Enfocado en los preparativos para su viaje que iniciaría una vida consagrada a la religión, Salvador se encontró con Carolina, una joven y risueña costurera que al verlo mostró un evidente amor. Tras una breve plática, ambos se demostraron el cariño que tanto habían ocultado. Justo en la cena, para decirle adiós a sus amistades para iniciar un retiro espiritual, Salvador volvió a verse con Carolina. Esta vez ambos se entregaron a la pasión, sin imaginar que María Luisa por poco los encuentra juntos. Emocionada por la etapa que estaba viviendo, Carolina visitó la casa de Salvador con la ilusión de decirle que serán papás. Sin embargo, María Luisa se negó a decirle dónde se encuentra, y explotó de rabia al saber que la joven está embarazada de su hijo. Luego de llegar a la ciudad, Carolina se topó con tremendas dificultades para darle a su hija lo que tanto necesita. En medio de una tormentosa noche, la desesperación la orilló a dejar a su pequeña en una casa lejos de su cuidado.
Focused on preparing for his trip and beginning a life dedicated to religion, Salvador meets Carolina, a young and cheerful seamstress who, upon seeing him, shows obvious love. After a brief conversation, the two share a long-held affection. Later, at dinner, to say goodbye to his friends and begin a spiritual retreat, Salvador meets Carolina again. This time, they both surrender to their passion, never imagining that María Luisa would almost find them together. Excited about the new life she's experiencing, Carolina visits Salvador's house hoping to tell him they're expecting a child. However, María Luisa refuses to tell him where she is and explodes with rage upon learning that the young woman is pregnant with his child. Upon arriving in the city, Carolina finds it extremely difficult to give her daughter what she so desperately needs. In the midst of a stormy night, desperation forces her to leave her little girl in a house far from her care.
Concentrado nos preparativos para sua viagem e início de uma vida dedicada à religião, Salvador conhece Carolina, uma jovem e alegre costureira que, ao vê-lo, demonstra um evidente amor. Após uma breve conversa, os dois compartilharam o carinho que guardavam há muito tempo. Logo no jantar, para se despedir dos amigos e iniciar um retiro espiritual, Salvador reencontra Carolina. Desta vez, ambos se entregam à paixão, sem imaginar que María Luisa quase os encontraria juntos. Empolgada com a nova vida que experimentava, Carolina visita à casa de Salvador na esperança de lhe contar que estão esperando um filho. No entanto, María Luisa se recusa a lhe dizer onde está e explode de raiva ao saber que a jovem está grávida dele. Ao chegar à cidade, Carolina encontra enormes dificuldades para dar à filha o que ela tanto precisa. Em meio a uma noite de tempestade, o desespero a força a deixar a filhinha em uma casa longe de seus cuidados.