Martín y un sicario deben deshacerse de Miguel, el secuestrador de Jacinta, por orden de Juan Pablo y así eliminar toda evidencia de que el genetista fue el ideólogo del rapto. Primero, entra el sicario pero no logra su objetivo y es Martín quien lo mata con un disparo. Luego, ambos entierran el cuerpo para ocultar su crimen.