Adrián quiere traspasar los límites de la ley para amasar grandes sumas de dinero. Desde que sus padres fueron desahuciados sólo piensa en hacerse rico de esta manera y tiene la firme convicción de que sus progenitores son unos inútiles por permitir que les hayan quitado su casa. Vive en un mundo de fantasías y contradicciones, alimentado por películas, series y documentales de delincuentes.