóbal. Hernando encarga unas misas por doña Remedios y se entera que hay unos fanáticos rondando. Don Alfredo trae noticias sobre el caso de doña Remedios ¿Habrán detenido ya al asesino? En Miel Amarga se recibe la demanda que pide el embargo de todos los bienes de los Santacruz, el Juez ha dirimido hacer una previsión de fondos en caso de que en el futuro los niños puedan necesitar una compensación económica.
Don Alfredo comunica que no ha habido evolución en la investigación y pide una foto de Elías. Severo está convencido de que la demanda no prosperará y que lo arreglará con sus abogados, pero éstos han advertido de que la demanda puede prosperar. Mientras, Carmelo siente que no puede abandonar a los suyos y pide a Mencía que sea ella quien venga a Puente Viejo. Cristóbal cree que Francisca les está dando largas y la tía Eulalia dice creer saber cómo “arreglarlo”. Nicolás sigue distante, encerrado en casa con su hija. Ni rastro ni explicación sobre Mariana, cosa que empieza a parecer muy preocupante… ya no saben qué pensar acerca de Mariana, ¿le habrá pasado algo grave? Matías indaga sobre prestamistas con poca fortuna. Su obsesión está llevando a Beatriz a la seguridad de que lo suyo no tiene arreglo y la chica sufre ante la perspectiva. Emilia pilló a Matías en una mentira y él no suele mentir. ¿Por qué lo hace ahora? ¿Qué oculta? En una discusión con el líder de los fanáticos, Raimundo se entera de que Francisca está tras ellos, así, se presenta en La Casona dispuesto a hablar con Francisca como sea.
Matías inventa una excusa e insiste en que no se siente digno de Beatriz, y así se lo traslada a Hernando, a quien “convence” de que Beatriz merece algo mejor que él. No hay fotos de Elías y es que parece ha esquivado el objetivo intencionadamente, y así, no son capaces de proporcionársela al abogado. Por su parte, Nicolás le cuenta lo que ocurre con Mariana, Hernando intentará mediar. Eulalia no deja Raimundo verse con Francisca y confirma que es Francisca quien apoya a los fanáticos y está tras la denuncia a Severo. Así, Raimundo tiene que darse la vuelta sin haber podido siquiera ver a la dueña de La Casona. Como vuelve hecho una hidra, Emilia y Alfonso piden a Raimundo que no se enfrente a Cristóbal. A Francisca le fastidia que Eulalia le haya dicho a Raimundo la verdad. Ella no ceja, y le advierte que se prepare para la reunión en la que cederá todo a Cristóbal. Severo asume la responsabilidad de la campaña de vacunación y Carmelo le cuenta que se queda. Como siempre, podrán con esto si se enfrentan juntos a ello. En plena fiesta de bienvenida para el bebé Marcos, se presenta su padre biológico a reclamarlo: estupor generalizado
El padre de Marcos da de plazo hasta el día siguiente para que le entreguen a su hijo, pero Sol y Lucas se niegan a asumir que Atilano vaya a llevarse a Marcos. Severo y Candela son los que se reúnen con Atilano, pero no consiguen que dé marcha atrás en sus intenciones de llevarse a Marcos. Para cerrar la página del pasado, Hernando le propone a Camila enterrar en Puente Viejo a su esposa. A Beatriz también le parece magnífica la propuesta de Hernando de enterrar a su madre en Puente Viejo. La tía Eulalia da órdenes a Fe para aislar a Francisca y alimenta sus temores presionándola para que rece con ella. Francisca está cada vez más intimidada por Cristóbal, que la trata muy duramente. Leoncio, el fanático religioso, sigue intrigando, cosa que preocupa a Raimundo y a Mauricio también. Nicolás pide una conferencia con Murcia y Dolores intenta enterarse de lo que le sucede. Matías sigue imbuido en sus cuitas, presionado por su hermano quien le pide el dinero ya para sacar al otro de la cárcel..
Zacarías da un último plazo de dos días a Matías para que consiga el dinero, robándolo si es necesario. Cristóbal pide a Francisca que le hable de su padre, Salvador Castro. Lo que le cuenta es profundamente repugnante, y aun así, se reconoce en el relato que le hace Francisca de las iniquidades de Salvador. Beatriz intenta volver con Matías, pero éste se niega a retomar relaciones, reiterándole que lo olvide. Fe explica a Mauricio la situación de Francisca y el capataz sospecha de que la tienen encerrada por la fuerza. Y así es, Francisca amanece con Cristóbal a su lado, sin haber dormido nada, aparece la tía Eulalia para seguir con sus oraciones: no le dejan descanso. Severo suaviza la situación de Atilano con Sol y Lucas y no les cuenta la verdad, pero teme que la aparición de Atilano tenga que ver con Francisca, así, éste se planta en casa de Francisca. Nicolás trae a Los Manantiales las fotos de la fiesta con la esperanza de que encuentren una que pueda servir para identificar a Elías, pero deliberadamente, parece que el tipo rehuía las fotos.. A Hernando se le ocurre que Beatriz puede hacer un retrato de Elías para las autoridades. Por otro lado, Nicolás sigue seguro de que los Castañeda están escondiendo a Mariana, y piensa dar un paso como continúen ocultándosela: se muda. Nicolás se enfrenta a su familia política, exigiéndoles la verdad y la situación deriva en una pelea
Hernando, junto a Emilia y Camila, consiguen detener la pelea y separan a los contendientes. Nicolás le cuenta a Hernando que no puede denunciar porque cree que detrás de la desaparición de Mariana hay una infidelidad, y no quiere que Juanita crezca con el sambenito de tener una madre adúltera. Mientras, a Camila los Castañeda les cuentan su versión. Camila y Hernando ponen en común lo que les han contado y deciden que deben actuar. Cristóbal ha decidido que Francisca podrá ver a Severo, pero la va a aleccionar con respecto a cómo debe comportarse, y el adiestramiento comienza ahora. Así, cuando Severo vuelve, Francisca reconoce que ella está tras la llegada de Atilano, más eso no significa que no sea cierto. Al terminar, la Doña le desliza un papel con disimulo. Al terminar y, como premio a su conducta, la tía Eulalia trae una bandeja con ratones para que Francisca coma. Severo explica Carmelo lo sucedido con Franciscae ha pedido ayuda. Tiene que estar desesperada. Los vecinos se ofrecen a Candela y es que ha llegado el periódico con el boicot a los productos Santacruz. Camila y Hernando reciben una llamada de don Alfredo anunciando su llegada: algo malo sucede. Matías sorprende a Zacarías intentando robar en la posada.
Matías y Zacarías discuten, el chico accede a robar el dinero que necesitan, pero no a sus padres: él lo hará. Pero Matías no se atreve a pedir dinero prestado a su abuelo. Ante la nota recibida, Severo recuerda lo mal que lo pasó su madre por su culpa y decide no ayudar a Francisca. Mientras, Francisca se rebela por el maltrato recibido, pero ellos se ríen de sus protestas, porque su situación irá empeorando poco a poco, Francisca se muere de sed, pero sigue sin doblegarse. Severo centra sus esfuerzos en librarse de Atilano, ahora que sabe que ha llegado de mano Francisca. Así, Atilano se pone a la defensiva cuando mencionan a Francisca, a la contra, ellos amenazan con apelar a la justicia. Sin embargo los abogados recomiendan entregar el niño a su padre. ¿Cómo decirle esto a Sol y a Lucas? A escondidas de su hija, Raimundo intenta enterarse de lo que ocurre en La Casona. Lo que está pasando es que Francisca se niega a firmar la cesión de sus posesiones, y así, se enfrenta a una noche de escarmiento en manos de Cristóbal. Camila y Hernando han organizado una encerrona para obligar a los Castañeda y Nicolás a hablar de Mariana.
La familia Castañeda, y política, se reconcilian pero acuerdan conjuntamente poner una denuncia por desaparición. Severo informa a Lucas y Sol de lo que han dicho los abogados, así la situación se complica. Leoncio provoca a Severo y éste termina dándole un puñetazo. Sólo quiere que lo deje en paz para poder dedicarse a solucionar el asunto del niño. Por su parte, Lucas y Sol deciden escapar. No quieren perjudicar a Severo ni perder a su bebé. Camila ofrece a Matías a acompañarlos en el entierro de Manuela. Él lo agradece, pero dice que no. Y así, tiene lugar el emocionado e íntimo entierro de Manuela. Mientras, Matías se cuela en la sala de lectura, presumiblemente, con malas intenciones, y así Hernando coge a Matías robando. Tertulia política en la que sigue la preocupación por lo que está ocurriendo en Málaga. Raimundo pide ayuda a don Anselmo para averiguar qué ocurre con Francisca. Ella empieza a tener alucinaciones por la sed y el hambre: entra en pánico al ver que se abre la puerta.
Matías reconoce que intentaba robar, pero Hernando reacciona positivamente, aunque no se sabe en qué queda la conversación. Mientras, los dos adolescentes parece que no terminan de congraciarse, y Camila detecta la pena de Beatriz. Lucas y Sol siguen con sus planes de fuga, le da más miedo perder a Marcos que abandonar su vida en Puente Viejo. Emilia informa a Alfonso de su intención de presentarse en La Casona; sabe que su padre se desespera al no tener noticias de Francisca y creerla encerrada, pero también que ella sabe manejar mucho mejor al Intendente que su padre, por eso, será ella la que acuda en busca de respuestas. Cristóbal y la tía Eulalia no van a aflojar en su trato casi inhumano hacia Francisca y así, comienza a desvariar y en La Casona se recibe una llamada de Emilia Ulloa quien se presenta en La Casona y se entrevista con Cristóbal. Cristóbal acompaña a Emilia a visitar a Francisca y la hija de Raimundo entiende que está enferma, pero lo que no espera es lo que viene a continuación: Cristóbal le pide a Emilia que trabaje para él por el bien del pueblo, pero cuando lo hace, alarga la mano para rozarle el pelo; Emilia se queda parada. Sigue sin haber noticias de Mariana, y las relaciones entre Nicolás y los Castañeda tampoco se suavizan.
Matías reconoce que intentaba robar, pero Hernando reacciona positivamente, aunque no se sabe en qué queda la conversación. Mientras, los dos adolescentes parece que no terminan de congraciarse, y Camila detecta la pena de Beatriz. Lucas y Sol siguen con sus planes de fuga, le da más miedo perder a Marcos que abandonar su vida en Puente Viejo. Emilia informa a Alfonso de su intención de presentarse en La Casona; sabe que su padre se desespera al no tener noticias de Francisca y creerla encerrada, pero también que ella sabe manejar mucho mejor al Intendente que su padre, por eso, será ella la que acuda en busca de respuestas. Cristóbal y la tía Eulalia no van a aflojar en su trato casi inhumano hacia Francisca y así, comienza a desvariar y en La Casona se recibe una llamada de Emilia Ulloa quien se presenta en La Casona y se entrevista con Cristóbal. Cristóbal acompaña a Emilia a visitar a Francisca y la hija de Raimundo entiende que está enferma, pero lo que no espera es lo que viene a continuación: Cristóbal le pide a Emilia que trabaje para él por el bien del pueblo, pero cuando lo hace, alarga la mano para rozarle el pelo; Emilia se queda parada. Sigue sin haber noticias de Mariana, y las relaciones entre Nicolás y los Castañeda tampoco se suavizan. Camila escucha unos inquietantes sonidos que la ponen en guardia.
El ruido que asustó a Camila era su propio marido, quien ha sufrido una pesadilla. Al día siguiente, Hernando va al cuartel. Camila da por hecho que tiene que ver con Elías y no también con Matías. Emilia siente la leve caricia de Cristóbal como una agresión: lo rechaza frontalmente. Emilia vuelve aturdida a la casa de comidas, donde da explicaciones a su padre y a Mauricio pero con cierto aire esquivo que no pasa desapercibido para nadie. Por su parte, Cristóbal sube dispuesto a presionar aún más a Francisca. Carmelo y Severo se disponen a ocuparse de Atilano. Lucas irrumpe y se niega a permitirlo, además, ellos ya han puesto remedio a la situación: tienen determinado fugarse. Ante esto, Carmelo y Severo hacen ver a Lucas que deben dar una respuesta definitiva al problema, pues huir sólo aplazará el problema. Carmelo, Severo y Lucas han quedado con Atilano para hacerle una oferta que él rechaza frontalmente para sorpresa de todos. Por otro lado, Candela confiesa a Sol que ha detectado que planean huir. Le pide que lo piense bien, por todos. Matías se ha citado con su hermano, van a terminar con la presión de una vez para todas, aquí mismo. La estrategia de Cristóbal sigue adelante y Francisca cree ver al mismísimo Salvador Castro que parece venir a por ella desde el infierno. La mujer está verdaderamente aterrada.
Llegan con fuerza los rumores de un posible golpe de estado. A la par, los fanáticos del Puño de Dios parece que marchan pacíficamente por petición de Don Anselmo. Pero parece tan insólito que sospechan que haya gato encerrado tras la marcha de los fanáticos. Los cuidados empiezan a surtir efecto y Francisca firma la primera tanda de papeles. Cristóbal disimula pero no puede dejar de pensar en Emilia mientras prepara algo contra uno de los Castañeda Camila escribe una nueva carta a su amiga, llena de amor e ilusión, pero… también de intriga. Sol y Lucas acuden al encuentro de Atilano, que reacciona mal al ver que le van a devolver al niño en lugar de darle dinero.
Todos los de la Quinta atacan a Atilano sin piedad, ahora que saben que es un farsante. Por último, lo detienen los civiles librándoles de ese apostado de una vez por todas. Pero la felicidad por tener a Marcos se trunca al recibir la noticia de que los bienes de los Santacruz han sido embargados. Desde Murcia le llegan noticias a Nicolás, y comprueba que Genaro no ha tenido nada que ver con la desaparición de Mariana. Camila ayudará a Beatriz a convencer a Hernando de que la deje marchar a Madrid, pero lo hará frente a Matías, para ver cómo reacciona él también. Cristóbal viene “casualmente” a la casa de comidas, pero deja a Emilia un inquietante mensaje. De pronto, Ramiro recibe un telegrama llamándolo a filas. Él muestra tranquilidad, debe ser sin duda un error. Pero no lo es: Ramiro tiene que reincorporarse al Ejército y no puede apelar. Emilia sabe que la orden ha llegado de mano de Cristóbal. A petición de Mauricio, Fe se cuela en la habitación para ver cómo está Francisca y le sorprende Cristóbal. Camila va a hablar de la marcha de Beatriz cuando Hernando ve la noticia de la aparición de los cadáveres de los conductores del furgón. Matías se queda lívido
Matías reacciona de forma inesperada para los demás a la noticia del camión, muy asustado. Se juntará Zacarías a quien informa: se marcha con ellos. A la par, Hernando realiza una misteriosa llamada telefónica. Francisca evita que Fe se entere de la realidad que está viviendo cuando Cristóbal le encuentra visitándola, y la salva así de meterse en un buen lío. La tía Eulalia aconseja a Cristóbal que baje la intensidad del castigo a Francisca. Fe cuenta en la Casa de comidas a todos que Francisca se está recuperando bien y que no parece retenida. Emilia aprovecha la ocasión para pedirle a chica ayuda para ver a Garrigues. Ramiro se toma con calma la orden de reincorporarse al Ejército y Rosario se toma muy mal la marcha de Ramiro. Emilia, por su parte, está especialmente descorazonada pues sabe que este revés está propiciado por su trato con Cristóbal. Y así, éste reconoce ante Emilia que está detrás de la reincorporación de Ramiro al Ejército. Mencía aparece en la Quinta, felicidad total para Carmelo. Hernando regresa desencajado: cree haber visto a Elías.
Hernando explica que vio a Elías pero no le dio alcance. Ha dado parte a las autoridades. Pero Onésimo viene a informar de que tras el aviso que Hernando dio en la Puebla a las autoridades, nadie parece haberle visto. Cristóbal no deja opción a Emilia, le ayudará a distribuir la riqueza de Francisca generando industria y si no, su familia acabará pagando. A la par, Ramiro intenta tranquilizar a su madre, pero no es tarea fácil, Rosario está desolada. Todo está dispuesto para la despedida de Ramiro. Emilia no puede más y se confiesa con su cuñado. Francisca, por su parte, sufre ante la perspectiva de la visita de Cristóbal, pero le comunica que le permitirá salir bajo sus condiciones… previa firma, que por fin, ejecuta. Francisca está bajo la total voluntad de sus pérfidos visitantes. Carmelo y Mencía están encantados de haberse reencontrado y esperan que esta vez sea para siempre. A la par, En Miel Amarga tienen que enfrentarse a una reducción dramática de gastos fijos. Severo empieza a notar que hay muchas puertas que se le están cerrando. En estas, Leoncio Marquina lo cita y le conmina a arrepentirse y pedir perdón. Camila cuenta a Hernando cómo los de la Quinta están pasando un momento de apuro económico y le invita a que reflexione acerca del trato que les ha dado desde que llegó al pueblo. Hernando se presenta en la Quinta y exige ver a Severo Santacruz.
La reacción de Ramiro es honrosa, procura quitar hierro al sentimiento de culpa de Emilia. La despedida de Ramiro es multitudinaria y emocionante. Todo el mundo lo echará de menos. Emilia explica a Alfonso y Raimundo que Cristóbal le ha pedido su ayuda, y no saben cómo tomárselo. Así, Cristóbal se acerca a ver qué cuenta Emilia a la par que Raimundo le pide ver a Francisca. Hernando y Severo firman la paz y se comprometen a esforzarse por olvidar. Carmelo trae a colación la oferta que el de los Manantiales le ha hecho por si necesitara ayuda económica; evidentemente, no aceptarán, pero Carmelo entonces sí que le ofrece a su amigo todo el dinero que posee. Son una familia. Camila le confiesa a Hernando que su hija quiere marchar a estudiar Bellas Artes a Madrid, tanto por formarse como para olvidar a Matías, que de buenas a primeras se despide de Beatriz con unas frases extrañas que a la muchacha extrañan sobremanera. Hernando se marcha sin decir dónde y sí pide a Beatriz tiempo respecto a su futuro, doblemente sospechoso todo esto… Matías acude al encuentro de Amador con Zacarías y parece que hay algo que los “hermanos” no le han contado. Sol y Lucas se muestran felices: la solicitud de adopción de Marcos ha sido aceptada. Por otro lado, la familia entera vive un momento de paz, y es que el Juez del caso de las vacunas ha pedido la dispersión del Puño de Dios de la zona de Puente Viejo. Cristóbal oculta a la tía Eulalia que va a permitir que Raimundo visite a Francisca bajo sus reglas, y para ello, pacta a solas con la Doña las condiciones de dicha visita. A ella se le ilumina la cara.. Raimundo… Al ver a Raimundo, la emoción vence a Francisca y Cristóbal pierde el control de la situación.
