At 38 years old, Susan Polgar has reached heights that few women have ever equalled in the chess world. Despite the common assumption that men’s brains are better at understanding spatial relationships, giving them an advantage in games such as chess, Susan went on to become the world’s first grandmaster. Susan’s remarkable abilities have earned her the label of ‘genius’, but her psychologist father, László Polgar, believed that genius was “not born, but made”. Noting that even Mozart received tutelage from his father at a very early age, Polgar set about teaching chess to the five-year-old Susan after she happened upon a chess set in their home. “My father believed that the potential of children was not used optimally,” says Susan.
Susan Polgar est née à Budapest en 1969 avec un cerveau ordinaire. Persuadé que l'acquis est plus important que l'inné, son père, un psychologue spécialiste des enfants surdoués, décide de mettre en pratique ses théories. Susan est aujourd'hui la première femme au monde à décrocher le titre de grand maître aux échecs et peut mener simultanément jusqu'à cinq parties.
A los 38 años de edad, Susan Polgar ha alcanzado alturas que pocas mujeres han igualado en el mundo del ajedrez. A pesar de la creencia común de que los cerebros de los hombres son mejores en la comprensión de las relaciones espaciales, dándoles una ventaja en juegos como el ajedrez, Susan pasó a ser la primera gran maestro del mundo. Las notables habilidades de Susan le han otorgado la etiqueta de "genio", pero su padre psicólogo, László Polgar, cree que el genio "no nace, se hace". Tomando nota de que, incluso Mozart recibió la tutela de su padre a una edad muy temprana, Polgar se dedicó a enseñarle ajedrez desde los cinco años de edad después de que Susan encontrara un tablero de ajedrez en su casa. "Mi padre creía que el potencial de los niños no se utiliza de manera óptima", dice Susan.