La antigua banda de maleantes de la que César formaba parte regresa y le propone el atraco del siglo: robar el inexpugnable Banco de Toledo. Aunque en un principio César se niega rotundamente a participar, considerará la idea más despacio al comprender que con el dinero podría comenzar una nueva vida junto a Almudena. Mientras en Casa Grande todos se preparan para celebrar la pedida de mano de Nieves por parte de Aníbal, Isabel y Cristina se encuentran a escondidas en un claro del bosque y Lobo las descubre. El cacique no dará crédito a la escena que acaba de contemplar y preparará para su hija el peor de los castigos.