La ciudad santa para musulmanes, judíos y cristianos vive con cierta normalidad a pesar de estar muy cerca del horror. El ejército israelí sigue bombardeando Gaza. Desde el 7 de octubre son 5.000 los palestinos muertos, según el gobierno de la Franja. Es imposible confirmar la cifra y entrar a ver lo que pasa allí. Israel, que sigue llorando a 1.400 muertos a manos de Hamás y más de 200 personas secuestradas, mantiene Gaza bloqueada. No deja pasar apenas ayuda humanitaria ni a los medios internacionales. Así que los más de mil periodistas acreditados solo pueden cubrir el conflicto desde el territorio israelí. Muchos están haciéndolo en Jerusalén, una de las ciudades más militarizadas del mundo, donde empieza a percibirse algo de cotidianidad a pesar de la tensión.