La hija de Blanca está pasando una crisis en su matrimonio y decide hacer un viaje con su marido a Cancún para intentar superarla y evitar así la separación. Lo malo es que, para poder irse ellos dos solos, han de dejar a Toño, su hijo adolescente, con su abuela Blanca durante unos días. La presencia del chaval en la casa va a traer consigo una serie de incidentes y complicaciones, motivadas por las inevitables diferencias con que ven la vida dos generaciones tan distantes entre sí.