En medio del operativo, Analía ve que Peña le colocó veneno al postre y le advierte a Carolina, así que ella cree que es buena idea darle un poco a Mejía. Ante esto, Paulina advierte que deben llevarlo al hospital. A pesar de que Analía y Pablo de la Torre le dicen a Carolina que no le dé del postre al presidente, ella hace caso omiso y de esta forma logra que a Peña se le caiga la máscara, se desespere y confiese que ese plato estaba envenenado. Paulina queda expuesta cuando Guillermo prueba un postre envenenado y todo el país se entera de sus actos. Estando detenida, sufre por no saber el estado del presidente. Al final, Guillermo dice sentirse mucho mejor con el tratamiento recibido y visita a Peña en la cárcel, donde le declara todo su amor y le deja claro que no está molesto.