En junio de 1987, Heather West, de dieciséis años, desaparece. Sus padres, Fred y Rose, les dicen a sus otros hijos que se ha ido a trabajar a un campamento de vacaciones. Los hermanos de Heather nunca más volvieron a saber de ella. Siete años después, sus restos son excavados en el patio trasero de la casa familiar. Este descubrimiento lleva al periodista Howard Sounes a recibir un aviso que lo lleva a un viaje hacia una de las historias de crímenes más infames del Reino Unido.