Muriel recurre a Iván para contarle sus penas y en un bar, el estudiante de derecho le confiesa que le gusta. Ambos se besan, pero la hija de Asunción prefiere que sigan como amigos. Por otro lado, Catalina conversó con Lautaro sobre la amistad de su sobrino con Monserrat y le pide que en la medida de lo posible, evite que se sigan encontrando.