Zacarías y Amador reconocen que ocultan a Matías un gran secreto, pero se lo contarán lejos de aquí. Cuando por fin llega el momento de contar qué pasó, Matías descubre que, no solo mataron a los conductores, sino que se hicieron con el botín y se lo ocultaron. Matías se siente profundamente disgustado con sus hermanos. Ante la situación que se ha creado con la visita de su amigo, es Francisca la que pide a Cristóbal que se quede y a Raimundo que se vaya: se ha portado “bien”. Sin embargo, a la tía Eulalia no le hace ninguna gracia enterarse de la visita de Raimundo, parece que Cristóbal empieza a actuar por su cuenta; le pide explicaciones por actuar a sus espaldas y le conmina a acabar con Francisca ya, cosa que él no va a aceptar. Fe le aconseja a Emilia que no acepte la propuesta de Cristóbal, sea cuál sea. Severo se defiende de Leoncio dándole de su propia medicina; denunciarle y hacerlo público. Mientras, Carmelo y Mencía empiezan a preparar su boda y piden a don Anselmo que sea él quién los case. En los Manantiales extrañan la coincidencia de la marcha de Matías con la de Hernando, parece que intuyen que anduvieron trasegando y que pronto descubrirán qué ocultaban. Los hermanos se acercan a la zona donde escondieron la caja fuerte, y cuando están a punto de recuperar el dinero, la Guardia Civil cae sobre los tres hermanos.
Junto con la Guardia Civil, aparece también Hernand,o y Matías se queda con él mientras los otros dos van a la cárcel. El chico, mientras, se siente traidor y miserable. Hernando le convence de por qué no debe sentirse así. Cristóbal deja claro a la tía Eulalia que es él quien pensará cómo gestionar la riqueza de la Montenegro. Fe le habla al capataz de la posibilidad de que Emilia trabaje en La Casona; él se siente relegado. Emilia no dirá que sí a la propuesta de Cristóbal sin haber hablado antes con la Doña. Francisca da la razón en todo al antiguo Intendente y a la Ulloa le queda claro que lo apoya. Así, Emilia acepta ser la ayudante de Cristóbal. Gracia pone por fina las cartas sobre la mesa con su suegra: si los niños no vienen no es porque ella no quiera. Leoncio pide ayuda al cura Don Berengario, pero éste le deja claro que no va a apoyarlo. Y en la Quinta, son felices a pesar de los problemas económicos, y sin sospechar que alguien acecha. Por su parte, Onésimo pide a Don Anselmo que le acompañe a la Guardia Civil, ¿por qué? Parece que tiene que ver con Mariana cuando llaman para reclamar a Nicolás: ha aparecido un cadáver que puede ser el de Mariana.
Conmoción por el hallazgo del posible cadáver de Mariana, pero hay que confirmar que es ella. No es lo único por lo que sufren en La Casa de comidas, que discusión porque Emilia empieza a trabajar en La Casona al día siguiente. Severo y Carmelo informan de que la Guardia Civil ha detenido a Leoncio Marquina. Pero los problemas siguen: han cortado el teléfono en la Quinta y, lejos de decaer, Severo se ofrece para trabajar en la confitería. Matías no se quita de la cabeza el apresamiento de sus hermanos y Camila empieza a intuir que algo grave le pasa, algo en lo que debe estar conchabado con Hernando. Pero no le hará falta investigar mucho, pues cuando salta la noticia de la detención de dos delincuentes, Matías cuenta que son sus hermanos, pero no admite que tenga algo que ver en el crimen. La tía Eulalia intenta sonsacar a Fe sobre la visita de Emilia Ulloa, parece claro que la mujer tiene muchas dudas acerca de los pasos que está dando su sobrino, que muestra no contar con ella en exceso. La tía Eulalia pide explicaciones a Cristóbal y él deja bien claro que hará cuanto estime. Onésimo informa en Los Manantiales de que Elías ha aparecido
Onésimo confirma que han capturado a Elías en Santander, lo que lo sitúa lejos de Puente Viejo, aunque lo van a trasladar para ser juzgado en la Audiencia Provincial. La tía Eulalia intenta ganarse a Francisca para hacer frente común contra Cristóbal y explica a su plan manipulador para librarse de Cristóbal, y parece tener que ver con la situación política excepcional que se está viviendo en el país: todo apunta a que va a haber un levantamiento militar, y Francisca deberá tratar de que Cristóbal quede como traidor en caso de que se efectúe. Emilia empieza a trabajar con Cristóbal, eso hace que la gente del pueblo quede profundamente descolocada. Además, el Intendente parece ir a por todas, quiere quitar los trabajadores a las industrias colindantes ofreciendo más dinero que el resto. Candela acepta encantada que Severo trabaje con ella en la confitería y para sorpresa de todos en Miel Amarga, se comprueba que Severo es feliz desde el primer día de trabajo con Candela. Gracia ha insistido en que Hipólito le ayude a cerrar la tienda. Lo que quiere es hablar con calma sobre el tema de tener niños. Alfonso ha encontrado un transporte alternativo para viajar a Murcia visto que Nicolás no piensa llevarle con él. Rosario le da su bendición. Raimundo confirma que Primo de Rivera ha dado un golpe de estado.
Emilia teme por la suerte que pueda correr su padre con las noticias políticas que llegan. Mucho se temen que esto termine en una sangría. Rosario ha recibido una llamada de Ramiro. El golpe de estado le afecta a él más que a nadie. Hernando y Camila hablan de Elías: sospechan que han tenido un loco a su lado todo este tiempo. Hernando confiesa a Matías que le inquieta quién es Elías de verdad y elabora con él un planteamiento en el que cree muy posible que Elías hubiera podido matar a su esposa y familia. Cristóbal detecta que hay una levísima complicidad entre la tía Eulalia y Francisca. El doctor Lucas recibe recado de que lo buscan. Lucas espera en el Colmado la llamada del misterioso hombre que lo anda buscando. Disensión en la originalidad del cuadro que Gracia tiene en su tienda, Onésimo y Don Anselmo aseguran que es un original del Greco. Emilia ha juntado a todos sus amigos del pueblo, pero no para dar explicaciones de Mariana, como todos intuyen, sino para algo diferente.
Cristóbal detecta que hay una levísima complicidad entre la tía Eulalia y Francisca. El doctor Lucas recibe recado de que lo buscan. Lucas espera en el Colmado la llamada del misterioso hombre que lo anda buscando. Disensión en la originalidad del cuadro que Gracia tiene en su tienda, Onésimo y Don Anselmo aseguran que es un original del Greco. Emilia ha juntado a todos sus amigos del pueblo, pero no para dar explicaciones de Mariana, como todos intuyen, sino para algo diferente.
Severo contraataca, asegurando a Francisca que es más feliz que nunca, no como ella, amargada y sola. Hernando matiza que Elías está en Puente Viejo, no en Los Manantiales; y no puede hacerles daño. Elías soborna a un guardia para que lo deje a solas con una visita que está esperando, que no es otra que Camila. Elías confiesa a Camila sus fechorías en la intimidad de la celda, a las que unirá una más: la va a matar. Camila sigue sintiéndose culpable por el trato que tuvo con Elías: cree que debería hacer un ejercicio de valentía con Hernando, como hizo Matías. Cristóbal aprieta las tuercas a Fe, sabe que ha sido ella la que ha ido con el cuento a Eulalia de que anda con tratos con Raimundo y Emilia. Mientras Raimundo da un mitin a los parroquianos contra el Intendente, advirtiendo que no es prudente que se vendan a su trabajo; Emilia y Alfonso le reprenden por ello. Comida de gala en La Casona organizada por Cristóbal que resulta ser de despedida: vienen del psiquiátrico a llevarse a alguien… ¿a quién? En el terreno político, llegan las noticias que Eulalia estaba esperando tan ávidamente: El golpe ha triunfado definitivamente y Cristóbal está mejor posicionado que nunca. Carmelo y Mencía hablan del cuadro, no se dan cuenta de que alguien desliza una nota bajo la puerta: se trata de un anónimo inquietante de los fanáticos del Puño de Dios.
Elías está a punto de acabar con Camila, que es salvada en el último instante. Al llegar a casa, Camila oculta el dramático episodio pero Beatriz sospecha por la actitud de ella y ésta acaba confesando. La tía Eulalia se enfrenta a Cristóbal cuando se entera de que van a llevársela a un psiquiátrico, pero no consigue hacerle entrar en razón y termina saliendo de La Casona entre gritos y juramentos. Cristóbal como si nada, sigue con su vida y exige resultados a Emilia, que alucina cuando se entera de lo sucedido con la tía Eulalia: tiene que andarse con mucho cuidado. Los hombres de la Quinta acuerdan llevar el asunto del anónimo amenazador a la Justicia y parece que le van a dar el delicado tratamiento que requiere. El supuesto cuadro de El Greco ha desaparecido de la tienda de Gracia. Al final, Dolores informa que ella descolgó el cuadro y lo ha donado a un convento. No hay noticias aún de Mariana ni de Nicolás, y Rosario sufre por ello. Don Anselmo y Camila comentan lo triste de la situación cuando Hernando llega con las noticias de la vuelta de Nicolás, sólo, sin su mujer. Lo peor parece confirmarse cuando Nicolás vuelve con la medalla que portaba Mariana. Emilia quiere que Francisca le cuente qué ha sucedido con Cristóbal y Fe sube a darle aviso de que Emilia espera en el jardín.
Nicolás deja conmocionados a Rosario y Alfonso tras confirmarles que Mariana ha sido asesinada. La tristeza recorre el pueblo por el terrible final de esta queridísima vecina. Hernando ayuda a Nicolás con el traslado y preparativos del sepelio, y además actúa de puente con los Castañeda y es que parece que ni ante tan triste final son capaces de reconciliarse. Emilia se excusa ante Garrigues: no irá a trabajar hasta después del entierro. Cristóbal la consuela y Alfonso los ve, haciendo que le pida explicaciones por cómo le miraba él, ¿tiene algo que contarle?. En La Casona se aprovecha la ausencia del maníaco: Francisca baja a la cocina y pide a Fe que le organice una reunión con Mauricio de forma urgente. Finalmente Francisca no abre su corazón a Emilia, por suerte para ella, ya que Cristóbal anda cerca y vigilante. Así, llegados a un pacto de pantomima, Cristóbal utiliza a Francisca para quedar bien ante Emilia y justifica el internamiento de Eulalia para despejar todas las dudas que puedan surgir respecto a la situación que se vive en La Casona. Los hombres de Miel Amarga deciden organizarse para no dejar jamás a las mujeres solas ante el peligro que parece anticipar el anónimo recibido. Pero Candela percibe que algo sucede con Severo y le pide que le cuente toda la verdad. Hernando escucha cómo Camila habla con Beatriz de su visita a Elías, de la que él no sabía nada.
Camila no tiene más remedio que confesar a Hernando los detalles de su visita a Elías. Emilia no cuenta a Alfonso la verdad sobre Cristóbal y le asegura que lo tiene controlado. Severo se sincera con Candela y le muestra el anónimo. La confitera encaja mal las amenazas y expone a Severo, Carmelo y Lucas lo que ella teme respecto al anónimo que han recibido: que se cebe el día de la boda como en su día ocurrió con Tristán. Severo y Candela esperan a Carmelo, que sospecha de un hombre que estaba parado en la puerta. Candela interviene para calmar; no es más que un comercial de productos de pastelería. Se han excedido con las suspicacias, y es que Carmelo trae malas noticias de Leoncio Marquina: se niega a aflojar la presión sobre los Santacruz. Todo el pueblo acude a despedir a Mariana. El entierro es triste y desolador y además no provoca ningún tipo de acercamiento entre Nicolás y Los Castañeda, tan rotos todos que son incapaces de hablar. Así es que Nicolás deja a Juanita con Camila y Beatriz, consciente de que está contagiando su ánimo al bebé. Como habían quedado, Fe confirma a Francisca que ha hablado con Mauricio, aun así Cristóbal no parece ser ajeno del todo. Mauricio acude a la cita con Francisca sin sospechar que va a caer en una trampa de Cristóbal: Fe y el Capataz se encuentran cercados en la casa. Don Alfredo aparece en Los Manantiales con malas noticias sobre el caso de Elías: se está complicando.
Cristóbal despide a Fe y a Mauricio fulminantemente en un doloroso momento para todos. Así, los dos despedidos se acercan desolados a la Casa de Comidas. Mauricio está tan triste que acusa a Fe de ser la responsable de esta situación. Así, en la Casona empieza una nueva era, con servicio nuevo al que Francisca no puede referir palabra. Tal es así que ni pueden pronunciar sus nombres delante de la Doña. El abogado informa que hay problemas por la incongruencia de los testimonios, unos afirman haber visto a Elías, pero otros en cambio, aseguran que la persona a la que vieron era mucho más joven, de unos 20 años no más. Rosario no quiere separarse de la tumba de su hija, su dolor y tristeza es inconsolable. En la Quinta se afanan con los preparativos de la boda. Sol nota que Candela está mal y ésta acaba por confesar que están amenazados, pero a la par, eso hace que todos enfoquen unidos la situación. Severo se plantea si la Montenegro podría darles alguna información sobre el anónimo recibido., y así, acude a ver a Francisca siendo Cristóbal quien le ofrece su “ayuda”. Llegan los resultados del caso de los hermanos de Matías: tras confesar sus crímenes, han dictaminado una pena de 15 años para ellos. Matías se queda sin aliento al escuchar que Beatriz planea irse a Madrid.
Beatriz confirma su intención de marchar a Madrid ante Matías que queda noqueado por la noticia. El chico sale al paso mostrándose orgulloso de Beatriz por haber tomado una decisión que encaja tan bien con su vida, pero lo hace apenado. Hernando quiere levantar el ánimo del chico y anima a Matías a que deje de sentirse culpable y coja el timón de su vida. El chico por fin se arranca a hablar con Beatriz sobre los sentimientos de ellos dos. Francisca no se atreve a hacer nada por impedir que Cristóbal ayude a Severo. Como siempre en la Quinta, Severo pone al día a su familia de los últimos acontecimientos y de la oferta de Cristóbal de ayudarles con los del Puño de Dios, pero ¿Cómo saber si pueden fiarse de él? De momento, deciden aceptar. Y así, Cristóbal ayuda a Severo en presencia de Francisca, procurando humillarla todo lo posible. Emilia no ha conseguido que Cristóbal readmita a Fe y Mauricio, pero visto todo el tiempo que pasa ella fuera de su negocio, termina por darle trabajo a Fe en la Casa de Comidas, la joven no se cree la suerte que tiene. Mientras, en la fábrica Cristóbal intenta parecer bueno a ojos de Emilia y propicia un ligero pero inquietante contacto físico. Rosario deja muy claro a Alfonso, tras leer las cartas que Mariana mandó desde Murcia, que no se fía de Nicolás. Y es que ella parecía tener por seguro que la situación no iba a acabar bien. Pero es Nicolás quien se enfrenta abiertamente a los Castañeda. Hernando recibe noticias: todo cuanto les contó Elías de su pasado era mentira.
En la Casa de comidas, el malestar de Alfonso y Nicolás crece por momentos. La tristeza se dispara y sólo Fe consigue llamar a la cordura separando a los dos hombres enzarzados por la desesperación de haber perdido a Mariana. Mientras, Mauricio sigue enfadado con Fe y continúa marcando distancias. Lucas cura a Nicolás y queda claro que hará falta más que una sutura para curarle el corazón. También atiende a Alfonso y recapitulan sobre la situación entre los cuñados. No hay el mismo sentimiento en Los Manantiales, donde Matías y Beatriz se reconcilian por fin al dejar ver sus sentimientos. A la par, Hernando recibe una llamada que le hace cambiar totalmente el talante. Francisca da vueltas a su situación de encierro y evidencia que su rebeldía sigue latente. Cristóbal decide echarle un pulso para ver hasta dónde podría llegar su voluntad, y así expone a la Doña ante Emilia, de forma que él mata dos pájaros de un tiro, se impone ante Francisca y envía un mensaje hacia fuera de su errático comportamiento. Emilia previene a Severo de que Cristóbal no es de fiar, pese a que se haya comprometido a ayudarle. Y entre preparativos de boda, Carmelo anuncia que el juez espera en el despacho. Tras la reunión, Severo se presenta en La Casona para pedir explicaciones a Cristóbal: ¿se puede saber qué ha hecho?
Cristóbal pide a Severo que no se ande con remilgos, en su opinión, el fin justifica los medios. Severo preguntará a Francisca sobre los Santacruz, puede que dentro de no mucho tenga que actuar en su contra. Hernando explica a Camila y Beatriz que quien llamaba era Rogelia, pero Camila detecta que miente y Hernando confiesa la verdad: Rogelia también fue agredida por Elías. Don Anselmo visita a Elías para ofrecerle confesión, pero él la rechaza.Hernando visita a Elías y se le enfrenta. Rogelia ha sobrevivido, pero procurará que pague por ella. Francisca recibe un golpe ante su huelga de hambre, hará un viaje con Cristóbal, y éste le asegura que el destino no lo olvidará jamás: la lleva a visitar a la tía Eulalia para que entienda cómo puede terminar. Así, Francisca escenifica su rendición con Cristóbal: hará lo que sea por no terminar como Eulalia. Matías no puede evitar pedir cuentas a Nicolás. Éste se justifica y Beatriz se pone en su lugar. Lucas trae a Mauricio tras darle un par de puntos en la cabeza. Fe intenta que acepte su situación, pero el capataz se encuentra muy confundido.
