Pía y Gregorio han hablado con los señores, que les han dicho que pueden seguir en La Promesa siempre y cuando contraigan matrimonio. Es lo decente si están esperando un hijo. Todos en palacio están muy sorprendidos con esta nueva boda. Pía habla con Gregorio, le agradece que haya intercedido por ella, pero no es justo que él cargue con un niño que no es suyo. Por su parte, la marquesa cada vez está más incómoda con la estancia de Elisa de Grazalema en palacio. Mientras tanto, Jimena sigue indispuesta. No es nada físico, sino que su malestar se debe a la discusión que tuvo con Manuel. Éste trata de reconciliarse con ella.