Los días han ido pasando y nadie ha sido capaz de dar a María Fernández la noticia de la muerte de Salvador. Pía congrega a Lope, a Gregorio y a Rómulo para acordar con ellos la manera y el momento de informar a María de una vez. Por desgracia, el plan fracasa en el último instante. Los intentos de Simona de arreglar las cosas con Candela llevan a la cocinera a dejarse aconsejar por las señoritas y presentarse ante Candela con la peregrina idea de invitarla a ver con ella una función de teatro. Pía continúa con sus pesquisas sobre Dolores y va informando de ellas a Jana. Al ama de llaves le ha extrañado la actitud huidiza de Simona cuando le ha preguntado por quién fue su compañera de trabajo de hace tanto tiempo. Jimena sigue carcomida por los celos hacia Blanca Palomar, tanto que se comenta entre las doncellas. Jana, acertadamente, apunta que Blanca constituye una amenaza para la señora porque representa a un nuevo tipo de mujer, una tan distinta de Jimena como la noche del día.