Nach einem alten deutschen Märchen.
Ein junger Schneidersohn hat vor nichts Angst. Er zieht in die Welt, um endlich das Fürchten zu lernen.
From an early German folk tale.
The Storyteller recounts the adventures of a boy who goes out into the world to learn what fear is.
צעיר שאינו יודע כיצד מפחדים, יוצא למסע ללמוד על מהותו של הפחד.
Od stare njemačke narodne priče. Pripovjedač pripovijeda avanture dječaka koji ide u svijet kako bi naučio što je strah, u pratnji nepoštenih, ali ljupkih pratioca. Suočavajući se s brojnim opasnostima nije se naučio bojati, ali je otkrio da je pravi strah kod kuće: strah od gubitka njegove drage.
De un antiguo cuento alemán. Sinmiedo era un muchacho valiente pero sin juicio, hijo de un sastre. Siempre contrastado con su ejemplar hermano, era ineficiente en todos las tareas que le encargaban. La única ilusión de Sinmiedo era tocar el violín, y sobre todo su amado Lidio, pero era desaprobado por el padre de éste. Un día, el sastre lo mandó a recorrer el mundo para saber que es el miedo. Se encuentra entonces con un viejo pícaro, quien al tratar de robarle sus pocos chelines, queda admirado por su valentía y se hace su amigo y compañero de viaje, y promete asustarlo.
Van, pues, a un famoso estanque, en cuyas aguas al anochecer, anidaba un sanguinario monstruo con sus bellísimas hijas, quienes atraían a hombres y mujeres al lago para ser degollados. Sinmiedo cautiva al monstruo tocando una melodía irlandesa en su violín; tanto que el monstruo se mudó a Irlanda. La gente del pueblo lo elogia y lo llena de regalos, pero Sinmiedo aún no se ha asustado, por eso su amigo lo lleva a un castillo habitado por un demonio; al entrar Sinmiedo sólo encuentra al demonio, que vivía partido por la mitad, y le invita a jugar una especie de boliche con huesos y como bola un cráneo, donde el joven vence. Como venganza, el demonio toma la apariencia de su amigo, pero al final Sinmiedo lo destruye, pero aún no conoce el miedo. Al retornar a casa, encuentra a Lidio desvanecido desde su partida, pero depierta al ver a su amado. Sinmiedo está feliz por su destino, y por haber conocido el miedo.