Andrés Talamilla (Vittorio Yaconi) logra ingresar a la universidad para estudiar Arquitectura. Durante los primeros años, se convierte en un alumno aventajado. Paralelamente participa en un taller de teatro. De pronto, las cosas empiezan a cambiar. Sin explicación alguna, se cansa más fácilmente, le cuesta concentrarse y padece, incluso, lagunas mentales. Se ve envuelto en un hecho fortuito. La justicia aplica, inmerecidamente todo el rigor, sin tomar en cuenta ni su estado de salud, ni su irreprochable conducta. Esto desata graves consecuencias.