Cristóbal quiere solucionar sus problemas de personal robándole los operarios a Hernando Dos Casas. Emilia disimula con Alfonso pero termina confesando a Raimundo los planes de Cristóbal: robarle operarios a Hernando le parece enturbiar el equilibrio del pueblo y le desconsuela. Emilia reconoce ante Cristóbal que no ha podido robar los operarios a Hernando cuando Raimundo aparece dispuesto a defender a su hija. Francisca pide a Cristóbal que le permita confesarse con don Berengario, pero Garrigues teme una trampa. Don Berengario acude a la llamada de Francisca y se sorprende al ver que quiere confesarse con él. Nicolás cuenta a Hernando lo mal que se siente por haberse enzarzado con Alfonso en un pelea que no debería haber sucedido, pero no levanta cabeza. Fe también intenta mediar entre Alfonso y Nicolás a su manera cuando Gracia llega, muy afectada… confiesa a Fe que la tienda sin Mariana ha dejado de tener sentido para ella, y ese es el motivo por el que no quiere abrir nunca más. Los preparativos de la boda continúan ahora que los fanáticos han dejado de ser una amenaza. Pero Lucas llega con noticias de la prisión: Marquina se debate entre la vida y la muerte por una paliza propinada con el objetivo de que prometiera rendición ante los Santacruz. Parece que en La Quinta están en deuda con un criminal: Garrigues. Elías no se siente culpable de nada y avisa a Hernando de que sus problemas no terminan con él, sembrando una amenaza para la que Hernando todavía no encuentra origen. Don Alfredo llega por la noche con una noticia sobre Elías.
Nicolás cuenta a Hernando lo mal que se siente por haberse enzarzado con Alfonso en un pelea que no debería haber sucedido, pero no levanta cabeza. Fe también intenta mediar entre Alfonso y Nicolás a su manera cuando Gracia llega, muy afectada… confiesa a Fe que la tienda sin Mariana ha dejado de tener sentido para ella, y ese es el motivo por el que no quiere abrir nunca más. Los preparativos de la boda continúan ahora que los fanáticos han dejado de ser una amenaza. Pero Lucas llega con noticias de la prisión: Marquina se debate entre la vida y la muerte por una paliza propinada con el objetivo de que prometiera rendición ante los Santacruz. Parece que en La Quinta están en deuda con un criminal: Garrigues. Elías no se siente culpable de nada y avisa a Hernando de que sus problemas no terminan con él, sembrando una amenaza para la que Hernando todavía no encuentra origen. Don Alfredo llega por la noche con una noticia sobre Elías.
Hernando le advierte de que se defenderá pero sin entrar en su juego sucio en un agrio cruce de palabras en el que el Dos Casas gana por K.O. Y así, Hernando habla con los trabajadores para explicar la situación, seguramente se verán tentados por Cristóbal, pero no entrarán en su juego para retenerlos. Para alivio de los Manantiales, la mayoría de los trabajadores ha decidido seguir trabajando para él. El juez ha dictaminado que los Santacruz sigan sin poder disponer de su dinero, claramente el Juez los cree culpables. Y las malas noticias siguen llegando cuando acusan a Mencía de haber robado una importante pieza artística en su último trabajo. Dolores llega aterrada con una horrible noticia: han robado en la tienda de Gracia. Pero para asombro de todos, para la dueña resulta casi una señal divina, tan poca es su voluntad ahora para trabajar en ella. Emilia mantiene su postura a pesar de que todos creen que su trato con Cristóbal los perjudica. Pero llega el momento en que Camila pide explicaciones a Emilia por el robo de trabajadores, y evidentemente hay tensión a pesar de la buena voluntad. Fe intenta acercarse a Mauricio pero él la rechaza de forma hostil. Alfonso pide a Fe que vaya a buscar a Lucas. Rosario está mal, es la segunda vez que se desmaya en el mismo día y Lucas tiene malas noticias tras examinarla: se está dejando morir. Camila regresa a los Manantiales después de hablar con Emilia cuando un forastero la amenaza y ésta reacciona dándole un beso apasionado. ¿Quién es esta persona?
Néstor, así se llama el forastero, amenaza con matar a Camila: ya se conocían de antes y esto parece un ajuste de cuentas. Ella consigue frenarle al asegurarle que su hija está viva: si la mata, nunca la encontrará. Camila escribe una carta a su misteriosa amiga relatándole la aparición de Néstor. Cristóbal pretende resarcir a Emilia de la presión a la que ha sido sometida, pero entre mucho halago y cercanía, de la que es testigo Francisca, mientras Emilia lo sobrelleva con mucho disgusto. Cristóbal interroga a Francisca sobre Emilia, quiere saberlo todo de ella. Y así, mientras Alfonso espera a su mujer con impaciencia para hacer las paces, Cristóbal trata de camelarse a Emilia con una cena íntima en la que le pide que suba a su habitación con la excusa de un chal con el que quiere obsequiarle. Mencía explica su teoría sobre por qué se le acusa de robar una reliquia y abandonar su trabajo. Mencía marcha a Madrid a solucionar su contencioso. Alfonso está muy preocupado por Rosario, cree que la cercanía con Nicolás y su nieta podría ayudarle e intenta acercar posturas con su cuñado, pero no lo consigue. Gracia cierra definitivamente la tienda junto con Alfonso, en un adiós definitivo a Mariana y los sueños que tuvo. Francisca abronca a don Berengario por lo que considera una vulneración del secreto de confesión, sabe que Raimundo se ha enterado y eso era justo lo que quería evitar con su confesión. A la par Raimundo en La Casa de comidas interpreta lo contrario: un cambio de hábitos debe significar a la fuerza un toque de atención
Hernando cree que Camila está alterada por su cruce de palabras con Emilia, no tiene idea de la verdadera causa que le atormenta: Néstor. Emilia se niega a seguir el juego a Garrigues, que la deja marchar. Cuando llega la Casa de Comidas, todavía afectada, se agarra a Alfonso necesitada de sosiego y amor. Pero Emilia necesita desahogarse y se dispone a contarle a Fe lo que le pasa con Cristóbal, llegando a la determinación de que lo único que puede hacer al respecto, es tratar de mantenerlo a raya. Primo de Rivera ha disuelto todos los ayuntamientos y Onésimo no ha sido el primero en enterarse: los Mirañar ya son cosa del pasado en la autoridad del Puente Viejo. Alfonso habla con Mauricio de su situación con Nicolás y, acalorado, llega a verbalizar una locura: ojalá muriera para que ellos pudieran tener a Juanita de nuevo. Severo y Candela son felices mientras trabajan cuando Carmelo trae un mensaje de Leoncio Marquina: necesita verlos antes de que sea demasiado tarde… Onésimo trae noticias de Elías y el destino de su cadáver: al parecer un familiar ha reclamado su cuerpo. Camila sigue alteradísima, en un brete, sin saber qué paso dar, cuando Hernando la encuentra, y en ese estado, da por hecho que está así por el final del químico. Camila recibe una visita de Néstor, que no duda en acercarse hasta la tienda para hablar con ella. Alguien aparece desde muy lejos buscando al Doctor Moliner, ¿qué ocurrirá?
Néstor da un ultimátum a Camila y esta da una respuesta que obliga al cubano a quedarse dos semanas más en Puente Viejo si quiere volver a ver a su hija con vida. Hernando está a punto de pillarlos. El forastero que ha venido buscando a Lucas se presenta como el amigo de José Luis, su compañero de universidad que le había anticipado esta visita: viene a hacer un estudio sobre la medicina rural. Lucas y Sol le dan la bienvenida a Puente Viejo y se pondrán a trabajar juntos ya mismo, en cuanto llega un aviso de alumbramiento; manos a la obra. Alfonso encuentra cada vez más firme la idea de que su madre mejorará si Nicolás se va para siempre, y al comentarlo con Mauricio, la idea se va asentando. Fe recibe de Rosario el encargo de hacer llamar a don Anselmo, y Alfonso quiere creer que es para bien. Pero Don Anselmo confirma que Rosario ha pedido la Extremaunción: la situación se complica. Dolores ve su puesto peligrar y culpa a Gracia de que Hipólito no esté aquí para luchar. La Guardia Civil ha cerrado la investigación sobre el presunto aliado de Elías, no parece que exista tal cómplice y Hernando respira aliviado ante la perspectiva de cerrar ese tema que lo tenía preocupado: nadie vendrá a terminar lo que Elías empezó. Cristóbal continúa con sus planes de atraer a Emilia, y para ello pide a Francisca su ayuda, o más bien, se lo exige. Emilia quiere creer que está consiguiendo alejar cualquier acercamiento a un ámbito profesional. No espera sin embargo que el Intendente quiere cerrar la empresa del Dos Casas por su habilidad para manejar la situación del robo de trabajadores; a él no le tose nadie. Matías avisa a Hernando y Camila que tienen problemas. Francisca ha citado a don Berengario. Empieza a confesar y hace una inquietante alusión a Emilia.
Matías informa de que se están secando las canalizaciones, y tras examinar el terreno no encuentran motivo para la repentina sequía. ¿Qué puede estar ocasionando semejante alteración? Por otro lado, Emilia consigue sonsacar a Cristóbal el motivo de la denuncia que va a interponer contra Los Manantiales: no tienen licencia de venta de productos más allá de la comercialización de sus aguas. Emilia cuenta a los suyos que Cristóbal tiene intención de denunciar a Hernando. Avisarán a Matías. En ese instante suena el teléfono: es Cristóbal, quiere que vaya a La Casona a ayudarle con Francisca. Cuando cuelga éste a su vez apremia a Francisca, es hora de pasar a la acción. Francisca asegura estar más tranquila tras hablar con el cura, a quien ha dejado el marrón dentro, pues sea lo que sea, el delito contra Emilia no se ha cometido aún y él ya sabe que sucederá. Todos intentan levantar el ánimo de Rosario, pero es imposible. Cada día está peor. Don Anselmo sí consigue sonsacar a Camila que algo le pasa, pero no aún el qué. Ella promete ir a la Iglesia y contárselo.
Mauricio interrumpe la contienda con la noticia de que ha aparecido el verdadero asesino. Onésimo les cuenta el informe de la Guardia Civil respecto al asesinato de Mariana. El plan de Cristóbal con Emilia toma a Francisca como alma en pena para atraer la atención de ésta a La Casona. Francisca se muestra así como una anciana sin ganas de vivir, que se apaga ante la inacción: cumple lo prometido y le habla a Emilia al dictado de Cristóbal insinuando que entre ellos dos hay algo más que la relación entre patrón y trabajadora. Emilia se planta ante Cristóbal tras haber hablado con Francisca: jamás traicionará a su esposo. Como reacción, Cristóbal entiende que a por quien tiene que ir no es Emilia, sino su esposo Alfonso. Y así es, de pronto Alfonso es detenido. Román confiesa a Lucas que en realidad ha venido para observarlo y para ofrecerle un puesto de trabajo, uno muy prestigioso, en Madrid. Matías informa a Hernando de que Cristóbal tiene intención de denunciarlos. Camila por fin desvela a Don Anselmo cuál fue su relación con Néstor. Es una historia de amor y desengaño propia de las más curtidas de las vidas. Pero cuando Camila llega a casa, se encuentra a Néstor departiendo amigablemente con Hernando.
Néstor finge ser primo de Camila y Hernando le aloja en Los Manantiales, se quedará por un tiempo, en realidad a la espera de que Camila dé noticas del paradero de su hijo. Ella tiene que disimular delante de la familia, pero pasa la noche en vela, aturdida por la presencia de Néstor y esperando que irrumpa. Camila se enfrenta a Néstor y le desafía. La Guardia Civil se lleva detenido a Alfonso Castañeda, quien no recibe ninguna explicación. Emilia le acompaña para enterarse. Y para colmo de males, Rosario se entera de la peor manera posible de la aparición del verdadero asesino de Mariana. Pero detrás de esta acción parece estar Cristóbal, que se vanagloria de la detención de Alfonso: ahora sólo queda esperar. Emilia, como era de esperar, sospecha en silencio de la mano negra de Cristóbal. También Raimundo sugiere que la única persona que puede interceder por Alfonso es Cristóbal Garrigues. Emilia exige explicaciones a Cristóbal por la detención de Alfonso. Mientras que Carmelo llega con la noticia de la muerte de Leoncio Marquina.
Cristóbal maneja a Emilia a su antojo y le hace ver que el bienestar de Alfonso depende de ella. Ahora que sabe que lo de Alfonso va para largo, pide a los suyos que mantengan cierta normalidad. Y así, se pone manos a la obra para cumplir con Cristóbal: trabajará para él todo lo que precise, pero no irá nunca a más. Cristóbal rumia su venganza. Néstor avisa a Camila: ha venido a controlarla y no se marchará hasta saber dónde está su hija. Camila también ve cómo él sigue atraído por ella, quizás sea el único arma que pueda jugar para intentar controlarle. Hernando y Matías comprueban que el nivel del agua en el manantial no explica la escasez posterior. Al seguir investigando, parecen a punto de ser sepultados en un derrumbe. Beatriz se encuentra con Matías, a quien Fe entrega una carta de Prado. La despedida de soltero de Carmelo y Mencía se celebra sin contratiempos.
Hernando y Matías comprueban que el nivel del agua en el manantial no explica la escasez posterior. Al seguir investigando, parecen a punto de ser sepultados en un derrumbe. Beatriz se encuentra con Matías, a quien Fe entrega una carta de Prado. La despedida de soltero de Carmelo y Mencía se celebra sin contratiempos.
Cristóbal se encuentra con Raimundo en el jardín y éste arremete contra él: se enfrenta a Cristóbal por Francisca y por Alfonso, pero él finge no saber nada. La cosa se complica cuando vuelve de la fábrica furioso por un error de sus empleados que han echado a perder un buen pedido. Aun así cede un poco cuando Emilia le dice, con razón, que están explotando a los trabajadores. Y algo ha tenido que removerle a Cristóbal, pues éste le entrega un salvoconducto para que pueda visitar a su marido. Emilia queda horrorizada al ver el lamentable estado en el que está Alfonso. Camila se enfrenta a Néstor, lo que hubo entre ellos no fue amor. Luego teme haberse excedido. Camila confiesa a don Anselmo que está dispuesta a todo con tal de proteger a su familia, hasta claudicar y ceder ante los impulsos de Néstor de volver a hacerla suya. Gracia no consigue convencer a Onésimo para que destruya el expediente sancionador del Colmado, pero sí Dolores: Onésimo anula la multa a cambio de que Dolores no le cobre los gastos de manutención. En vísperas de la boda, Carmelo no parece excesivamente nervioso, y hasta se atreve a intimar con Mencía a pesar de que hay amenazas violentas de cara a la celebración. Mauricio confirma ante Matías lo dicho por Nicolás, él vio cómo Alfonso intentó matarlo.
Alfonso reconoce que lo está pasando mal en la cárcel y Emilia sufre al verlo así y se compromete a hacer lo que sea para sacarle de allí. También Francisca aconseja a Emilia que se pliegue a la voluntad de Cristóbal si no quiere empeorar las cosas, y así es como ella se lo plantea a Garrigues a las claras, que se enciende de lujuria. Camila se desespera al ver el interés de Néstor por los asuntos de la empresa. Pero peor es cuando lo que hace es interesarse con ella, a solas, en su alcoba. Carmelo ve a Mencía vestida de novia antes de la boda, pero no les importa porque no son supersticiosos. Llega el día de boda. Todos los invitados van llegando y los novios llegan puntuales también al altar, donde Don Anselmo, está feliz de bendecir esta unión.Cuando están a punto de darse el “sí, quiero”, alguien interrumpe la ceremonia.
Falsa alarma: el estrépito en la Iglesia sólo ha sido debido a la estruendosa llegada de los Mirañar. Así, los recién casados salen de la iglesia sin nada que les amenace: todo ha salido bien. Néstor amaga con seducir a Camila cuando llega Hernando y corta el momento. Néstor no se irá de Puente Viejo sin su hija: el juego acaba de comenzar. Rosario por fin parece tomar la determinación de tirar hacia adelante. Emilia acepta volver a trabajar con él a pesar de lo mucho que le atormenta la cercanía de Garrigues. Emilia aprovecha para interrogar a Francisca: ¿cómo se dejó manejar de tal manera por Cristóbal? Cristóbal ordena a Francisca que se vea con Raimundo y siguiendo las instrucciones, y bajo su atenta mirada, Francisca obedece. Hernando anuncia a Camila que quiere hablar muy seriamente con ella; no se esperaba algo así.
El hecho de que Cristóbal ande indagando sobre Raimundo tiene a Francisca intranquila. Camila comprueba con alivio que Hernando sigue sin sospechar nada de Néstor y su presencia. Camila intenta razonar con Néstor y que éste le dé un poco de espacio, pero es inútil.: el sigue a la suya. Hernando insiste en mantener un alto nivel de seguridad en la obra mientras Néstor toma nota de todo. Néstor ha hecho que Camila le acompañe en un nuevo paseo. A ella le cuesta cada vez más disimular. A la par, Hernando se topa con Dolores en la plaza y con él sí verbaliza sus dudas respecto a Néstor y Camila. Carmelo y Mencía aparecen tras la noche de bodas. Son felices. Emilia visita a su marido y comprueba que está mejor: Cristóbal ha cumplido con su compromiso. Matías está triste por su padre y no entiende que no pueda visitarlo. Fe explica a Mauricio que le ha conseguido una reunión con un tratante que vende un aserradero.
Dolores explica a Hernando los negocios de Néstor, lo ha destapado todo. Hernando no duda en pinchar a Néstor preguntándole por Cuba y éste disimula como puede. Hernando aprovecha el primer momento a solas con Camila para sonsacarle sobre Néstor y sobre su ex amante de tiempos mejores pasados en Cuba. Mientras, Hernando y Camila han pasado la tarde juntos dejan aflorar sus sentimientos entregándose a la pasión. Cuando se han quedado dormidos, Néstor aparece. Emilia informa a Cristóbal de que se enfrentan a un motín inminente en la industria y él cree que lo que necesitan es una mano aún más dura. Pero Cristóbal se ha enfrentado a sus trabajadores y éstos no han dado ni un paso atrás. Beatriz plantea a Matías las dudas respecto a qué podría remover en el muchacho la carta de Prado. Fe espera en vano a que venga Mauricio ya que el tratante lo espera desde hace rato. ¿Acudirá el capataz o está hundido en una depresión que lo mantiene inactivo? Sol explica a Severo y Candela que ha recibido una extraña llamada de José Luis, el amigo de Lucas. Francisca comprueba que Cristóbal tiene una reunión con Raimundo. Parece algo grave.
Néstor mira al matrimonio con rabia, pero se marcha sin hacerles nada, pero luego confiesa a Camila que la desea. Suena el teléfono, ¿será la persona que cuida a Belén? Cristóbal ofrece a Raimundo el cargo de Intendente Municipal y éste lo comenta en casa, se lo está pensando seriamente y Emilia no puede creer que su padre también vaya a caer en las redes de Cristóbal. Rosario pide a Matías que dejen a Nicolás en paz: se han portado mal con él. Carmelo y Mencía preparan la luna de miel. Lucas está a punto de contarle a Sol la oferta que le han hecho para trabajar en Madrid, pero finalmente es interrumpido y no termina de lanzarse. Así, Lucas escribe una carta a José Luis disculpándose por su tardanza Fe se enfrenta a Mauricio por no haberse presentado a la segunda cita.
