La cantidad de olivos que hay en nuestra tierra se debe a la distribución que hacían los romanos de los cultivos en sus territorios conquistados. Igualmente ellos implantaron los latifundios o de los romanos también proviene la existencia de cortijos o haciendas en Andalucía. Este capítulo nos adentra en el legado romano en la estructura del campo de nuestra tierra, dando respuesta tanto al por qué de la proliferación de ciertos cultivos, edificaciones o, incluso, a cuándo comenzó la emigración del campo a la ciudad.