Es 1962, y Estée Lauder estáque arde, con nuevos productos bien recibidos que ayudan aconsolidar su posición como la mejor marca de maquillaje de alta gama. Pero Revlon estácerca, y para defenderse de la amenaza, los Lauder deciden desarrollar una nuevamarca:Clinique. Con esta línea de productos hipoalergénicos para pieles sensibles, desbloqueanunanueva base de clientes. Pero las ventas iniciales son decepcionantes, y a medida que el flujode efectivo cae en picada, deben determinar rápidamente cómomejorarsu enfoque demarketing.Mientras tanto, una joven redactora escribe un nuevo eslogan para L'Oréal que pasará a lahistoria de la publicidad y enviará a la compañía por un nuevo y brillante camino.