Cristóbal obliga a Francisca a hacer de sirvienta en una cena que organiza con Emilia en casa. La situación es verdaderamente incómoda, pero se ve interrumpida por el aviso de motín en la fábrica. Cristóbal quiere sofocar el motín por la fuerza, y esto le da a Raimundo un motivo más para aceptar el cargo de Intendente; los trabajadores de la textil prometen venganza. Emilia vuelve a recibir una invitación de Garrigues y no sabe cómo mantenerlo a raya. Éste le dice a Francisca que esta noche volverá a servirles y luego los dejará a solas. ¿Qué pretende? Tras tomar la última copa, Emilia se desmaya. Cristóbal la ha narcotizado. El tiempo para Camila se ha agotado, y sabe que lo de Néstor solo puede acabar mal, así, decide enfrentarse y confesarle que su hija en realidad están muerta; nadie va a llamar.
Camila le cuenta a Néstor lo ocurrido con su hija Belén: se ahogó en el naufragio que las traía de Cuba. Él no reacciona bien y la agarra del cuello para soltarla en el último momento. Camila finge dormir y Hernando no aprecia las marcas que han quedado en su cuello. Emilia despierta confundida después de haber pasado la noche con Cristóbal y vuelve de la fábrica con la desazón de qué habrá pasado durante la noche en La Casona. Los habitantes de la Quinta tienen un detalle en forma de regalo con los recién casados. Ajenos al peligro que se cierne sobre ellos, Carmelo y Mencía van a iniciar su viaje de novios… pero la felicidad se truncará. Matías y Nicolás van normalizando poco a poco sus relaciones, y esto gracias a que el pequeño va siguiendo los consejos de Rosario respecto al trato que han de darle a Nicolás, sin presiones, que se acerque cuando esté preparado. Nicolás ha estado investigando los orígenes de Néstor en Cuba y da a Hernando un dato que éste desconocía: Camila es hermana de los Mella.
Mencía muere tras una declaración de amor a Carmelo. También consigue señalar el camino de huida de su agresor, Carmelo corre tras él, pero sin ningún éxito. Ante la ausencia del asesino, sólo les queda llorar ante la evidencia de que Mencía ha muerto. Las noticias de lo sucedido en la estación llegan a la plaza y deja a todos desolados. Van llegando los habitantes de Puente Viejo a dar el pésame por Mencía, quien será enterrada en su pueblo. Nicolás le explica a Hernando el parentesco de Camila con los Mella. Hernando no entiende nada y trata de preguntar a su mujer, pero ella no está por la labor de hablar ahora mismo.
Néstor no va a matar a Camila como ella teme; se mete en la cama con ella y fuerza una relación amorosa. Luego sabe disimular delante de los demás y asegura a todos que su tiempo en Puente Viejo llega a su fin. Carmelo pierde los nervios con la falta de resultados de la investigación y sólo Severo consigue calmarle. Fe ha conseguido consolar a Emilia y se atreve a contarle a Mauricio que le ha encontrado trabajo. Luego ésta visita a Alfonso procurando disimular su verdadero estado de ánimo, pero lo cierto es que está angustiada por la ausencia de recuerdos respecto a la noche anterior con Garrigues, sin saber cómo ha podido abusar de ella, o si simplemente lo ha hecho. Cristóbal quiere saber qué está pensando Raimundo respecto a la oferta que le ha hecho de hacerlo Intendente. De Emilia no saca respuesta, pasa a preguntarle a Francisca y a pedirle que se movilice. Así, Francisca intercede para que Raimundo acepte el puesto que le ha ofrecido Garrigues. Nicolás trae a Juanita con Camila y Beatriz y se entera que Rosario es la responsable de la “paz”. Camila disimula la angustia y el dolor y el asco que siente, pero luego Néstor le deja caer que quiere llevársela. Don Anselmo visita a Camila pero ella no le cuenta nada: tiene mucho miedo a Néstor. Hernando y Matías entran en la gruta para revisar los trabajos aprovechando la hora de la comida y Néstor provoca un derrumbamiento derribando una de las vigas que sujeta la estructura apuntalada.
Llega la noticia del grave accidente en la gruta: Hernando ha quedado atrapado. Camila acude en su ayuda, pero en un ataque de nervios, cae desvanecida. Lucas le suministra un potente sedante que le hará dormir largo rato, y Néstor, al enterarse, no duda en acercarse a su habitación. ¿Qué pretende Néstor? Néstor vigila a Camila con un amor enfermo y posesivo. Onésimo anuncia que Raimundo es el nuevo Intendente; la noticia no es bien recibida, pero él sabe que tiene que aceptar el puesto, es lo mejor para el pueblo. Francisca teme que sus maldades no estén valiendo para nada, ni le reporten ningún beneficio a ella. Onésimo reza por Mencía. Severo y Candela se marchan, incómodos por el rito pagano, que raya en el chiste. Anselmo en cambio sí es defensor de esa mezcla cristiana e indígena, mezcla natural de las culturas. Mauricio ha conseguido trabajo como capataz en la finca del tío Pepe gracias a Fe, sin embargo, el puesto no le dura un día siquiera, parece que las formas que utilizaba con Francisca no son extensibles a otras fincas. Contra todo pronóstico, Emilia satisface sexualmente a Cristóbal por iniciativa propia. Por fin encuentran a Hernando, no sabemos si vivo o muerto.
El encuentro sexual fue sólo una ensoñación. Emilia viene a confirmar los daños en la textil. Una a vez a solas las dos mujeres, Emilia trata de entender por qué Francisca se deja humillar de esta manera, la Doña no responde, pero es muy consciente de la situación. Hernando está malherido pero vivo. Lucas ordena su inmediato traslado al Dispensario. Llega Rogelia, preocupada por la situación. Empieza la intervención de Lucas sobre un malherido Hernando. Camila aguarda cerca, comprometida a seguir cada variación en el estado de su esposo. Cuando Rosario relata el parecido accidente que sufrió Conrado años ha, recuerda que se trató de un sabotaje intencionado. Camila busca la mirada de Néstor que parece confirma sus temores, ¿ha sido él el causante del corrimiento de tierras? Esta misma duda termina verbalizándola con Don Anselmo. Fe embronca a Mauricio, dejándole claro que mientras Cristóbal viva, ellos no volverán a servir en La Casona. Él parece tomárselo por el lado que no es y una siniestra mirada atraviesa su rostro; ha tomado la decisión de acabar con Garrigues, aunque pase el resto de su vida en prisión. Carmelo regresa tras enterrar a su esposa, ansioso por saber cómo va la investigación. Todos le arropan pero Carmelo presiona para que vayan tras los fanáticos del Puño de Dios, aunque a solas reconoce ante su amigo que la verdadera culpable de todo es Francisca: ella estuvo en el origen de esta desgracia. Tiene lugar un enfrentamiento entre Francisca y Cristóbal que se interrumpe por las acusaciones de Carmelo, que llega en su estado de rabia enfermiza. Néstor reconoce que fue él quien derrumbó la gruta. Camila se alegra y le da las gracias por acabar con un matrimonio que la tenía presa. Ahora por fin, es libre.
Camila “confiesa” a Néstor el amor que sigue sintiendo por él y se lo camela. Camila regresa destrozada a su habitación y pide perdón a un inconsciente Hernando por lo que ha hecho. Lucas ha examinado a Hernando y no oculta la gravedad de su situación. Néstor le plantea a Camila marcharse de Los Manantiales al día siguiente. Carmelo pide a Cristóbal que le ayude a encontrar al asesino de Mencía a cambio de un trato abusivo que éste le propone, y además, pide que el trato quede entre ellos. Alfonso no consigue convencer a Mauricio de que olvide sus intenciones de matar a Garrigues. Rogelia se postula para recuperar su antiguo puesto de trabajo. Cristóbal abronca a Francisca por haber recibido la visita de Severo Santacruz sin su permiso, ella no tiene otra que callar y va tomando conciencia de que se repite la situación que vivió con Salvador Castro. Lucas tiene algo importante que decir a los habitantes de la Quinta.
Camila consigue ganar un poco más de tiempo convenciendo a Néstor de que no deben huir y vuelve a ceder a sus deseos. Cuando Néstor compruebe que el resto del tiempo Camila lo pasa junto a su marido, velándolo, empezará a entender que quizás ella no es sincera y Néstor empieza a descubrirse como el hombre agresivo y vengativo que es. Lucas comunica la propuesta que le hizo Román y que no se había atrevido a compartir, y Sol no se lo toma bien. Raimundo trata con cierto desdén a Francisca, algo que a Cristóbal parece complacerle. Emilia trata con cierto cariño a Francisca, después de que ésta le confesase que Cristóbal es una versión mejorada de Salvador y Cristóbal lo percibe. Cristóbal se enfrenta a Francisca y ella comete el error de recordar lo que le dijo Eulalia… y descubrimos el más profundo secreto del pobre Garrigues. Carmelo jura venganza ante una foto de Mencía. Candela teme que esté planeando algo a escondidas. Candela y Severo intentan enterarse de cómo va la investigación de la muerte de Mencía. Francisca está destrozada cuando Raimundo llega y le da el cariño que ella tanto echa en falta. Camila pide perdón a Hernando creyendo que no le escucha, pero reacciona sin que ella se dé cuenta.
Raimundo confiesa a Francisca que su intención es terminar con Cristóbal para siempre, mientras, ella pide disculpas por su carácter levantisco de los últimos días y Raimundo parece una marioneta de Cristóbal, incluso promete algo importante que no detalla. Camila intenta calmar a Néstor sin conseguirlo, así que lo implica en los trabajos de reconstrucción. Hernando empieza a emitir leves signos de recuperación mientras Néstor traga bilis, impotente. Néstor se encuentra con don Anselmo velando a Hernando y el cura le busca las cosquillas. Emilia visita a Alfonso. Éste la nota cada día más apagada y ella disimula como puede. Y no es para menos, al término de la recepción Cristóbal obliga a Emilia a quedarse con él. Consciente de lo importante que es para Lucas la cátedra que le han ofrecido, Sol deja la decisión en sus manos. Lucas recibe la visita inesperada de Camila que viene para pedirle que haga algo por ella.
Cristóbal le ofrece una copa y Emilia la acepta a pesar de saber que puede estar narcotizada. Y así es, ella pierde poco a poco el conocimiento mientras Cristóbal la mira y la acaricia, perverso. Francisca socorre a Emilia. Se solidariza con ella y desea que Raimundo ponga fin a esto. Cuando Emilia visita a Alfonso, éste pregunta a bocajarro si tiene una aventura con Garrigues. Es lo que dicen los guardias. Lucas dice en Los Manantiales que la mejoría de Hernando es la que precede a la muerte. Hernando consigue, no obstante, hablar con Matías, a quien le pide que termine unos perfumes para Beatriz y Camila. Néstor descubre a Camila agradeciendo el detalle a su marido con amor. Mientras Hernando duerme, Néstor entra y cierra la puerta de la habitación; su rostro no refleja buenas intenciones, está a punto de matar a su rival. Candela nota nerviosismo en Carmelo y él pone una excusa. Carmelo acude a casa de Cristóbal pues ya tiene la información que le había pedido, los datos del asesino de su mujer
Camila impide el asesinato y se impone: no se irán hasta que Hernando no muera. Hernando no dice nada a Camila, pero notamos recelo en su mirada. Y se entiende que dude cuando Camila pide a Don Anselmo que, si desaparece y la buscan, él retrase la búsqueda: lo mejor será que se marche. Emilia niega que tenga una relación con Cristóbal, pero Alfonso no le cree y entiende además que cualquier cosa que haya podido hacer su mujer, ha sido para protegerle. Además, tiene que hablar con ella de otra cosa. Emilia pide ayuda a su padre y Raimundo pide un poco de paciencia: está todo a punto. Cristóbal está humillado porque Francisca conozca su secreto y la castiga como venganza. Lucas les informa que ha decidido aceptar la propuesta de Román. Se marchan de Puente Viejo. Mauricio asegura a Alfonso que sigue adelante con su plan para con Garrigues, y además lo hará de forma inminente. Esa noche, se despide de Fe de una forma que a ella le da escalofríos. Esta despedida llega a oídos de Raimundo, quien reacciona sabiendo que algo grave está a punto de pasar. Raimundo convoca a todos para informar de que el General Primo de Rivera vendrá a Puente Viejo. Carmelo vigila la casa del supuesto asesino de Mencía y venga la muerte de su esposa
Camila convence a Néstor de que desea marchar de Los Manantiales al día siguiente. Así, Camila se despide disimuladamente de Beatriz y la aleja junto a Matías de Los Manantiales. Por último, se despide de Hernando con infinita pena. A la vuelta de Carmelo, Candela sufre un desmayo. El primer diagnóstico de Lucas deja entrever la gravedad del estado de Candela y Carmelo niega que hayan tenido una conversación fuera de lo normal. Sol, sin embargo, estaba cerca y los oyó discutir; se lo dirá a su hermano. Sol informa a Severo de la discusión entre Carmelo y Candela y Lucas viene con pésimas noticias. Se confirma la aceptación del habeas corpus de Alfonso, Raimundo parece empezar sus andanzas como intendente con un pleno al quince. Francisca transmite a Emilia su inquietud por si Raimundo trama algo contra Primo de Rivera. Hernando despierta y tiene una sensación extraña, como si intuyera que algo marcha mal con su esposa. Cuando sale en su busca intercepta a Camila y a Néstor, que se dispone a acabar con él.
Néstor tiene toda la ventaja física frente a Hernando y la aprovecha, pero la unión del matrimonio termina venciendo. Camila pide ayuda a unos yunteros que pasan por el puente y comprueban que Néstor está muerto. Luego, explican a los guardias civiles lo sucedido, y Hernando no siente las piernas. Sol intenta que Carmelo le confiese qué le atormenta pero no lo consigue. Lucas presiona a Severo para que asuma la situación, pero su cuñado se niega a aceptar la realidad: Candela está moribunda. La única solución plausible para salvar la vida del niño que aún vive en ella, es ingresarla en un sanatorio. Severo no lo tolera en un principio, después, sale a escape, ¿a dónde? Don Anselmo quiere arreglar la situación entre Nicolás y los Castañeda. Para ello, le pide un favor. Emilia está desolada ante la perspectiva de seguir trabajando con Cristóbal de forma indefinida. Cuando Raimundo la ve en este estado, decide confesarle cómo quiere acabar con la carrera de Cristóbal. El doctor Zabaleta, que está siguiendo el estado de salud de Hernando, no puede asegurar que esté fuera de peligro mortal.
Severo no tiene opción y admite como solución ingresar a Candela en el sanatorio. Emilia viene a visitar a Alfonso para asegurarle que las cosas van a cambiar con Cristóbal. Raimundo mantiene informada a Francisca acerca de sus planes y Emilia confiesa que está dispuesta a poner distancia con Cristóbal. Así lo hace: Emilia rechaza a Cristóbal con firmeza y le deja claro que no permitirá que vuelva a abusar de ella. Como respuesta, Cristóbal descuelga el teléfono y planea la muerte de Alfonso mientras Francisca escucha a escondidas. Camila explica a los habitantes de Los Manantiales la verdadera identidad y origen de Néstor, explicando cómo fue él el autor del derrumbe. Don Anselmo visita a Camila y Hernando, así se entera que ella teme posibles represalias desde Cuba. Nicolás se presenta para interesarse por Hernando y confiesa a Camila que tiene noticias de Cuba. Don Anselmo lleva a Nicolás al cementerio y le muestra el dolor de Rosario en primera persona, dejando en sus manos el perdón que espera traiga paz a su suegra y a él mismo. Carmelo recibe noticias completamente inesperadas: han encontrado al asesino de Mencía. Entonces, ¿quién es la persona a la que ha matado?
Nicolás comenta que el caso de Néstor se archivará como un accidente y nadie vendrá a vengar su muerte. Así, Camila escribe a su amiga por primera vez sin esconderse, contando lo ocurrido con Néstor. Se descubre, además, que la hija de Néstor está viva y que esa quien la tiene a buen recaudo. El doctor Zabaleta diagnostica que la vida de Hernando ya no corre peligro, pero es muy probable que no pueda volver a caminar. Hernando pide a Camila explicación sobre Gabriel Mella. Cristóbal admite ante Carmelo haberlo manipulado y ahora está en sus manos; no era más que una estrategia para tenerlo bajo su yugo. Carmelo llora ante la casa de su víctima. Está arrepentido, pero es demasiado tarde. Francisca pone a Emilia sobre aviso de lo que oyó a Cristóbal: hay que advertir a Alfonso de las intenciones de Cristóbal. Así, Emilia previene a Alfonso de que puede sufrir un atentado. Sol no está dispuesta a marcharse a Madrid de ninguna manera y a solas, el matrimonio discute. Nicolás lleva a Juanita al encuentro de su abuela.
Camila le cuenta la verdad respecto a su relación fraternal con Gabriel Mella y Hernando la entiende y la perdona. En el plano médico, Hernando insiste en intentar ponerse de pie, no se resigna a ser un paralítico. Francisca le cuenta a Raimundo que Cristóbal es hijo bastardo de Salvador. Guardarán el secreto y seguirán adelante con el plan. Nicolás y Rosario se reconcilian tras el gesto de éste. Luego, Nicolás se reconcilia también con Alfonso: intentarán olvidar el daño que se hicieron. Cristóbal se desespera porque no encuentra a nadie y teme que algo salga mal con el General. Y así es: llega Primo de Rivera y acusa a Cristóbal de apropiación indebida, abuso de poder y un largo etc. Cristóbal busca apoyo en el pueblo pero todos le dan la espalda, lo que deviene en una gran humillación. Sol ha decidido que no se va a Madrid, se queda con su hermano que ahora tanto le necesita. Severo habla con su amigo: Candela está así por un disgusto, ¿fue provocado por su discusión con Carmelo? ¿Qué pasó? Primo de Rivera cita a los implicados en La Casona: l les informa de que no piensa entregar a Cristóbal a ningún Juez.
