Marcela Carrillo (Francisca Reiss) quedó viuda con dos hijos y se mantuvo así, sumida en una profunda depresión por la pérdida irreparable del amor de su vida. Pero ella tuvo una segunda oportunidad, cuando conoció a Mario Bauzá (Patricio Strahovsky). Ninguno intuía que su pasión sería el detonante del hecho más cruento que se recuerde en Los Ángeles.