Rosario aprovecha su dolor y tristeza tras la ruptura con Francisco Lara para componer nuevas canciones cargadas de emoción, verdad y mucha alma. En medio de este proceso personal, Rosario ha encontrado en la música una forma de sanar y transformar sus sentimientos. Francisco Lara decide ir hasta la casa de Rosario para cantarle a capela y pedirle perdón por lo sucedido. Quiere explicarle el malentendido con Ivel, aclarar todo, y rogarle una oportunidad para enmendar su error. Pero cuando Rosario está a punto de salir a escucharlo, El Coloso y Raquel la detienen.