Primo de Rivera aparta a Cristóbal de Puente Viejo y restituye la normalidad en el pueblo. Cristóbal se despide de Emilia con una frase enigmática. En la Casona va volviendo la normalidad, primero Francisca ha despedido al personal contratado por Cristóbal, y ahora sugiere a Mauricio que vuelva Fe. Y de vuelta a la normalidad, Francisca agradece la ayuda a Raimundo, pero ambos saben que sus caminos vuelven a ser opuestos. Los esfuerzos de Hernando por mantenerse en pie resultan baldíos, primero lo intenta con Camila, quien no cree que deba hacer tantos esfuerzos, pero no se rinde y pide la colaboración de Rogelia insistiendo en su empeño de caminar. Hernando comunica a Camila que tiene algo importante que decirle. Nicolás sigue con su ronda de reconciliaciones y es el turno de Matías. Ahora que la normalidad va volviendo poco a poco a la familia, Nicolás, Rosario y Juanita visitan Los Manantiales; Rosario recibe allí una llamada telefónica de Ramiro, que la informa del regreso de Prado a Madrid. Lucas intenta razonar con Sol sobre la marcha de Puente Viejo, pero es imposible, ella no quiere saber nada acerca del asunto y no quiere seguir discutiendo con su marido. Liberan por fin a Alfonso y todo el pueblo sale a recibirle. Felicidad por fin para la familia Castañeda. Adela descubre a Carmelo husmeando por los alrededores de su casita.
Carmelo teme haber sido descubierto, pero no Adela lo toma por un amigo de su difunto marido. Así, Carmelo entra en la casa y conoce a la familia de quien fue su víctima. Descubre con horror que era un buen hombre, y que su asesinato era un objetivo de Garrigues. Mientras, Severo y Sol cuidan a Candela y han traído a Marcos por si la presencia del bebé le ayuda en algo. Lucas discute con Sol aún con más virulencia que en días anteriores y es entonces cuando Severo se mete en medio. Hernando pide a Camila una silla de ruedas y ella acepta si con eso ayuda a su recuperación. Pero Camila sabe que Rogelia traman algo y pide al punto que le hagan partícipe de sus secretitos. Emilia y Alfonso tienen un momento de intimidad en el que se reafirman en dar carpetazo al pasado. Cuando Emilia sale a darse una vuelta para despejarse, parece encontrarse con una visita inesperada. Nicolás explica a Matías que Ramiro ha llamado a Rosario para que le ayude a atender a Prado. Matías entiende que algo malo tiene que pasar con la chica y cree que Rosario no podrá ir como su hijo le había pedido. Mauricio explica a Francisca la negativa inicial de Fe a volver y ella le aconseja cómo conseguirlo. A Raimundo le toca formar ayuntamientos y Francisca se ofrece a trabajar con él, que queda receloso de lo que la Doña pretenda.
La intervención de Severo en la discusión de Lucas y Sol no consigue rebajar la tensión, más bien al contrario. Sol sigue manteniéndose firme en su postura y no va a disculparse ni pedir perdón a su marido. Por su parte, Severo intenta arreglar las cosas con Carmelo pero sólo consigue volver a discutir. Y es que Carmelo está totalmente imbuido por su historia con Adela, quien detecta que él parece saber algo sobre el asesinato de su esposo que no le ha contado. Rosario habla con don Anselmo de la petición de Ramiro y lo que piensa ella de viajar a Madrid. Emilia vuelve muy tarde del paseo que estaba dando y Alfonso teme que suceda algo. Ella le da su palabra de que todo está bien. Fe finalmente negocia su vuelta y para su sorpresa, Francisca no se lo pone difícil; tiene otras cosas en la cabeza. Raimundo tiene una reunión con algunos ciudadanos para la configuración del ayuntamiento, y parece que la consigna nacional pone a los más acaudalados como los candidatos ideales para conformarlos, algo en lo que Raimundo no está de acuerdo. Como era de esperar, Francisca empieza a conspirar con don Berengario para tomar el control del ayuntamiento. Hernando y Rogelia admiten que intentaban dar una sorpresa a Camila: ¡Hernando está mejor y ya se mantiene en pie! Por la tarde, la necesidad de atender todas las tareas hace que la familia se disperse, por su cuenta Beatriz intenta socorrer a lo que parece un gatito en problemas y termina atrapada por un cepo.
Beatriz no consigue liberarse del cepo y el dolor es insoportable. Pide ayuda, pero nadie acude. Ajenos a la tragedia de Beatriz, en los Manantiales se preparan para recibir la visita del distribuidor. La noche empieza a caer y se oyen lobos. Beatriz está sola, muerta de miedo y de dolor. A punto de perder el conocimiento, un desconocido ayuda a Beatriz y le promete sacarla del apuro. Cuando Matías regresa a casa y ve que la chica no está, sale corriendo en su busca. Para entonces, el desconocido ya ha dejado a Beatriz en el dispensario de Lucas. En los Manantiales están en ascuas por no saber de Beatriz, cuando suena el teléfono se llevan un chasco, no es ella, es el distribuidor que se disculpa por haber acudido a la cita, le ha retenido un percance. De pronto, Matías regresa con mala cara. Raimundo comunica a Francisca que organizará una reunión entre los vecinos para dirimir qué tipo de ayuntamiento se formará. A su paso por el pueblo, también encuentra el momento de maldecir la suerte de Severo y Candela, pero no será la única que tenga malas palabras contra los Santacruz, también Carmelo discute con Sol. A Alfonso no le parece prudente que Rosario vaya a Madrid, por otro lado, está amoscado por tanto tiempo que pasa su mujer por ahí sola. Emilia confiesa que siente profunda nostalgia por María, y él propone ir a visitarla.
Matías no ha encontrado a Beatriz y nadie ha sabido darle razón. De pronto, llama Lucas con buenas nuevas, Beatriz está bien. Cuando la trae a casa Hernando pregunta por la identidad de su salvador, pero Lucas no sabe darle razón. Al día siguiente Beatriz cuenta embelesada cómo el extranjero le salvó la vida. Más tarde Hernando por fin puede reunirse con el distribuidor. El chico le explica su plan de negocio y se descubre que el salvador de Beatriz y el distribuidor resultan ser la misma persona. Alfonso ha recapacitado. Si su madre quiere ir a Madrid, él la apoya. Y así, Rosario parte con el cariño de toda su familia. Alfonso está decepcionado porque Emilia se marchó cuando él quería hablarle del viaje. Las discusiones se suceden en Puente Viejo, esta vez Francisca y Sol son las protagonistas. Raimundo celebra una reunión donde dice que cumplirá la Ley a rajatabla, pero eso no significa que dejará Puente Viejo en manos de Francisca.
Alfonso ha recapacitado. Si su madre quiere ir a Madrid, él la apoya. Y así, Rosario parte con el cariño de toda su familia. Alfonso está decepcionado porque Emilia se marchó cuando él quería hablarle del viaje. Las discusiones se suceden en Puente Viejo, esta vez Francisca y Sol son las protagonistas. Raimundo celebra una reunión donde dice que cumplirá la Ley a rajatabla, pero eso no significa que dejará Puente Viejo en manos de Francisca.
Beatriz asegura a Camila con vehemencia que no siente nada por Ismael, pero no parece totalmente sincera vista su reacción a la defensiva. Mientras, Ismael sigue convenciendo a Hernando de la conveniencia de hacer negocios, y parece el socio perfecto. Beatriz pide a Matías sinceridad total poco antes de que Ismael aparezca y Matías tiene una salida de tono. Luego, Ismael visita a Beatriz y le regala un libro para que se entretenga durante su convalecencia. Carmelo visita a Adela y le promete ayuda para continuar la obra de su difunto marido. Lucas y Sol no creen que sea buena idea acoger en Miel Amarga la reunión, pero Severo se mantiene firme. Francisca no encuentra manera de parar la reunión de Raimundo, no tiene la influencia de antaño. Así, el de Ulloa visita a Francisca para advertirle que con su comportamiento está poniendo en peligro su propia integridad. Y así, la reunión comienza no libre de tensión y se organiza un receso tras la exposición de Raimundo. Durante éste tiempo, Emilia se muestra nerviosísima, cosa que Alfonso no entiende, Sol y Lucas vuelven a discutir con amargura y lo mismo ocurre con Carmelo y Severo. Tras un alboroto propio de la tensión, la reunión arranca de nuevo y pronto se ve interrumpida: Sol cae al suelo muerta.
Sol ha muerto envenenada. Severo se niega a que nadie se vaya hasta descubrir al culpable. Las sospechas de los presentes, especialmente de Severo, recaen en primer lugar en Francisca. Tras desechar en principio a Francisca, las sospechas recaen sobre Hernando: éste se revuelve. Raimundo se lleva a Severo para tratar de calmarle, se le ocurre que pueden decir públicamente que necesitan que la Guardia Civil les tome declaración a todos para así retenerlos un rato más. Pero parece que la medida no destensa la situación, el siguiente en aparecer señalado como culpable es Lucas… Y no se libra nadie; luego llega el turno de Carmelo. Severo es firme, nadie se irá sin haber pasado antes por las manos de la Guardia Civil. Así, todos pasan la noche encerrados en la Quinta. Mientras, a la plaza llegan noticias de lo que sucede en la Quinta, han pedido refuerzos y no es de extrañar, pues los que se sientes presos en la casa se agolpan contra la puerta dispuestos a tirarla abajo. Ismael cura a Beatriz, que se siente turbada por su proximidad. Camila está muy afectada en su habitación. Rogelia sospecha que algo le sucede, pero ella lo niega. Al día siguiente, ella se encuentra aún indispuesta cuando Ismael aparece por ahí para echar una mano; casi providencial la presencia constante de este chico por los Manantiales, que vuelve a practicarle la cura a Beatriz. Raimundo se dispone a abrir las puertas de la Quinta y Severo se obceca.
La tensión está en su punto álgido, pero Severo cede por fin ante el plan que le propone Raimundo; permitirá que salgan de Miel Amarga. Rogelia parece afectada. Ha visto algo que la ha perturbado pero no sabemos de qué se trata. Ismael tiene un detalle para Rogelia, consciente de su recelo, quiere ganarse su simpatía. Cuando Hernando y Matías llegan del largo día de encierro, Matías se lleva la desagradable sorpresa de ver a Ismael ayudando en la tienda. Luego los chicos tendrán el primer encontronazo directo. Cuando Francisca llega a su casa decide que aprovechará la muerte de Sol para medrar. Francisca ha empezado ya a mantener reuniones dentro de la máxima discreción. Emilia sigue preocupada por algo que oculta a todos, pero hábilmente consigue despistar a su marido y logra una tregua en sus desencuentros. Camila ha vuelto a pasar la noche llorando, cuando Rogelia le pregunta, dice que es por la muerte de Sol, le ha dejado profundamente consternada. Rogelia cree que algo más le pasa a Camila, pero aun no consigue sacarle el porqué. Se celebra el velatorio. La gente empieza a llegar a presentar sus condolencias, pero se advierte tensión entre Lucas y Severo. Y además falta Carmelo, nadie sabe que se ha ausentado para dar a Adela el dinero para que complete la obra de su marido. Ella está emocionada.
Raimundo y Onésimo no tienen noticias sobre el caso, no se sabe quién ha envenenado a Sol. La cura de Beatriz termina con una pelea entre la pareja por la intromisión de Ismael. Y es que el chico, aunque causa una buena sensación también en Hernando, ni a Matías ni a Rogelia les gusta. Además a ella su voz le produce una extraña sensación. Al día siguiente de la cura hecha por Matías, Beatriz se siente mal pero se hace la fuerte. No quiere que Matías sepa que es por culpa de su cura, pero Matías sí advierte que la chica está peor y se esfuerza por quedar bien con ella. Parece además que el chico estará tiempo por aquí porque Hernando acepta la propuesta de negocio y además se trasladará a Los Manantiales. El pueblo entero se reúne para dar el último adiós a Sol Santacruz. Severo tiene unas últimas palabras con Carmelo, sabe que ha pagado a alguien 6.000 pesetas, ¿por qué? Carmelo entiende que Severo cree que ha podido pagar por el asesinato de Sol. Para sorpresa y disgusto de Emilia, Severiano “El guapo” viene a buscarla a la Casa de Comidas.
Asistimos a la conversación entre Emilia y Severiano, resulta que ya se habían encontrado en estos últimos días y muestran qué ha pasado. Pasado el día, ella acude donde él para repetirle que quiere que se marche. En los Manantiales, todos le dan la bienvenida a Ismael, invitado y nuevo inquilino de Los Manantiales. Matías es el último en enterarse y no le sienta muy bien, pero Beatriz se lo toma como un ataque de celos tontos. Rogelia descubre que Beatriz está disimulando el intenso dolor que siente en la zona herida a pesar de que a Matías le dice que casi no necesita ya curas, que va sanando muy bien. No quiere llamar al doctor porque no quiere molestarle con lo que tiene encima después de enterrar a su esposa. El “renacer” de Adela, el impulso que le ha dado poner en marcha de nuevo el proyecto de su marido con el dinero de Carmelo, hace que él sienta que se aligera el peso que recae sobre su conciencia. Ismael se instala en su habitación: tiene quemaduras en la espalda , ¿qué le pasó?
Severiano chantajea a Emilia amenazándole con sacar a la luz el paradero de María. Ella no tiene otra que volverse a casa y pensar de dónde sacará el dinero que le exige, a la par que trata de frenar a Alfonso, quien intuye que algo grave le pasa a su mujer por mucho que ella lo niegue. Ismael sigue dando alguna muestra de que no es del todo lo que aparenta: ordena sus cosas de forma obsesiva y esconde cuidadosamente una carpeta. Como primera acción, propone el envío de muestras a todos los clientes potenciales y se ofrece para ayudar a Matías, algo que al chico le provoca cierto hartazgo. Y cuando Alfonso le pregunta a su hijo por su estado de ánimo, él no oculta que no se fía nada del recién llegado; cree que no es trigo limpio. Francisca asegura a Mauricio que Raimundo supone un escollo para llevar el Ayuntamiento a las manos que ella considere oportunas, no tendrá más remedio que actuar a las malas para inhabilitarle. Rogelia no guarda más el secreto de Beatriz respecto a las curas y anuncia que la chica lleva varios días sufriendo dolores en silencio. Ismael deja caer que quizás la culpa de lo que pasa a Beatriz sea de Matías. Camila también parece ocultar algo, se siente realmente acongojada. Severo presiona a Raimundo para que centre la investigación en Francisca, está convencido de que ella es la asesina de su hermana. Carmelo sigue sin dar ningún tipo de señal de empatía con Severo por la muerte de su hermana y siguen a la gresca. Lucas promete que hablará con él, y es que además, tiene un asunto que tratar con él, aunque no refiere el qué. Finalmente, Lucas interpela a Carmelo. Dice saber qué sucedió entre él y su esposa Sol; parece acusarle de algo.
Matías se ve obligado a apartarse en favor de Ismael, que se prepara para la cura. Lucas quiere confesarle algo de su última conversación con Sol a Carmelo: explica que se reconcilió con Sol antes de su muerte y ella le habló de Carmelo. Ahora, trata de darle confianza para que le confiese qué le tiene tan distante y acongojado, pero éste no puede ni empezar a hablar. Carmelo visita a Candela y recuerda su última conversación con Sol y con ella. Las dos sabían la verdad de lo que había hecho Carmelo. Se desahoga con pena infinita; está sufriendo. Camila sufre un desmayo y queda guardando cama. Se restablecerá, pero las molestias estomacales persisten. Aun así, sigue ejerciendo de señora de la casa, y mediará con Matías para intentar quitarle los recelos que pueda tener hacia Ismael por sus tratos con Beatriz. Fe consigue sonsacar a Emilia que hay alguien que intenta chantajearla pero no piensa acceder y descubrimos que éste es el favor que le ha pedido Alfonso. Al parecer se tiene que encontrar en un rato con Severiano para cerrar el trato. Severiano comprueba que Emilia no se presenta a la cita y, por tanto, no acepta su chantaje; promete vengarse.
Matías explica a Camila que cree que Ismael no es trigo limpio, y en la soledad de la habitación de éste, la acusación parece confirmarse cuando se le descubre ojeando un libro de caza y cepos, de la misma variedad con la que quedó atrapada la pierna de Beatriz. Camila insiste en preguntar a Beatriz si siente algo por el recién llegado, está claro que Matías no lleva bien su presencia, y ella lo niega tajantemente. Pero, de pronto, Ismael confiesa a Beatriz que siente algo muy especial por ella. Fe promete guardar silencio y le confiesa que ha sido Alfonso quien le ha mandado a apretarle las tuercas. Fe está muy orgullosa de que Emilia no sucumba al chantaje. La Bolsa se desploma antes de que Hipólito y Onésimo puedan sacar las acciones de la caja fuerte: no recuerdan la contraseña. Raimundo recibe noticias del asesino de Sol. Alguien ha llamado a la Guardia Civil dando aviso de que Alfonso es el asesino y que guarda entre sus cosas un frasco de cianuro. Efectivamente, encuentran cianuro escondido entre sus pertenencias. Francisca sigue trabajando en la conspiración para cesar a Raimundo, pero las respuestas que recibe de sus habituales colaboradores no son como esperaba. Como Raimundo fue nombrado por el mismo Pirmo de Rovira, nadie quiere ir contra él, así, la Doña entiende que sólo si Raimundo comete un gravísimo error, conseguirá apoyos para defenestrarle.
Raimundo mantiene la calma durante el registro; examinarán la muestra antes de tomar una decisión. Lucas hace el examen mientras Alfonso espera bajo custodia. Emilia sale bajo un falso pretexto para encontrarse con Severiano, quien reconoce que él ha señalado a Alfonso, pero aun peor, fue él el que mató a Sol: Emilia debe sucumbir a su chantaje. Severo llega y Carmelo le informa de las sospechas que recaen sobre Alfonso. Van a la plaza a la espera de que haya algún movimiento en el caso, pero están convencidos de antemano que alguien quiere incriminar falsamente a Alfonso. Ismael se muestra cariñoso con Beatriz, que tiembla. De pronto él torna la seducción en cariño fraternal: le recuerda a su hermana pequeña, que murió hace años en un accidente. Descubrimos a Ismael leyendo recortes de la tragedia de Cerceda que afecto a la familia de Hernando hace tantos años: sabía de los Dos Casas antes de venir. Los primos intentan forzar sin éxito la caja fuerte, ya que siguen sin recordar la combinación. Francisca ve en la detención de Alfonso una oportunidad para coger a Raimundo en falta, pensando que si resulta acusado, él movería, ilegalmente, tierra, mar y aire para liberarle de toda culpa. Don Anselmo teme que la languidez de Camila pueda deberse a algún tipo de enfermedad. Ella parece que esconde algo. Emilia llega a la detención de Alfonso para gritar a los cuatro vientos que ella es la asesina de Sol Santacruz.
