Después de cinco días de reflexión, Pedro Sánchez dio una respuesta este lunes: no piensa en dimitir. Pero no admitió preguntas. El presidente llamó a reflexionar sobre cómo se está haciendo la política, el acoso, los bulos y la regeneración democrática. A pocos días de las elecciones catalanas y a semanas de las europeas, su no-movimiento alivió a su equipo y a sus socios porque da estabilidad al gobierno. La oposición descarta una moción de censura y lo acusa de hacer el ridículo.