Cruz admite ante Catalina que vendió el broche de las marquesas de Luján para costear su fiesta de cumpleaños. Catalina estalla ante la afrenta a su madre, ya que el broche le perteneció a doña Carmen, y no piensa dejar que Cruz salga impune de esta. Lope pide disculpas a María Fernández por haberla besado y atribuye el arrebato a los nervios que pasó por el secuestro de Camilo. María Fernández le garantiza que ya lo ha olvidado, pero no va a ser tan sencillo… Jana cura las heridas que Curro sufrió por la última paliza que le propinó Lorenzo. La doncella se atreve a insinuar al señorito que quizás el capitán no sea su padre biológico y el muchacho decide interrogar a Cruz sobre su pasado. Rómulo comparte con Pía su inquietud: Gregorio le guarda rencor por un hecho del pasado que él no consigue recordar. Y todo esto mientras el duque de los Infantes se dirige a La Promesa, dispuesto a detener el matrimonio entre Jimena y Manuel.