Emilia es detenida tras auto inculparse por el asesinato de Sol. El desconcierto en la Quinta se mezcla con sus muchas dudas sobre la culpabilidad de Emilia, mientras en la Casa de Comidas se respira confusión: Matías irá a Los Manantiales y Alfonso marchará a la prisión. Así, los rumores que comienzan a circular indignan a los habitantes de la Quinta. Ismael realiza una misteriosa llamada telefónica en la que habla de los pedidos y la necesidad de que su interlocutor sólo hable con él. Luego, se gana la confianza de Dolores y le sonsaca todo lo que quiere. Francisca ofrece a Raimundo la posibilidad de interceder por Emilia. Onésimo coge los cartuchos para dinamitar la maldita caja fuerte. Gracia se siente indispuesta, lo cual para Dolores es la confirmación de su embarazo. Camila se desmaya.
Camila se recupera enseguida pero Rogelia y Hernando insisten en avisar al doctor Moliner, quien da por hecho que está falta de energía tras todo lo sucedido. Alfonso informa a don Anselmo de cómo ha visto a Emilia y Francisca se ofrece a Alfonso. Lucas por su parte visita a Alfonso intentando desvelar la verdad de lo sucedido, sea ésta la que sea. Severo visita a Candela acompañado de Carmelo y los dos hablan de su relación y la situación actual; Carmelo le pide confianza. Francisca explica a Mauricio qué pretende contra Raimundo, le tenderá una trampa para lograr su despido, no puede permitir que sea intendente si no le va a granjear ningún beneficio, menos cuando todo apunta a que será más bien lo contrario. Rogelia confiesa a Ismael que cree haberlo visto antes de su llegada a Los Manantiales. Lucas se presenta en la cárcel y pide a Emilia que le cuente la verdad. ¿Mató a Sol o no lo hizo? Lucas pierde los nervios ante el mutismo de la Ulloa.
Emilia termina cerrándose en banda y sostiene incluso delante de Lucas que ella mató a Sol. Lucas visita a Alfonso y le cuenta el resultado de su visita a Emilia; la tensión entre ambos aumenta. Fe acude donde Alfonso para confesarle que cuando habló con Emilia le contó cómo un hombre le había chantajeado a cambio de no hacer daño a su familia. No lo había contado porque así había quedado con ella, pero ahora cree que este dato puede estar relacionado con su encarcelamiento así, quizás el dato pueda ayudar. Así Alfonso comparte con Raimundo la confesión de Fe y su razonamiento conjunto les lleva hasta María en Cuba. Ismael se libra de Rogelia con una soltura que denota lo gran mentiroso que es. Luego, revisa los recortes de Cerceda sin encontrar referencia alguna a Rogelia. Ismael muestra parte de su verdadera condición a solas con Matías y le “aconseja” que se marche. Mauricio intenta convencer a Francisca para que no cargue contra Raimundo ahora, pero es inútil. Matías sugiere a Beatriz dar un paseo pero Ismael se le ha adelantado, lo que aprovecha para indagar sobre Rogelia. Carmelo viene a visitar a Adela tras varios días sin acudir. Se encuentra con que no hay nadie y la casa da imagen de haber sido abandonada. ¿Dónde han ido?
Mauricio intenta convencer a Francisca para que no cargue contra Raimundo ahora, pero es inútil. Matías sugiere a Beatriz dar un paseo pero Ismael se le ha adelantado, lo que aprovecha para indagar sobre Rogelia. Carmelo viene a visitar a Adela tras varios días sin acudir. Se encuentra con que no hay nadie y la casa da imagen de haber sido abandonada. ¿Dónde han ido?
Carmelo, hábilmente, se libra de los atracadores que huyen atemorizados. Acto seguido Adela le explica que se va porque los han desahuciado, es entonces cuando espontáneamente Carmelo le ofrece trabajo. Así, los instala en la posada y consigue trabajo para Adela en la supuesta escuela para adultos que Onésimo está preparando, ella será la maestra. Severo pide a Lucas que vaya él al hospital a hablar con los médicos titulares que atienden a Candela. Las noticias que recibe son muy malas, pues tiene que decidir entre salvar la vida de su mujer o la de su hijo. Hernando convence a Ismael de que se quede y le promete que hablará con Matías. Así, Hernando propone a Matías que se encargue de la publicidad pensando que así él sentirá que tiene una tarea suya propia y acepta encantado. Notando el cambio en el muchacho, todos están encantados por el entusiasmo con el que Matías ha aceptado el encargo de la publicidad. Todos, menos Ismael. Las mujeres convencen a Hipólito para que permita a su primo dirigir la coral de niños. Onésimo queda prendado de una vendedora de turrón: Elodia. Y así, cuando Hipólito cede, ya Onésimo ha perdido todo interés por los ensayos de villancicos. Rogelia no quiere ser indiscreta pero teme que Camila no esté mejorando tanto como dice. Camila rompe a llorar cuando su esposo sugiere la posibilidad de que esté embarazada.
Camila confiesa su embarazo y asegura que llora de emoción. En Los Manantiales se comunica y se hace oficial la noticia del embarazo de Camila. También Dolores se entera del embarazo de Camila de mano de Ismael, que no tiene reparo en irle con la nueva. Ismael da unas enigmáticas instrucciones al transportista de Zaragoza. Carmelo pide ayuda para montar la escuela de adultos a Raimundo, éste accede encantando. Severo se ve ante el terrible dilema de arriesgar la vida de su hijo para salvar la de su esposa y lo comenta con ella esperando algún tipo de repuesta divina, un milagro que le alumbre el camino. Onésimo se ha quedado como atontado después de ver a Elodia, la turronera. Onésimo intenta establecer contacto con Elodia utilizando los cauces oficiales. Francisca da instrucciones a Mauricio para que haga algo en las tierras de Raimundo quien descubre con horror que las cajas que están depositando en sus tierras contienen armas.
Mauricio comprende el alcance y la gravedad de la trampa que han organizado contra Raimundo, sabe que esto va a ser su fin. Mientras, Francisca sigue mostrándose cercana a Raimundo y ofrece ayuda para los pobres de la zona. Don Anselmo felicita a Camila aunque percibe que la esposa de Hernando sufre por alguna razón. Carmelo les presenta a Adela y Ulpiano a Emilia y Alfonso, en cuya posada se quedarán. Ismael sigue anunciando nuevos pedido mientras Beatriz empaqueta sus sales con dirección Zaragoza. Luego, Ismael propone a Camila y Hernando celebrar de forma especial la Navidad y a todos parece buena idea. Ismael da instrucciones a lo que entendemos es su banco para que haga ingresos a Los Manantiales. Son ya muchos los datos que no se entienden de este chico, ¿por qué utiliza su banco para pagar en vez de invertir los beneficios que dan los propios productos de Los manantiales? Onésimo no ceja en su empeño por entablar relación con Elodia e insiste en invitarla a desayunar. Alfonso visita a Emilia y ésta le habla de su joven compañera de celda. Sin Emilia saberlo, le está dando una idea para utilizar el caso de la chica, a la que han perdido el expediente, a su favor. Severo sigue sin saber qué decisión es la correcta. Lucas llega y parece que es la hora de la verdad
Severo es incapaz de tomar la decisión que podría acabar con la vida de Candela por sí solo y pide consejo a Lucas. Se escucha un villancico en la lejanía y Candela reacciona, Severo llama corriendo al médico, profundamente emocionado. Ismael empieza a preparar la celebración sorpresa, en la que cada miembro de la familia preparará uno de los detalles de la fiesta sin saber de qué se encarga el otro, y lo hace en primer lugar con Rogelia. Ella se encargará de la comida, Beatriz, de la decoración. Camila queda fuera del reparto y luego comentará con Nicolás lo turbio que le parece el comportamiento del chico: han de andarse con ojo. Luego, Beatriz le enseña una foto de su madre y éste reacciona muy mal, ¿qué esconde? Onésimo compra más turrón y tantea a Elodia sobre tener una cita. Ella lo rechaza, pero poco. Luego ella hace una llamada telefónica desde el colmado y Gracia escucha sin prestar atención, pero lo que oye no le gusta nada. Alfonso se encuentra con la compañera de celda de Emilia, Sonia. Le pide ayuda con su esposa. Luego, Alfonso recibe una llamada de su hermano con un aviso, le están tendiendo una trampa a Raimundo. Adela ha encontrado casa y Carmelo le pide que mantengan las distancias para el público, no quiere que se sepa que se conocían de antes. Francisca está encantada, consciente de que las autoridades están a punto de caer sobre Raimundo, pero las autoridades llegan a la caseta de aperos, echan la puerta abajo y parecen muy sorprendidos: está completamente vacía.
Ismael disimula la incomodidad que le produce la felicidad de Beatriz por la llegada del bebé. A la par, lo contrarresta con su implicación en la comida prenavideña, pues su organización ha sido perfecta: todos se lo pasan fenomenal, todos salvo Matías, que no ha cumplido con su parte en las tareas, y aunque él clama que no se le había avisado, Ismael demuestra que no es así. Matías se va muy enfadado. Candela sigue igual, pero Severo ha tomado una decisión: no permitirá que le den a Candela electroshock, no arriesgará la vida del bebé. Francisca estalla y culpa a Mauricio de que la operación contra Raimundo haya fracasado. Más tarde, Francisca y Raimundo se encuentran y se mienten mutuamente como si nada hubiera ocurrido. Adela ha convertido una casa sucia y destartalada en un hogar acogedor. Ulpiano intentará retomar sus planes de ingresar en la Escuela Naval. Carmelo presenta a Adela en La Quinta y Severo es correcto, pero le vemos sospechar que hay algo raro con ella. No obstante la complicidad entre Carmelo y ella no para de crecer. Tiene lugar en la plaza del pueblo un fabuloso ensayo general de villancicos. Los niños han recibido su aguinaldo, turrón de Xixona. Don Anselmo parece saber el motivo de las tribulaciones de Camila relacionadas con su embarazo.
Emilia pide seriamente a su marido que asuma la realidad de su culpa. Sin la ayuda de Sonia, Raimundo se plantea si debería aceptar la ayuda ilegal de Francisca. Peor Alfonso recibe una citación anónima para ayudar a resolver la situación de Emilia. Camila y Hernando se hacen arrumacos mientras Ismael los observa con mirada torva. Raimundo estudia una caja con cosas de Garrigues en la que parece encontrar la información que estaba buscando de Francisca. ¿Será el mismo informe con la que antaño éste le chantajeó? Severo presiona para saber la verdad sobre Adela pero Carmelo no suelta prenda. En la Quinta despiden a Lucas y a su hijo. Se van a Segovia a recibir el Año Nuevo con la familia del doctor. Onésimo invita a Elodia a empezar el Año Nuevo con ellos: negarse no es una opción. Pero Elodia vuelve a hablar por teléfono con un hombre con quien parece tener una gran intimidad. Matías sabe que Ismael le tendió una trampa. Él lo reconoce y advierte de que habrá más… Mientras a Beatriz ciega ante la verdad, le gustaría que Ismael y Matías se llevaran mejor. De pronto, llegan noticias alarmantes de una intoxicación en Zaragoza por las sales de Los Manantiales. Alfonso acude a la citación misteriosa y se lleva una sorpresa tremenda: ¡ha venido María!.
Tiene lugar el emotivo reencuentro entre Alfonso y María donde le pone al día de los motivos por los que se han llevado presa a su madre, Emilia. Ismael ha dado orden de que se retire todo el material enviado a Zaragoza y Beatriz está destrozada porque se echa la culpa de lo sucedido. Al analizar los productos enviados se corrobora que están mal ejecutados desde origen, algo de lo que se había hecho cargo Beatriz en soledad. Severo nota que Carmelo está especialmente huraño pero no consigue que le cuente por qué, pues en vez de acompañarle a visitar a Candela, se va donde Adela y Ulpiano con unos regalos navideños. Francisca está inquieta porque no sabe si Raimundo sabe de su jugada con las armas, y aunque al principio cree que no sospecha luego él juega abiertamente con la idea de delatarle quedando muy preocupada. Camila confiesa a don Anselmo que su angustia se debe a que no sabe quién es el padre de la criatura que espera. Alfonso acude al bosque para pasar la noche con su hija, pero parece que alguien anda cerca y ha podido verles
Quien se acerca a Alfonso y María es Raimundo. Tras el emocionante reencuentro le ponen al día y éste se pone a su disposición: lo primero es acceder a Emilia. Destrozada, Camila confiesa a don Anselmo que el bebé puede ser tanto de Néstor como de Hernando. Francisca sigue dándole vueltas a la misteriosa postura de Raimundo. Así, llama a Don Anselmo para tantearle, ¿trata Raimundo algo contra ella? Parece ser que sí, Raimundo pretende usar una carpeta con información suficiente para destronarla. Gracia sigue sospechando de Elodia y más cuando Onésimo da refugio provisional en el colmado y ella aprovecha para hacer una llamada. Ismael regala a Beatriz un camafeo que a la chica le toca el alma. Cuando Matías lo sepa no reaccionará bien, menos cuando Ismael le rete. Adela llega al pueblo con Carmelo y allí se cruzan con Francisca, quien se presenta sin ocultar su verdadera cara. Al tiempo, Ulpiano llega con la noticia de que le han rechazado en la Escuela Naval. Rosario llega de Madrid: se ha enterado por terceros de la muerte de Sol y de que su nuera se ha autoinculpado. Pero en prisión también llega el momento que se esperaba, cuando Alfonso pone a Emilia frente a María: su presencia termina con su resistencia y, por fin, habla… está protegiéndoles de Severiano..
Rogelia consigue detener la pelea. Se queda con Matías mientras Beatriz se lleva a Ismael, pero algo de lo que Ismael dice en el último momento, hace a la mujer palidecer. ¿Qué le ocurre? Emilia confiesa la verdad a María con Alfonso como testigo y su hija promete sacarla de aquí. Acuerdan que tenderán una trampa a Severiano para que confiese frente a las autoridades, encabezadas por Raimundo. Francisca se cerciora de que Raimundo no le miente cuando dice no saber quién le jugó la pasada del contrabando, pero entiende que no es cierto y que es muy posible que vaya a hundirle. Pero el bueno del de Ulloa no se atreve a vender a Francisca al juez, dice seguir queriéndola. Así, cuando Francisca se teme lo peor, Raimundo aparece para confirmarle que no hará nada contra ella. Desgarradora confesión de amor entre ellos. Onésimo visita a Severo para pedirle un favor muy grande. Entendemos que le ha pedido a Severo que Elodia pueda vender turrones en la confitería, y que éste ha aceptado. Hay entre Adela y Carmelo un cierto acercamiento propiciado por la soledad que ambos sienten, pero Carmelo insiste en frenarse, teme por ellos dos. Adela le pregunta si ese temor tiene algo que ver con la llamada que recibió el otro día, Carmelo decide cambiar de tema. Adela se persona en la Quinta para preguntar a Severo qué le atormenta a su amigo. Hernando cree tener controlado el escándalo de las sales defectuosas, pero la noticia salta a la prensa. Ismael acusa formalmente al chico de haber actuado contra los Manantiales por despecho amoroso. María se encuentra con Severiano, se presenta como su hija y parece alegrarse de encontrarlo. No así él, que sólo después de arrebatarle el dinero que trae para huir y de confesar su culpabilidad en el caso de Sol le apunta con un arma..
María no muere, era una trampa a la que Severiano se rebela. Los guardias terminan por abatirle, pero Alfonso también cae herido. Restablecido Alfonso, María admite que la muerte de su padre biológico le trae sin cuidado, para ella, no hay más padre que Alfonso. Matías trata de repeler el ataque de Ismael, quien parece demostrar que ha sido él el que ha filtrado la información. Matías trata de demostrar su inocencia sin éxito. Lo peor de todo, es que también termina discutiendo con Beatriz. Hernando tampoco sabe qué pensar respecto a Matías. Ismael irá a Zaragoza para asegurarse personalmente de que el problema de las sales se soluciona. Onésimo llega a la Quinta con noticias sobre la inminente liberación de Emilia. Todos en el pueblo se preguntan qué ha pasado con Emilia, por qué la dejan en libertad, quién es el forastero que ha muerto y que mató a Sol. Ella da la explicación oficial, se auto inculpó porque el asesino, no se especifica su identidad, le había amenazado con matar a Alfonso y Matías. Raimundo reconoce que Francisca siempre será su punto débil. Por ese mismo motivo, porque no puede ser imparcial con ella, va a dimitir. Un leve roce hace que Adela y Carmelo se den cuenta de que sienten algo el uno por el otro. Llega el momento de que María se vaya y Rosario y Matías acuden a la despedida secreta. Emilia parece no resignarse y propone plantar cara a Francisca, que sea Gonzalo el que venga a Puente Viejo y no María la que marche a Cuba. Un escalón de la escalera cede tras un crujido y Camila cae al suelo como un fardo
Camila dice que está bien pero Hernando insiste en que la vea el doctor. Parece ser que sí está bien, y aunque Ismael siente que debería haber sido él el que cayera por las escaleras, cuando Rogelia acude para observar el peldaño, encuentra que no se rompió por infortunio, sino que ha sido cortado. Cuando Rogelia comparte sus sospechas de que el accidente pudo ser provocado, Camila le pide que lo olvide. Pero luego descubre el dossier misterioso: Ismael sabía bien quién era Hernando Dos Casas cuando le ofreció el negocio de expansión de sus productos. María finalmente rechaza la oferta de su madre: han de conformarse con haberse visto y debe volver. Elodia agradece lo bien que se portan con ella. ¿Qué pasará cuando terminen las Navidades? ¿Se irá? La respuesta queda sellada cuando Onésimo le declara su amor y ella no sabe qué decir. Francisca no está contenta con la renuncia de Raimundo y le busca para hablar con él sin mucho éxito. Matías está contento por la liberación de su madre cuando se entera de que Ismael se va a Zaragoza. Ismael después con Beatriz asegura que el motivo de su marcha es dejar espacio entre la pareja, pues tiene la sensación de haberse entrometido en su plano amoroso. Lucas vuelve de Segovia y le dan los detalles de la muerte de Sol. Cuando hace las paces definitivas con Emilia le comunica que ha tomado la decisión de marcharse de Puente Viejo. Francisca y Raimundo se rinden al amor que siempre han sentido el uno por el otro. Se besan. No todo es alegría: Cristóbal regresa aparentemente triunfal a Puente Viejo con la intención anunciada de hacer desdichado al personal
Cristóbal anuncia sus intenciones: ha vuelto para quedarse. Rogelia está a punto de ser descubierta pero oculta la carpeta misteriosa a Beatriz. Matías intenta un acercamiento a Beatriz pero sale a relucir el nombre de Prado. Rogelia sigue preocupada por lo encontrado en la habitación de Ismael y quiere hablar con Hernando, pero precisamente les interrumpe una llamada suya, no puede terminar su conversación. La noticia del regreso de Cristóbal amarga la felicidad que vive Francisca tras besarse con Raimundo. También éste se muestra preocupado, pues entiende que su implicación en la marcha forzosa de Garrigues puede complicarle mucho la existencia. Hernando y Camila visitan a Alfonso y Emilia y ponen en común sus últimos avatares. Carmelo se lleva a Adela y Ulpiano a La Puebla con la intención de quitarles de en medio ahora que ha vuelto Garrigues, está aterrado. Llega una forastera, Catalina, que quiere hacerle un regalo a un hombre muy especial. Lucas anuncia su marcha y el emotivo momento se interrumpe con la llegada de Cristóbal.Hernando pregunta abiertamente a Camila pensando que el niño que espera no es suyo..
