Cruz amenaza a su marido con ir sola a la fiesta de los condes de Urbizu, pero le pide a su hijo que la acompañe. Jana sigue sin adaptarse a la vida en la zona noble. Martina le niega a Ayala la posibilidad de leer la carta que ha recibido de su madre y le pregunta, delante de parte de la familia, si ha tenido algún hijo ilegítimo.