Todo el mundo insiste a Candela para que se reconcilie con Simona, pero ella se niega, está ya harta. Parece cierto que su amistad es irrecuperable. La llegada de Blanca Palomar, una aventurera fotógrafa, vieja amiga de Manuel, escama a Jimena, que se muere de celos al ver la complicidad de la mujer con su esposo. Nadie se atreve a contarle a María Fernández que Salvador ha muerto, y quienes lo intentan fracasan; porque la muchacha siempre desvía la conversación convencida del regreso de su novio. Pía se ofrece a ayudarle a Jana en la investigación de su pasado. Se ocupará de preguntar ella misma acerca de Dolores para no levantar sospechas. Cruz y Lorenzo convencen al notario para destruir la última versión del testamento, una vez ellos hayan acabado con la vida de la Baronesa. Y ese momento no tarda en llegar… Petra le lleva a Elisa un té envenenado.