Como dijo Bad Gyal: hemos vuelto, zorras. Y por todo lo alto, con nuevo set, nuevos traumas y nuevas ganas de llorar todo el rato. Hemos aprovechado que hemos firmado un contrato larguísimo para hablar de algo que nos encanta: el trabajo, nuestra imperante necesidad de abarcar más de lo que podemos y, en general, lo cansadas que estamos.