En una sala de juegos en el día de San Valentin, Ren gana un muñeco por lo que decide ir a la casa de Yua para dárselo en agradecimiento por un chocolate que ella le regaló ese día. Yua bromea diciendo que sería mejor si su amiga se entregara como regalo. Cuando Yua se retira para hacer el té, Ren comienza a imaginarse a ella misma como un regalo, por lo que comienza a amarrarse con una cinta de regalos en todo el cuerpo, pero acaba atorándose hasta el regreso de Yua quien la observa de forma complacida y lujuriosa.