El conflicto entre Milett y Mimi sacude la paz familiar horas antes de una de las fiestas más icónicas de Punta. Un Marcelo muy obsesivo se pone a cargo de la organización del evento y no piensa suspenderlo a pesar de la pelea. Mientras Tirri busca recomponer las relaciones, Cande enfrenta inesperadas adversidades en un concierto y comienza a sospechar la presencia de malas energías en la casa.