La borrasca que acaba de llegar a España se llama Fien, diminutivo en holandés de los nombres Josephine o Adolphine. Las borrascas las nombran los servicios meteorológicos europeos a imagen y semejanza de lo que ocurre en EE UU con los huracanes. Lo que se pretende al bautizarlas es alertar a la población y llamar la atención de los medios de comunicación para que informen con detalle de sus posibles consecuencias.