Michel Torres, “El Joya” (Pablo Díaz), se crió sin referentes paternos. Abandonado por su madre, con un padre castigador, vive con su abuela y hermano menor. Poco a poco va ingresando al mundo delictual como reducidor de joyas y otras especies. Influido por un grupo de amigos, se anima a robar en lujosas residencias. Una noche recibe una invitación para un cumpleaños. Ocasión propicia para cometer uno más de sus robos. Ignorante de al fragor del alcohol y las drogas, podría cruzar la delgada línea que existe entre un simple ladrón y un bestial homicida.