Camila no tiene más remedio que contar la verdad a Hernando, tuvo que acostarse con Néstor, y éste queda muy afectado. Cristóbal anuncia a los presentes que se ha instalado en una casa que ha encontrado adecuada para él en Puente Viejo, pero su mera presencia inquieta a todo el mundo. Raimundo acuerda con Francisca enfrentarse directamente a Cristóbal y averiguar qué pretende. Carmelo y Lucas han acompañado a Severo a visitar a Candela. El doctor aprovecha para despedirse y cuando todos marchan, Carmelo queda para confesarse con ella también: tiene mucho que contarle, entre otras cosas el miedo que tiene a que Garrigues destroce el amor que empieza a sentir por Adela. Onésimo explica a Elodia que ha adquirido la confitería para ella: esa era su estrategia para que se quede en Puente Viejo. Camila y Nicolás ven que Rogelia y éste le pide a que le confíe lo que parece preocuparle. Ella le pone al día. Dolores acompaña a Catalina a entregar su regalo y el destinatario resulta ser don Berengario. Nicolás presencia en el nuevo desencuentro entre Matías y Beatriz. Intenta mediar, sin mucho éxito. Cristóbal y Raimundo se topan y parece que el enfrentamiento es inevitable
Alfonso sabe leer en el corazón de Hernando y le da una buena charla de lo que es para él la paternidad. Pasan los días y Camila sigue esperando que Hernando reaccione, pero sin llegar el momento. Hernando aparece cuando Camila estaba ya fuera de sí. Trae un regalo para ella y para Beatriz. Raimundo se enfrenta a Garrigues y le promete que no se acercará a Emilia, saben lo que le hizo y no puede considerarlo un asunto pendiente. Cristóbal muda el semblante y asegura que no es ella el motivo de su vuelta. Francisca consigue que Raimundo esté mejor cuanto más tiempo pasa en La Casona. Ella hasta reconoce a Fe que se siente mejor con Raimundo en casa cuando aparece Garrigues por sorpresa. Beatriz confiesa a Camila y Rogelia que empieza a estar harta de los celos de Matías. Beatriz piensa en Ismael y Matías le pide que sea sincera con él de una vez… ¿Qué siente por Ismael? Los Mirañar piden a don Anselmo que indague la causa de la devoción de Catalina a don Berengario. Rosario confiesa por qué está tan enfadada, es por la manera en la que Emilia y Alfonso le están ocultando todos los asuntos importantes como dando a entender que no puede soportar nada más. Onésimo hace planes de futuro en la Confitería. Está a punto de pedir matrimonio a Elodia.
Beatriz y Matías discuten aunque ella explica por qué ese colgante es tan importante para ella. Cristóbal viene a firma un pacto de “paz” con Francisca, retorcido… pero de paz al fin y al cabo. Pero luego Francisca miente cuando dice a Raimundo que Garrigues sólo venía a intentar asustarla. Don Berengario explica la relación que lo une a Catalina, salvo a su familia de un riada, pero insiste en que siga siendo un secreto. A pesar del regalo de Hernando, Camila no consigue acercarse a su esposo. Don Anselmo ofrece apoyo espiritual a Hernando e intenta interceder por Camila. Onésimo pide a Elodia que se case con él frente a todos los Mirañar. Ella, abrumada, pide unos días hasta dar una respuesta. En cambio se ve cómo Elodia habla con Eloy, alguien a quien dice querer con todo su ser, para pedirle ayuda. Le dice que tiene problemas graves. Rogelia sigue con sus pesquisas y le cuenta a Nicolás lo que le han dicho en la empresa sobre Ismael, y poco cuadran la persona que está en Puente Viejo con el trabajador de la empresa. Pero Ismael regresa de su viaje. Ya dará detalles, pero en principio, todo ha ido bien. Carmelo llega de visita y se lleva la desagradable sorpresa de ver a Garrigues hablando con Adela. Parece que por fin Rogelia va a poder hablar a solas con Hernando para contarle lo que sabe.
Rogelia no llega a hablar porque interrumpe Ismael. Rogelia aplaza su conversación con Hernando. Cristóbal se hace pasar por amigo de Carmelo y le hace pasar un mal rato sin que Adela sospeche nada. Más tarde visita a Francisca y la encuentra con Raimundo en casa. Por un comentario “inocente” de éste, Francisca y Raimundo se plantean cómo serán las cosas si él viviera en La Casona. Pasado el mal rato y sin que el ex intendente haya descubierto nada, Cristóbal viene a pedir algo a Carmelo y no aceptará un no por respuesta. Está en sus manos: quiere acabar con Severo Santacruz, si no lo hace, arremeterá contra Adela y Ulpiano. Raimundo aparece al final del día, de punta en blanco y perfumado como habría dicho que iría si acudiera a pedirle vivir con ella, precisamente con esa intención. Emoción contenida, vivirán juntos esta vez para siempre. Dolores ve síntomas de embarazo y Gracia zanja la cuestión: ¡No está embarazada y no se hable más! Ismael marca distancias con Beatriz. Insiste en no querer perjudicar su relación con Matías. La chica no se lo toma muy bien, y a medida que transcurre el día parece encajarlo peor. Mientras, la tensión entre la pareja aumenta y Beatriz insinúa que podría llegar a romper su relación. Lucas quiere hacer una fiesta de despedida. Ellos le apoyan pero están angustiados por sus respectivos problemas y tristes porque Lucas y el niño se van. Onésimo cree que Elodia y él son una parejita feliz cuando un “extraño” llega y ella lo abraza con fuerza. Ismael echa en falta la carpeta misterios y acusa a Rogelia: discuten. Ismael reconoce que fue él quien ayudó a Elías cuando intentó matarla. Rogelia huye profundamente aterrorizada. Rogelia se refugia en la sala de lectura pero Ismael ha sido más rápido que ella y la espera en la penumbra. Lucas se está despidiendo de los Dos Casas cuando oyen un golpetazo. Matías llega, angustiado, para avisar de que Rogelia se ha tirado por un balcón.
Rogelia se ha tirado por la ventana, pero intenta decir algo a Camila antes de morir. Desconcierto ante la muerte de Rogelia en el que Camila además sufre un ataque de ansiedad: están desolados. Las Autoridades se interesan por lo sucedido con Rogelia, a la que van a practicar la autopsia. Al final del capítulo, Onésimo trae noticias con respecto a los resultados de la autopsia de Rogelia. Cristóbal comparte con Carmelo sus planes para acabar con Severo y “solicita” su ayuda que éste no tendrá más remedio que aceptar. Por otro lado, Lucas prepara su marcha y se despide de todos en la plaza del pueblo. El entusiasmo de Adela desazona más a Carmelo, que aborta un posible intento de acercamiento. Raimundo anuncia que se muda a La Casona con Francisca. Ella por su parte también anuncia que Raimundo se muda en La Casona, y las opiniones al respecto son diversas. Eloy se hace el encontradizo con Onésimo, quien tiene una visión muy distorsionada de su relación con Elodia. Gracia ve a Elodia y Eloy abrazados y malinterpreta la situación
Onésimo adelanta que la investigación apunta a que Rogelia se suicidó, aunque a Hernando le cuesta creerlo. Cristóbal ha doblegado a Carmelo, que disimula como puede la culpa que siente por su traición, aunque aún se debate entre la traición que le exige Garrigues y su lealtad y cariño a Severo. Beatriz se ha quedado con Camila mientras Zabaleta controla su evolución que parece ser correcta. Fe sirve la cena para Francisca y Raimundo; éste deja claro que no compartirán alcoba. Don Anselmo visita a Raimundo para intentar indagar en lo que le ha traído de nuevo a La Casona: el cura sospecha. Gracia habla con Dolores del abrazo que presenció entre Eloy y Elodio, pero para sorpresa de ésta, Dolores no ve nada malo. Así, Gracia intentará salir de dudas con Elodia, pero no lo conseguirá del todo. Hernando marcha a representar a la familia en el funeral de Rogelia. Mientras, Ismael sigue buscando cualquier cosa que pueda comprometerle y que perteneciese a Rogelia. Fe está en la cocina cuando su hermana Caridad, su hermana melliza y tullida, aparece por sorpresa.
Ismael rechaza a Beatriz con medias palabras que abonan el malentendido con la muchacha. Matías intenta consolar a Beatriz creyendo que está mal por Rogelia sin saber que en realidad está decepcionada por las calabazas de Ismael. Beatriz decide romper con el chico. Caridad explica a Fe que viene dispuesta a quedarse y ésta se deshace en atenciones con ella, pero Francisca se niega a que Caridad, cuya presencia es evidente que le horroriza, se quede en La Casona y les echa a las dos, algo que Mauricio se niega a aceptar. Entre éste y Raimundo, lo consiguen. Severo firma los papeles que le tiende Carmelo sin mirarlos siquiera y sin intuir el desfalco al que está siendo sometido. Onésimo hace una nueva declaración de amor a Elodia que deja a la muchacha sin palabras, pero éste sigue sin ver lo evidente e insiste regalándole algo especial. Finalmente, Onésimo sorprende a Elodia abrazándose a Eloy: esto sí que no se lo esperaba. Garrigues ha citado a varios vecinos de Puente Viejo: va a comunicar un nombramiento oficial.
Matías intenta hacerla entrar en razón pero ante su determinación, se pliega a sus deseos y cortan. Matías informa a sus padres de que ha roto con Beatriz y que quiere dejar Los Manantiales. Ellos aconsejan calma. Beatriz por su pate también informa de su ruptura con Matías en Los Manantiales. Ismael quiere asegurarse de que Beatriz no rompió con Matías por él. Raimundo cree que Cristóbal ha venido para algo más, no sólo para nombrar a Onésimo alcalde de Puente Viejo, aunque el dolor de la traición de Elodia no permite a Onésimo disfrutar de su nombramiento como debiera. Finalmente, Onésimo se entera de que Eloy es el hermano de Elodia, de ahí que se tomara esas “confianzas”. Ismael se ha deshecho de las posesiones de Rogelia, y tiene con Camila una fuerte discusión en la que Beatriz defiende al chico. Éste finalmente le entrega las cosas de valor de Rogelia, pero no es suficiente para Camila. Fe se desvive complacer a su hermana pero Caridad ha resultado ser demasiado exigente. Lucas se despide finalmente de los habitantes de Puente Viejo en un adiós muy emotivo. Severo quiere hablar seriamente con Carmelo: le debe una explicación
Beatriz miente a Ismael con respecto a los motivos de su ruptura con Matías y dice que no para poner a salvo su orgullo. Camila quiere que Beatriz recapacite: a su entender Matías merece su amor más que nadie, mientras Ismael dice a Matías no estar interesado en Beatriz como mujer. Camila comparte con Nicolás sus dudas sobre Ismael, dudas que también Rogelia compartía. Finalmente, Hernando descubre la carpeta con los documentos que tan celosamente guardaba Ismael. Severo confiesa que sólo pretendía recuperar la confianza y la amistad de Carmelo, a quien quiere como a un hermano. Ambos hablan de sus temores de forma ambigua, a pesar de lo cual, suena a amistad recuperada. Por otro lado, Cristóbal va a darle un “regalo” a Carmelo para que no se sienta tan mal por traicionar a Severo: Cristóbal ha decidido que Severo y Candela deben morir y quiere que sea Carmelo quien lo haga. Elodia tiene que irse. ¿Y si confían en que el azar los vuelva a juntar? Elodia y Eloy se van. Sentida despedida de la pareja, que al final ha resultado quererse de verdad con Onésimo, a pesar de que las ciudades elegidas no coinciden. Fe se muestra excesivamente cautelosa... ¿se diría hasta miedosa?, ante su hermana, aunque delante de Mauricio mantiene las distancias, no permite que le hable de su hermana. Francisca pide ayuda a un sorprendida Emilia para solucionar sus problemas de alcoba. Tras hablar con Ramiro concluyen que Rosario tiene que irse a América con Prado.
Hernando repasa documentos y las notas que señalan a Ismael y actúa con total naturalidad, pero tratando de pillarle en un renuncio. Caridad malmete contra Mauricio, que ve que Fe está desatendiendo sus obligaciones. Caridad hace su primera aparición en público y se desmaya. Camila nota la distancia que se va interponiendo entre Matías y Beatriz y el chico llega pidiendo su dimisión. Raimundo ha averiguado que un tercero se ha personado en la causa judicial que se sigue contra Severo para quedarse sus bienes y pregunta a Francisca por su implicación. La respuesta no satisface al de Ulloa. Severo está más animado con lo de Candela y Carmelo le anuncia que quiere hablar con él
Carmelo confiesa por fin a Severo que se siente culpable por Candela y que mató a Leónidas. Zabaleta viene a por Severo: ¡Candela va a dar a luz! Será un parto largo y de mucho riesgo y Severo se enfrenta a él sin el apoyo de los suyos. Matías se despide de los que han sido sus jefes y suegros, dejando caer que Ismael tiene mucho que ver. Camila comprueba que Hernando ya no defiende a Ismael con tanta vehemencia como el pasado. Sin embargo, la despedida de Matías e Ismael es mucho más tensa, más cuando el segundo procura provocar a Matías. Fe llega corriendo a por su hermana. Todos están sorprendidos porque no sabían que Fe tiene una hermana gemela y Fe tampoco da muchas respuestas. Caridad manipula a Fe y se trabaja la pena para que se centre más en ella. Mauricio, testigo, distingue bien la estrategia y no le gusta nada que Fe se deje avasallar así. Francisca recibe la visita de Garrigues que viene a contarle las buenas nuevas: Candela y su bebé están a un pasito de la muerte. Francisca se reencuentra con Raimundo, que sigue distante y se propone sincerarse con él. Hernando pone a su hija contra las cuerdas, es hora de que le explique qué papel ha tenido Ismael en su ruptura con Matías
Beatriz se pone a la defensiva negándolo todo, pero ni Hernando ni Camila la creen. Beatriz no sabe bien cómo comportarse con Matías que le viene a decir que se cuide de Ismael, finalmente lo hace con bastante autosuficiencia y frialdad. Francisca termina por contar a Raimundo sólo parte de la verdad; no le miente pero no se lo cuenta todo. Y pasa el tiempo y Raimundo no se fía de Francisca, cosa que a ésta no parece gustarle en absoluto. Ahora sí, promete que si le acompaña a la Casona le dirá la verdad de principio a fin. Cristóbal sorprende a Carmelo: quiere rematar a Severo ahora que está en su peor momento, éste termina plantándose: no seguirá con lo que traman contra Severo, quiere volver a pactar las condiciones. Hernando y Camila se confiesan sus sospechas hacia Ismael y por fin éste saca la carpeta que estaba guardando, quizás entre los dos consigan poner sobre la mesa todas las sospechas acumuladas. A Mauricio no le gusta Caridad, pero Fe parece estar unida a ella con un vínculo que el capataz no entiende. El parto continúa y Severo está dispuesto a aguantar hasta el final por si Candela reacciona… cuando recibe una visita misteriosa. Sin saber quién ha sido esa persona misteriosa, Candela despierta en el último momento y eso supone que tendrán una oportunidad de salir con bien, pero el parto se va complicando y llega a su culmen cuando el bebé recién nacido no llora. Dolores y Gracia riñen a Onésimo a la desesperada pero la reacción viene por una carta de Elodia.
El niño llora, ¡por fin! Candela pierde de nuevo el conocimiento y se los llevan a los dos. Al cabo del tiempo Candela y su hijo están en estado crítico pero vivos. Hay que esperar. Ante la carpeta que sostienen en sus manos, Camila quiere denunciar. Hernando le hace ver que tienen que buscar pruebas concluyentes de delito, pues si le echan o le inculpan sin pruebas, puede quedar impune de los delitos que haya podido cometer y que Rogelia cree que ha cometido, y no se quiere exponer a dejarlo impune. Justo en ese momento Ismael aparece para comunicar que hará un viaje a la capital buscando ampliar el negocio. Así, aprovechan la marcha de éste para llamar a Matías a los Manantiales y preguntarle qué opina de verdad respecto a Ismael. Entre todos, empiezan a cruzar sus sospechas retratando a alguien que puede ser muy peligroso, entre otras cosas, puede haber sido el cómplice de Elías cuando intentó acabar con Rogelia hace meses. Beatriz se enfada porque no le dan permiso para ir con Ismael a la capital. Finalmente Hernando se decide a denunciar a Ismael, dado que no puede ser sino un farsante y el verdadero Ismael lleva meses desaparecido. A solas, Carmelo impone sus condiciones a Garrigues: si va a traicionar así a Severo, quiere parte del pastel, las fábricas e industria Santacruz. Así, engañado, Severo firma la renuncia a todos sus bienes. Todo le da igual, sólo le importa su mujer y su hijo. Francisca, dolida, explica a Raimundo por qué celebró la falsa boda: ella también tiene sentimientos. A Rosario le han preparado una súper sorpresa, se irá de gira con Prado por las Américas y así quizás también pueda pasar una temporada con Gonzalo y María. Raimundo prepara a Francisca una preciosa noche de amor
Francisca y Raimundo tienen un encuentro amoroso tierno, romántico, sensual. Cristóbal anuncia a Adela que gracias a Carmelo puede que su hijo pueda ingresar en la Academia Naval. A la par, Cristóbal se ríe de los remordimientos de Carmel mientras pide los detalles escabrosos sobre Severo. Todos van a ir a la exposición de fotos que los Mirañar han preparado de los retratos de familia de Puente Viejo. Todos menos Fe que queda en casa cuidando de su hermana después de un fortísima bronca con Mauricio a causa de ésta. Despedida emocionada de Rosario. Ismael llega de su viaje y Hernando le recibe como siempre, con ilusión y confianza, cuando en el fondo, Camila está llamando a la Guardia Civil. Cuando Hernando le planta cara y le dice que sabe que es un farsante, Ismael se levanta y le pide que no le delate: es su hijo, Damián. Garrigues está en la Quinta hablando con Carmelo de los movimientos que están haciendo cuando llega desolado, Severo, quien cuenta a su amigo que Candela y el bebé han muerto. Cristóbal lo escucha todo..
