Luisita y Amelia se conocieron en el King's Road Club, el local de moda de Chamberí. Luisita era camarera y Amelia había llegado a la capital para cumplir su sueño de ser vedette. En ese mismo lugar, meses después y tras dejar atrás sus miedos, Luisita le hizo una propuesto a Amelia: "¿Me concede este baile, señorita?" y bajo una luna de cartón comenzó todo.
Los comienzos de Luisita y Amelia no fueron nada fáciles, su amor ha sido siempre una prueba de fuego constante. La pareja recuerda los momentos más duros de su relación. Torturas, rechazos y una lucha constante por visibilizar su amor les llevó a enfrentarse a sus familias y a vivir momentos terribles. Aunque entre tanta oscuridad siempre había algo de luz. Ambas también reviven sus encuentros a solas y es que Luisita era incapaz de poner límites a lo que sentía por Amelia: "Yo por un beso tuyo soy capaz de hacer lo que sea".
Luisita y Amelia tratan de olvidar lo sufrido por vivir en una sociedad retrógada y solo miran al futuro con la ilusión de vivir juntas, pero los sueños de Amelia condicionan a la pareja. La joven vedette se ve obligada a esconder su condición sexual para poder triunfar en el mundo del espectáculo, algo que hace sentirse a Luisita muy humillada. La relación empieza a resquebrajarse entre la pareja hasta que "llegó París" y tuvieron que elegir entre el amor o perseguir sus sueños.
Luisita y Amelia deciden seguir su camino en busca de la felicidad aunque ello no signifique estar juntas. Luisita trata de rehacer su vida y Amelia triunfar en París. Sin embargo, sus vidas no están completas y ambas se dan cuenta de lo inevitable: juntas son imparables y no entienden la felicidad sin estar la una con la otra.