Esta historia es fuerte, cruenta y dolorosa. Pero su mayor impacto está dado por el reflejo que ella tiene con un gran número de chilenos que hoy han hipotecado su vida por el alto nivel de endeudamiento que han alcanzado. Siempre que se gasta más de lo que se gana o las ambiciones son desmedidas, más temprano que tarde la vida cobra su factura. Y cuando ello acontece, la vida lo puede llevar como en este caso a la muerte.