Blanca (Lola Herrera) acepta ilusionada la invitación de su joven monitor de aerobic –al que da vida el actor Pablo Puyol- para cenar juntos. Las amigas tratan de hacerle comprender el disparate que supone vivir un amor con un chico que podría ser su hijo, pero Blanca no está dispuesta a perder la oportunidad de tener esa experiencia sentimental, que tanta ilusión le hace.