En pleno turno, Gabriel es secuestrado en un coche y arrastrado al taller de su hermano: uno de sus hombres ha recibido dos balazos. Petru le exige que le salve la vida. Simón y Olivia deciden hacer un pacto sin abogados de por medio y hacen saltar las alarmas de Noemí. Almu, apartada del hospital, prohíbe a Nico que vuelva a sacarle las castañas del fuego. En paralelo, se mete en más problemas.