Rómulo no se atreve a contarle al marqués la relación que ha descubierto entre su hija Leonor y Mauro. El mayordomo le propone organizar una cena con el marqués de Belmonte buscando un acercamiento entre Leonor y el hijo de éste, Juan Luis. Por su parte, la marquesa está indignada de que su marido le haya firmado un aval a su padre el barón. Sabe que lo único que quiere es tenerlos a su merced. Lope está a punto de marcharse de La Promesa, pero Pía y Rómulo convencen a los marqueses de que es necesario contratar a alguien para las cocinas. No les dicen que se trata de Lope, ni siquiera que es un hombre el nuevo ayudante. Asimismo, llega al palacio el padre Camilo que va camino de León. Petra está encantada de recibir a un hombre de dios en La Promesa, le dice a Pía con segundas que no les vendría mal tener un guía espiritual en la casa.