Alonso quiere averiguar quién es esa Elisa de Grazalema a quien el barón ha legado nada menos que un tercio de su fortuna. Lo que no sospecha es que él ya conoce a la heredera… y no guarda un buen recuerdo de ella precisamente. Azuzada por Petra, la marquesa confirma que Pía ha mentido y sigue embarazada. Lope, que está pasando las de Caín como paño de lágrimas de María Fernández, se anima a confesarle a Mauro lo mismo que desmintió hace bien poco: que está enamorado desde siempre de la doncella… Catalina logra que su padre la autorice a visitar el palacio de Cádiz que han heredado del barón de Linaja para valorar una posible venta. Manuel va juntando evidencias de la manipulación que ha sufrido a manos de Jimena.