Mary Bell es el nexo entre el maltrato extremo a un niño, la falta de acción por parte de las instituciones que deberían protegerla, y el asesinato. Una niña de 11 años que había sufrido lo indecible y que decidió recrear lo vivido en sus propias carnes con otros niños del barrio, convirtiéndose en la asesina más joven de Reino Unido hasta la fecha.