Los ejecutivos de Hollywood pensaron que Netflix estaba loco por renunciar a la publicidad al permitir que los espectadores se tumbaran en un sofá y vieran una temporada completa de un programa al mismo tiempo. Pero Netflix sabía que era un buen plan. Todos sus estudios y grupos de enfoque revelaron algo nuevo: los espectadores que compartían contenido formaron un vínculo emocional con Netflix.