Luego de perder la primera batalla contra Cartens, los Protectores inician el plan venganza. Para ello, acuden a la ayuda de Mussolini, un investigador privado, que les provee dos informaciones sensibles para atacar al enemigo: el negociado con China de un cargamento de efedrina y la esposa de Cartens como posible blanco. De la primera misión se ocupan Mago y Reynaldo, apelando a la ayuda de adláteres conocidos como Maurito, Pinza, Mugre y una pequeña participación de Nora. De la segunda misión se ocupa, muy a su pesar, Conde, que hace un primer acercamiento en un gym con Pamela Cartens, quien se sabe es utilizada vilmente por su esposo como testaferro de empresas y cuentas non sanctas.