Conocemos los sufrimientos personales y familiares de Alexandre Deulofeu en el exilio, sus frustraciones y las sospechas del régimen franquista sobre si se trata o no de un espía de los aliados. Mientras tanto, en esa Francia ocupada por los nazis, Deulofeu define lo que él llama “la lucha de imperios”, ese tablero de ajedrez imperial donde la suerte está echada desde el primer momento. Lo recibe el maestro Pau Casals, emblema de la paz mundial, que se interesa por la función de su teoría.