A plaza Garibaldi llega la triste noticia del fallecimiento de Jacko, el hermano de Ivel, generando en todos los mariachis una gran tristeza; ante el emotivo momento, Rosario entona una canción como señal de apoyo a Ivel. Tras discutir con el Mil Amores, Katia se encuentra con Rosario, quien la consuela por lo sucedido y le refuerza la idea que es una gran persona que merece ser amada con todas las de la ley.