Mary Fisher vive una vida pacífica con su esposo y sus hijos. De cara al exterior, una familia como de un libro de imágenes: un matrimonio feliz y buenos feligreses. Pero un día ocurre la tragedia: a Mary y sus dos hijos les degüellan, después de lo cual la casa se incendia. El perpetrador: su esposo, Robert Fisher, con quien estuvo casada durante 16 años. La investigación saca a la luz el lado oscuro del supuesto hombre modelo.