Fausto, el amigo de Iñigo que se suicidó presionado por los extraños fenómenos que estaban ocurriendo, no se ha ido del todo y aporta información importante para saber qué les pudo ocurrir a Raúl y Elisa. Mientras tanto, en el hospital, aunque aparentemente sigue en coma, Javi empieza a tener peligrosas reacciones. Su padre, ahora con el apoyo del padre de Fausto, intenta encontrar la manera de acusar a Íñigo de la situación de su hijo. Mientras tanto, la tensión de los últimos sucesos hace mella en la frágil relación del matrimonio Pardo-Simón: Diego y Clara. Nikoletta descubre en Hungría cómo murió realmente su marido, el obrero absorbido por el pozo. Consumida por la rabia y el deseo de venganza, vuelve decidida a tomarse la justicia por su mano. En la casa, aunque se llevaron el cadáver del pozo, algo sigue ocurriendo ahí abajo.