El proyecto para una nueva Ley de Vivienda en España lleva más de un año bloqueado y uno de sus puntos más controvertidos es que pretende limitar el precio de los alquileres. Es algo que ya llevan años probando en Suecia: allí el precio está regulado y el poder de decisión de los inquilinos es mucho mayor, pero la fórmula tampoco es mágica: hay grandes listas de espera y el acceso a la vivienda es muy limitado.