El festival de Eurovisión ha vuelto a Suecia cuando se cumple medio siglo desde que ABBA arrasó con Waterloo. En esta edición , la número 68, compiten 37 países, tendrá más peso el televoto y España actuará en semifinales. La organización insiste en que el concurso no es político, pero al mismo tiempo ha aumentado la seguridad porque participa Israel, una candidatura que suele ser polémica, pero que este año con los ataques a Gaza ha generado más protestas.