Dunkin y Starbucks están entrando de lleno en el siglo XXI, haciendo todo lo posible para superarse mutuamente con nuevas tiendas conceptuales, vastos emporios, opciones de comida vegana, lattes con leche de avena e "innovaciones de alta velocidad". Pero el mundo real sigue entrometiéndose y no pueden escapar de él. A pesar de todo su éxito, ¿podrán realmente controlar su futuro?