Rosario está en una encrucijada emocional. Aunque Katia insiste en que lo mejor es dejar el pasado atrás y no buscar a Francisco Lara, Rosario no puede ignorar lo que siente. En lo más profundo de su pecho, hay una certeza que la empuja a creerle a Francisco, a pesar de todo lo que ha pasado. Guadalupe se comunica con Emiliano para poner fin a su alianza, convencida de que ha arriesgado demasiado sin obtener resultado. Emiliano, afectado por la noticia, entiende que debe huir nuevamente.