El Gobierno de Perú saltó por los aires hace unos días. Su presidente, Pedro Castillo, dio un autogolpe de Estado a través de un mensaje retransmitido por televisión, pero horas después fue detenido por su propia escolta. El poder lo asumió su vicepresidenta, Dina Boluarte, que ha convocado elecciones anticipadas ante el desgobierno del país, que está paralizado por unas protestas que cada día se recrudecen más. Pero esta crisis política no es nueva en Perú, un país que en los últimos cuatro años ha tenido seis presidentes. El enviado especial de EL PAÍS en Lima, Juan Diego Quesada, analiza por qué.