Muy pronto las excavadoras del padre de Bosco llegarán al terreno en el que está enterrado Enrique y Mario busca el momento para cambiarlo de lugar… pero la vigilancia de Sonia no se lo permite. Mario planea ir a Los Cerritos a desenterrar el cuerpo de Enrique antes de que lleguen las excavadoras de Santiago San Román, pero Parra, el nuevo vigilante contratado por Sonia y Montes, no se lo pone fácil. Olivia, por su parte, cree que una nueva ruptura con Bosco podría suponer la ruina definitiva del club. Entretanto, Sonia sigue tomando las pastillas del bote que Mario logró colar su baño.