Catalina vuelve a ver a Teresa, con quien estuvo encerrada en el convento. Ahora convertida en una afamada fotógrafa, regresó a Chile y le reveló que todos los horrores que vivieron eran conocidos por sus padres. Además, ella también perdió a su bebé en extrañas circunstancias en la misma clínica: pese a que parecía sano en las ecografías, tenía una malformación y falleció sin que pudiera ver su cuerpo.