La amenaza rusa, la guerra en Europa, es una posibilidad para algunos líderes europeos. Desconfían de Vladimir Putin, que este fin de semana casi seguro volverá a ser elegido presidente de Rusia, y que tiene armas nucleares. Y temen una posible victoria de Donald Trump en Estados Unidos, que ya ha dicho que no piensa proteger a los europeos si estalla un conflicto. Así que Bruselas va a lanzar una nueva estrategia de defensa para conseguir una industria fuerte. Pero esto supone un giro: pasar de ser un continente de paz a rearmarse para mantenerla.