Ante el bombazo informativo, Hernando duda que Ismael sea su hijo Damián, pero las marcas de quemaduras que tiene el chico por el cuerpo, terminan por convencerle. Cuando llegan los Civiles, Hernando dice que se trataba de un error, entendiéndose que ha decidido amparar a su hijo Damián. Hernando interroga a su hijo buscando los motivos de su comportamiento en el pasado, y asegura que ha vuelto porque ha cambiado y quiere recuperar a su familia, ellos. Así, Damián explica a Hernando su periplo desde el incendio, que trata de justificar y pedir disculpas. Severo, destrozado, se lamenta de la tragedia: su mujer y su hijo han muerto. Cristóbal insta a Carmelo a que hagan efectivo cuanto antes lo que Severo firmó. Mientras, tiene lugar el velatorio de los cadáveres de Candela y su bebé. A punto de clausurar la exposición, es hora de comenzar a configurar la nueva Corporación Municipal. Carmelo pide prudencia ante el posible ingreso de Ulpiano en la Academia Naval. Fe se dispone a contar a Mauricio la verdad sobre ella y su hermana Caridad.
Fe explica a Mauricio cómo quedó Caridad en el estado actual y su papel en su caída en desgracia; ahora entiende mejor a Fe. Y pese a que la intención de Mauricio es ser más tolerante, la actitud de Caridad le impide conseguirlo. Hernando decide dar un voto de confianza a Ismael si promete tratarse psicológicamente y el muchacho acepta. Nicolás pregunta a Hernando qué sucede y éste le pide que reúna a los suyos para contarles la verdad. Así, Hernando pone al día a los allegados sobre la verdadera identidad de Ismael y Beatriz se lleva un revés importante. Hernando intenta que Beatriz reaccione y acceda a dar una oportunidad a quien es su hermano. Onésimo intenta reclutar a Alfonso y Raimundo como concejales sin conseguir a ninguno de los dos. Carmelo se marcha al inicio del entierro. Los presentes se disponen a despedir a Candela y su hijo. Francisca finalmente no ha ido a petición de Raimundo. Todos acusan la ausencia de Carmelo que está firmando la división de los bienes de Severo que se reparte con Cristóbal.
Beatriz echa en cara a quien ahora sabe que es su hermano su comportamiento y él pide perdón. Mientras, Hernando y Camila se reúnen con el terapeuta recomendado por don Anselmo, el Doctor Fernández. El rumor de que Carmelo ha desplumado a Severo corre sin control por Puente Viejo ante opiniones de sorpresa e incredulidad, y Don Berengario acude donde Francisca para comprobar si ha tenido algo que ver en el asunto. Matías y Beatriz se encuentran en la plaza. Ninguno de los dos sabe muy bien cómo comportarse. Francisca se informa de cómo le va a Severo y pide que le preparen el coche para ir a visitarle y para disfrutar de la desgracia de su enemigo. Adela está contenta con la Escuela y con la carta que trae Ulpiano con buenas noticias: ¡Ulpiano ha sido aceptado en la Escuela Naval! Hernando presenta al terapeuta a su hijo y éste no parece asumir muy bien que tenga que visitarle.
Raimundo interrumpe la discusión entre Severo y Francisca, roto y desequilibrado porque no puede creer que su mejor amigo lo esté traicionando. Tras un inicio bastante incómodo, el terapeuta consigue controlar la situación: Damián parece que colabora. El terapeuta confirma que la primera sesión ha ido bien y Hernando se alegra muchísimo, pero se equivocan: Damián finge. Damián se da cuenta de que no puede manipular a Camila pues ella sigue dudando de él, y así el matrimonio discute: ella no aprueba la forma en la que está llevando el asunto. Mientras, Beatriz quiere contarle a Matías lo que ocurre en casa, porque eso puede hacerles reconsiderar su ruptura… Hernando pide por favor a Camila que vaya a ver a su hijo y Damián quiere hablar con ella también. Francisca y Cristóbal discuten porque éste no quiere intromisiones, y advierte, la tregua que se dieron está a punto de caducar. Caridad se porta mal con Fe. Mauricio intenta que Fe reaccione y vea el tipo de mujer que es..
Matías lamenta lo que está ocurriendo, pero no intenta ningún tipo de reconciliación con Beatriz. Mauricio y Caridad discuten agriamente y por fin se muestra tal cual es: posesiva y maquiavélica. No hay ni rastro de Severo: no lo han visto desde ayer. Así, la noticia de la desaparición de Severo corre como la pólvora. Finalmente aparece, pero no como esperaban, pues Severo y Carmelo discuten. La segunda sesión también va bien, o al menos eso es lo que Damián hace creer al terapeuta. Damián cena con la familia, se hace el bueno, pero la tensión es patente, con Camila y Hernando distanciados y Beatriz rota de pena por Matías y el engaño al que ha sido sometida. Hernando le reprocha a Camila que no colabora lo suficiente y ésta explota: siente que está de más.
Severo acusa de todas sus desdichas a Carmelo y éste no niega tal acusación. Hernando expresa su deseo de ayudar a Damián le cueste lo que le cueste, a pesar de los reproches de Camila. En el argumento de él, ayuda el optimismo que infunde el doctor Fernández sobre el tratamiento al que está sometiendo a Damián. A la par, Camila pone a don Anselmo al corriente del tenso episodio que ha vivido con Hernando: está muy molesta. Fe cura a Caridad, que relata cómo se produjo el intento de abuso por parte de Mauricio. Cuando Fe acusa de Mauricio del ataque, éste asegura no saber de lo que le habla. Damián pide a Beatriz que le conceda unos minutos para conversar pero la muchacha lo evita y luego confiesa a Camila lo incómoda que se siente con él después de los sentimientos que comenzó a albergar y que no eran propios de hermanos. Cristóbal exige que Hipólito sea el Secretario Municipal del nuevo Ayuntamiento. Ulpiano se marcha a la Academia Naval y Adela le pide sinceridad a Carmelo, ¿por qué le rehúye?, ¿qué pena asola su corazón?
Ante la confianza con la que le habla Adela, Carmelo no se siente con fuerzas para confesar la verdad y aunque ella lo presiona, no sirve de nada. Fe aborda a su hermana tras hablar con el capataz, pero Caridad desmiente a Mauricio y sigue acusándole de haber intentado forzarla. Fe organiza un careo entre Caridad y Mauricio pero parece que esto sólo consigue empeorar las cosas. Francisca procura quedarse sola en el jardín, sin dar explicaciones a Fe sobre a quién espera. Evidentemente se cita con Garrigues, e indaga sobre Carmelo y Severo: intenta discernir si Carmelo está traicionando realmente a su amigo o se trata de un truco. El doctor informa a Hernando del estado de ánimo de Damián y culpa a Camila indirectamente. Así, el Dos Casas habla con Camila muy seriamente, no puede permitir que actúe así con Damián. Don Berengario acompaña a Severo a recoger sus cosas de Miel Amarga y la situación es muy tensa
Fe deduce que Caridad ha acusado en falso a Mauricio y decide que la quiere fuera de su vida. Mauricio se interesa por Fe y por su estado de ánimo tras el choque con Caridad. Hernando reprocha a Camila que no colabore con la recuperación de Damián y ella se niega a asumir un mal comportamiento por su parte, tan sólo coherente, algo que no sienta nada bien al Dos Casas y terminan enfrentados. Don Anselmo se interesa por Hernando y éste le confiesa que se siente indignado con Camila. Francisca sigue manteniendo la duda respecto a Carmelo y Severo y que la pelea pueda no ser más que un paripé, pero Don Bernegario confirma que las discusiones entre ellos se suceden inclusi cuando no hay testigos presentes. Por su parte, Severo comunica que la única manera que se le ocurra de dar aire a su vida es marchándose se Puente Viejo. Beatriz viene a traer las libretas a Matías y se encuentra con que ha salido. El chico ha ido a las fiestas de un pueblo vecino con unos amigos. En ese instante llega la prensa con una foto de Prado y Rosario que embarcan camino de Las Américas. Caridad intenta presionar a Fe presentándose ante Francisca en la planta noble, pero sin mucho éxito. Adela viene a la busca de Carmelo: sabe por la gente en qué anda metido y le pide que se lo cuente él. Hernando y Damián regresan de su paseo. Camila los está esperando y quiere hablar con los dos
Camila pide disculpas por haberse mostrado intransigente y asegura que a partir de hoy todo cambiará, pero en el fondo parece que lo hace como parte de una estrategia. Así desde luego se confirma cuando le comenta a Nicolás que está siguiendo su estrategia. Carmelo reconoce a Adela que pasa algo pero no se lo puede contar y le pide un voto de confianza. Luego éste pide a Cristóbal que espere a que Severo se haya ido para instalarse aquí, una cosa es haber ganado y otra bien distinta restregarlo así, además se echarían a todo el pueblo encima. Cristóbal accede, pero sólo porque no se la ha acabado la diversión con Severo: después vendrá la destrucción de Francisca. Damián le cuenta “inocentemente” a Beatriz que Matías iba de fiesta. Consigue, cómo no, revolver el corazón de la chiquilla quien queda convencida de que Matías ya se ha repuesto de su revés amoroso. Camila recibe noticias de la hija de Néstor. Asumirá el costo de un curso especial que quiere hacer. Francisca no piensa privarse del placer de ver marchar a Severo, hundido y arruinado. Así, llega la despedida de Severo de Puente Viejo: todos lamentan cómo ha terminado, salvo Francisca, que disfruta de lo lindo. Damián sabe que Camila miente y se lo dice a la cara, sabe que está fingiendo.
Francisca deja claro a Severo que ella ha ganado, pero Don Anselmo interviene y pone paz. Adiós, Severo. Raimundo marcha de viaje y Francisca cree que la está castigando por “despedirse” de Severo. En el fragor de la discusión, Damián dice algo que lo delata y lo implica en la muerte de Rogelia. Camila y Nicolás hacen cábalas y concluyen que Damián pudo haber matado a Rogelia, así, a parir de ahora seguirá otra estrategia con el chico para que sea él mismo el que se desenmascare ante Hernando. Emilia se enfrenta a Carmelo por la forma en la que se ha comportado con Severo. Llega Alfonso, angustiado, todo parece indicar que Severo ha tenido un accidente mortal: Severo ha muerto. Hernando quiere hablar del asunto del bebé y Camila se niega. Lo harán cuando esté plenamente resuelto el asunto de Damián. Mientras, El doctor informa que en breve podrá dar a Damián por curado, así pues todo parece ahora una carrera contrarreloj. Le confirma la muerte de Severo. Cristóbal brinda dando por hecho que Carmelo hizo bien su trabajo, al menos con este final, Carmelo queda libre del yugo de Garrigues. Caridad no logra el perdón de Fe, que arremete contra Mauricio, intentando asesinarlo
Fe defiende a Mauricio y deja gravemente herida a Caridad. Francisca ordena que lleven a Mauricio a un veterinario amigo... y hay que hacer algo con Caridad, finalmente se deshacen de ella tirándola a un pozo, dicen... Mauricio mientas está siendo atendido. Adela manifiesta su desconcierto y, ni en una situación tan dramática, sabe cómo actuar con Carmelo. Carmelo por su parte está deshecho –se siente señalado– y Cristóbal se muestra absolutamente insensible. Nicolás se ofrece para conseguir una fotografía de Damián y para ello propone a Hernando confeccionar un nuevo catálogo, evidentemente y a modo de treta, con la ayuda de Damián. Peor el plan no está saliendo como tenían pensado pues Nicolás no consigue fotografiar a Damián. Desconcierto y conmoción ante la falta de noticias sobre Severo… y sospechas sobre Carmelo. Camila necesita dinero para atender las necesidades de Belén que le expuso Lucía y Hernando la descubre empeñando una joya. Sorpresa: Carmelo se reencuentra con Severo. Todo ha sido una treta para que huyera libre de la presión de Garrigues. Damián piensa cómo solucionar el problema de Camila y un pozo natural le da la respuesta, y así la empuja dentro del pozo cuando la mujer pasa por ahí camino a su cita con Nicolás y Matías
Camila necesita dinero para atender las necesidades de Belén que le expuso Lucía y Hernando la descubre empeñando una joya. Sorpresa: Carmelo se reencuentra con Severo. Todo ha sido una treta para que huyera libre de la presión de Garrigues. Damián piensa cómo solucionar el problema de Camila… y un pozo natural le da la respuesta, y así la empuja dentro del pozo cuando la mujer pasa por ahí camino a su cita con Nicolás y Matías
Finalmente, Damián se tiene que tomar una fotografía en familia, y es que no tiene ningún pretexto lógico para negare sin levantar la liebre. Camila y Matías han sido citados por Nicolás una vez éste ha revelado las fotos. Carmelo intenta explicarse con Adela y no lo consigue: ella no está por la labor. Damián busca la cercanía de Beatriz pero en lugar de consolarla la hace sentir fatal. Beatriz busca consuelo en Emilia. No se encuentra bien con nadie ni en ningún lugar: la ruptura con Matías le está afectando muchísimo. Y no encuentra consuelo ni en Camila. Y es que Camila está ocupada con muchos asuntos y hasta tiene una misteriosa conversación telefónica que no comparte ni con don Anselmo. Raimundo vuelve de viaje y la noticia de Mauricio hace que se olvide de la excusa que puso para irse. La fiesta de Cristóbal se encamina al fracaso cuando un bullicio fuera llama la atención de todos
Carmelo sale a ver qué ocurre en el exterior de la Quinta: son los aparceros que se rebelan. Cristóbal enfurece, supone que esto es obra de sus enemigos. Cristóbal no sólo se niega a escuchar a los aparceros sino que los amenaza. Damián se ve bien en la foto que tomó Nicolás. Ahora hay que ver si los ancianos lo reconocen. Camila pide a Don Anselmo que le cubra en su plan de ir al asilo de Doña Remedios a enseñar la foto de Damián; el cura acepta a regañadientes. Así Camila “marcha” al médico. Beatriz pilla a Matías en una incongruencia y deduce que Camila mintió. La chica se enfrenta, “¿qué estás ocultado?”. Emilia se interesa por cómo lleva Matías la ruptura de Beatriz, y por qué se ve tan a menudo con Camila. El chico es sincero, sí se traen algo entre manos pero es algo de lo que no puede dar detalles. Francisca se preocupa cuando Raimundo le dice que quiere visitar a Mauricio, pues considera que un ataque de una manada de lobos no es ninguna tontería. La Doña no sabe cómo salir de esta mentirijilla… Gracias tiene un momento de complicidad con Carmelo y terminan hablando de Adela: Carmelo se encierra de nuevo de sí mismo aduciendo que con ello protege a la profesora.
Camila le cuenta la verdad a Beatriz. Damián no lo escucha todo pero lo suficiente para inquietarse. Así ella marcha de viaje y Damián aprovecha para malmeter sutilmente contra Camila a propósito del bebé. Matías ha venido a interesarse por Beatriz pero no buscando una reconciliación cuando llega Damián y le hace creer, de nuevo, que echa mucho de menos al muchacho… no es compartido. Carmelo y Cristóbal se enzarzan con motivo de los aparceros: Garrigues quiere darles un escarmiento pero Carmelo se opone; están a punto de llegar a mayores. Fe cuenta la versión oficial sobre la marcha de su hermana tal y como había pactado con Francisca. Adela se preocupa por Carmelo y quiere verlo bien. En un impulso, lo besa. Francisca regresa tras haber visitado a Mauricio. Su gesto grave augura malas noticias. Camila llama y pide a Beatriz que convoque urgentemente a Matías y a Nicolás, pero Damián escucha toda la conversación
Damián sigue escuchando la conversación telefónica de Camila y Beatriz en la que se dan instrucciones con respecto al plan. Así, sin saber muy bien qué está pasando, Beatriz da a Matías y Nicolás el recado de Camila. Hernando caza al vuelo a Beatriz: la charla que tienen pendiente no puede esperar ni un segundo más y terminan discutiendo. Francisca confirma la vuelta de Mauricio, ya recuperado. Fe ha comprado un regalo para doña Francisca y se lo enseña a Emilia. Así, Fe le regala a Francisca el prendedor, pero para la señora eso no compensa lo que ha hecho por ella. Carmelo no entra en el juego propuesto por Adela, pero esta vez la sensación es diferente. Cristóbal presiona a Carmelo con el asunto de los aparceros y Carmelo se muestra extrañamente dócil. Damián piensa cómo solucionar el problema de Camila… y un pozo natural le da la respuesta. De modo que la empuja dentro cuando pasa por ahí, camino a su cita con Nicolás y Matías.
Damián da por muerta a Camila y la abandona en el fondo del pozo. Beatriz pregunta por Camila en casa y Damián dice haber hablado con ella y justifica su retraso. Como Camila no aparece, Nicolás y Matías cuentan la verdad a Beatriz para que actúe en consecuencia. Beatriz, sin acusar a Damián ni contar toda la verdad, pide a su padre que busque a Camila. Francisca exige a Fe lealtad absoluta e incondicional por haberle ayudado a deshacerse de Caridad, tendrá que obedecerla a riesgo de que airee el cadáver de su hermana. Cuando Mauricio regresa por fin a La Casona, Fe lo recibe con alegría y empieza a ponerle al día. Francisca invita a Emilia a comer en La Casona y le pide que acepte por el bienestar de su padre. Carmelo empieza a hacer partícipe a Adela de sus planes sin darle detalles y consigue ilusionarla con irse los dos juntos a vivir lejos de Puente Viejo. Luego, pide ayuda y apoyo a Alfonso y Onésimo para salvar la situación de los aparceros. Cristóbal se ha enterado de que Carmelo lo está engañando con los aparceros y juega con él. Hernando y Alfonso recorren el camino desde la estación y encuentran a Camila en el pozo
